El ataque de los Valderrama - Parte 3

—Estúpido soldadito —dijo Kuryaki, desde el interior de su transparente Stand.

Cerati despertó luego de unos minutos de haber estado sumergido bajo el agua que Soda Stereo había creado al golpear la pared. Aunque no tenía muy claro cómo era posible algo así, lo pasó por alto.

Tenía el uniforme chamuscado y su cabello ondulado se encontraba mojado y chorreando gotas de agua. Tomó aire, dejando salir el humo que había entrado en sus pulmones. Escupió saliva negra y de sus ojos enrojecidos salieron lágrimas, pero de felicidad al ver que seguía vivo.

Toda la calle estaba llena de agua, que se metía entre las piedras incrustadas del camino.

Cerati se puso de pie. Sentía las piernas y los brazos débiles pero aún tenía la fuerza suficiente para enfrentar a Kuryaki. Este miraba a Cerati desde el marco de la ventana. Con una sonrisa burlona que generaba en Cerati bastante repudio.

—N-no creas que puedes vencer así nomás a un Cerati —soltó una risa, pese al dolor que sentía en su tráquea.

Kuryaki bajó de la ventana, cayendo en sus dos pies. Su Stand, Coolo, rodeaba su cuerpo por completo, haciéndolo intocable ante cualquier cosa, incluso a los Stands.

—Lo bueno de todo es que ya tengo la estrella —dijo Kuryaki, sosteniendo la estrella de plata en su mano, la cual no era cubierta por su Stand.

La estrella tenía un brillo que destacaba en medio de la oscuridad. Ni los faroles encendidos en las calles tenían el brillo de la estrella de plata.

—No dejaré que te la lleves —dijo Cerati. En seguida, apareció su Stand.

—Detenme si puedes... ¡PELOTUDO! —Kuryaki dio un salto y se sumergió dentro de el suelo.

¡Soda Stereo! —De inmediato, el Stand celeste golpeó el suelo con una lluvia de puñetazos.

Al instante, se formó una especie de bulto en el suelo y comenzó a agrietarse, soltando agua hasta explotar. Expulsando el agua como un géiser.

—¡Continúa, Soda Stereo! —Siguió golpeando toda la calle haciendo que las explosiones de agua dejen profundos hoyos en el camino.

—¡La concha de la lora! —gritó Kuryaki, quien estaba dentro de un agujero de agua provocado por Soda Stereo.

Siguió corriendo por debajo del suelo pero a dónde iba, se llenaba de agua y explotaba como un géiser, abriendo el suelo y dejando su ubicación al descubierto.

Los vecinos de Cerati abrieron las ventanas para ver lo que sucedía y solo veían a Cerati en medio de un espectáculo de agua que salía del suelo como si de una fuente se tratase.

—Parece que la muerte de su familia lo enloqueció —dijo una mujer castaña con anteojos.

—¡No huirás de mí, Kuryaki! No eres tan veloz —exclamó Cerati, corriendo a todos lados para que su Stand rompa el suelo con sus puños y el agua revele la ubicación de Kuryaki.

—¡Estoy harto! —dijo Kuryaki, agarrando las piernas de Cerati y hundiéndolo en el suelo hasta cubrirlo por completo—. Tal vez me escuches o no, pero no importa. Solo quiero que sepas que no me gusta que me sigan, aunque no lo volverás a hacer. Cuando te suelte, tu cuerpo volverá a tener la propiedad física normal, por lo que la presión del subsuelo te aplastará hasta matarte.

Cerati era jalado por Kuryaki al fondo del subsuelo.

—Hasta la vista, Cerati —dijo Kuryaki, soltando las piernas del joven soldado.

—¡SODA STEREO! —El Stand de Cerati apareció y golpeó todo lo que rodeaba a su usuario—. Lo que no sabés —comenzó a decir Cerati— es que Soda Stereo ha estado golpeando el subsuelo desde que entramos aquí.

—¡No digas mentiras! —dijo Kuryaki pero se sorprendió al ver como el subsuelo se llenaba de grietas y de bultos.

—¡Ahora, Soda Stereo!

El puño de Soda Stereo activó todas las grietas y bultos, lanzando a Cerati hacia la superficie.

—Maldito... —dijo Kuryaki, impulsándose con su Stand del subsuelo hasta la superficie.

Cerati estaba sucio y lleno de barro. El agua que salía del hoyo, mojaba toda la calle con una llovizna.

—M-mi... cuerpo me duele... Parece que la presión del agua si me llegó afectar —dijo Cerati al sentir sus costillas rotas.

Las manos de Kuryaki rodearon el cuello de Cerati por detrás y lo presionaron contra el suelo.

—Hiciste algo arriesgado, pero inútil después de todo —dijo Kuryaki, lamiendo la oreja de Cerati. Este perdía el aire nuevamente.

Cerati miró el cielo estrellado, pensando en que estaba cerca de morir otra vez. Llegó a la conclusión que ese día había sido el más agitado de toda su vida. Había obtenido un Stand. Peleó contra dos usuarios de Stand con poderes bizarros. Se metió al subsuelo y salió de ahí en una explosión acuática de barro. Parecía que todo lo que había soñado de niño, de alguna manera se había logrado, por lo que pensó, que morir era buena idea.

Hasta que su mente se iluminó con una idea que no se había dado cuenta, pero que se volvía a repetir nuevamente.

Puso sus manos sobre las gruesas manos de Kuryaki que apretaban su cuello y con la poca fuerza que le quedaba, trató de sacarlas de encima.

—¿Qué intentás hacer, boludo? ¿No ves que no te queda fuerza? Ustedes los soldados no son más que inútiles perdedores. Lo mejor de todo es que me voy a divertir mucho con tu cadáver —dijo Kuryaki, sonriendo y lamiendo la oreja de Cerati.

De pronto, los brazos de Soda Stereo salieron de los laterales de Cerati. Golpearon el suelo y un bulto de agua se formó, llevando a Cerati hasta cinco metros de Kuryaki. La calle estaba destrozada, con hoyos e inundada de agua.

Cerati se puso de pie, comenzando a reírse.

Kuryaki lo observó. Pensó que la falta de oxígeno lo había enloquecido, por lo que subió hasta la superficie por completo. Su Stand recubrió su cuerpo ya que sus manos no lo estaban mientras ahorcaba a Cerati.

—Ya muérete, che. Te has vuelto loco. —Pese a las palabras de Kuryaki, Cerati seguía riéndose—. No importa, hoy usaré tu cadáver y lo disfrutaré como no te puedes imaginar —dijo Kuryaki, preparándose para atacar a Cerati.

—Veo que no te has dado cuenta, ¿verdad? —dijo Cerati. Dejando de reír pero con una sonrisa en los labios.

—Definitivamente te has vuelto loco —dijo Kuryaki.

Soda Stereo puede crear cauces de agua cuando golpea una superficie en específico. Cuanto más golpes da, el cauce aumenta y puede destruir el lugar donde se origina —dijo Cerati, mientras el agua caía por su empapado uniforme—. Pues bien, acabo de darme cuenta que no debe ser así siempre.

Kuryaki no entendía las palabras de Cerati.

—Lo que dices solo está a atrasando tu muerte... Y mi diversión —dijo Kuryaki, lamiéndose los labios.

—Cuando mi padre me llevaba a nadar en el río —seguía diciendo Cerati— siempre salía con las manos arrugadas. A tal punto que perdía un poco de la sensibilidad en las manos. —Señaló a Kuryaki con su dedo índice—. Mirá tus manos, Kuryaki.

La seriedad de la voz de Cerati, mantuvo a Kuryaki atento a las palabras que decía.

Kuryaki, con un raro presentimiento, giró sus manos lentamente hasta voltear las palmas a su vista.

—¡Carajos! —exclamó Kuryaki al ver que en las arrugas de sus manos provocadas por la humedad, estaban pequeños bultos y grietas hechas por Soda Stereo.

—Fue arriesgado hacer ese movimiento. Pero lo hice si con eso salvaba mi vida. —Explicó Cerati. —Cada vez que usabas tus propias manos para tocar algo, hacías que tu Stand apartará sus manos de las tuyas, de esa manera podías tocar las cosas. Para tu mala fortuna, tuviste tus manos descubiertas y humedeciéndose, lo que hizo que se formarán arrugar en tus manos y quitándole la sensibilidad. Es así que, sutilmente, usé a mi Stand para crear bultos de agua en tus manos mientras me ahorcabas.

—¡Maldito hijo de put...¡ —dijo Kuryaki.

—Lo mejor de todo es que está por reventar —dijo Cerati.

Los bultos de las manos de Kuryaki reventaron y de las grietas comenzó a salir agua, llenando el interior de Coolo, y de pasó, ahogando a Kuryaki dentro de su mismo Stand.

—¡Aaaaahhhhh! —gritó Kuryaki mientras el agua salía a presión de sus manos.

Retiró a su Stand de su cuerpo. Toda el agua que lo estaba ahogando cayó al suelo y de sus manos dejó de salir el fuerte cauce.

—Estuvo cerca... ¡Coolo, cúbrem...!

Un golpe en toda la quijada de Soda Stereo interrumpió las palabras de Kuryaki.

—No perdonaré lo que hiciste a la casa de mi madre —dijo Cerati, enojado. Su Stand sacaba la estrella de plata del bolsillo de Kuryaki y se lo daba a Cerati quien lo guardó en su bolsillo empapado.

—T-Ten piedad —imploró Kuryaki, pero la furia de los ojos de Cerati mostraba que no habría tregua.

—¡Por tu culpa mi casa se quemó!

—Eso lo hizo mi herman...

El golpe de Soda Stereo no se hizo esperar. Pronto, llegó otro y otro.

—¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! ¡Dega! —gritaba Soda Stereo mientras hacía llover puñetazos a Kuryaki, descargando todo el enojo de Cerati.

Con un fuerte gancho en la mandíbula, Soda Stereo mandó a volar a Kuryaki. Quien tenía la cara y los brazos hinchados de los bultos de agua.

—¡Cafggg! ¡Volveré! ¡Recuerda que con mi Coolo soy intocable! —gritaba Kuryaki mientras se elevaba hacia el cielo. Los bultos reventaron y el agua lo impulsó hasta el infinito cielo. Desapareciendo en un punto invisible en el oscuro firmamento.

Nombre del usuario: Kuryaki Valderrama
Nombre del Stand: Coolo

Stats

Poder destructivo: Ninguno
Durabilidad: B
Velocidad: D
Precisión: E
Rango: E
Potencial de aprendizaje: C

Habilidad

Coolo es un Stand que recubre a su usuario, convirtiéndose en una capa corpórea transparente. Le permite a su usuario atravesar paredes e incluso el suelo. Además, puede hacer intocables a otros objetos o personas cuando el usuario toca con sus manos recubiertas por Coolo. De otro modo, las manos no tienen efecto.

Próximo capítulo: Miss Lafourcade

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