You're The Best - Parte 9

JoJo se quedó sin aliento.

—¿Él es Joe Arroyo? —preguntó Joseph.

Wham asintió.

—No puedo creerlo. Es... es...

JoJo, con la mirada seria, se adelantó.

—Así es, soy ne...

—¡Alto! —exclamó Joseph—. ¡Eres tan alto como yo! ¡Ja, ja, ja, ja! Se nota que lo sacaste de mi.

Pegó un puño en el brazo de JoJo y luego lo abrazó.

—Abraza a tu viejo. Así es como le dicen a los padres acá, ¿no?

Sentía que sus costillas estaban por reventar entre sí, pero para su alivio, Joseph lo soltó.

—¿Es cierto que me estaba buscando?

—Déjate de formalidades, hijo. ¡Dime papá!

—Yo... lo siento. No puedo llamarlo así.

Joseph llevó su mano a su cabeza y se rascó el cabello.

—¿Sabes algo, Joe? Lamento ausentarme tanto tiempo. Lo que pasó entre tu mamá y yo no fue algo previsto y por ello perdí contacto con ella. Sino fuera por unos sueños extraños que tuve, nunca me hubiera puesto a investigar sobre Juliana. Ni tampoco me hubiera enterado de tu existencia —puso su mano sobre el hombro de JoJo—. Pero me alegra saber que tuviste el valor para entrar a la carrera, incluso de enfrentarte a maniáticos como ese tal Eminem. Después de todo, la sangre Joestar corre por tus venas.

JoJo tenía la mirada tranquila.

—Y también soy un Arroyo. Así que tengo el temple de mi madre y el coraje de los Joestar. Pero también tengo mi propia determinación. Y por ello, conservaré el apellido de mi madre. Tampoco quiero causarle problemas con su familia.

Joseph suspiró.

—No hay problema, Joe. Respeto tu decisión —sonrió y luego apretó el puño—. ¿Y qué tal si probamos tu fuerza? Quien pierde le paga al ganador 100 dólares. ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?

La mirada de confusión de JoJo hizo que Wham intervenga.

—JoJo, sé que estás nervioso. El chico no es un niño así que tómalo con calma.

—Estoy calmado —respondió Joseph.

—Sí... un momento. ¿Quién pilotea el avión? —preguntó Wham alterado.

—Está con el piloto automático.

—¡Este modelo de avión no tiene piloto automático! —Wham corrió tan rápido como le era posible hasta la cabina de control.

—¡Ja, ja, ja, ja, ja!

Wham vio que el sistema se regulaba de forma automática.

—Le añadí el piloto automático a este avión antes de salir. Soy un genio, ¿verdad? ¡Ja, ja, ja, ja!

Wham golpeó el pecho de Joseph con su codo, pero este seguía riéndose.

Mientras Joseph se reía, JoJo se puso a su lado.

—¿Cómo está mi mamá? ¿Ella ya está bien?

El rostro de Joseph palideció de repente.

—Joe, tengo que decirte algo. La razón por la que te he buscado en medio del fin del mundo es para llevarte cuanto antes a tu casa. Porque... eh... —pasó saliva—. Quiero que estés con tu madre en sus últimos meses de vida.

El corazón de Joe dio un vuelco, haciendo su mundo más chico y comprimiendo su cuerpo hasta hundirse en una dimensión tan comprimida como del tamaño de un alfiler.

—¿Q-Qué es lo que está diciendo?

—Los médicos de la Fundación la examinaron y detectaron que le quedan seis meses de vida. Ahora mismo está siendo atendida por los mejores médicos que haya en el mundo, pero su esperanza de vida no pasa de esa cantidad de tiempo. L-Lo siento, Joe.

Joe se apartó, apoyándose en la pared del avión y apretando los dientes mientras presionaba su puño contra el frio acero.

Wham se acercó a Joe y lo abrazó.

—Entiende Joe. Hay cosas que ni con todo el dinero del mundo se pueden solucionar —sentenció Joseph desde la entrada de la cabina.

—Vamos, muchacho —dijo Wham—. Descansa. Cuando despiertes estarás en casa.

Joe asintió.

Un rugido atronador comenzó a escucharse en el área.

—JoJo, conduce el avión. El motor está empezando a retumbar.

—Ja, ja, ja. Como aquella vez.

—¡No me hagas recordar lo de aquella vez! —exclamó Wham enojado.

Joseph se sentó en la cabina, viendo que los motores estaban en óptimas condiciones.

—¡Hey! ¿Qué es lo que suena?

Una corriente de fuego alcanzó el dirigible de la Fundación, haciéndola estallar en una enorme bola de fuego que iluminó las montañas como si fuera de día.

—What the fuck? —exclamó Joseph sorprendido.

Wham y Joe pudieron ver la explosión desde la puerta del avión.

—Está vivo —musitó Joe.

El rugido se hizo más intenso, tan grave que podían sentirlo en sus tímpanos.

Una montaña se elevó en medio del desaparecido pueblo. Una montaña con cresta puntiaguda y una cabeza roma.

—¿Qué demonios es eso?

—Eminem...

La enorme bestia se irguió, dando un giro mientras movía su pesada cola, arrasando con los escombros.

—¡¿DÓNDE ESTÁS, JOE ARROYO?! QUIERO QUE CONOZCAS A MI NUEVA ADQUISICIÓN. TE PRESENTO A... ¡GODZILLA!

La voz de Eminem salía por la boca de la monstruosa criatura.

—¿Es un lagarto gigante? —preguntó Joseph manipulando el timón para elevar la nave.

—¡Joseph, alejémonos de esa cosa!

Tan rápido como Wham habló, Joseph elevó la potencia de los motores con dirección al sur.

Desde el interior del cráneo de Godzilla, Eminem estaba recostado boca abajo sobre el cerebro de su creación, con sus manos pegadas a la masa gris del animal, conectado por lianas cerebrales que le ayudaban con la manipulación del enorme lagarto. Sobre él, se encontraba The Real Slim Shady con las alas extendidas, cubriendo todo el cerebro. Al moverse hacia la derecha, pudo ver el avión donde estaba Joe, Joseph y Wham.

—¡Te encontré!

Las manos de Eminem se iluminaron. En la garganta de Godzilla comenzó a crecer una luz incandescente hasta volverse en fuego puro que fue expulsado como haz hacia el avión.

Gracias a la destreza de Joseph, pudo evitar perder una ala, sin embargo, la capa exterior se oscureció por la cercanía con las letales llamas.

—¡Llama refuerzos! —exclamo Wham sosteniéndose de una barra junto a Joe.

—¿Hacia dónde vamos? —preguntó Joe.

—Estamos yendo al sur. Hacia La Paz. Archie y Hall están dirigiéndose hacia el norte. No podemos llevar a esa cosa ya que pondría en peligro a los pueblerinos, pero en La Paz está toda la artillería pesada de la Fundación Speedwagon —dijo Joseph maniobrando el avión.

—¡¿Y por qué no están ayudando?! —exclamó Wham.

—Tienen miedo de que se repita lo del accidente de los hombres cebolla —respondió Joseph.

—¿Hombres Cebolla? Eminem mencionó a unos hombres cebolla —comentó Joe.

—Tal vez Eminem quería sabotear la carrera de su padre —dijo Wham—. Entonces con mayor razón deben dejar La Paz para acabar con este tipo.

—Se moverán solo si consideran a Eminem en la escala Korvax —dijo Joseph frustrado.

—No sé a qué se refieren con escala Korvax —intervino Joe—, pero Eminem es demasiado peligroso. Absorbe las conciencias de las personas para poder crear lo que él quiera. Si eso no es peligroso, no sé qué sea para ustedes

Joseph se rascó el mentón.

—¿Dices que su habilidad depende de absorber a otras personas? ¡Bien hecho, Joe! ¡Eso si es un stand de escala Korvax! ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Wham toma el videófono y avisa que hay un stand de escala Korvax siguiéndonos!

Con ayuda de Careless Whisper, Wham tomó el videófono para llamar a la Fundación.

Joe se sostenía con fuerza, pues el avión serpenteaba las llamaradas de fuego que Godzilla lanzaba.

—¡Pelea como los hombres, Joe Arroyo!

Godzilla escalaba los cerros, destrozando sus picos y arrasando con trochas y caminos labrados por el paso del tiempo. No había obstáculo para Godzilla, destruía cualquier montaña para acercarse al avión.

Las ojeras y el cabello despeinado de Eminem no le preocupaban, solo quería destrozar el avión donde estaba Joe.

—¡Pelea, Joe Arroyo!

Lanzó nuevamente otra llamarada de fuego, calcinando parte de la ala del avión que trataba de alejarse.

Wham colgó la bocina con una expresión dura en su rostro.

—Dicen que estarán en 30 minutos.

—¡¿30 minutos?! —exclamaron Joe y Joseph.

Wham asintió.

—En menos de 10 minutos estaremos muertos —dijo Joseph. Vio de reojo su pierna y sonrió—. Wham, es tu turno de manejar.

Godzilla estaba reventando los picos de los cerros, ganando altura hasta rascar la parte inferior del avión. Alistó su boca para disparar una llamarada y lanzó las llamas, sin embargo, el avión dio una vuelta para girar alrededor del monstruo.

—¡Muy bien, Joe Arroyo!

Eminem pudo ver que un corpulento hombre se aferraba a la puerta del avión, sosteniendo un subfusil Thompson cargado de municiones.

—¡Mira, Joe! —exclamó Joseph—. ¡Ve a tu padre en acción! ¡Ja, ja, ja, ja!

Descargó todas las balas que podía sobre la cara de Godzilla. Los impactos apenas hacían cosquillas en la cara de Eminem. Pese a esto, apretó los dientes y sus manos rasgaron el cerebro de Godzilla.

—¡¿Eso es todo, inútiles?! —exclamó desde las fauces del enorme lagarto.

El avión sobrevolaba a Godzilla como una mosca ansiosa por depositar sus huevos. Esquivó sus pequeños brazos, su hocico ardiente hasta su cola, pero no del fuego que encendió uno de los rotores hasta hacerlo estallar.

—¡Joseph! —exclamó Wham.

—¡Maniobra Straits, Wham! ¡Maniobra Straits! —dijo Joseph con el dedo índice levantado.

—¿Cómo en las trincheras? —los perlados dientes de Wham brillaron en la cabina.

Pese a que una parte del avión estaba quemándose, comenzó a dar vueltos sobre su eje mientras giraba alrededor de Godzilla.

—¡Patético! ¡Ja, ja, ja, ja, ja! —las risas de Eminem resonaban en el hocico de Godzilla que se abría para recargar una llamarada.

El avión se posicionó frente a la boca del lagarto, coincidiendo con la puerta donde Joseph tomaba una caja de dinamita con su stand.

—¡Hermit Purple! —las lianas captaron la caja y le dieron vueltas en el aire, para luego ser lanzada como proyectil hacia la caliente boca de Godzilla.

No tardó más de 3 segundos en estallar, destrozando la quijada del monstruo y haciendo caer su mandíbula.

—¡AAAAHHHHHHH! ¡MALDITOS HIJOS DE PERRA! —exclamó Eminem sintiendo el dolor en su propio cuerpo.

—¡Sí! —exclamó Joe.

El momento de algarabía desapareció cuando la temperatura del avión se elevó tanto que el fuego comenzó a esparcirse de punta a punta.

La cabina de control estaba iluminada por la luz roja de advertencia de la consola de control, donde Wham trataba de apaciguar el peligro, sin embargo, en su rostro no había esperanza alguna.

—¡Salten! —exclamó Wham—. ¡Alejaré el avión para que la explosión no los afecte!

—¿Qué? —preguntó Joseph.

Viendo la situación a Joe se le ocurrió algo muy arriesgado. Tomó el suficiente aire posible, sintiendo una presión en el pecho.

Aunque fue doloroso, pudo activar su stand.

Fue por Joseph, jalándolo del brazo para ir con Wham, a quien lo tomó del hombro.

—¡D.L.G. ACT. 3!

El avión estalló, sorprendiendo a Eminem quien estalló en carcajadas de inmediato.

Pero su sonrisa se desvaneció cuando notó a los 3 hombres atravesar el fuego de la explosión.

Próximo capítulo: You're The Best - Parte 10

1. Godzilla: el nombre del enorme lagarto hace referencia al monstruo japonés Godzilla, y a su vez, a la canción hecha por Eminem dedicado al legendario kaijū.

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