El pequeño grupo de Joseph conformado por Alexander y Rohan seguían su camino, donde la foto tomada gracias a Hermit Purple les revelaba su destino. Joseph dudaba del plan de Jotaro, al haber perdido su ventaja numérica, pero sabía que les vendría mejor conseguir la ayuda del grupo de Giorno. Rohan por su parte se percató que el vampiro controlado por su stand no volvía, indicado que algo ocurrió con el grupo de Koichi, una amarga preocupación se colgaba sobre sí.

—Deberíamos volver por los demás, creo que podrían necesitar nuestra ayuda — declaro el preocupado mangaka quien no dudo en mostrar su preocupación por su amigo.

—No, nuestro destino ya está cercas — le detuvo Alexander, quien sabía que debía detener a Hillel aún sabiendo que el costo podría ser alto.

—¡Pero..!

—El tiene razón, no somos los únicos aquí, es mejor apurarnos — el joven Joseph apoyo la decisión de Alexander a sabiendas lo que esto significaba, una elección que le calaba hasta los huesos.

Resignado Kishibe los siguió llegando a un camino sin salida, donde una gran cantidad de rocas se interponían en su camino. Sin dudas era el destino final del grupo, Joseph verifico con la imagen dada por su stand, pudiendo notar la flor blanca que salía en la foto, solo un detalle alarmó al experimentado guerrero, la planta estaba manchada de sangre en el futuro.

—Si, es aquí — confirmo el Jojo sintiendo el gélido respiro de la muerte rondando por su nuca.

—Si aquí será el lugar de su eterno descanso — anuncio un extraño, quien estaba en la cima del peñasco, este era Hillel, quien bajaba caminando la pendiente de manera antinatural, caminaba yendo contra las reglas de la gravedad, en vertical y sin serle necesario algún tipo de esfuerzo dejándoles en claro que ahora era un vampiro.

—¡Tú..! — esbozo Alexander quien aún no sabía que decir o hacer para volver a estar con su amigo, un nudo en la garganta le hizo callar todo lo que el intentaba expresar.

—Es bueno verte Alex, necesito de tu poder para traer al señor Kars — miro a los dos hombres que lo acompañaban, no como enemigos sino como meros extraños — ustedes ya pueden irse, no son requeridos.

—¡Alexander tendrás que usar a Fluorescent Adolescent para traer de vuelta a tu amigo! Se que será algo difícil pero.. — se detuvo al ver la expresión de Alex al siquiera pensar en usar su stand en quien fue su amigo.

—Si lo uso él.. — no quería terminar la oración, temía que de tan solo decirlo se haría realidad, ciertamente algo impensable para este hombre, su voluntad flaqueaba.

—Si no lo usas el será ese monstruo que tienes delante — contesto Rohan en un intento por volver a levantar la voluntad del acompañante de Joseph — no creo que desees verlo en ese estado.

—Lo se, pero no creo ser lo suficiente fuerte para hacerlo — se lamentaba el hombre, quien temblaba ante su incapacidad,vpero se le vino una idea a la mente.

Hillel golpeo el acandilado provocando una avalancha sobre sus adversarios, Joseph libero a Hermit Purple, quien se vio envuelto por el hamon, con ello tomo un par de arboles y los uso para protegerlos de la caída de rocas, Rohan y Alexander se quedaron detrás del maestro de hamon, el grupo intentaba apoyarlo sosteniéndolo al ver cómo se exigía y parecía que cedería, su torso parecía que se partiría en dos ante el esfuerzo casi sobrehumano, su cuerpo temblaba ante el peso de la naturaleza.

—¡Vamos usted puede! ¡Use todo lo que tiene! ¡Contamos con usted! — le apoyaban ambos quienes sostenían su espalda.

Los árboles resistieron al derrumbe, a costa de la resistencia del hombre, quien cayó exhausto, pero Hillel apareció sobre un cráneo de un dinosaurio, el fósil fue revelado gracias a la acción del vampiro, se trataba de un T-Rex, los tres usuarios de stands quedaron pálidos al ver los restos de la criatura extinta. Otherside apareció tocando a la bestia, está desapareció para luego reaparecer viva, el dinosaurio se trepó sobre los escombros acechando a sus víctimas.

—¡Oh My God! ¡Esto parece el parque jurásico! — vociferaba Joseph atemorizado, su cuerpo le pedía correr pero sus músculos estaban en las últimas.

El enorme hocico del reptil se aproximó dispuesto a devorar a las presas, todos se separaron para evitar ser comidos por la enorme criatura, el T-Rex atacó con su cola a Rohan derribándolo en el acto, se estrelló contra un árbol de forma estrepitosa, sin dudas el crujido producido ante el choque indicaba que su cuerpo se rompió. Hillel disfrutaba del espectáculo fortuito.


Jotaro se encontró con Kakyoin, este esperaba al hombre del gorro negro con estrella, Kujo parecía dispuesto a entender sus dudas antes de confrontarlo, lo necesitaba para conseguir la fortaleza para enfrentarse al hombre con la apariencia de uno de sus amigos.

—Tu me conociste en tu mundo ¿Cierto? No solo a mi, incluso mi familia — este estaba muy seguro de esto por su comportamiento, incluso mostrando un genuino aprecio por Jotaro en ciertas ocasiones — ¡Como es posible que el Kakyoin Noriaki hiciera todo esté caos! ¡Dime por qué!

—Si, yo los conocía, a ti, tu familia solía dominar medio mundo, hasta que los descendentes de Dio Brando atacaron con el poder de la flecha. Giorno Brando Giovanna con el dominio del Requiem acabo contigo, apenas pude salvarme gracias a ti — le explicaba el hombre pelirrojo, quien retuvo las fuerzas de la mafia del hombre pelidorado otorgándole la oportunidad de escapar al estar herido en medio del campo de batalla — fui traído gracias a Otherside a este mundo, donde todo lo que conocí fue cruelmente torcido. Dónde mi mejor amigo vivía, pero no era el mismo, está cruel existencia se atormentaba seguido de un atosigante amor familiar, hasta que me di cuenta, este mundo no conocía al verdadero Jotaro Kujo, ni a la despiadada familia Joestar, pero había alguien lo más cercano a mi mundo. Kars.

El pelirrojo parecía poder verle frente a él y sus manos deseaban recibirlo, una entrega peligrosa, eso pudo reconocer Jotaro.

—Habías podido llevar una vida tranquila — respondió molesto al cubrir parte de su rostro al mover su gorra queriendo evitar verle — incluso seguir con nosotros, podías adaptarte y aceptar esta vida.

—Pero tu no eres mi amigo, tu no eres el Jotaro Kujo de dónde vengo, aún pese que suenes como él, camines igual y poseas su stand — concluyó Kakyoin resignado a esta cruel verdad — tampoco yo soy el Kakyoin que vivo grandes aventuras a tu lado. Pero por eso no te mate antes, esto es algo que si podía evitar lo haría como muestra de respeto de quien eras en mi mundo.

—Es una pena.

—Si, pero ambos lo sabíamos.

Ambos stands aparecieron frente a sus maestros, un momento de quietud se dio como última muestra de respeto, una calma antes de la tormenta, un último vistazo al otro no como enemigos o meros desconocidos sino como los amigos que alguna vez fueron para el otro, un último instante para sentir pena por tener que librar una contienda a muerte; tras esto se dio por iniciando un salvaje intercambio de golpes, los fugaces puñetazos que destrozaban todo objeto que impactaran en su mayoría eran parados al conectar contra el otro generando una onda de choque que retrocedía toda piedra, polvo y hoja que volará por la zona, ambos usuarios de stand mantenían la vista en sus espíritus quienes no paraban de atacar bajo su propio grito de batalla, el vampiro pelirrojo estaba dispuesto a llegar a las últimas con tal de conseguir su meta.

Hierophant Green disparo su emerald splash, pero Star Platinum no retrocedió, siguiendo golpeándolo con su grito de batalla, conociendo que su objetivo era Jotaro, siendo la manera más rápida de terminar el combate. Consiguiendo repeler las esmeraldas disparadas a gran velocidad, los brazos de Lujo se vieron heridos por tomar una medida ofensiva contra el tremendo ataque.

—¡Desaparece de mi visita! — los hilos resultantes de la nueva habilidad de Hierophant Green aparecieron sobre el cuerpo de Jotaro — ¡Muere!

El Jojo había sido testigo de como empleada su técnica con Okuyasu y una vez fijado parecía inútil liberarse, dejándole con un solo camino.

—Lo siendo abuelo.  Y también perdóname Jolyne — se decía a sí mismo por lo que debía hacer.

Continuará…