Capítulo 08

—¡Ya! Dejen de reírse.

JiMin exclamó, su rostro completamente sonrojado y con las cejas fruncidas por la molestia. Les había contado a sus amigos lo que pasó con YoonGi, y parece ser que nunca habían escuchado algo tan gracioso en su vida, pues Taehyung y Wooyoung no paraban de reír.

—¡Voy a golpearlos si no se callan! — gritó de nuevo, comenzaba a sentirse más expuesto de lo normal.

—¡Es que...! ¿Cómo... Cómo carajo te dijo eso? Es un idiota — Taehyung casi no podía hablar y tan pronto como artículo aquellas palabras volvió a soltar en carcajadas.

—Por dios... creo que los hombres no piensan nada más que en tener sexo.

—Nosotros somos hombres — le recordó JiMin a Wooyoung —. Y no pensamos en eso todo el tiempo.

—Bueno, pero nosotros somos otra clase de hombres — Wooyoung repitió —. Somos gays y básicamente esperamos encontrarnos con otro hombre que nos ame para toda la vida, no somos igual que los heterosexuales.

—YoonGi no es hetero. — le recordó JiMin a sus amigos.

—De cualquier forma — habló Taehyung cuando por fin pudo controlar su ataque de risa — ¿Por qué no aceptaste su oferta?

Los hombros del menor se tensaron nuevamente al recordar aquella propuesta, la verdad es que no había salido de su cabeza, todavía le atormentaba y rodaba por ahí como si fuera demasiado importante. Lo había considerado después de haberle dicho que no, pero sólo lo pensó discretamente, por supuesto, no sería como un servidor sexual, no se acostaría con YoonGi por dinero.

—Porque no pienso acostarme con él por dinero, ¿no les quedó claro? — exclamó un poco irritado.

Tanto Wooyoung como Taehyung abrieron los ojos sorprendido, el silencio volvió a reinar en aquella sala y después de algunos segundos, otra vez se soltaron a reír a carcajadas.

Yongbok, quien había estado escuchando todo desde la cocina, se acercó a sus amigos con una cara de desaprobación.

—¡Ya dejen de burlarse de JiMin! — dijo, dejando un golpe en la cabeza de ambos chicos, quienes dejaron de reír tan pronto como escucharon al menor del grupo — JiMin, ellos se referían a la propuesta de trabajo, no a la otra.

—¿Ah?

Se sobresaltó al darse cuenta que se había delatado solo por completo, se sonrojó demasiado, tanto que sentía sus mejillas hervir, no quería ponerse en evidencia pero la verdad es que no había dejado de pensar en YoonGi y su estúpida propuesta de pagarle por sexo, no porque lo estuviera considerando, sino porque nunca alguien le había pedido algo así.

—Se nota que no querías aceptar, eh. — Wooyoung se burló un poquito.

—Pero no te vamos a juzgar — Taehyung dijo —. Si alguien como YoonGi me pidiera tener sexo y pagarme por eso creo que aceptaría sin dudarlo.

—¿Qué? ¿Y por qué? — JiMin preguntó, arrastrándose por el sillón.

—Bueno, él es sexy, inalcanzable y el hombre más deseado de todo Seúl, no me mataría acostarme con él, además, estaría ganando dinero.

—Es cuestión de dignidad — Yongbok dijo, cruzándose de brazos —. JiMin tiene mucha.

El rubio se crispó en su lugar, honestamente no sabe si es el término correcto, pero duda mucho que su dignidad siga intacta.

—No, mi dignidad ya ni siquiera existe — dice, llamando la atención de sus tres amigos —. Seamos honestos, la perdí hace mucho tiempo cuando intentaba hasta lo más mínimo por recuperar mis relaciones fallidas, cuando aguantaba toda clase de malos tratos bajo la tonta creencia de que yo podía cambiarlo todo si lo seguía intentando, pero... no fue así. Perdí mi dignidad muchas veces con mis otras parejas, creo que no puedo decir que lo hago por eso, porque ya ni siquiera existe.

Sus amigos guardaron silencio, buscando de alguna manera apaciguar el fuego en su interior. Taehyung se levantó de su lugar en aquel sofá y rápidamente se inclinó delante de su amigo.

—No haz perdido absolutamente nada — Taehyung dijo, mirándolo seriamente —, hiciste todo eso con el único objetivo de salvar algo que creías que seguiría funcionando, pero... lo hiciste sólo porque pensaste que era lo correcto, porque ellos te habían dicho muchas veces que te amaban cuando no era así, por eso tu siempre creíste fielmente en ellos. No es tu culpa, ellos fueron una bola de idiotas contigo — Taehyung apretó el fuerte agarré en sus manos —. E incluso si crees que la perdiste, puedes recuperarla, no dejes que nadie te diga que puedes o no hacer, si en algún momento llega a cruzar por tu cabeza el acostarte con YoonGi por o sin el dinero, es decisión tuya. Y si es por ambas cosas, entonces hazlo, honestamente estoy un poco cansado de escuchar como todos creen tener la verdad absoluta acerca de las otras personas, si quieres hacer algo por cuenta propia, no hay nadie que te vaya a juzgar.

—Y si alguien lo hace, puedes decirnos — Wooyoung señaló a Yongbok y a él —. Los dos somos cinta negra en Taekwondo y vamos a golpear a quien sea que te quiera juzgar.

—¡Oigan yo también se pelear! — Taehyung se quejó.

JiMin se aguantó las ganas de reír.

—Dando mi más sincera opinión — Yongbok habló —. Creo que si planeas acostarte con alguien por gusto propio está perfecto, pero si el dinero te es un problema, entonces... puedes aceptar ambas ofertas, así podrás trabajar en su empresa y cuando se acuesten no sentirás que te está pagando sólo por follar con él, sino por trabajar como su asistente.

La cara que pusieron sus tres amigos hizo que Yongbok se sintiera avergonzado al haber dicho algo tan deliberadamente, por supuesto, tal vez no era la mejor de las decisiones.

—Bu-bueno era sólo una idea... — Sé retractó con un poco de pena.

—Pues a mí me agrada tu idea. — Wooyoung alzó el pulgar en su dirección.

JiMin suspiró con fuerza, lo suficiente para lograr llamar la atención de sus tres amigos. La verdad es que la idea de Yongbok no había sido nada mala, y lo peor de todo era que lo estaba considerando.

—¿Por qué piensan que quiero acostarme con YoonGi?

No tenía pensado hacer esa pregunta, pero tenía curiosidad acerca del qué lo delató.

—¿Es broma, cierto? — preguntó Wooyoung perplejo.

El rubio les miró directamente, esperando algo respuesta a su pregunta.

—Creo que es demasiado fácil darnos cuenta de que quieres hacerlo.

Aquella afirmación por parte de Taehyung le hizo sentirse avergonzado, sus mejillas se pusieron rojitas y simplemente evitó mirarlos. Tal parece que eso fue suficiente para sus amigos, pues los tres soltaron en fuertes gritos mientras cada uno saltaba en su dirección.

—¡Por dios! ¡Esa cara te delató solito!

—¡Deberías darle una oportunidad! Nunca sabes cuando volverás a encontrarte con alguien tan apuesto y millonario como YoonGi.

—¿Puedo planear su boda?— Yongbok preguntó.

Todos sus amigos tenía una extraña emoción reflejada en sus rostros, sus ojos brillantes y encantados con la idea de que JiMin estuviera más que interesado en YoonGi. ¿Era una sorpresa para ellos? No, pero estaban emocionados por saber que, de todas las personas con las que su amigo se había involucrado, YoonGi era probablemente el que más valía la pena, y eso era suficiente para que los tres estuvieran satisfechos.

Aunque eso no significa que si YoonGi hiere los sentimientos de su amigo en algún momento ellos no saltaran contra él, como dijeron, cada uno sabe pelear.

Y piensan lastimarlo mucho en dado caso de que rompa el corazón de JiMin.

Hablando de él, no pudo aguantar las ganas de reír que tenía, sus amigos eran un caso especial, sin duda alguna ellos sabían muchas cosas de él, incluso con la más mínima de las expresiones podían darse cuenta de sus sentimientos.

No está aceptando que siente algo tan fuerte y profundo por YoonGi como el amor, pero acepta que el mayor realmente le mueve el piso en donde camina. Tal vez si lo conoce un poco más pueda darse una oportunidad.

—Ustedes... un día van a provocarme un colpaso — se quejó sin molestia alguna, sintiendo como era estrujado en un abrazo de tres personas —. Los amo.

—Nosotros también te amamos. — respondieron al unísono, complacidos con haberle dado la vuelta al asunto.



[ ♦️♣️♦️ ]




YoonGi suspiró con cansancio, se llevó una mano a la sien mientras apretaba sutilmente, a este paso tendría una jaqueca al final del día. No sólo había tenido trabajo en la empresa, sino que también tenía que estar en constante contacto con sus amigos por cualquier información que tuvieran acerca de Sanghwo's Group.

Esto de manejar dos trabajos completamente diferentes era todo un lío. Por esa razón hace algunos meses sus amigos y él habían decidido dejarlo de lado, por al menos un tiempo.

Pero al parecer ya no pudieron esperar más.

Ser una persona tan especial como él tenía sus ventajas y desventajas, no era culpa suya haber nacido en una cuna de oro, era una responsabilidad que sólo su familia sabía cargar, pero lo que sí recaía sobre sus hombros es la utilidad que  quiere darle a sus privilegios de hombre millonario.

Si se lo preguntan, nunca pensó en ayudar a las personas, hasta hace algunos años solamente pensaba en él y nada más. Pero ahora todo había cambiado notablemente, no sabe cuando empezó la idea, tampoco recuerda muy bien por qué.

Pero lo que sí sabe es que su segundo trabajo canaliza su enojo.

No muchas personas lo saben, pero él siempre ha sido diferente, en muchos ámbitos. Sus parejas no saben llevar su ritmo, es por esa razón que todos parecen asustarse a su alrededor, tanto personas íntimas como amigos o trabajadores. YoonGi es espeluznante hasta cierto punto, un poco obsesivo y tal vez demasiado temperamental, no sabe cómo controlar sus emociones y eso suele afectarle demasiado.

Ya sea para bien o para mal.

Con el tiempo se dio cuenta de que le agradaba atormentar a la gente, pero no a cualquiera, solamente a quienes le colmaban la paciencia. Tal vez no era el único desquiciado, después de todo tenía otros tres amigos que se habían sumado para ayudarle.

Amaba su segundo trabajo, la adrenalina corriendo por sus venas y aquella excitante sensación de placer cuando podía golpear a alguien hasta dejarlo casi muerto en el piso, retorciéndose bajo sus pies, jadeando de dolor, pidiendo piedad mientras se desangran hasta quedar inconscientes.

Era una sensación increíble, se sentía poderoso e imparable. Le encantaba ver como rogaban por sus vidas hechos mierda mientras agonizaban. Era placentero.

Cuando su hermana menor se vio amenazada por una bola de inutiles cobradores que les gustaba molestar y perseguir mujeres para sacar provecho de ellas, vio la oportunidad perfecta para sustituir sus palabras por golpes. Tan pronto como los molió a golpes, los tipos confesaron echándole la culpa a su supuesto jefe, quien los mandaba a extorsionar personas, específicamente mujeres. Claramente a YoonGi no le importaba eso, él sólo quería darles una paliza a esos tipos.

Pero luego, una noche de regreso a casa mientras se detenía en un semáforo en rojo, a larga distancia pudo visualizar como una mujer estaba siendo acosada por dos tipos exactamente iguales a los que habían molesto a su hermana.

Era una estupidez como aquellas personas podían cometer error tras error, y eso le enojó demasiado.

Había distintas formas de sobrellevar un segundo trabajo, en todos lados hay dos caras diferentes, así como hay corrupción hay llamados justicieros o más bien conocidos como una bola de inútiles a los que les gusta matar personas que hacen sufrir a otras.

YoonGi nunca considero que estaba mal hacer lo que hacía, era divertido. Además, lo consideraba un karma para todos aquellos que creían que podían hacer lo que quisieran y no recibir una lección.

Pero su último trabajo no salió de acuerdo a lo planeado y terminó matando a alguien accidentalmente. No es que esa persona no se lo mereciera, de hecho, lo hacía.

Era un viejo de 67 años, sólo lo habían estado persiguiendo porque estaba al mando de una pequeña pandilla de maleantes a los que les gustaba atormentar uno de los barrios más pobres de Seúl, tras perseguirlo y darle su merecido, YoonGi descubrió al tipo a punto de abusar de un pobre niño al que había llevado a su casa con la tonta excusa de darle algo de comida para su familia.

Eso lo enfermó en absoluto y no tuvo tiempo ni de pensarlo dos veces, había tomado lo primero que vio a su alcance y lo golpeó hasta dejarlo tirado en el piso, sangrando y agonizando, después de varios minutos repitiendo el mismo patrón a golpes, el hombre dejó se respirar.

Y ahí fue cuando San se dio cuenta de que YoonGi ya no podía canalizar su enojo y sus fuertes emociones con ese trabajo. Amaba a su amigo, pero no quería verlo asesinar personas por más que éstas se lo merecieran.

También fue el punto de quiebre para el mayor, no había entendido el regaño de San hasta tres días después de lo ocurrido. Cuando cayó en cuenta de que había matado a alguien por segunda vez en su vida, supo que estaba perdido.

Afortunadamente, poco tiempo después se dio cuenta de que había algo que podía ayudar a controlar sus emociones, o más bien, alguien.

Park JiMin era el novio de su medio hermano, ese mismo hermano que todo el tiempo parecía envidiar su vida y todo lo que tuviera que ver con él, si Mingi tan sólo supiera que quien lo envidiaba era él. Por tener una vida tranquila, tan fácil y con alguien como Park JiMin a su lado.

Mingi era un idiota, YoonGi siempre supo la clase de persona que era su hermano y aún así dejó que JiMin siguiera a su lado, hasta que después de algún tiempo el hermoso chico de cabellos rubios apareció en la puerta de su cuarto y desencadenó lo pudo haber sido la mejor noche de su vida.

Tal vez por eso está tan obsesionado con tener al rubio con él, porque el simple hecho de tenerlo cerca hacia que todo su interior se sintiera en calma.

YoonGi envidiaba muchas cosa de la vida de su medio hermano, Mingi no tenía que lidiar con las estruendosas emociones que acumulaba en su cuerpo, no tenía que lidiar con constantes conflictos mentales, su medio hermano era completamente libre de hacer lo que quisiera con su vida de forma libre, y él sólo tenía que buscar una forma de sobrevivir a cada día de su vida.

Pero sobre todo, lo que más envidió de Mingi fue su relación con Park JiMin.

El fuerte sonido del teléfono de su oficina le sacó de sus pensamientos, se había hundido por completo en estos que cuando revisó el comunicador se dio cuenta de que ya le habían hecho dos llamadas. Suspiró cansado y tomó el teléfono para devolver la llamada.

—¿Qué sucede?

—¡Hola! Señor Min, disculpe por molestarlo. Soy Haeri de recepción, hay un chico aquí de nombre Park JiMin que desea verlo, pero como casi es su hora de salida y ha estado trabajando hasta tarde, quería preguntarle si está bien si lo dejo pasar.

Aunque su rostro permaneció sereno sin mostrar ninguna emoción, en su interior todo se volvió a un maravilloso desastre al escuchar que JiMin lo buscaba.

¿Habría considerado su propuesta?

—Dale una tarjeta de entrada.

La chica aceptó y cortó la llamada tan pronto como escuchó su indicación.

Soltó una pequeña risita cuando se dio cuenta de que el menor había ido a buscarlo hasta su trabajo. Si JiMin estaba ahí era por una razón, independientemente de la propuesta que JiMin fuera a aceptar, estaría complacido con cualquiera de estas.





[ ♦️♣️♦️ ]



Holaaa, lamento mucho haber desaparecido. Tengo muy mala suerte cuando son vacaciones, se supone que iba a actualizar y no actualice tanto como hubiera querido, me fracture el pie hace casi más de una semana y hasta apenas ayer me comencé a sentir menos incomoda y mucho mejor que días anteriores, definitivamente las vacaciones son mi peor enemigo jajaja.

Pero bueno, ya estoy aquí con otro capítulo, nos leemos luego. ❤️✨️

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