Palabras
Un silencio sepulcral se había instalado entre los cinco. Ya que no podían creer lo que acababan de escuchar.
-¡Papa! - dijo feliz un pequeño Manjiro de apenas 1 año y meses señalando a Shinichiro.
El pelinegro de peinado raro estaba petrificado en su lugar ante lo que su hermanito había dicho.
Aunque no era el único….
-Maa-balbuceo un pequeño Kazutora en referencia a Kazukuma.-Paa- esta vez fue en referencia a Benkei.
-Apa- ese fue Haruchiyo con respecto a Wakasa.
-Ama-y esa fue Senju con respecto a Omi.
-Niños….- dice el señor Sano tratando de hacer que los cinco pre-adolescentes salieran de su shock causado por los bebés.
Mejor empecemos desde el inicio.
Shin, Omi, Waka, Kei y Kuma habían tenido que encargarse de una pandilla que los había intentado atacar.
Por lo que habían dejado a los bebés con el abuelo de Shin.
Normalmente los cinco cuidaban de los cuatro bebés las 24/7.
Shin porque sus padres prácticamente se borraron del mapa cuando Manjiro nació.
Los de Omi eran unos irresponsables que preferían ir de fiesta.
Kazukuma tenía a su padre trabajando en el exterior y su madre también trabajaba o se la pasaba ignorándola así que ella cuidaba de su hermano.
Y Keizo con Wakasa ayudaban cuando podían.
Y el señor Sano trabajaba para que sus nietos (los de sangre y los sentimentales) tuvieran un lugar donde estar y comida que comer por lo que no tenía de otra que dejar que Shin cuidara Manjiro.
Solo a veces se encargaba de los niños cuando su nieto y sus amigos tenían alguna reunión de pandilla, la escuela o una pelea.
Por lo que en resumen era así su rutina.
Entonces cuando los cinco llegaron al dojo Sano se llevaron la sorpresa de que sus hermanitos dijeron sus primeras palabras y no dirigidas a sus progenitores… Sino hacia ellos.
Y eso equivale al shock en el que estaban actualmente.
-No Tora.. Soy hermana no mamá- dice Kuma agarrado a su hermanito.
-Maa-vuelve a decir el pequeño feliz. Benkei se sumo a ayudar a su amiga y aclararle al tierno niño pequeño que ellos no eran sus padres.
-Wakasa ¿escuche mal o Senju intento decirme mamá? - dice Takeomi mirando a su hermanita con nerviosismo mientras ella le dirigía una mirada de pura inocencia.
Wakasa no contestó ya que estaba en el mismo estado por lo que le había dicho Haruchiyo.
-Papapapa- repetía Manjiro mientras alzaba sus manos hacia Shin para que lo cargara. El pelinegro se despertó de su shock y levantó a su hermano.
-Comenzaron a decir las palabras cuando se despertaron de su siesta y ustedes no estaban… - les aclara el anciano una vez que los pudo sentar a los cinco en la sala mientras los niños jugaban.
Los cinco no sabían qué hacer…. Con Shin podría pasar ya que solo eran él y su abuelo por lo que podrían corregir a Manjiro de forma tranquila.
Pero los otros tres…….
Benkei, Wakasa y Shin atinaron a abrazar a Takeomi y Kazukuma que habían comenzado a temblar en sus lugares al pensar en lo que harían sus padres si se enteraban.
Mansanko al ver el estado de los jóvenes decidió intervenir.
-¿Por qué no se van a lavar para comer algo? Deben estar cansados y todavía tienen que ir a la escuela mañana-les dice él para que por lo menos se puedan distraer.
Los cinco salieron de sus pensamientos y asintieron para luego hacer lo que el abuelo de Shin y Manjiro les había aconsejado.
Luego, mientras comían algo, vieron como sus hermanos menores jugaban tranquilos.
Tal vez lo que acaba de pasar cambiaría bastante las cosas pero por lo menos disfrutan de esos momentos de calidez.
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