El Huevo de Sandro - Parte 2
La voluta de gas se dirigía hacia la boca de Camilo, quien se encontraba parado e indefenso.
—¡Oye, movete! —gritó Cerati al bandido.
—Soldadito, mirá y observa —dijo Camilo con una sonrisa confiada y señalando al sorprendido soldado.
La voluta de gas entró por la nariz de Camilo con una inhalación fuerte de este, para luego exhalarlo dentro de una bolsa de cuero.
—¡Fuuuuuuuh! —Hizo Camilo mientras soplaba dentro de la bolsa de cuero que se inflaba con la voluta de gas—. Es sencillo cómo funciona su habilidad y me di cuenta cuando me asfixiaba con los dos huevos dentro de mi boca...
»Mientras trataba de sacar el huevo gigante que se formó en mi boca, otra voluta de gas quería entrar por ahí pero como no podía, entró por mi nariz y luego a mi garganta. Pensé que iba a morir pero no fue así ya que me percaté de una singularidad. Al moverme, sentía la voluta de gas queriendo solidificarse, así que me moví lo más posible para que no llegue a hacerlo y cuando pude vomitar el primer huevo, me quedé quieto para que el segundo huevo se solidifique y así vomitar ambos huevos. Por eso llegué a la conclusión que ese gas necesita un lugar estático para formar el huevo.
Camilo levantó en lo alto la bolsa de cuero que ahora tenía la forma de un enorme huevo.
—N-Ni yo sabía eso... ¡Ah! Eso no importa... ¡Huevo! ¡Ataca de nuevo! —gritó Sandro, los soldados se alejaron un poco mientras el gas se formaba lentamente.
—¡Soldado, debes acabar con él! Sino esto se repetirá todo el día —exclamó Camilo a Cerati.
—Debo de acabar con él en su mismo juego pero cómo —miró los huevos que había vomitado antes— ya lo sé.
Se lanzó hacia los huevos que estaban cerca de Sandro, el gas se disparó a todos lados en un rango de diez metros.
—¡Soy intocable! No podrán contra mi habilidad —dijo Sandro. El gas empezaba a disiparse y Sandro se encontraba sonriendo triunfante. Pero no se dio cuenta que Cerati estaba frente a él, reteniendo la respiración—. Soldado estúpido, tu cuerpo estallará con los huevos que se formarán dentro tuyo.
El rostro de Cerati se tornaba morado y rojo, la respiración se le iba y el gas empezaba a solidificarse en sus pulmones.
—Debo expulsarlo, pero ¿dónde?... Siento que... Mis pulmones estallarán... —pensó Cerati. Hasta que una idea muy mala se le ocurrió. Saltó hasta Sandro y rodeó su cabeza con sus manos.
—¡Oye! ¿Qué haces? ¡Aghmmm! —exclamó Sandro mientras que Cerati ponía sus labios sobre los de Sandro, exhalando toda la voluta de gas dentro del bandido.
El gas pasó por el esófago de Sandro y llegó hasta el estómago donde comenzó a solidificarse en un huevo gigante.
—¡AAAAAAAAAAAAAHHH! ¡MI PANZAAAAA! —El dolor que sintió Sandro era indescriptible pues el huevo había ocupado todo su estómago.
Cerati vio al bandido y sintió asco por lo que había hecho. Se limpió los labios y escupió.
—No volveré a hacer eso —dijo para sí mismo Cerati. Cuando volteó a ver a sus compañeros, estos se estaban riendo.
—Caray, cabo Cerati, no sabía que tenía esos gustos —dijo el mayor García, mientras reía junto a los demás soldados.
—N-No, no es lo que piensa —dijo Cerati, nervioso y sonrojado.
—Ja, ja, ja, ja... Olvidemos el asunto Cerati, sea lo que sea que haya pasado, derrotaste a ese tipo de una manera muy... extraña. Eres el primer hombre que embaraza a alguien con un beso, che. Ja, ja, ja, ja, ja —dijo el regordete mayor García.
—¿Debo informar esto al capitán Brando? —preguntó Cerati, apenado.
—No, ahora no, está ocupado en la casa del señor Thomas Cars. Así que mañana repórtate ante él, ¿entendiste, pibe?
—Sí, mi mayor.
—Bueno, entonces...
—Mayor García, aquí hay un hombre desmayado —interrumpió uno de los soldados.
JoJo seguía boca abajo e inconsciente. Los demás soldados estaban esposando a Camilo y a Sandro, quien se quejaba del dolor de estómago y lloraba.
—¿Quién es este sujeto, Cerati? —preguntó el mayor García con tono inquisidor.
—Al principio pensé que venía con esos bandidos —señaló a Camilo y a Sandro—, pero ellos dijeron que no, además que no ha sido amenaza alguna ya que ha estado durmiendo desde que se apareció —explicó Cerati.
—Ah... Ya veo. Vio si traía un arma o algo que represente un peligro.
Es entonces que Cerati recordó la estrella de plata que JoJo tenía y que ocasionó todo el problema con el Huevo de Sandro. ¿Era lógico decirle a un soldado de alto rango que una estrella de plata de un extraño, otorgó poderes sobrenaturales a un bandido, haciendo que tenga el poder de materializar huevos podridos dentro de la boca de las personas? Vio que no era lo más recomendable decir eso y simplemente dijo...
—No, mayor García, ni bien llegó aquí quedó desmayado pero los bandidos si querían atacarme. En especial el jefe de los dos.
—Entonces, ¿cómo explicas que el sujeto embarazado haya invocado una neblina verde y nos haya hecho vomitar huevos? —preguntó el mayor García, viéndole a los ojos a Cerati. Este se encontraba tranquilo, pero por dentro estaba muy nervioso.
—Señor, será mejor que no hablemos del asunto, nadie nos creería, ¿no cree? —dijo Cerati.
—Sí... Sí, tiene razón cabo Cerati, por ello es que usted se llevará al extraño ese y lo llevará mañana en la mañana a la base para que le explique usted mismo todo lo sucedido al capitán Dio Brando. Así que coja al gigantón ese y márchese de una vez, ¿entendiste, pibe?
—Si, mi mayor.
Los demás soldados sujetaban a Sandro en el caballo, estaba amordazado pues soltaba gritos de desesperación.
—Vite lo que ocasionás Cerati, ahora el pobre hombre debe dar a luz un huevo, che... Ja, ja, ja, ja, ja, ja— dijo un soldado, burlándose del bandido que tenía la panza inflada por el huevo.
Cerati tomó un caballo y lo llevó hasta donde estaba JoJo. Pasó muy cerca de Camilo, quien estaba amarrado a otro caballo.
—Soldadito. —Habló en susurros—. No dejes que la estrella esa caiga en manos equivocadas o mucha gente morirá, tómalo, esta debajo de tu pie y guárdalo. Destrúyelo o escóndelo, la cosa es que no caiga en manos de nadie más, ¿oíste? —dijo el bandido, agotado por la pelea anterior.
Cerati se agachó para coger la estrella, sin herirse, y se levantó de golpe, dando un puñetazo a Camilo.
—¡ESTO ES PARA QUE RESPETES A LA MADRE ARGENTINA! ¿ENTENDISTE, CHE? —gritó Cerati.
Camilo escupió sangre pero vio cómo los soldados, en especial el mayor García, los miraba y entendió la acción del soldado castaño.
—S-Sí... Lo entiendo.
Con ayuda de dos soldados más, puso a JoJo sobre el caballo, luego subió y se acomodó para cabalgar de vuelta a la ciudad de Buenos Aires. Cuando vio que estaba lejos, sacó la estrella que ocultó dentro de su bota. Poniéndolo con mucho cuidado dentro de un fajo de tela.
Es así como Andrés Cerati volvía a Buenos Aires, luego de haber empezado una reacción en cadena de eventos bizarros en un lugar del mundo menos pensado.
Nombre del usuario: Sandro
Nombre del Stand: Huevo
Stats*
Poder destructivo: C
Durabilidad: B
Velocidad: D
Precisión: B
Rango: D
Potencial de aprendizaje: D
Habilidad
El stand Huevo crea una cúmulo de gas verde que expulsa en un rango de diez metros. Este gas entra por la boca de la víctima, materializándose al estar en reposo por cinco segundos. De otro modo, seguirá en estado gaseoso. Al formarse el huevo, este presenta un olor a podrido que la víctima vomitará debido al fétido olor. Si este mismo destruye el huevo vomitado, una voluta de gas reingresará a su organismo y formará un huevo más grande que el anterior.
*Los STATS sirven para evaluar las capacidades de los Stands, a través de seis aspectos: Poder destructivo, durabilidad, velocidad, precisión, rango y potencial de aprendizaje. Estos a su vez son evaluados en diferentes niveles:
A: Excelente
B: Bueno
C: Regular
D: Malo
E: Muy malo
Próximo capítulo: El capitán Dio Brando
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