pov's mihane

Nunca antes en mi vida había estado sola en un tren, mucho menos había viajado de una ciudad a otra por mi cuenta, me encontraba nerviosa mientras pasaba por los bagones buscando el mio. Cuando lo encontré éste ya estaba algo lleno, quedaban dos asientos vacíos, y en esos dos ya habían personas sentadas a los costados. En el primero habia un señor alrededor de los cuarenta, pelado y con barba sin cuidar observando la ventana, donde un grupo de estudiantes mujeres esperan su turno de subir. Definitivamente no, el otro no parecía tan malo, solo un hombre con gorra negra que observa su teléfono.

Resignada avancé con mi mochila hasta allá, soy timida, pero en estas situaciones no debo temer hablar o es posible que me traguen viva.

—D-Disculpe, ¿puedo sentarme? —pregunté.

El hombre de apariencia intimidante quedó congelado, bajó su móvil y subió su mirada; aquellos ojos llenos de brillos pero con expresión intimidante me hicieron abrir la boca para soltar un chillido lleno de sorpresa. Retrocedí anonada ante su presencia, ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Por qué Jeon Jungkook esta aquí?! ¡Él debería estar en su casa!

—¿Mihane? —exclamó, levantándose— ¿Qué haces aquí?

—Yo debería preguntar eso, voy a Seúl, estudiare ahí...

—Yo también. —sonrió— Supongo que estaremos juntos.

Me dejo pasar al lado de la ventanilla, pasé con rapidez sentándome algo nerviosa, dejé la mochila en mi regazo y espere a que él me imitara para voltear a verlo. Mantiene esa expresión feliz en su perfecto rostro, no pude evitar sonrojarme al recordar lo sucedido hace un tiempo. Parece que el destino no quiere dejar esto en la nada.

—¿Con quien estarás en Seúl?

—Con mi viejo y su familia, ¿Y tú?

—Mis abuelos. —volvió a asentir— Jungkook... —podía notar como esperaba cada palabra provenir de mi— ¿Qué sucedió cuando yo me fui?

—Supongo que te refieres a lo de JiMin —no pude negarlo—. Bueno, no paso nada realmente, él no esta bien mentalmente, y no me refiero a su sexualidad, sino a como miente y manipula para generar aceptación en otras personas, finge ser alguien más todo el tiempo. Prometí no decir nada de lo que sucedió, pero a cambio él debía desmentir a YunMi.

—¡Así que fuiste tú!

Hace una semana nos habia llegado un correo de la escuela disculpándose por el error cometido, pero no acepte volver, pues estaba feliz de irme.

—Sí, me despedí de mi madre y decidí volver a Seúl, supongo que Busan no es para mi.

—Ni para mi. —acepté— Pero no importa, hay miles de oportunidades en todo el mundo, que nos equivoquemos una vez no significa que en la próxima también nos vaya mal...

—Satsujinki, eres toda una filósofa. —rió.

—Y tú un bruto. —golpeé su antebrazo.

Nuestras risas inundaron el bagon, el tren arrancó y nosotros estuvimos todo el camino charlando.

Aunque Busan me había dejado malos recuerdos, en Seúl podía generar unos nuevos. Y al parecer Jungkook deseaba formar parte de ellos.