Capitulo 2: Coraje y Valor
Ha pasado un largo tiempo desde los acontecimientos con el villano de lodo, desde ese día, nuestro protagonista se ha puesto demasiado reflexivo, pues el acto de aquel joven de cabello verde lo sacó de su tranze en aquel momento... Coraje y Valor, eran las palabras que se le venían a la cabeza tras aquella demostración de heroísmo, a pesar de haber sido un estudiante, demostró tener más agallas que cualquier otro héroe presente en aquel momento
¿Te encuentras bien? -Pregunto el azabache, realmente le preocupaba la actitud de su amigo en estos últimos meses-
Si, es solo que... me sorprende lo rápido que ha pasado el tiempo... no nos queda mucho, el fin del curso esta cada vez más cerca, y todos ya hemos decido a donde ir, es triste, pero ya siento que los extraño... -Comento el albino quien miraba al grupo-
Odio decirlo, pero... ¡YO TAMBIÉN SIENTO QUE LOS EXTRAÑO! -Exclamó la peliazul mientras soltaba un mar de lágrimas dentro del salon-
¡AAH, NO LLORES! -Exclamó el Castaño quien lloraba igualmente-
C-chicos, por favor, aun no nos hemos ido, por favor, mantengan la cor- -Vocifero pero fue interrumpido ahora por el llanto del enano- ¿Ahora tu, Tsunoda?
L-lo siento, p-p-pero sabes -hip- que soy muy sensible cuando ellos lloran -Exclamó mientras lloraba, aunque este último lo hacía en menor medida-
... (Bien hecho MinJoon...) -Se dijo a si mismo dentro de su cabeza-
Luego de esa melodrama innecesario en la escuela, el grupo volvió a su respectivo hogar, a excepción de nuestro protagonista, quien se encontraba en un pequeño bosque a la distancia para entrenar un poco
Bien... hagamos esto una vez más... -Dijo el albino mientras relajaba sus músculos, luego de eso, inclinaría su cuerpo hacia adelante en posición de carrera, para que de un pestañaso saliera corriendo, esquivando los árboles y las irregularidades del terreno para eliminar esas minúsculas imperfecciones en terrenos de tierra y bacheados- ¡Bien!... eso fueron... 34 segundos y bajando -Exclamó el albino tras haberle dado una vuelta al pequeño bosque- supongo que es un récord... creo -Menciono algo indiferente- (Será mejor que regrese a casa, ya se me hace tarde, mañana entrenaremos lo "otro") -Penso, seguidamente tomaría sus cosas para partir a su hogar-
Luego de ese pequeño entrenamiento, el chico regreso con normalidad a su hogar. Realmente, seguía pensando en aquel peliverde, quien lo habría motivado a superarse de alguna manera. El día siguiente transcurrió con normalidad, como todos los días, luego de la escuela volvería a aquel pequeño bosque, esta vez para entrenar su segundo Don
Bien... hagamoslo... (Por favor, préstame tu poder) -Dijo mientras estiraba su brazo derecho al frente, tomo un leve respiro, relajando su cuerpo y mente todo lo posible para generar pequeñas chispas oscuras que salían de la palma de su mano, siguió tratando con relativa calma, hasta que logró generar un guadaña hecha de sombras y pequeños rayos oscuros, el albino sonrió satisfecho, pero poco a poco iba perdiendo el control de su Don. Esto lo asusto un poco, y tan rápido como le fue posible, cerró su mano, agarro su muñeca derecha con su mano libre para tratar de controlarse pues había vuelto a fallar, tomo un respiro mientras se sentaba sobre una roca, pensativo, el albino se preguntaba que es lo que hacía mal, pero una voz resonó en su cabeza-
Otra vez fallaste.... -Expuso la conciencia tras presenciar su fallida práctica-
No lo entiendo, llevo años tratando de domarlo, pero siempre que lo hago se descontrola... -Dijo decepcionado-
Ya te lo había dicho, los instintos asesinos no te lo permitirán hasta que los reprimas por el sentimiento de Paz -Comentó nuevamente su conciencia remarcando su debilidad- tienes un corazón muy debil, hasta que no lo fortalezcas, la guadaña te consumirá en el deseo de la Muerte... descansa por hoy, ya has hecho suficiente -Dijo para finalmente, desaparecer en lo más profundo de la mente del chico-
MinJoon se había puesto a reflexionar esas palabras, un "corazón débil", una frase digna de un acertijo, simplemente le traería un leve dolor de cabeza preguntándose que debía hacer para fortalecerlo, no habían muchas cosas que el deseara proteger, aparte de su padre y sus amigos. Ya algo más calmado, tomaría sus cosas para irse a su casa, pues el clima amenazaba con que lloveria dentro de poco. Mientras caminaba entre las calles, seguía pensando en una manera de dominar su Don, pero una pequeña riña dentro de un callejón lo sacó de sus pensamientos
¡Porfavor, déjame ir! -Exclamó una rubia y hermosa señorita de unos 20 años aproximadamente, la joven estaba siendo acosada por un par de maleantes, el primero parecía ser un hombre tipo puercoespin, pues de su cuerpo resaltaban largas y grandes púas al igual que su cabello, mientras que el otro parecía ser un tipo alto y "normal"- ¡Porfavor, basta! -Grito tratando de liberarse de las manos de los malechores-
Eeh... Que ocurre, ¿Acaso no te gusta? -Exclamó el tipo de las púas mientras intentaba manosearla-
No te molestará que ponga mi mano por aquí, ¿no? -Pregunto el otro tipo en un tono lúcido mientras desendia su mano por el abdomen de la chica-
¡Basta, suéltame! -Grito la rubia liberándose de los dos, pero fue agarrada del vestido con violencia-
¡Perra idiota, a donde crees que vas! -Exclamó el tipo de las púas tras darle una cachetada la chica, luego de eso, levantó su mirada viendo al albino, quien había presenciado toda la escena- Eeh... ¿Y tu que miras idiota? Acaso quieres que te mate? -Exclamó amenazante tras elevar sus púas listo para el ataque-
¡AYUDA! -Grito la rubia desesperada-
¡CALLATE PERRA DE MIERDA! -Exclamo aún más molesto-
El albino estaba Shokeado, pues el era testigo de la repugnante situación que yacía delante de el, cualquiera correría y abandonaría a la chica si no fuera un héroe, pero el deseaba ser uno, debía ayudarla, debía actuar, debía demostrar que no era débil, que era lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier tipo de problemas
Ghk... ¡Oigan ustedes! -Exclamo el albino a los maleantes mientras se les acercaba intimidante a paso lento tras la presencia de las gotas de agua que empezaban a caer a un ritmo acelerado- ¡Ya déjenla en paz!
¡IDIOTA, NO TE METAS! -Exclamo el hombre puercoespin lanzando un montón de púas al joven, las cuales fueron esquivadas por el albino gracias a su Don de movilidad- ¡QUEDATE QUIETO! -Grito mientras lanzaba más púas-
El albino logró esquivar varias de las púas, pero esto no significaba que saliera ileso, pues algunas púas habian lograban rozarlo, pues su habilidad estaba perdiendo potencia con cada segundo que pasaba, en el momento en el que se despisto el hombre puercoespin, MinJoon logró conectarle un fuerte golpe en el abdomen, desconcertando al hombre de las púas
¿¡QUE!? -Exclamo sorprendido y alterado por la potencia del albino, quien lo remato de una patada al cuello dejándolo inconsciente-
¡Idiota, pagaras! -Exclamo su compañero, quien tocó una tubería de agua que tenía cerca, convirtiéndola en una filosa espada- ¡Te mataré y te dare de comer a los leones! -Grito optimista, pensó que al no tener un arma se le haría más fácil ganar su batalla, grave error-
Quiero ver que lo intentes... -Dijo intimidante, extendiendo nuevamente su brazo, genero su guadaña de sombras- (S-si quiero proteger a las personas, debo aprender... a controlar por mi propia voluntad este poder) -Penso, mientras que sus ojos rojos brillaban intensamente, sin pensarlo dos veces se lanzó ferozmente contra el sujeto, al cual le dio una gran cortada horizontal en su torso que iba de su hombro izquierdo hasta la parte inferior del abdomen derecho. A pesar de haber sido una gran herida, el sujeto se mantuvo de pie, pero no por mucho, pues el albino también lo remato de una patada al cuello, dejándolo tirado alado de su compañero-
La chica estaba asombrada y estupefacta ante tal demostración, viendo en el suelo los cuerpos de sus acosadores inconscientes levantó su mirada para agradecerle a su salvador, pero grande fue su sorpresa al ver que ya no estaba aquel albino de ojos rojos. En otra parte, más alejado de aquel callejón se veía a nuestro protagonista correr bajo la lluvia, rápidamente se metió en otro callejón algo desesperado, puso su mano izquierda en su muñeca derecha
Mierda... -Dijo mientras respiraba algo agitado- Lo hize... logré usarlo, ¿no?... -Se preguntaba a si mismo, realmente estaba emocionado de haber logrado mantener la cordura por un pequeño lapso de tiempo-
Aunque hayas logrado domarlo por un momento, necesitarás seguir fortaleciendo tu corazón, aun hay trabajo por hacer, vete a casa, antes de que nos de un resfriado -Dijo el subconsciente-
Luego de esa pequeña riña, el albino había llegado a su hogar, completamente empapado
¡Ya llegué! -Dijo el albino tras dejar sus zapatos en el estantería, sin recibir alguna respuesta, se adentro más en su hogar logrando divisar una carta sobre el comedor que decía lo siguiente: "MinJoon, no creo poder llegar temprano a casa, me quedaré haciendo horas extras en el trabajo, si tienes hambre, te dejo algo de dinero para que pidas algo de comer o de cenar, te veo mañana, te quiere, tu padre"- ... Papá... -fue lo último que dijo para tomar el dinero y el teléfono de la casa, una hora más tarde de haber cenado, el albino se ducho y alistó sus cosas para el día siguiente, pero antes de ir a dormir, se cercioro de hacer sus deberes como de costumbre-
Al día siguiente, el albino se encontraba en el colegio como de costumbre, en su cabeza se preguntaba si aquellos tipos ya habrían sido capturados, si aquella chica habría escapado ilesa, y si realmente, ya había descubierto lo que necesitaba para poder domar su Don, pero mientras más se perdía en su cabeza, más se perdía en la clase
Joven MinJoon -Vocifero su maestro llamando la atención del Albino- ¿Podría decirnos cuál es el resultado de esta Factorizacion?
¿Ah? Es, uh... umm... -Dijo pensándolo bastante-
Es 12, maestro -Respondió el enano-
Correcto, Yuki -Dijo el hombre-
Luego de ese incómodo momento, nuestro protagonista volvía a casa acompañado de sus amigos
¿Estas seguro de que estas bien? Has estado muy distraído tratando de controlar tu Don, ¿no es así? -Pregunto el azabache- Realmente todos tratamos de fortalecernos para el día de los exámenes de admisión, pero tu eres el que se ha exigido de más
Lo siento, realmente estoy muy emocionado y escéptico de lo que pueda llegar a pasar en el examen, debo estar listo para cuando ese día llegué... agradezco que se preocupen mi... -Comento el albino-
Esta bien, lo sabemos, no necesitas decir nada más, vamos a esforzarnos al máximo para entrar a la UA -Dijo el castaño mientras alzaba su puño derecho a la altura de su mandíbula-
Claro que si, se que lo haran -Contesto la peliazul sonriente-
Se que lo he dicho ya muchas veces, pero realmente ya los extraño, gracias por haber estado conmigo este último año de secundaria -Comento el albino mirando a sus compañeros con una sonrisa-
A pesar de todas las amistades hechas durante la temporada de la secundaria, era evidente que aquel día llegaría, cuando fuera el momento de decir "adiós" a una etapa y saludar con un "hola" a un nuevo capítulo de la vida
¡Podrán despedirse todo lo que quieran al acabar el año, pero la tienda cierra en quince minutos! -Exclamó el enano tras salir corriendo a una tienda cercana-
¿Ah? ¡espérame! -Grito la peliazul detrás del enano-
Vamos, se nos hace tarde -Comento el azabache mientras seguía caminando en la misma dirección en la que se fueron los dos-
Luego de algunas compras, nuestro albino favorito habría llegado a su hogar con algunas bolsas llenas de comida y otras cosas
¡Ya llegué! -Exclamó el albino dejando sus zapatos en la misma repisa de siempre, adentrándose en la casa pudo ver a su padre acostado en el sofá tomado nuevamente-
Ah, Jojo, bienvenido, eh... hay comida en la cocina por si quieres cenar algo, yo luego limpio el desastre, hijo -Dijo su padre con una voz ronca y algo tomado-
Okei... -Dijo el albino con una leve decepción, nuevamente volvería a su habitación para asearse y cenar algo- Siento que olvido algo... -Dijo el albino mientras llevaba su lápiz a la boca, tratando de recordar algo, aunque al final se le volvió a olvidar que era lo que lo tenía inquieto- Meh..
-Respondió sin darle mucha vuelta al asunto-
Luego de hacer su tarea, el peliblanco se recostó sobre su cómoda cama, se quedó mirando el techo de su habitación mientras todavía pensaba en cómo domar no sólo su Don, si no también, fortalecer su corazón, era una situación confusa para el, pero estaba seguro de que ya encontraría una respuesta a sus problemas tarde o temprano
Por ahora, es hora de dormir... mañana será otro día... -Dijo para seguidamente, cerrar sus ojos y caer dormido-
Fin del capítulo...
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