—¿Qué estás haciendo aquí?

JiMin trató de mantenerse calmado, a pesar de que los nervios estaban de su lado y las ganas de bajar la cabeza ante Mingi estaban presentes.

Sinceramente, esto lo superaba.

—¿Cómo? — el chico preguntó atónito — ¿Te acuestas con YoonGi y todavía preguntas que es lo que hago aquí? Que hipócrita.

Mingi se veía molesto y frustrado, los sabía muy bien porque su mandíbula estaba tensa casi como todo su rostro, sonreía pero su sonrisa no era con humor, simplemente que ya no sabía cómo retener la tensión.

—Yo...

Guardó silencio cuando se dio cuenta de que no sabía que decir, la verdad es que no tenía pensado volver a enfrentarse con Mingi, quería evitarlo todo lo posible.

—¿Tu qué? ¿Piensas decir algo?

JiMin saboreó el amargo en su boca, tenía tantas ganas de golpear a ese tipo. Realmente no entendía como es que se había enamorado de él.

—Agh, ¿por qué no te callas y te largas? — Wooyoung fue el primero de sus amigos en hablar —. Deja de estar molestando a JiMin, y no entres a este lugar a menos que vayas a comprar algo.

Mingi le dio una rápida mirada a su compañero, y JiMin sintió algo parecido al miedo cuando observó como el chico se movía unos cuantos pasos en la dirección de sus amigos, se apresuró a ponerse frente a él tratando de obstruir el paso, no quería meter en problemas a los demás y quería evitar toda costa una pelea en su lugar de trabajo.

Mingi nunca lo había golpeado a él, pero lo había visto golpear a otras personas, y sinceramente, le daba miedo.

—Quítate de mi camino.

—No — JiMin respiraba con potencia —. No me voy a quitar, tienes que irte.

—¿Irme? ¿Piensas que voy a irme sin recibir una maldita respuesta y una disculpa de tu parte? — preguntó, dándole una mirada cargada de disguto —. Tú deberías estarme suplicando perdón, ¿cómo puedes ser tan doble cara? Éramos pareja y te acostabas con mi medio hermano, encima sabes lo mucho que lo detesto y te atreviste a... ugh.

Cuando escuchó al chico decir lo que pensaba, recordó las palabras de YoonGi cuando hablaron por llamada aquella mañana, en definitiva, si Mingi se sentía furioso y dolido sólo era porque se había metido con YoonGi, con su medio hermano, no porque sintiera una pizca de amor o cariño por él.

Mingi nunca sintió nada por él, porque si fuera así, no lo hubiera engañado en primer lugar, nunca lo hubiera humillado, tampoco abusado de su poder contra él.

—¿En serio te importa tanto eso? — preguntó tragándose el nudo de rabia y tristeza de su garganta — ¿Te importa tanto que me haya metido con YoonGi? ¿Por qué te afecta? Tú y yo ya no somos nada, terminamos hace menos de una semana y te paseaste con tu nueva novia frente a mí, te pedí una explicación antes de que terminaramos e incluso cuando te vi con ella, no me dijiste absolutamente nada. ¿Y ahora quieres que yo te de explicaciones?

Mingi se mantuvo serio frente a él, pero podía ver como su rostro poco a poco se iba distorsionando del enojo.

—Si tanto quieres que te explique, entonces lo haré — JiMin tomó suficiente valor como para avanzar unos cuantos pasos contra él, logrando de milagro que Mingi retrocediera —. Ahora entiendo porque le tienes tanta envida y odio a YoonGi, porque no sólo es más guapo y exitoso, también folla mucho mejor que tu.

Antes de que alguien pudiera decir algo, Mingi alzó la mano en el aire dispuesto a golpearlo, logrando que tanto JiMin como sus amigos entraran en pánico al presenciar aquello. Sin embargo, aquel golpe nunca llegó, y todo lo que escucharon fueron los quejidos por parte de Mingi cuando alguien lo interceptó por el cuello, empujándolo hacia abajo.

JiMin se quedó mudo y retrocedió unos cuantos pasos del susto cuando observó a YoonGi tomando a su medio hermano del cuello, apretandolo con fuerza.

—¿Qué mierda crees que estás haciendo? — preguntó, su voz tan grave y seria como casi siempre, tenía el ceño fruncido con clara molestia — ¿Acaso estás intentando golpear a mi chico?

Mingi jadeó de dolor una vez más cuando el agarré se intensificó en su cuello, haciendo que las articulaciones en sus manos resaltaran.

—¿Tu-... tu chico? Ja, no me hagas reír.

YoonGi tiró de él hacia arriba, todavía sosteniéndolo de ahí.

—¿Por qué te ríes? No dije nada gracioso.

—Tu chico me abrió primero las piernas a mí.

Escupió en él con furia, haciendo que YoonGi cerrará los ojos de disgusto al sentir su saliva golpear contra su rostro. Lo soltó para poder quitarse con lentitud todo rastro de aquellos germenes.

—¿Las mismas piernas en las que estuve enterrado ayer? — murmuró en voz baja, inclinándose sobre su medio hermano —. Eres tan idiota, deja de fingir que te importa, tu y yo sabemos que lo único que te duele es tu estúpido ego. Él ahora es mío.

A JiMin le hubiera gustado no haber escuchado eso, así como también que sus compañeros no lo hubieran hecho. Seguramente no dejarían de interrogarlo a partir de ahora, a pesar de que YoonGi estaba tratando de hablar en voz baja, su tono tan duro no dejaba de escucharse con claridad.

—Maldito imbécil.

—Lárgate — YoonGi dijo, está vez sus ojos se oscurecieron dándole escalofríos al contrario —. Ahora.

Con mayor autoridad se movió frente a Mingi para casi empujarlo fuera de la tienda. JiMin parpadeó una y otra vez, su corazón latía desenfrenado dentro de su pecho que sentía que en cualquier momento moriría.

¿YoonGi había provocado eso?

Se llevó una mano a la mejilla y dio leves golpecitos sobre esta, tratando de controlar sus emociones.

Cuando Mingi desapareció y YoonGi se dio la media vuelta para observar al menor, no dijo absolutamente nada. Todo lo que hizo fue darle una encantadora, y un poco tenebrosa, sonrisa.

Antes de siquiera poder hablar, YoonGi desvío la mirada hacia un extremo de la tienda, haciendo que el rubio copiara su acción, encontrándose con sus tres amigos y compañeros de trabajo casi abrazados y mirando asombrados hacia ellos.

Tan pronto como se dieron cuenta de que estaban siendo muy obvios, fingieron demencia y salieron rápidamente de su vista para meterse al almacén y tratar de darles algo de espacio.

JiMin arrugó la frente, tampoco era para tanto, pero a sus amigos les gustaba exagerar.

—¿Qué haces aquí? — preguntó el menor, mirándole interrogante.

YoonGi sonrió tanto que sus ojos casi se vuelve una línea y sus blancos dientes brillaron. Joder, no se parecía en nada al YoonGi de hace sólo unos instantes.

—Te dije que pasaría para ir a comer juntos.

JiMin lo había olvidado.

—Uh... ¿Hablas en serio? Creí que tal vez... estarías ocupado con tu trabajo.

—Nah, son cosas que puede hacer mi asistente.

—¿Ya tienes un asistente? — preguntó asombrado.

La última vez, sólo supo que se había metido en algunos problemas con su padre debido a que había corrido a su asistente porque este había redactado mal unos papales. Por lo que había escuchado, YoonGi era completamente diferente cuando de estar trabajando se trataba, se tomaba todo muy en serio, su trabajo era valioso.

—No — rió —. Pero San es realmente de gran ayuda.

JiMin negó y casi se le escapa una sonrisa, no quería mostrarse tan cómodo a su lado. Le resultaba extraño como hace unos segundos YoonGi casi le quiebra el cuello a Mingi y ahora está de lo más normal hablando con él.

A veces actuaba algo raro, y eso le hacía preguntarse si así era por naturaleza.

—Entonces, ¿donde quieres comer?

YoonGi preguntó, sacando su celular para buscar recomendaciones de restaurantes. JiMin casi no salía mucho y si lo hacía, entonces recurría a los mismo lugares de siempre, así que no tenía muchas opciones.

—Mmm, puedes elegir tu — respondió —. Cualquier lugar está bien, pero tiene que ser cerca de aquí, para que pueda regresar a tiempo.

YoonGi alzó la mirada rápidamente.

—Yo voy a traerte de vuelta, así que no te preocupes por llegar tarde.

—Pero... si vienes a dejarme, estarías llegando tarde a tu trabajo.

Se alzó de hombros sin tomarle mucha importancia.

—No es como si me afectará — rió —. Así que no pongas resistencia, vamos, seguramente encontraremos un buen lugar.

La sonrisa que le dio hizo que algo extraño revoloteara en su interior, apartó la mirada lejos de aquel hombre y asintió, dándose media vuelta para poder buscar sus cosas e irse, no sin antes ser emboscado por sus amigos para suplicar que les contara todos los detalles al regresar.

[ ♦️♣️♦️ ]

JiMin miró la carta que tenía en sus manos una vez más, se le antojaba todo lo que había ahí, pero el precio de la comida era exageradamente elevado que prefería sólo pedir un vaso con agua, tal vez cuando regresara a la tienda los chicos todavía estarían comiendo y podría robarles un poco de su comida.

YoonGi no era para nada básico, se notaba que al hombre le gustaba gozar de lujos, por supuesto, tiene dinero y puede darse ciertos privilegios. Pero él no tiene suficiente como para pagar una comida de entre 40 a 70 mil wones. Eso lo dejaría sin cenar probablemente durante 3 días.

YoonGi debió notar la duda en su rostro, pues el mayor hizo un sonido con la garganta logrando llamar su atención. Se inclinó sobre la mesa, apoyando sus codos contra esta mientras sus manos se unían de una forma tan delicada.

—¿En qué tanto piensas? Sólo elige un plato.

—Ah... No, no, creo que... voy a seguir revisando.

YoonGi entrecerró los ojos.

—Pediré por ti, entonces.

—¡No!

Su exclamación logró llamar la atención de algunos clientes que se encontraban en el restaurante, se avergonzó un poco por esto y evitó mirarlos para no incomodarse todavía más.

—¿No? — preguntó YoonGi, alzando una ceja en su dirección mientras le miraba confundido — ¿Qué sucede?

—E-es que... yo... — sus orejas se sentían calientes al igual que todo su cuerpo, realmente era tan vergonzoso que tuviera que decirle a YoonGi que no podía pagar algo como eso —. Esto es más de lo que puedo pagar.

Tras escuchar aquellas palabras, YoonGi frunció el ceño todavía más, claramente ahora se veía algo disgustado y JiMin temió haberlo molestado. Él se había esforzado en escoger un lugar y ahora lo está arruinando.

—¿Y quien dijo que tu vas a pagar por esto? — preguntó con seriedad — ¿Acaso no fui claro en invitarte a comer? Si yo te invito, entonces yo pagaré.

—Pero esto es... demasiado caro — respondió, bajando la mirada hasta los precios en la carta — ¿Acaso siempre compras comida tan cara?

—Estoy acostumbrado, en realidad, he ido a restaurantes más costosos.

JiMin abrió un poco la boca evidentemente sorprendido. Debió imaginarlo, YoonGi se estaba pudriendo en dinero, no sólo por tener el de su familia sino porque tenía su propia empresa también. ¿Cómo carajo terminó involucrándose con tipos como ellos?

—Pediré por los dos, así que no te preocupes.

Él sólo pudo asentir, dejando el menú de lado mientras veía a YoonGi hacerle una seña al mesero, quien muy amablemente los atendió y les trajo la comida después de algunos minutos. Fue la comida más deliciosa y costosa que alguna vez haya podido comer.

Realmente lo más caro que él podía cotizarse era la carne, tal vez ir a una barbacoa con sus amigos y pagarlo entre los cuatro. Pero era la primera vez que asistía a un restaurante así y se daba el lujo de comer algo tan caro.

—¿A qué hora termina tu turno hoy?

—Mmm, a las 4 o 5. Si no tengo que hacer inventario, tal vez salga un poco antes.

Ahora se encontraban afuera del restaurante, caminando en dirección al auto de YoonGi en donde este estaba estacionado. JiMin recibió un par de mensajes por parte de sus amigos, en donde decían que podía tardarse todo el tiempo que quisieran, ellos se harían cargo de la tienda. Pero JiMin no podía darse ciertos privilegios, si su gerente se enteraba, estaba muerto.

—¿Inventario?

—Ah sí... es algo que hacemos en la tienda — explicó, observando la cara de confusión del mayor — ¿Por qué?

—¿No es mucho trabajo? Se supone que tus horarios tienen que ser exactos, ¿cómo es que sales entre las 4 o 5? ¿No deberías tener un horario fijo?

—Se supone — murmuró —. Pero ya me acostumbré a trabajar así, y sinceramente, no me quejo.

—¿En serio? — YoonGi alzó una ceja en su dirección.

—A-ah... bueno, tal vez un poco — rió bajito —. Pero no puedo hacer nada. Es mi trabajo.

—Pues que mierda de trabajo.

JiMin negó cuando YoonGi dejó de mirarlo. Puede que su trabajo sea una mierda, lo acepta, pero el mayor no tiene ni idea de lo que significa ser un empleado para empresas de tan gran tamaño. Sólo eres un simple empleado para ellos, nada importante, pueden exigirte tanto como ellos quieran porque al final de cuentas, trabajas para ellos.

Pero YoonGi no lo sabe porque él tiene la vida resuelta.

Luego de subirse al carro y recorrer el camino de regreso a su trabajo, un mensaje llegó a su celular.

Haeri:

"Tengo que hablar contigo mañana temprano, antes de tu turno."

Frunció el ceño cuando vio aquel mensaje de parte de su jefa, mandó una rápida respuesta diciéndole que llegaría una hora antes para que pudieran hablar.

¿Para que se supone que lo quería?

Haeri muy rara vez pedía hablar con ellos, sólo cuando tenían reuniones de grupo o cuando alguno de ellos hacía algo mal. Pensar en que hizo algo mal lo puso ansioso, siempre ha tratado de ser extremadamente cuidadoso, pues la empresa es demasiado delicada en temas de alterar el orden en sus tiendas.

Oh dios, estaba muerto si esto tenía que ver con Mingi.

—¿Estás bien? — YoonGi preguntó cuando estacionó el carro frente a la tienda donde trabajaba.

—S-si, sí estoy bien — habló rápidamente —. Gracias por traerme y gracias por la comida, la próxima vez pagaré yo.

YoonGi le miró confundido.

—En ese caso... — dijo llamando su atención —. Estoy disponible mañana en la noche.

JiMin se quedó perplejo mirando al hombre que ahora le sonreía sutilmente. ¿Acaso se había invitado a salir él solo? JiMin tenía pensado sólo comprarle algo y tal vez mandárselo directamente a su oficina, lo que sea. No tenía planeado volver a salir con él a una comida o una cena, tampoco que fuera al día siguiente.

—¿Mañana?

—Sí — dijo —. Mañana en la noche, pasaré por ti a tu departamento. Envíame la dirección.

—Pero...

—¿No quieres? — preguntó, mirándole está vez un poco más serio.

JiMin tragó con dificultad, asintiendo.

—Sí, sí quiero. — se rindió.

YoonGi escudriñó su rostro con mucho cuidado y JiMin se sintió algo invadido, la mirada que le estaba dando era como si estuviera tratando de ver a través de su rostro. Y eso le puso la piel de gallina.

—Vaya, parece que alguien tiene dificultades para negarse a algo — rió el mayor —. Que patético.

—¿Qué...? ¿Querías que me negara?

—Tal vez — murmuró —. Estaba esperando que pusieras un límite, o que dijeras algo que me llevara la contraria. Ahora veo porque todos se aprovechan de ti.

JiMin se sintió avergonzado haciéndose más chiquito en su lugar.

—E-es que yo...

—¿O acaso aceptaste porque te gusto? — preguntó, inclinándose un poco un su dirección, dándole una encantadora y sutil sonrisa que hizo a JiMin ponerse nervioso.

Sintió sus mejillas calientes y la pena se apoderó de él que abrió la puerta del carro tan rápido como pudo.

—¡P-por supuesto que n-no! — exclamó —. S-sólo estaba siendo considerado, me invitaste a comer y creí que... que debía hacer lo mismo.

Ahora escondía la mitad de su rostro al otro lado de la puerta, sólo sus ojitos y su cabello se alcanzaban a ver por la ventana del carro, y eso hizo que YoonGi sonriera encantado.

JiMin era tan adorable, cada facción en él, su actitud, la forma en la que jugaba con sus manos tras sentirse nervioso o intimidado, la forma tan rápida en la que se avergonzaba y el cómo sus mejillas y orejas se pintaban de rojo tan rápido. Esos bonitos ojos que la mayoría del tiempo expresaban timidez, casi siempre evitaba mirar a los demás directo a los ojos, muchas veces lo veía mordiendo sus labios con pánico y la forma en la que fingía ser fuerte pero su voz se ponía quebradiza tan pronto como seguía hablando.

JiMin era tan... débil.

Y no sabe porque eso le gusta.

—Bien, entonces envíame la dirección de tu departamento.

Observó el rostro confundido del menor.

—¿Qué? ¿Creíste qué no era cierto lo de ir a cenar? Por supuesto que lo es — repitió —. Me gustan los lugares caros, así que ve pensando en algo.

Guiñandole un ojo, el mayor se marchó tan pronto como encendió el auto. JiMin parpadeó rápidamente, confundió y pensando.

¿Lo último que dijo habría sido de verdad o sólo estaría jugando?

—En que problema me metí.

Suspiró, pensando seriamente en que tan caro le saldría esa maldita cena.

[ ♦️♣️♦️ ]

Holaa, volví de nuevo con otro capitulo. Espero que les guste, lamento si se puso un poco aburrido, en realidad tuve que cortar el capítulo, la siguiente parte estará mucho mejor. 💗