Capítulo 01
JiMin se remueve entre las sábanas de su cómoda cama, batalla un poco en abrir sus ojos pues sabe que la molesta luz del sol es todo lo que le espera. No quiere dejar de soñar bonito, su sueño ha sido magnífico Nada en específico pero le gusta cuando no tiene ni pesadillas ni sueños que le hacen tener ansiedad.
Frunce el ceño con molestia y se ve obligado a abrir los ojos cuando su celular comienza a sonar, avisándole de una llamada poco amigable. Reconoce el tono de llamada, es el tono que le dio a Mingi.
Se acostumbra a la luz del sol entrando por la ventana de su habitación. Toma su celular pero no contesta la llamada, simplemente se queda viendo la pantalla iluminada, esperando a que el imbecil deje de insistir para poder regresar a la cama.
No entiende que es lo que Mingi quiere ahora. Ya han terminado y no hay nada de que hablar.
Esa fue una de las tantas cosas que Mingi le dijo después de haberle pedido una explicación del porque estaba terminando con él. En aquel entonces, él realmente deseaba saber que es lo que hizo mal, de nuevo, para que alguien terminará con él.
Pero ya sabía la respuesta.
Cuando la llamada se detiene por fin, revisa su celular y se da cuenta de que hay muchos mensajes de parte de su ex pareja. Son al menos unos 169 mensajes, otros son de su mejor amigo, preguntándole como le fue y que le cuente todos los detalles de la situación. Otros mensajes son de la hermana de Mingi, quien le dice que esta feliz por él, y el otro, es el padre de Mingi, quien le asegura que la situación de la noche anterior no se volverá a repetir.
La noche anterior.
Joder.
Si recordaba la noche anterior juraba que sus orejas se pondrían rojas, que sus mejillas se calentarian y que el cosquilleo en su vientre volvería a aparecer tan pronto como pensara en él.
—Estúpidos hombres. — murmura, para luego revisar los siguientes mensajes.
Antes de que pueda leer el mensaje de aquel otro hombre que tantos mensajes le había enviado, casi al igual que Mingi, la pantalla se vuelve a iluminar por una llamada, está vez, sí responde.
—¿Larga noche?
Aquella profunda y exquisita voz se escucha muy cerca de su oído, exactamente igual que el día anterior.
—Estoy adolorido — murmura con dificultad —. Hazte responsable.
Aunque se siente un poco avergonzado por echarle en cara eso, todo lo que necesita es culpar a alguien más de su malestar. ¿Y quien mejor que el causante de ello?
—Te dije que te quedaras en casa — habló el hombre —. Claramente no me hiciste caso, yo pude haberte ayudado con el dolor.
JiMin gruñó, tirándose nuevamente en la cama.
—Estoy un poco... uh... arrepentido — dijo, mirando el techo de su habitación mientras pensaba en lo que había hecho —. Sé que no debo estarlo, pero... debimos haber pensado en algo más.
—Tú quisiste que sucediera así — respondió el otro —. Te recuerdo que fuiste tu quien llegó a pedírmelo.
—No pensé correctamente — dijo —. Me siento mal, no por él, sino porque su familia también... también lo sabe ahora. ¿Te han dicho algo?
—Bueno, mi padre dijo que lo que hice estuvo mal, que estaba un poco decepcionado — rió —. Sin embargo, también dijo que sí fue decisión de ambos, entonces no se podía meter, pero que la siguiente vez, no nos expusieramos de esa manera.
—Mmn.
JiMin se acomodo sobre la almohada, todavía con el celular pegado a su oído.
—¿Ya te ha llamado?
—Sí, tengo varias llamadas y mensajes de él — contestó —. Pero no he respondido a ninguna, ¿se lo merece no? Por favor, dime que lo que hicimos no estuvo mal y que se lo merece.
—Lo que hicimos no estuvo mal, él se lo merece, lo sabes perfectamente bien, angel.
—YoonGi — los ojitos de JiMin se humedecieron un poco —. No puede ser, ¿qué diablos hice?
Comenzó a entrar en pánico cuando cayó en cuenta de lo que había sucedido. Mierda, él nunca había sido la clase de persona que tomaba venganza contra sus ex parejas, pero está vez, Mingi había toca una fibra muy sensible en él, le había herido en todos los aspectos posibles, haciéndole sentirse insuficiente y humillado.
Todo lo que deseaba era no dejarse pisotear por primera vez en la vida. Pero no pensó correctamente y ahora... ha quedado como un depravado ante todos.
Había llegado a las 7:30 de la noche a casa de Mingi, más bien dicho, a la casa en donde vivía con sus padres. El señor Min le había dado paso para buscar a su hijo, sin saber que a quien buscaba no era a Mingi, sino a YoonGi.
Todo lo que tuvo que hacer fue tocar desesperado la habitación de YoonGi, hasta que este abrió la puerta y lo vio ahí, solo y con la mirada perdida.
Las palabras "follame, por favor" tal vez nunca debieron salir de su boca.
Pero lo hicieron. Y una hora después, Mingi los había descubierto en el momento preciso donde YoonGi mantenía su caliente polla en el agujero de su ex novio. Tuvo que presenciar la escena más humillante para él, ver como Park JiMin, su ex pareja, gritaba y gemía el nombre de YoonGi, arañando su espalda, con sus piernas extendidas hasta los hombros de su medio hermano, escuchando y observando como el hijo favorito de su padre, se estaba follando al que era su novio hace cuatro días.
Incluso había vomitado del coraje.
Y JiMin no había sentido vergüenza alguna, ni después de ser descubiertos, ni cuando tuvo que salir de la casa de los Min debido al alboroto que Mingi hizo poco después, tampoco cuando llegó a su departamento y se metió a bañar, para después acostarse a dormir.
En serio, no había sentido ni una pizca de vergüenza.
Hasta ahora.
Por dios, él nunca había hecho algo como eso, nunca había follado con cualquier persona, a menos que tuviera una relación con ellas, pero Min YoonGi no era nadie más que su cuñado, el medio hermano de Mingi y el hijo favorito del señor Min.
JiMin sabe que Mingi odia a YoonGi con todo su corazón, porque él es mayor, es más maduro, tiene dinero ganado por sí mismo, tiene su vida asegurada en la empresa de su familia, y él... bueno, él sólo es Mingi.
Y YoonGi siempre destacó en cualquier lugar en cualquier momento, desde la escuela secundaria hasta graduarse de la universidad, incluso ahora, Min YoonGi seguía siendo más popular que él, más deseado que él, más inalcanzable que él.
Cuando JiMin conoció a Min Mingi, se enamoró perdidamente de él, aunque su mejor amigo le decía que no se veía para nada enamorado. Pero él era así, podía estar tan enamorado hasta los huesos pero nunca lo demostraría a la vista de las otras personas, sólo cuando se encontraba a solas con su pareja. Tal vez ese siempre fue el problema.
La relación con Mingi comenzó siendo un sueño. Era atento, detallista y amable, el sexo era bueno, la pasión entre los dos siempre había sido muy intensa. Pero el tiempo comenzó a pasar, su relación siguió y siguió a tal grado en el que JiMin conoció a la familia de su pareja, dejándolos encantados con su presencia.
Por supuesto, llamando también la atención de cierto chico, el medio hermano de Mingi.
YoonGi siempre fue educado con él, cuando mantenían una conversación, la platica fluía con normalidad, siempre tenía un buen tema de conversación. Hablaban sobre su día, YoonGi siempre le preguntaba sobre su trabajo, sobre lo que había hecho durante el día, él buscaba la forma de que JiMin le contará cosas acerca de él.
YoonGi era todo lo contrario a lo que Mingi decía, solía hablar mal sobre su medio hermano, siempre recalcando que YoonGi era un odioso.
Pero JiMin comprobó muchas veces que no lo era, y que el odio que Mingi le tenía a su hermano eran por simples celos.
Por esa razón, después de que Mingi había roto su corazón, paseandose frente a él con la chica que se había estado acostando desde hace algunos meses, humillandolo y haciéndole sentir insuficiente, decidió que si quería devolverle a Mingi todo lo que le hizo pasar, la mejor forma de hacerlo era con ayuda de YoonGi.
También se sentía mal por el mayor, no quería utilizarlo de esa forma, pero YoonGi era consciente del por qué había hecho eso, y aún así aceptó.
No sé sentía mejor persona, y una parte de su consciencia estaba completamente arrepentida de haber hecho eso con el único objetivo de joder a Mingi, sin siquiera detenerse a pensar en YoonGi.
—JiMin, tienes que calmarte — la voz de YoonGi llegó a sus oídos desde el otro lado del celular, haciéndole recordar que él seguía ahí — ¿Tan arrepentido estás? Me ofendes.
A pesar de todo, YoonGi se escuchaba demasiado tranquilo y risueño. No entendía, se supone que él debía cuestionarle lo que había hecho, no sentirse ofendido.
—Escucha... — JiMin respiró, tratando de calmarse a sí mismo —. Lo que hicimos no... no estuvo bien, cargaré con toda la culpa, puedes culparme todo lo que quieras. Me haré responsable.
—Ah, ya veo — el mayor rió — ¿Crees que alguien a parte del idiota de Mingi te echaría la culpa? — preguntó con burla —. La verdad es que a nadie le importa lo que hicimos, sólo a él porque le diste justo donde más le duele.
—P-pero...
—Pero nada — le cortó —. Se lo merece, ¿no?
A JiMin se le hacía tan rara la forma en que YoonGi manejaba la situación, no se escuchaba molesto, tampoco parecía importarle tanto, incluso llegaba a escuchar su tono de voz más suave, un poco animado.
YoonGi debería ser el primero en reclamarle por haberse aprovechado de él, por sólo tomarlo para vengarse de su medio hermano. Pero era todo lo contrario.
—¿No estás... enojado conmigo?
—¿Debería estarlo?
JiMin frunció el ceño.
Por supuesto que debía estarlo. Pero no entendía por qué YoonGi se escuchaba tan despreocupado.
—Se supone que sí — reclamó —. Te usé sólo para vengarme por lo que Mingi hizo conmigo, me acosté contigo sólo con ese único propósito. Soy una mala persona, debes odiarme.
YoonGi soltó una leve carcajada, confundiendo todavía más a JiMin.
—Deja de reírte — le regañó una vez más —. No es gracioso, deberías estar enojado y gritandome que soy la peor persona del mundo.
—¿Qué? — YoonGi se aclaró la garganta —¿Yo debería decirte eso? ¿Y cómo por qué?
—¿Cómo que por qué? ¿Te estás burlando de mí o algo así?
JiMin se estaba enfadando, no entendía si YoonGi estaba sólo jugando o de verdad actuaba así porque no le importaba en lo más mínimo lo que había hecho con él, ni tampoco con que objetivo.
—Claro que no — YoonGi respondió —. Pero te estoy hablando en serio, ¿por qué tendría que decirte algo así?
Era extraño, por lo regular, sus ex parejas tendían a siempre atacarlo a él, diciéndole un millón de cosas horribles a tal grado de rebajarlo lo suficiente, las frases que más había escuchado a lo largo de su vida eran aquellas en donde lo despreciaban. No entendía a YoonGi, era la primera vez en muchísimo tiempo que alguien no lo atacaba directamente a él.
—¿Acaso alguien te ha dicho algo así? — cómo si estuviera leyendo sus pensamientos, YoonGi habló —. Si es así, entonces dile a quien sea que te haya dicho eso que se vaya al diablo, no eres ninguna de esas cosas.
—Pero me acosté contigo sólo por despecho. — reclamó, realmente iba a llorar si YoonGi seguía sin echarle la culpa de algo que él sabía que estuvo mal.
—¿Y? ¿Se murió alguien? ¿Pasó algo malo? — volvió a interrogarlo —. El único que está sufriendo es Mingi, quien desde luego se lo merece, y ni siquiera está sufriendo porque la persona que ama lo engañó, está sufriendo porque fui yo con quien lo engañaste. Esa es la diferencia, a quien debería odiar es a Mingi, no a ti.
¿En serio estaba escuchando eso? YoonGi no terminaba de sorprenderlo. Parece ser que al hombre no le importa mucho su integridad, o tal vez, simplemente no está pensando correctamente.
Pero el remordimiento que siente él, no hay forma de que se lo quiten.
—Eres muy raro.
YoonGi rió.
—Sí, ya me lo habían dicho.
No se supone que deba estar orgulloso de eso, pero a JiMin le hizo gracia la forma tan desinteresada en que YoonGi se portaba. Era extraño, no había conocido a nadie como él. Desde siempre había tenido la mala suerte de involucrarse con toda clase de tipejos que siempre le decían cosas malas, cosas humillantes que le hacían sentirse menos. Pero YoonGi era tan diferente, y aunque eso le agradaba, también le daba escalofríos.
—Bueno, creo que ya debería-
—¿Tienes planes para la hora de la comida? — preguntó, pero JiMin tardó varios segundos en responder así que él nuevamente le ganó —. Entonces iré a verte, comeremos juntos.
—¿Qué?
—¡Adiós!
Y le colgó, dejándolo con la palabra en la boca.
[ ♦️♣️♦️ ]
JiMin sintió un fuerte tirón de su camisa cuando entró a la tienda en donde trabajaba. Casi soltó un grito cuando unas manos le taparon la boca y la otra fue directamente a su mandíbula.
—¡Tienes muchas cosas que contarme! ¡Y ni se te ocurra omitir algo!
Su expresión se relajó cuando se dio cuenta de que era Taehyung quien estaba ahí.
—Carajo — suspiró cuando su amigo quitó la mano de su boca —. Casi se me sale el corazón del pecho, ¿por qué no puedes preguntar algo como la gente normal?
—Soy normal.
—Lo dudo mucho.
Taehyung rió bajito.
—Lo siento, pero dijiste que llegarías una hora tarde al trabajo, y supuse que tenía que ver con la situación de anoche — el castaño se cruzó de brazos —. Además, viste mis mensajes y no respondiste ni uno solo, me dejaste con la duda.
—Estaba durmiendo cuando me dejaste tus mensajes — reclamó —. Y estuve ocupado en la mañana, por eso llegué tarde.
—¿Ocupado con YoonGi? — preguntó, dándole una mirada llena de picardía.
—No — bufó —. Ocupado tratando de quitarme la culpa.
Escuchó un sonoro golpe a su lado.
—¡Nada de sentir culpa! Culpa debería de sentir ese idiota por todo lo que te hizo — exclamó —. Él se lo merecía, y mira que le diste donde más le duele.
—Tuve que bloquear su número, no dejaba de llamarme ni de mandarme mensajes — hizo un puchero —. No puedo creer que le duela más lo que le hice que lo que él me hizo a mí.
—Así son los tipos como él — Taehyung suspiró —. Les gusta hacerte sufrir, humillarte, hacerte sentir menos y que ellos tienen el poder sobre ti, pero cuando te las cobras, se hacen los ofendidos.
JiMin negó, sintiéndose decepcionado.
—No puedo creer la mala suerte que tengo para elegir chicos.
—Bueno, la verdad es que todos ellos son unos malditos ocultando su verdadera apariencia — dijo Taehyung —. Todos con los que has salido terminan siendo una basura, siempre se muestran tan amables, cariñosos y super románticos para conquistarte, pero se vuelven una mierda al pasar el tiempo.
—Tal vez la culpa la tengo yo — el rubio hizo una mueca —. Me ilusiono a la más mínima muestra de afecto que ni siquiera me detengo a pensar las cosas con cuidado, estoy tan acostumbrado a esto, y me da tanto miedo quedarme solo que a veces pienso que debo aceptar a quien sea con tal de tener a alguien a mi lado.
Taehyung sonrió de lado, se acercó a su amigo y lo rodeó con uno de sus brazos, tratando de transmitirle todo su apoyo.
—No entiendo tus miedos, pero déjame decirte que tú no tienes la culpa de la clase de persona que son ellos — dijo, acariciando con cuidado su hombro —. Ellos deciden ser unos idiotas contigo, es asunto suyo.
—Me siento un poco mal — JiMin suspiró con fuerza, mirando todo a su alrededor, buscando algo con que entretenerse —. Siendo honesto, puede que me haya desquitado no sólo por lo que Mingi me hizo, a mi mente se vinieron todos esos momentos en donde los demás me hicieron sentir tan mal conmigo mismo, sentí tanta rabia. Siempre me había dejado pisotear como si nada, y cuando Mingi hizo lo que hizo, sentí que era el momento perfecto para vengarme.
Taehyung asintió.
—No voy a juzgarte por eso — dijo su amigo —. Por dios, si YoonGi no se enojó contigo, ¿qué te hace pensar que yo lo estaría?
—¿Cómo sabes que no se enojó conmigo?
—Si eso hubiera ocurrido, sería lo primero de lo que llegarías a hablar — dijo sinceramente —. En cambio, no he escuchado que digas algo que él hizo mal, sólo te echas la culpa, lo cual me hace pensar que YoonGi no se enojó contigo.
JiMin dudó unos segundos en si contarle sobre lo que YoonGi le había dicho.
—No sé como... pero terminé teniendo una cita con él para la comida.
Lo siguiente que escuchó fue un potente grito provenir de su amigo, rápidamente le golpeó indicándole que se detuviera, Taehyung lucía más feliz que él y eso lo confundía. No había razón para ponerse de esa manera, pero a su amigo siempre le había gustado fantasear.
—¡Yo sabía que le gustabas!
—Joder, no, no vuelvas con lo mismo — se quejó, alejándose de su amigo, caminando en dirección al almacén de la tienda —. En serio, no le gusto.
—¿Por qué te haces el ciego? Van a tener una cita y aún así te atreves a negarlo — dijo riéndose —. Escucha lo que tu fiel e inteligente amigo te dice, quédate con él, si te trata mal, al menos tiene dinero.
—Mingi también tiene dinero — bufó enojado.
—Bueno, pero Mingi es un idiota — dijo —. Y YoonGi es el hombre más guapo y millonario de su familia. Además, él gana su propio dinero, no es dinero que papi le da todas las semanas por el simple hecho de ser su hijo.
JiMin rodó los ojos.
—No importa — habló —. Él no me interesa.
Taehyung hizo una cara de poker.
—Por favor, siempre me decías lo que YoonGi hacía cada vez que se encontraban cuando ibas a las reuniones con la familia de Mingi — dijo —. No puedes decirme ahora que no te interesa cuando claramente lo hace.
—Bueno, me agrada. Pero no de forma romántica.
—¿Por qué no? — preguntó, como si fuera la cosa más rara.
JiMin se cruzó de brazos, mirando en dirección a su amigo.
—Taehyung, llevo conociéndolo no por mucho tiempo, nunca hemos convivido realmente, no somos cercanos como para decir que me interesa de forma romántica — habló —. Y sinceramente, siento que nuestra relación de conocidos ya se arruinó. Me acosté con él por despecho, es razón suficiente para que no ocurra nada entre los dos.
Taehyung permaneció en silencio, se veía pensativo y JiMin sabía que su amigo no se quedaría quieto así como si nada.
—Yo creo que le gustas y por eso no se negó a formar parte de tu venganza — dijo —. Pero bueno, al final de cuentas es tu decisión.
JiMin suspiró.
—Al menos, después de todo esto, quiero dejar de involucrarme con la primer persona que se me aparece enfrente.
—Mal, ya te acostaste con él.
JiMin se quejó en voz baja y se volteó para poder pegarle a su amigo con mayor facilidad. Taehyung salió corriendo rápidamente, buscando escapar del alcance de su amigo.
Después de algunos minutos, sus demás compañeros fueron llegando. JiMin trabajaba en una empresa que se dedicaba especialmente a todo tipo de joyería. Afortunadamente, hace dos meses había obtenido un ascenso y estaba a nada de convertirse en gerente de la tienda en donde trabajaba con Taehyung.
Brighty's era probablemente la empresa más grande y reconocida a nivel nacional de joyería de Corea del Sur, la empresa había comenzado hace menos de seis años, pero había tenido un éxito total por sus increíbles precios y la calidad de sus productos. El sueño de JiMin nunca fue terminar en una tienda de joyería, él había estudiado para ser maestro en el área de preescolar, pero por cuestiones económicas, no pudo titularse como él quiso.
Así que simplemente pospuso su futuro y dejó que las cosas fluyeran siendo parte de aquélla tienda de joyería. Con el tiempo, se dio cuenta de que era realmente un trabajo bien pagado y que si alcanzaba el puesto más alto, le pagarían el triple.
No es que fuera un ambicioso, pero con el pasar de los años no se había hecho millonario, seguía manteniéndose al día. Sobre todo cuando tenía una madre a la cual cuidar y un negocio familiar que atender.
—El descanso es dentro de 20 minutos — Taehyung habló —¿Y si pedimos de comer?
—¡Oh sí! Yo quiero Samgyeopsal — gritó Yongbok desde una esquina, terminando de acomodar nuevos productos —. Anoche no cené absolutamente nada, tengo hambre.
—¿Y tú que quieres, Woonie? — preguntó Taehyung, mirando a su otro compañero.
—Mmmn, honestamente, no tengo tanta hambre, pero con el Samgyeopsal estoy satisfecho.
—¡Bien! ¿No te importa si pedimos eso? Pediré verduras para ti — dijo al rubio a su lado.
—No te preocupes por mí — habló JiMin —. Ustedes pidan lo que quieran.
—Oh... es cierto, irás a comer con tu-
JiMin le puso la mano en la boca con algo de fuerza, obligandolo a callarse.
—Cierra la boca.
—Uh, ¿tendrás una cita con alguien? — Yongbok preguntó, acercándose sigilosamente a los otros dos — ¿Y podemos saber con quien?
—No.
—Que aburrido — Wooyoung bufó —. Sólo espero que no sea el idiota de Mingi, si lo veo por aquí, le patearé las bolas.
Antes de que alguien más pudiera hablar, Taehyung los interrumpió.
—Oh, por favor, hazlo justo ahora.
Señaló en dirección a la entrada de la tienda, donde estaba aquel individuo caminando en su dirección. JiMin tragó con dificultad, no estaba listo para tener un enfrentamiento con Mingi frente a frente, es más, ni siquiera tenía pensado volver a verlo.
Sin embargo, parece ser que ese idiota tiene otros planes.
[ ♦️♣️♦️ ]
Hola, primer capítulo, espero que lo disfruten.
Debo confesarles que el YoonGi de este fanfic va a ser un poco loquito, cuando me ideé esta historia estaba escuchando Judas de Lady Gaga y sólo pude pensar en YoonGi como él judas de JiMin para este fanfic. So, espero que conforme pasen los capítulos les vaya gustando. 💖
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