Soda Stereo y Sui Generis

Cerati sacó la estrella plateada de su ropero. El objeto brillaba como si estuviera en el firmamento. Tan lejos del mundo como el sol.

Se subió la manga de su uniforme, dejando desnudo su fornido brazo. Cerati estaba nervioso. No sabía qué clase de habilidad obtendría. Lo único certero era que sufriría un dolor enorme al clavarse la punta de la estrella en su brazo.

—JoJo, si se queda pegada a mi brazo, te pido que me ayudes a sacarlo, ¿está claro?

—Está claro.

—Bueno, ahí vamos.

Acercó la punta de la estrella a su brazo y luego la levantó. Sus labios estaba presionados el uno con el otro presintiendo el dolor. Bajó la estrella hasta su brazo y luego la levantó, otra vez.

—¿Qué pasa Cerati? —preguntó JoJo.

—E-Es que... Ah. —Resopló—. Sé que esto será doloroso. Vi cuando ese bandido fue clavado con esta cosa, su rostro mostraba un dolor indescriptible.

—Tal vez no sea buena idea hacerlo, Cerati —dijo JoJo, con un tono amable.

—No. Debe ser ahora... ¡Ahora! —Se clavó la estrella en su brazo con una determinación de acero—. ¡Aaaaaaahh! ¡Por la conch...! ¡Aaaaahhhh! —La sangre no tardó en salir, manchó la estrella y el suelo de madera. Cerati intentó sacar la estrella pero no pudo.

Es ahí que JoJo dio un paso y extendió su brazo para sacar la estrella pero tampoco pudo.

—¡No puedo Cerati!

—¡Aaaahhh! Dejá de moverlo. Siento que jalas la carne de mi brazo.

—¡Tengo una idea! —JoJo cerró los ojos y su espíritu salió detrás suyo—. Espíritu... Eh... Quítale la estrella a Cerati.

El espíritu de JoJo se adelantó a Cerati, quien estaba en el suelo con los ojos blancos por el dolor. El ente se acercó al brazo de Cerati y de un jalón, sacó la estrella. Un poco de sangre salpicó por todos lados.

El ente de JoJo desapareció y la estrella cayó al suelo.

—¡Cerati! ¿Estás bien? —Se acercó al desfallecido joven mientras este recuperaba el conocimiento.

—JoJo... Estoy vivo... ¡Estoy vivo! —Levantó los brazos y soltó varias carcajadas. Pero empezó a tener espasmos en la garganta.

—¡Cerati!

—Jo... Jo... —Recordó que lo mismo le había pasado a Sandro y se sintió mal al ver que también tendría un huevo—. ¡Gojhh! ¡Gojhh! —Sintió que una presión enorme se formaba en su garganta. Se agarró del cuello y esperó su final. Pero, al hacer presión sobre su cuello, lo que sentía se disipó al disparar agua a chorros de su boca.

El agua cayó sobre JoJo, empujándolo a un metro detrás.

—P-Perdón JoJo... —escupió el agua que había en su boca y tomó aire—. No pensé que fuera agua. Creía que botaría un huevo como Sandro.

—Descuida Cerati. Al menos estás vivo. —Le ofreció la mano y lo ayudó a ponerse de pie.

—Escuché que invocaste a tu espíritu. Hazlo. Quiero verlo —dijo Cerati, entusiasmado.

—Está bien. ¡Espíritu, aparece! —El ente apareció detrás de JoJo. Tenía la piel de color azul. Con hombreras amarillas y ojos negros. En su pecho habían líneas blancas que surcaban todo el cuerpo. Era delgado y hacía una pose con la cabeza ligeramente hacia atrás, su brazo derecho sobre su cabeza y su brazo izquierdo en su pecho.

—Es... Es.. Es bastante extraño. En verdad, todo lo que me ha pasado hasta ahora ha sido muy surrealista. ¿Por qué no llamas así a tu espíritu? —dijo Cerati.

—¿Cómo? —preguntó JoJo.

Sui Generis. Describe muy bien a tu espíritu.

Sui Generis. Es un nombre interesante. —El espíritu de JoJo se desvaneció.

—Mi turno. Pero antes. ¿Cómo debería llamarlo? Ya sé... ¡Soda Stereo! ¡Te invoco! —La espalda de Cerati empezó a humedecerse hasta que una gran porción de agua salió de ahí—. ¿Qué pasa?—El agua que salía de la espalda de Cerati formó un gran charco en el piso de madera.

—¿Tu espíritu es el agua? —preguntó JoJo, ingenuamente.

—No lo sé —dijo Cerati, enfurecido.

Ambos vieron como el agua empezaba a moverse de manera extraña y comenzó a solidificarse formando un cuerpo que se levantaba hasta estar a la altura de Cerati.

El agua se solidificó y apareció el espíritu de Cerati. Tenía el cuerpo celeste. Sus ojos eran completamente negros y sus mejillas eran verdes. Tenías las mismas chapas doradas del uniforme de Cerati en ambos brazos. Su cuerpo era fornido y tenía unas chapas doradas en cada nudillo. Al aparecer por completo hizo una pose. Su mano estaba abierta, con la muñeca sobre su frente y su otra mano estaba en su cintura.

—Esto no deja de ser extraño —dijo así mismo Cerati.

—¿Ahora qué haremos, Cerati? —preguntó JoJo.

—Creo que te ayudaré, JoJo. No sé porqué pero algo me dice que debo ayudarte. Admiro al capitán Brando pero si él sabe algo sobre ti o tiene alguna relación con tu identidad, debes saberlo. Y no será fácil para vos estar en este lugar. Por lo que me comprometo a ayudarte a recuperar tu memoria —Cerati sonrió y le dio la mano a JoJo.

—Gracias, Cerati —JoJo también sonrió y estrechó su mano con la de Cerati.

Ambos se miraron, sonrientes. Emocionados por las aventuras que tendrán a partir de ahora que tienen habilidades extraordinarias.

—Bienvenidos al club de los usuarios de Stand, pelotudos —dijo un hombre sentado en el marco de la ventana de Cerati, aplaudiendo con desgano.

—¿Quién sos vos, boludo? —exclamó Cerati—. Esperá... Yo te conozco...

El extraño de cabello corto, dientes podridos y vestimenta roja con gris sonrió de forma burlona a los dos hombres que estaban frente a él.

1. Soda Stereo: el Stand de Andrés Cerati hace referencia a la mítica banda de rock argentino del mismo nombre.

https://youtu.be/G0xLD2stayM

2. Sui Generis: el Stand de JoJo hace referencia a un mítico dúo conformado por Nito Mestre y Charly García. El dúo tomó como nombre Sui Generis.

https://youtu.be/-LKg9YNB1kw


Próximo capítulo: El ataque de los Valderrama - Parte 1

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