Capítulo 04

El auto de YoonGi se posicionó justo frente a él, lo miró durante algunos segundos pensando si era buena idea salir con el mayor a pesar de que había sido un terrible día, su madre lo había incitado a ir con él para divertirse, pero JiMin estaba seguro de que no encontraría nada divertido en esto.

Se subió a su lado en el carro, saludando al pelinegro en un susurro. YoonGi sonrió levemente cuando le vio entrar.

—¿Estás listo? — preguntó, recibiendo sólo un asentimiento por parte del rubio —. Ya que hoy vas a invitarme, dejaré que tu escogas el restaurante.

—Uh... Está bien.

—¿Recuerdas lo que te dije? — preguntó una vez más, esta vez sin despegar la mirada del camino cuando volvió a poner en marcha el auto —. Me gusta lo caro, así que piensa bien.

JiMin abrió los ojos en pánico, había olvidado ese pequeño detalle, miró rápidamente al mayor quien seguía muy concentrado en el camino.

—Eh, pero... no conozco muchos lugares caros y... umm... no sé a cual-

—Sólo recuerda uno que sea lo suficientemente bueno.

JiMin comenzó a jugar con sus dedos, golpeando con las puntas de estos sus muslos constantemente mientras pensaba en algún lugar. Lo más caro que él había comido alguna vez fue lo que YoonGi le había invitado ayer, por lo regular, siempre iba a una barbacoa con sus amigos para celebrar sus cumpleaños o cualquier otra cosa.

¿A YoonGi le gustaría ir a un lugar así?

No, por supuesto que no.

—Oh... Creo que ya se donde podemos ir — dijo, recordando exitosamente un lugar que había visitado hace tres semanas —. No es un restaurante de lujo, pero la comida es buena y deliciosa.

YoonGi le miró momentáneamente antes de regresar la vista al frente.

—Bueno, confío en ti.

JiMin sonrió inseguro, no estaba seguro de que llevar a YoonGi a ese lugar fuera correcto, pero era el único lugar en donde había comido decentemente y los platillos no estaban tan caros, probablemente gastaría entre 25 a 30 mil wones, fingiría no tener tanta hambre para que así no tener que pagar tanto.

Después de manejar por alrededor de media hora por fin llegaron al restaurante que JiMin había pedido visitar. El lugar estaba algo lejos de sus hogares, muy cerca del mercado Kwangjang, un restaurante bonito con una vista increíble en la terraza.

—Vaya, el lugar es lindo — YoonGi dijo, observando la vista desde la terraza donde les habían asignado una mesa — ¿Cómo sabías de este lugar?

—Uh... Lo descubrí en internet — dijo en voz baja, recordando rápidamente la razón por la que sabía de la existencia de ese lugar —.  Pero no preguntes más por eso, mejor vamos a cenar rápido.

YoonGi ignoró la forma en que JiMin actuaba, se le hacía tan gracioso como el menor buscaba evitar el tema a toda costa. Él sabe muy bien como es que JiMin sabe de ese lugar, pero fingiría demencia para no hacerlo sentir avergonzado.

—Ya que tu vas a invitarme, creo que puedo ser libre de pedir lo que desee.

Algo en JiMin hizo cortocircuito cuando escuchó al mayor decirle aquello, YoonGi tomó la carta entre sus manos y él también hizo lo mismo. Sus ojos se abrieron con miedo, ¿cómo es que los precios habían subido tanto en tan poco tiempo? Joder, estaba hecho mierda.

—A-ah... sí, pide lo que quieras. — le sonrió tratando de ocultar su incomodidad.

Afortunadamente había traído con él su tarjeta para pagar, pues estaba seguro de que el efectivo no le alcanzaría.

Cuando el mesero regreso para tomar su orden y YoonGi pidió lo que iba cenar, JiMin simplemente negó diciéndole que él sólo tomaría una bebida.

—Espera un momento.

YoonGi detuvo al mesero justo cuando el chico estaba por irse, el joven regreso a lado de su mesa.

—¿Van a querer algo más? — preguntó el chico mirándolos detenidamente.

YoonGi asintió, miró en la dirección de JiMin y le hizo una pequeña seña con la cabeza.

—Ordena algo para cenar. — demandó el mayor.

—No tengo hambre. No te preocupes.

Se le quedó mirando detenidamente con aquellos profundos ojos, haciendo que el rubio se sintiera intimidado en cuestión de segundos.

—¿Por qué no?

JiMin guardó silencio, se encogió en su lugar jugando con sus manos debajo de la mesa.

—JiMin, te he hecho una pregunta.

Siguió sin responder, no podía abrir la boca para decirle que había sido despedido, eso sería humillante en gran parte. YoonGi, en cambio, sólo le miró con cuidado, observando la forma en que su cuerpo se encorvaba y el cómo evitaba su mirada.

El simple hecho de verlo así hizo que una extraña sensación de placer se instalará en su cuerpo, dándole cosquillas en su vientre. JiMin viéndose terriblemente débil y dócil ante sus ojos era... perfecto.

—Responde.

Alzó un poco su tono de voz, demandando una respuesta por parte del rubio, quien se removió en su lugar mirando tímidamente al mayor, aunque trató de sostenerle la mirada se le hizo imposible cuando sentía que esos ojos oscuros escarbaban en lo más profundo de su ser.

—Es que yo... fui a visitar a mi madre cuando pasaste por mi, ella me dio algo de su cafetería y no estoy hambriento — dijo, dándole una temblorosa sonrisa —. Así que no te preocupes por mí.

YoonGi le miró alzando una ceja, sabiendo perfectamente que JiMin estaba mintiendo, probablemente era verdad algo de lo que dijo, pero aquella sonrisa tan falsa y esa mirada evasiva le deban mucho que pensar.

—Tráele lo mismo que a mí. — pidió el mayor al mesero, quien después de asentir se retiro lejos de aquélla mesa.

JiMin se cohibio todavía más.

—N-no tenías q-que pedir por mí... yo...

—Sé que estás mintiendome, así que deja de hacerlo — dijo YoonGi, rodando los ojos mientras volteaba la mirada hacia la bonita y tranquila vista que tenían frente a ellos —. Deja de atormentarte, creí que en algún momento tomarías valentía para decirme que no me pagarías la comida o que comeríamos lo que tu quisieras, pero ya vi que es imposible que hagas algo como esto, ¿siempre tienes que estar de acuerdo con todo mundo?

JiMin se sintió regañado, YoonGi le estaba hablando muy serio y eso le hizo cuestionarse muchas cosas, ¿por qué el callar y obedecer tenía que ser tan malo? Siempre le habían dicho que era mejor así, de esa forma no molestabas a nadie. Pero YoonGi lucía inconforme con esto.

—E-es que yo... uh... — estaba dudando seriamente en si contarle lo que había sucedido —. Creí que... estabas hablando en serio cuando dijiste que querías comer en un lugar así.

YoonGi le miraba pernicioso y eso hizo que se sintiera todavía más nervioso, apenas conoce a YoonGi y sólo estos días han comenzado a reunirse más después de haberse acostado, era extraño tener al hombre sobre sus hombros de aquélla forma, YoonGi parecía estar interesado en él y eso le confundía.

—Hablaba en serio — afirmó —. Pero tenía la esperanza de que me dijeras que no podías pagarlo, o que tú elegirías algún lugar de acuerdo a tus gustos. Pero ya veo que eres demasiado obediente.

—¿Eso es malo? — preguntó haciéndose el tonto.

YoonGi rió sin gracia.

—Depende el contexto — su sonrisa se convirtió en algo superficial —. Puedes ser muy obediente y eso está bien, pero la mayoría del tiempo las personas se aprovechan de eso.

—¿Entonces tengo que ser más serio?

—No, sólo tienes que aprender a no dejarte manipular por nadie, tampoco a preocuparte mucho cuando alguien te echa la culpa de algo — se recargo sobre el respaldo de la silla mientras suspiraba —. Y por la cena, no te preocupes, de todos modos tenía pensado pagarlo yo.

JiMin parpadeó constantemente, se recompuso en su lugar y miró al mayor un poco desesperado.

—N-no es necesario, p-puedo pagarlo yo...

—Sé que puedes, pero no lo harás.

—Pero tú... esa vez dijiste que como tu me habías invitado, tu pagarías, está vez es mi turno. — reclamó el menor sintiendo la desesperación al tope, no sabe porque se siente así, tal vez sólo no quiere que YoonGi pague por él.

La mirada seria de YoonGi nuevamente se posó sobre él, haciendo que se quedara casi paralizado por tener toda su atención de nuevo.

—Mientras salgas conmigo, no tendrás que pagar absolutamente nada.

Lo que dijo hizo que JiMin se quedara en blanco y estático por varios minutos tratando de procesar aquellas palabras. YoonGi evitó reír debido a la expresión tan graciosa que había puesto el chico, así que simplemente lo ignoró para no hacerlo sentirse tan cohibido.

Cuando su cena llegó, comenzaron a comer en un silencio agradable, hasta ahora que probó un bocado se dio cuenta de lo mucho que anhelaba comer. La comida estaba tan rica que terminó todo antes que YoonGi, quien aparecer lo veía de reojo.

—Y no tenías hambre, eh.

JiMin sonrió avergonzado, llevando sus manos hasta su estómago recién lleno.

—Perdón, es que... — agitó sus pestañas con fuerza —. La verdad es que fui despedido esta mañana, y estaba un poco preocupado por el dinero, eso es todo.

YoonGi le miró asombrado.

—¿Y aún así tenías planeado pagar por la comida? — preguntó — ¿Por qué te despidieron? ¿Fue por lo de Mingi?

JiMin sólo pudo asentir, mientras terminaba su bebida.

—Pero... ellos no pueden hacer eso, ¿o sí?

—Pueden hacerlo — confirmó —. Así son esas empresas, ellos tienen el poder de decidir quién se va y cuando se va. No importa de todos modos, buscaré algún otro trabajo.

—Mingi es un idiota — YoonGi escupió —. Apuesto todo mi dinero que sabía que iba a perjudicarte si te causaba problemas en tu trabajo, voy a golpearlo cuando regrese a casa.

—No, no lo hagas — dijo rápidamente —. Sólo... no le prestes atención, no quiero seguir teniendo problemas con él.

YoonGi guardó silencio mientras veía como el rostro del rubio se veía apagado. Por supuesto que le estaba afectando, había sido despedido de su trabajo por una estúpida razón. Ahora qué se ponía a pensar en ello, él también había despedido a muchas personas por razones tan estúpidas, ver a JiMin agobiado y triste por su despido le hizo sentirse como el villano de la película.

La siguiente vez lo consideraría antes de despedir a alguien sólo porque no pudo conseguir su café favorito.

—¿Quieres irte ya? — preguntó, tratando de hacer que se olvide un momento de la conversación que habían tenido.

—Sí, por favor.

El mayor no pudo evitar sonreí sutilmente cuando vio la forma en que JiMin le pidió aquello, con la cabeza baja y en casi un susurro, con un adorable puchero en los labios.

—Entonces iré a pagar.

—Primero iré al baño antes de irnos, ¿Puedes cuidar mis cosas? — preguntó el rubio, señalando su bolso en donde traía las llaves de su casa, su billetera y celular.

YoonGi asintió, tomando el bolso en sus manos mientras se levantaba para poder ir a pagar la cuenta, mientras tanto, JiMin se metió rápidamente al baño, no necesariamente para hacer sus necesidades, de hecho, sólo quería estar un momento solo antes de que las lágrimas lo traicionaran frente a YoonGi.

Honestamente había sido un día de mierda, aunque haber salido a cenar con YoonGi fue un poco reconfortante, no salía de su cabeza la noticia de que ya no tenía trabajo. Joder, tardaría demasiado en encontrar uno nuevo, y puede que tenga suficiente dinero ahorrado como para sostenerse durante algún tiempo, pero sabe que no puede quedarse desempleado por tanto tiempo.

Le agobia tan solo pensar en que tiene una renta que pagar, servicios e impuestos.

El hecho de que tanto su madre como YoonGi le hayan recalcado que tal vez todo lo hizo Mingi para afectarlo, hizo que se sintiera peor.

Mingi, Mingi, Mingi.

Todavía dolía su traición, todavía puede recordar perfectamente bien como se sintió verlo con alguien más cuando todavía estaban juntos. Hasta hace algunos meses llegó a pensar en que lo suyo ya iba en serio, que era la relación más significativa que había tenido, una parte de él se había ilusionado pensando que podrían llegar más lejos en el futuro. Pero el idiota tuvo que arruinarlo.

Y todavía era un recuerdo doloroso.

Era aún peor si hablamos acerca de que eso ha estado pasando con la mayoría de sus ex parejas.

Dios, ¿Cómo es que puede ser tan manipulable? ¿Por qué es tan débil y dócil ante todos?

Se acercó al lavamanos y se echó un poco de agua en el rostro, tratando de refrescarse un poco y disimular sus lágrimas, YoonGi todavía lo esperaba afuera y lo que menos deseaba es que se diera cuenta de que había llegado.

Cuando salió se encontró al mayor cerca de la puerta de la entrada, caminó hasta él y le sonrió sutilmente, queriendo disimular la tristeza en su interior.

—Gracias por ayudarme — dijo tomando su bolso — ¿Puedes llevarme a casa?

YoonGi asintió.

—Por supuesto — sonrió —. Pero antes, había escuchado que tu celular sonó varias veces, creo que alguien te llamó pero no quise ser un entrometido.

—Oh, gracias — respondió, tomó su celular para checar las llamadas que tenía, dándose cuenta que su madre la había hecho alrededor de cuatro llamadas continuas —. Que raro.

Antes de reunirse con YoonGi,
la mayor le había dicho que ya no tardaba en cerrar la cafetería. Tal vez había olvidado algo o necesitaba algún favor.

—¿Sucede algo? — YoonGi se asomó hacia el celular, buscando ver lo que JiMin hacia.

—Ah, no, no. Es que mi madre me llamó. Pero ahora no responde mis mensajes, aunque los está viendo.

YoonGi abultó sus labios.

—Podrías llamarle.

—Sí, creó que eso haré — respondió rápidamente.

No quería angustiarse, su madre a veces le llamaba muy tarde y luego tardaba mucho en responder sus llamadas o mensajes, pero al igual que ahora, todas esas veces siempre se angustiaba por la posibilidad de cualquier mínimo incidente. En algunas ocasiones se había lastimado estando ella sola en la cafetería y recurría a llamarlo, temía que eso hubiera pasado de nuevo.

Pero cuando la llamó dos veces y no hubo respuesta, se angustio todavía más al ver que sus mensajes seguían sin ser respondidos pero ella se encontraba en línea.

YoonGi, quien todavía se encontraba a su lado, comenzó a observar como el menor se impacientaba poco a poco, se movía demasiado en su lugar y se veía más agitado y preocupado conforme pasaban los minutos.

Sin embargo, después de ver como JiMin escribía rápidamente en su celular, observó como el menor se quedó paralizado, con los ojos abiertos y la tensión en sus extremidades le hizo darse cuenta de que algo no estaba bien.

—¿Está todo bi-

Sin poder terminar su pregunta, el celular de JiMin cayó al suelo después de que este lo dejara caer sin importancia alguna, no pudo reaccionar para cuando el menor ya había pegado la carrera fuera de aquel restaurante.

Aturdido por lo que había pasado y sin comprender absolutamente nada, YoonGi se agachó a tomar el celular del menor antes de correr detrás de él.

Cuando por fin salió al exterior del restaurante, visualizó a JiMin corriendo a lo lejos de aquel restaurante.

—¿Qué mierda?— se preguntó en un bajo susurró.

Pero luego recordó que tenía el celular del rubio en sus manos y sin esperar más, lo revisó.

Sus ojos se abrieron casi al igual que los de JiMin hace rato, su boca se secó y entonces entendió porque el menor había salido corriendo.

En el chat de su madre alguien había enviado una foto de la mujer, donde se encontraba tirada en el suelo de la cafetería en muy mal estado mientras estaba rodeada de varios vidrios rotos, junto con un mensaje que decía: "ven a la cafetería."







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Un poco tarde pero seguro.
Espero que les haya gustado, perdón por tardar en actualizar, la verdad es que el capítulo lo comencé a escribir desde el lunes pero tardé mucho en acabarlo ajskk T-T

En fin, nos leemos en otra actualización. Besitos. ❤️

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