🍹 K Y U N G S O O+J O N G I N 🍹

[ ENERO 13 ]

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—Vas a sacarle un ojo a alguien con esa cosa.

Junmyeon está envuelto en una ridícula batamanta; echado en el sofá cubierto por un montón de cojines y con un tarro pequeño de helado en sus manos. Acaba de dejar a Yixing en el aeropuerto. Está haciendo un berrinche a su manera y criticar mi ropa es una.

—Déjalo en paz. Se ve lindo —me defiende Baek.

Un mes después e iniciado enero, estamos de nuevo en la misma situación. Baekhyun revoloteando de aquí para allá organizando otra fiesta sorpresa que denominó como "Kaisoo". Esta vez son dos de los amigos de Chanyeol. Cumplen con dos días de diferencia y, para ganar puntos con ellos se había ofrecido a ayudar.

No estábamos obligados a ir. No los conocemos a fondo ni nos hicimos cercanos, pero cuando me enteré que habría fiesta me ilusioné un poco. Jongdae ha rondado mi cabeza, sobre todo en las noches de quietud en mi cama. Es ridícula esta atracción física que tengo por él. Lo justifico con que hace mucho que no estoy en una relación y mi falta de cariño hace que me fije en él. Justo en él.

Me he estado comportando como idiota. Mis amigos lo han notado, pero no me han hecho caso. Traté de auto invitarme de todas las formas. Fui dejando pista sueltas y sutiles en el aire; "oh, estoy tan cansado del trabajo", "oh, me gustaría salir y despejarme un poco", "oh rayos, quiero tomar hasta emborracharme". 

Nada surgió efecto. 

Así que llegado el día simplemente me alisté y le dije a Baekhyun que iba con él. Se sorprendió, pero con una sonrisa amplia me dijo "pasan a recogernos en veinte minutos".

—Pero, ¿no crees que está exagerando un poco?

Junmyeon tiene razón, sí, la ropa que me puse no deja nada a la imaginación. Pero esa es la idea, llamar la atención, la atención de Jongdae. Tal vez si estoy exagerando, no es usualmente mi estilo, pero qué más da.

Decidí desempolvar ese pantalón de cuero –regalo de Baekhyun– que nunca estrené. Me marca todo, si de nuevo, pero es otra exageración decir que le sacaré un ojo a alguien. Saco provecho de mi cuerpo, para eso me mato en el gimnasio; lo combiné con una camisa abotonada hasta la mitad de mi tronco. La adorné con una cadena que me da otro toque añadido de "lujuria"; con el cabello me demoré bastante, pero pude darle el efecto humedecido que quería, no importa que mi color castaño se vea más oscuro

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El lugar tiene un estilo hippie festivalero. Vigas de madera en el techo dejan ver el cielo con pocas estrellas, las luces tenues apenas alumbran tres metros adelante. Nuestra "mesa" es una pequeña sala improvisada con sofás rústicos y bancos redondos de madera. Sehun descansa ahí sus pies mientras tenemos una breve charla. Voy por el cuarto shot de soju. 

Estoy nervioso. 

Me tiemblan las manos a penas lo veo entrar. Kyungsoo y Jongin tienen los ojos vendados, Jongdae los guía con cuidado. Caminan como pisando huevos, manotean en el aire al sentir como tiramos confeti y bombas sobre ellos. Sonríen tímidamente mientras reciben abrazos de oso de sus amigos. 

Se ve que son muy unidos.

Jongdae, que ha sido el responsable de traerlos engañados, brinca a su alrededor por la emoción. Está eufórico, alegre, con una sonrisa genuina en la cara. Es otra persona. Creo que está un poco tomado y lo confirmo cuando me ve. No tardó nada en notarme. Se queda quieto. Enseguida me escanea. Devora cada centímetro de mi cuerpo con su mirada haciéndome sentir desnudo y un poco intimidado. Mueve sus ojos en un camino lento de abajo hacia arriba, se detiene un poco en la mitad. 

Una sonrisa coqueta se forma en sus labios de manera descarada; me deja sorprendido y desarmado.

—Hola, Minseok.

Él se acuerda de mi nombre y de repente me siento importante. Mi plan se fue al carajo, si es que pude idear uno. Llamé su atención más rápido de lo creí. Roza mis manos, las entrelaza, así me paraliza. 

No se parece en nada al Jongdae que recordaba.

—No sabía que estabas invitado.

—Y-yo tampoco.

Soy el rey de las respuestas estúpidas. Se ríe. Apreta mi mano, me da un beso esquinero.

—¡Hora de las fotos! Rápido. Antes de que todos se emborrachen —a lo lejos escucho como Baek interrumpe, esto.

Esto especial.

Mi piel hormiguea, siento la cara caliente. Que mis manos suden es lo más inoportuno que podría pasar ahora. Jongdae me jala, me hace acomodarme a su lado. No creí conveniente aparecer en la foto, pero él no me suelta, me abraza, aprovecha la ocasión para tocarme.

https://youtu.be/mMfxI3r_LyA

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Hablé un rato con Kyungsoo y Jongin. Me disculpé por colarme en su fiesta, pero no les importó. Ahora que conozco su versión sobria me parecen buenos chicos.

Mis ilusiones de que pasara algo con Jongdae bajaron tan rápido como subieron. Volví a quedarme solo y aburrido. Estoy sembrado en este sofá con mi amigo soju en la mano. Perdí a Jongdae de vista hace rato y me arrepiento por haberle hecho caso a mis impulsos de nuevo: haber venido fue un error. Dejo la botella en la mesa, me levanto para irme. No intento despedirme de nadie y nadie tampoco se daría cuenta si me voy.

Apenas doy dos pasos oigo su voz ronca susurrar en mi oreja: —¿Quieres que bailemos?

Sin dejar que responda simplemente me guía. Como si estuviera hipnotizado, me dejo llevar. Estoy a la expectativa de lo que va a hacer conmigo.

—Hueles delicioso, Minseok.

Mi nombre en sus labios se ve suave, lo dice lento mientras estos se separan y se pegan con delicadeza.

Las luces verdes y fucsias disimulan mi rubor. Jongdae está a pocos centímetros, huele delicioso también; una mezcla entre alcohol de naranja y menta. Estoy en blanco, demasiado nervioso para articular palabra. Me tardo en responder.

—No más que tú.

Está peligrosamente cerca de mi cadera, sus manos en mi cintura. Soy un libro abierto, mi cara de confusión lo divierte. Roza mis labios. Mi respuesta como el imbécil que soy, es quedarme quieto.

—¿Sabrás igual?

Despabilo, lo sigo en un beso lento, dulce. La mano que empieza a acariciar mi entrepierna me sobresalta. Se burla de nuevo, pero esta vez en mis labios. Estiro mi mano, también lo toco, me dejo llevar, me dejo llevar a donde quiera.

Se separa.

—No. Definitivamente sabes mejor...

Protagonizamos una escena a la que nadie pone atención. Tenemos las manos dentro del pantalón del otro, nos masturbamos mutuamente: estoy tocando a Jongdae. De mis labios pasa a mi mandíbula sin dejar de sujetarme. Sigue derecho hacia mi cuello. Cada susurro suyo me deja solo con el aire suficiente para jadear. Alargo mi brazo libre hacia su espalda. Necesito pegarlo más. Necesito sentir si su pecho está bombeando tan fuerte como el mío.

—Jongdae... —suspiro.

Lo puedo escuchar gemir cada vez más fuerte. Me muerde, la música ensordece, pero él me muerde para callar. Lo siento cada vez más duro en mi mano, está húmedo, sé que me está sintiendo también. Sujeto su nuca y lo devuelvo a mi boca. Lo apreto, voy más rápido, dios, está haciendo magia allá abajo. Beso con fuerza, empuño su cabello, jalo más fuerte para meter mi lengua.

Decide ayudarse con su otra mano, las dos me jalan más fuerte.

Me voy a correr, intento alejarme, pero no me deja.

—Juntos, Min... seok...

Enun acto poco realista, sincronizamos y logramos corrernos al tiempo. La canción que suena esconde nuestros gemidos. Las luces parpadean y tengo una imagen intermitente de Jongdae blanqueando los ojos. Es hermoso.

Descansa su frente en la mía.

—Me alegra... que te hallan invitado, Minseok...

—Me alegra también... —haberme auto invitado. Lo suelto, sin querer hacerlo.

Nos separamos para ir al baño por turnos. No queremos "levantar sospechas". Lo hicimos enfrente de todos, no nos importó; pero ahora que los sentidos han vuelto a su lugar recuerdo que es mejor ser prudentes.

Lo espero recargado en una columna cerca de la barra. La sonrisa en mi rostro es signo de lo feliz –satisfecho– que estoy. Necesito conocerlo más, quiero saber todo de él; pero recuerdo cierto inconveniente que daña todo. El hombre que acaba de venirse en mi mano tiene novio.

¿Debería sentirme mal? 

Ese pobre diablo debe estar cómodo en su casa pensando en que Jongdae se está portando bien. El remordimiento es momentáneo. Es obvio que no se quieren y, no es mi problema tampoco. Jongdae está aquí, conmigo.

—Te estas divirtiendo, ¿eh?

Baekhyun me abraza y me canta una pregunta burlona. Sí, si me estoy divirtiendo, pero no respondo, tampoco hace falta, mi cara sigue diciéndolo todo.

Para mi mala suerte no se me despega en lo queda de fiesta. Jongdae me mira, entiende, Baek se ve triste. No pregunto y lo acompaño en su silencio. De la nada me da una catedra sobre cocteles, habla pendejadas, no le presto atención. Busco a Chanyeol para que se lo lleve, pero no lo veo por ningún lado.

Jongdae brilla a lo lejos, me sonríe a la distancia. Lo sigo sintiendo. Toma un coctel tropical que se desliza por su garganta. Las personas que se cruzan entre nosotros no son impedimento para que pueda seguirlo con detalle. 

Besa esa copa, yo quiero acercarme.

—¿Nos podemos ir ya?... por favor.

No tengo más remedio que aceptar. Es mi amigo, tenemos un lema, "llegamos juntos y nos vamos juntos": rara vez lo cumple. Me despido rápido de los que alcanzo a ver, Baek ni siquiera quiere volver a la mesa, ha corrido a la calle a parar un taxi.

Jongdae viene hacia mí. Sujeta mi cara y me da un último beso aprovechando los minutos que quedan de oscuridad.

—Piensa en mí, Minseok...

Hago lo posible por quedarme con su olor, y salgo. El taxi pita desesperado afuera.

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—Al menos él sí se divirtió.

Baekhyun por fin se decide a romper el silencio y comienza a hablar. 

Está recostado en mi hombro. El taxi de vuelta a casa nos trajo en menos de quince minutos. Tomamos una última cerveza en la sala antes de ir dormir.

—¿A quién te refieres?

Suspira triste.

—Como te abras dado cuenta... Jongdae llegó prendido la fiesta —asiento, obvio que lo noté—. Recién terminó con su novio y, a diferencia de mí... —se quiebra un poco su voz— ...que también acabo de quedarme soltero. A él no se le nota ni una pizca de tristeza... ¿Cómo hace?

Lo abrazo, doy unas palmadas de aliento en su espalda. No me preocupa, sé que es pasajero.

—Baek, las cosas se van a arreglar. Ustedes se quieren. Dale tiempo.

Está soltero.

No pude dormir. 

¿Me usaron? 

Estoy feliz por la noticia. No engañamos a nadie, el camino está libre, pero la duda queda en el aire. No creo que él haya sido capaz de usarme de esa manera. Ahora entiendo su cambio de actitud.

Aprovecho que Baek está distraído haciendo aseo –según él, está limpiado las malas energías que dejó Chanyeol–. Tomo prestado su celular, necesito sacar el número de Jongdae antes de que en uno de sus arrebatos borre todos los contactos relacionados su ex. Y en efecto así fue. Lo comprobé más tarde.

Estando a solas en mi cuarto le mando un texto a Jongdae. Algo básico, lo invito a salir. Escojo bien mis palabras, de ninguna manera puedo sonar desesperado. No tarda más de un minuto en ver el mensaje. Dos chulos azules nunca me habían emocionado tanto. Dejo el celular sobre la cama. Camino de un lado a otro. ¿Por qué se está tardando? ¿Habré sido muy seco, muy empalagoso? 

Estaba por escribirle algo más, cuando mi número fue bloqueado.