Capítulo 10

Las cosas funcionaron con normalidad durante el primer día de trabajo de JiMin, todo fue sencillo hasta cierto punto, por supuesto que tenía momentos de estrés cuando tenía que estar de aquí para allá recogiendo papeles en las oficinas de todo el edificio, pegado a la computadora durante mucho tiempo a tal grado en que sus ojos comenzaron a irritarse casi a la mitad del día. YoonGi lo había presentado brevemente durante toda la oficina en donde estaría trabajando.

No pasó desapercibido la forma en que algunos veían al chico con sorpresa, algunos incluso comenzaron a hacer sus apuestas de cuanto tiempo duraría el nuevo asistente del rey despiadado.

Conforme pasaron sus primeros días de trabajo, ciertos rumores comenzaron a andar por la oficina, sino es que por todo el edificio. Muchos hablaban de la extraña cercanía que su jefe tenía con aquel asistente, no es que YoonGi fuera tan  pegajoso pero cualquiera podía darse cuenta de que el mayor lucía realmente satisfecho con la presencia de aquel rubio como su asistente.

JiMin intentó ignorar muchos de estos rumores, pero no pudo evitar sentirse avergonzado cuando una de las chicas de su oficina se atrevió a preguntar si mantenía alguna relación con el jefe.

Era la hora del almuerzo y había huido al restaurante de la empresa que se encontraba en el cuarto piso, la comida era deliciosa, no esperaba menos de una empresa tan prestigiosa.

Pero ahora mismo, no podía decir que estaba disfrutando de su almuerzo.

—Mmm no, no somos nada — JiMin respondió por lo bajo —. Nos conocíamos hace tiempo, pero no por lo que algunos piensan.

—Ah — la chica rió —. Perdón por preguntar eso tan directamente, es sólo que algunas chicas en otras oficinas estan volviéndose locas por saber si alguien ya conquistó el corazón de nuestro jefe.

JiMin tuvo que tomar un gran tragó de agua para evitar atorarse con la comida.

Se sentía incómodo sobre todo porque recordaba la forma en que se metió con el jefe de aquellas chicas. No ha conquistado su corazón y no tienen ninguna relación sentimental, pero ya han dormido juntos.

—Aunque apostamos a que no podrías ser tu, algunas de ellas piensan que eres el tipo ideal de nuestro jefe o algo así — la chica ahora se veía menos agradable que al inicio, aunque la sonrisa forzada que le dio al inicio también hizo evidente su incomodidad —. No me malentiendas, pienso que eres atractivo... pero no creo que seas el tipo de ideal de nuestro YoonGi.

—¿Nuestro?

JiMin se incorporó de forma rápida en su lugar, sentándose de forma recta al igual que la chica, detrás de ella había un chico y otra chica, los había visto un par de veces en la oficina e incluso habían sido más amables con él que otros.

—¿Qué pensaría el jefe de ti si sabe que le estas llamando de su propiedad? — preguntó la chica, ella era rubia natural y sus ojos azules eran su mayor atractivo, además de que a diferencia de otras mujeres en la oficina, ella vestía un traje negro ajustado, su blazer en "v" dejaba al descubierto su escotada camisa que llevaba debajo, a JiMin se le hizo muy linda —. Deja de estar siendo desagradable con el nuevo asistente de nuestro jefe, el simple hecho de saber que él se gana las sonrisas y halagos por parte de nuestro superior debería ser razón suficiente para que no te le acerques intentando intimidarlo y hacerlo sentir mal.

—Byulyi — el chico a su lado susurró,  esperando calmar a su compañera de trabajo.

JiMin sólo se quedó en silencio, observando de aquella forma como la chica que estaba sentada frente a él ahora se veía entre avergonzada y un poco enojada.

—No, déjame Hoseok — ella se negó a parar —. Quita tu trasero de esa silla y vete a soltar tu veneno con las otras serpientes que tienes de amigas, o juro que iré con el jefe a decirle lo que escuché.

—¿Cómo sabes que te va a creer? — la chica habló sonriendole un poco irritada.

—Porque estoy segura de que le preguntará a él y no creo que él quiera mentirle — sentenció —. Ahora lárgate, Chungha.

La chica, irritada y apenada por las palabras de su mayor, se levantó de aquélla mesa y huyó en dirección a sus amigas. Tan pronto como ella se alejó, los otros dos chicos dejaron caer sus bandejas de comida frente a él.

—Lamento que tengas que aguantar a personas como ella — la chica habló —, también siento la interrupción tan abrupta, pero no podía quedarme callada viendo y escuchando lo que esa tipa decía de ti — exclamó apuñalando con sus palillos un pedazo de carne para llevárselo a la boca —. Lo siento, soy Moon Byulyi, pero puedes decirme Byul sin problema alguno.

—Yo le digo Yiyi — el otro chico habló, dándole una brillante sonrisa —. Por cierto, yo soy Jung Hoseok.

—Mucho gusto — le sonrió a ambos —. Soy-

—Ya sabemos quien eres — la chica lo detuvo —. Nosotros si pusimos atención cuando el jefe te presentó frente a todos.

—Oh — JiMin sonrió incómodo —. Bueno, supongo que gracias por la ayuda, la verdad es que me sentía muy... raro con la presencia de aquélla chica.

—Ella y sus amigas son así — Hoseok dijo —. Creen que tienen posibilidades de ganarse el corazón de nuestro despiadado jefe sólo porque son parte del departamento de comercialización.

—Supongo que les dio justo donde más les duele cuando vieron que YoonGi era todo risas y cariñitos contigo — Byul sonrió con burla —. A muchas todavía no les cabe en la cabeza que nuestro adorado jefe es abiertamente homosexual.

—Acabas de decir "nuestro" — Hoseok se burló.

—Sí pero yo no lo digo con intención de querer marcar un territorio inexistente — ella se quejó —. Además, creo que ellas se sienten amenazadas porque eres realmente atractivo y el jefe está muy pegado a ti.

JiMin se ruborizó rápidamente, tuvo que desviar la mirada y agitar la cabeza para evitar que los dos chicos se dieran cuenta, pero fue imposible debido a que escuchó sus risitas.

—YoonGi y yo sólo nos conocíamos desde hace tiempo — dijo mientras continúa con su almuerzo —. Él necesitaba a alguien que le ayudara y yo necesitaba dinero urgentemente, así que acepté trabajar aquí.

—Creo que eso es lo que más les sorprendió a todos — Hoseok habló —. El señor YoonGi llevaba aproximadamente casi un año sin asistente.

—Afortunadamente llegaste para salvarnos — Moonbyul rió —. Sobre todo a mí, el muy idiota siempre me pedía hacer sus trabajos, como no tenía quien le ayudara me ponía a organizar su agenda y estar al pendiente de sus reuniones.

—Sí, a mi llevaba a las reuniones que tiene fuera de la empresa — Hoseok rió —. Era divertido porque podía darme un respiro de lo sofocante de la oficina, pero luego regresaba a terminar mi trabajo y casi siempre salía tarde.

JiMin parpadeó un poco sorprendido. Así que ellos también eran cercanos a YoonGi.

—¿Son... amigos de YoonGi? — preguntó olvidando por completo que en la empresa debía llamarle con respeto a diferencia de cuando estaban a solas.

Moonbyul suspiró.

—Lamentablemente somos los únicos dos que aguantamos su mal carácter — ella rió —. Sus otros amigos no pertenecen a la empresa, bueno, San antes trabajaba aquí pero hace algunos meses que dejó de hacerlo, los otros tres... bueno, no sé de donde los conoce pero dentro de la empresa sí, somos los únicos dos que más hemos tratado con él.

—Así que tranquilo, puedes quejarte de él con nosotros — Hoseok dijo —. De todos modos él es consciente de que la mayoría de los empleados se quejan a sus espaldas.

JiMin se aguantó las ganas de reír.

Era bueno estar compartiendo un momento de paz y tranquilidad dentro de la empresa, sobre todo en la hora del almuerzo, creyó que pasaría la semana sin siquiera tener una conversación casual con algún otro empleado, y que tal vez sería muy difícil conseguir algún amigo. Pero ahora se sentía un poco mejor estando en compañía de aquellos dos.

Su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón, dejó de lado los palillos y se apresuró a contestar cuando observó el nombre de quien le llamaba.

—¿Bueno?

—¿Dónde estás? Recién me desocupé para almorzar, ¿quieres ir a algún restaurante?

JiMin hizo una mueca.

—Mmm no lo creo — dijo —. Yo... uh... estoy almorzando en el restaurante de la empresa.

Hubo un pequeño silencio al otro lado de la llamada.

Oh... — YoonGi suspiró —. Creí que me esperarías para almorzar juntos.

No imaginé que querrías almorzar conmigo.

—Pero desde que llegaste hemos estado almorzando juntos — se quejó con un extraño tono de voz, haciendo que JiMin rodará los ojos —. Creí que se volvería algo así como nuestra rutina.

Lo siento — rió burlesco —. Tal vez mañana podamos hacerlo.

Tsk, espérame ahí.

Colgó.

JiMin frunció el ceño confundido, reparando rápidamente en las palabras que aquel hombre había dicho.

¿Acaso pensaba ir hasta ahí?

El rubio dejó pasar la conversación y se centró en terminar su almuerzo en compañía de aquellos dos chicos, eran un poco ruidosos y divertidos, el chico tenía un aura muy brillante y era parlanchín, la chica por otro lado, era su sumamente severa, graciosa, pero siempre acompletaba sus oraciones con alguna ofensa hacia Hoseok, por supuesto se veía que así se llevaban porque el chico nunca se sintió realmente ofendido por las palabras de la rubia.

Todo estaba bien, estaban tranquilos hasta que el poco ruido que había a su alrededor en aquel restaurante se fue apaciguando. JiMin no le tomó mucha importancia hasta que tanto Moonbyul como Hoseok dejaron de hablar y sus miradas se enfocaron exactamente en algo detrás de él.

JiMin tuvo curiosidad, así que quiso voltear para ver que era lo que había llamado la atención de  todos.

Pero sólo se movió un poco en su lugar y al segundo siguiente ya tenía a alguien más en la silla que estaba justo a su lado, abrió los ojos un poco sorprendido cuando vio a YoonGi ahí, recargando su mejilla en una de sus manos mientras le veía con una pequeña sonrisa.

—Tuve que venir hasta aquí sólo para verte — dijo el mayor —. La siguiente vez, sí vas a almorzar aquí dímelo, así puedo pedir algo especial para los dos.

—Eh... ¿Algo especial? ¿Por qué? Esto sabe bien.

—¿Seguro? Hace mucho tiempo que no vengo a este restaurante. Ya olvidé el sabor de la comida.

—Pues... a mí me gusta. — dijo dándole una rápida mirada a su bandeja con comida.

—Ya veo — el mayor respiró con fuerza, incorporándose en la silla —. Entonces iré a pedir mi almuerzo, no termines sin mí.

Tan pronto como dijo aquello desapareció de su lado, caminando hasta la fila en donde se ponían todos los empleados de aquella empresa para pedir su almuerzo.

Por supuesto eso no pasó desapercibido por nadie en aquel lugar, mucho menos por las dos personas que estaban frente a él.

—Esto es... impresionante.

JiMin volteó a ver a Hoseok.

—¿Por qué lo dices?

Moonbyul chasqueó la lengua, mirando sutilmente al mayor quien seguía en busca de su almuerzo.

—Un dato extremadamente interesante de nuestro rey despiadado — Moonbyul dijo, llamando su atención —. Él es extremadamente transparente aunque no lo parezca, tal vez sepa guardarse algunas cosas, pero lo que realmente no puede ocultar es cuando tiene interés en algo.

—Ajá, por esa razón todos parecen tenerle miedo, porque si haces un mal trabajo él no dudará en destruirte con sus palabras — Hoseok acompleto —. Es evidente cuando está enojado, frustrado y raramente lo vemos feliz.

—También es evidente cuando alguien le interesa — la rubia dijo mientras seguía comiendo de su almuerzo —. Tan sólo mira a tu alrededor.

JiMin lo hizo.

—Todos ellos están tan boquiabiertos y confundidos porque nuestro querido jefe, el rey despiadado, nunca, jamás, había pisado este restaurante para tomar el almuerzo, siempre pide comida en otros restaurantes fuera de la empresa o toma su carisimo carro de lujo para ir a comer fuera.

—Y sin embargo, él está aquí — Hoseok dijo —. Formándose para tener su almuerzo sólo porque tu estás aquí.

—Esto es nuevo — Byulyi dijo —. Pero no me sorprende.

—¿Por qué? — preguntó el rubio una vez que acabó de escuchar a los dos chicos, sus mejillas habían adquirido un color muy sutil, pero estaba seguro que a los ojos de aquellos dos era evidente que se había puesto rojito.

—Porque, bueno... uh... la verdad es que, basándome en el tiempo que llevo conociendo a YoonGi, creo que tú eres exactamente su tipo, ya sabes, su ideal de chico.

JiMin desvío la mirada, concentrándose directamente en la comida en su bandeja, de pronto el apetito se le había ido y una bola de nervios se había instalado en su estómago.

Hace rato había dejado de pensar en la posibilidad de que YoonGi estuviera interesado en él de forma romántica, del tipo para estar en una relación, aunque él mismo ya le había dicho que le interesaba todavía no parecía quedarle muy claro.

—Vaya, la comida aquí se ve realmente bien — YoonGi dijo, volviendo a tomar su lugar a lado de JiMin.

—Sabe bien. — JiMin respondió.

—Confío en eso.

—Oigan tortolitos, estamos aquí. — Moonbyul habló, llamando la atención de su jefe por completo.

—Oh, chicos, ni siquiera les había puesto atención, ¿Cuánto tiempo llevan ahí?

Tanto Hoseok como Byulyi le lanzaron una desagradable mirada, haciéndolo reír.

—Es broma, ya los había visto — repitió.

—¿En serio? — preguntó con ironía la rubia — ¿Y qué se supone que haces aquí comiendo algo del restaurante de la empresa?

—¿Qué? ¿No puedo comer aquí?

—Bueno, nunca comes aquí — dijo Hoseok —. Es raro.

—Oigan, yo he venido a comer aquí muchas veces,  sólo que ustedes nunca se daban cuenta.

Eso en cierta parte era mentira, pero prefería mentir que a verse tan quisquilloso frente a JiMin.

—Ajá, seguro.

Los siguientes minutos restantes del almuerzo fueron una tortura agradable, principalmente para YoonGi, quien tuvo que hacer su mayor esfuerzo por disfrazar su disgusto con la comida. No es que fuera tan idiota al respecto, pero es que una de las razones por las que no comía ahí era por la exagerada cantidad de grasa que utilizaban para las cosas, además de que casi siempre todo estaba demasiado condimentado a tal grado de sentir ese desagradable sabor en su boca por horas, y sobre todo... la comida siempre lo mandaba al baño, ya sea para vomitar o para desechar todo lo que había ingerido de otra forma.

Claro que ya había probado la comida de aquel lugar, sólo una vez. Y eso fue suficiente para él.

—Creo que... q-que no debí haber aceptado comer eso.

JiMin le miró preocupado, pasandole una servilleta de tela.

—No entiendo porque fuiste si te hace daño — dijo el menor —. Hubieras ido a comer a otro lado.

YoonGi negó aceptando aquella servilleta para secarse la boca.

—Quería almorzar contigo.

El menor observó el pequeño puchero que el pelinegro formó con sus labios, se veía tan adorable, tanto que tuvo muchas ganas de robarle un beso, pero se contuvo.

—No tenemos que almorzar a fuerzas juntos todos los días — dijo JiMin —. Así que no te preocupes por mí, puedes comer en donde sea cuando quieras.

—Pero yo... — suspiró —. Quería estar contigo.

El rubio le miró directamente a los ojos. Ahora se encontraban a las afueras de los baños de la oficina, YoonGi había ido a vomitar lo que había comido tan pronto como había terminado, JiMin, por supuesto, fue detrás de él para cerciorarse de que todo estuviera bien. Y ahora entendía porque al mayor no le agradaba la comida del restaurante.

Si le preguntan, tal vez YoonGi tenga un paladar muy estricto, porque él había sentido la comida en su punto.

Ahora que pensaba en ello, YoonGi sólo había ido a ese lugar y se había obligado a sí mismo a comer eso con tal de estar con él. Eso era lindo.

Pero prefería que el mayor no lo volviera a hacer si eso significaba tenerlo vomitando en el baño cada media hora.

—Entonces, la siguiente vez sólo acompáñame, no tienes que comer a fuerzas.

Le sonrió.

YoonGi devolvió su sonrisa de una forma un poco tonta.

—Mejor... la siguiente vez acompáñame a comer a algún restaurante — YoonGi dijo —. Déjame comer con tu compañía todos los días.

JiMin se sintió un poco abrumado y sorprendió, no sabía en qué momento YoonGi se había acercado tanto a su cuerpo.

Todavía seguían fuera del baño y cualquier que llegara se daría cuenta de lo cerca que estaban.

Y cuando YoonGi estuvo por subir una de sus manos hasta su rostro, JiMin se recompuso y se apartó.

—Uh sí... claro — respondió caminando por el pasillo —. Yo todavía tengo trabajo que hacer, así que... voy a volver.

Se fue rápidamente, evitando que las personas que se toparan con él en el camino no vieran su rostro enrojecido.

Ya había muchos rumores entre YoonGi y él corriendo por la oficina, no necesitaba más.








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Hola hermosas y hermosos, ¿cómo están? Pasaba a dejarles el capítulo que era para ayer viernes, no lo pude subir porque estuve trabajando todo el día y terminé muy cansada y sólo llegué a dormirme jajsks. Así que aquí les dejo este nuevo capítulo.

Muchas gracias por leer. Besitos. ❤️✨️

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