Sintió un paño cálido sobre su frente y llevó su mano para quitarlo de encima. Abrió sus ojos y vio el techo rocoso de una cueva.

—Ah... —jadeó del dolor al tratar de sentarse.

Por la abertura de la cueva podía ver la nieve caer como un diluvio. Era tanta la intensidad que no se podía ver más que rayas blancas y un fondo oscuro. Sospechó que era de noche. A su lado estaba su compañera Archie, quien tenía los brazos vendados.

Al escuchar unos pasos provenientes del interior de la cueva y una sombra que aumentaba su tamaño por la fogata, trató de ponerse de pie para defenderse pero sus costillas tronaron y su rodilla no aguantó su peso y se flexionó.

—¡Carele...! ¿Tú?

Wham no llamó a su stand pues la enorme y amenazante sombra le pertenecía a una pequeña niña que traía un tronco sobre su espalda.

—Que bien que ya despertó, señor George M. Wham —dijo Rita Elsoc.

Luego de explicar que los encontró tirados en el pico de un cerro y de sanar sus heridas, le explicó que estuvo siguiéndolo desde Ecuador. Ya que imaginó que era concursante de la Andes Speed Run por lo que solo siguió la ruta de la carrera. Antes de salir de casa, cavó un hoyo e hizo un pozo el cual llenó de agua para que su familia no tenga que caminar. Una vez que dejó todo listo, salió de casa con el machete de su padre sobre su espalda.

—Y luego pasé por varios cerros, vi caballos y los vi a ustedes. Reconocí su rostro y lo ayudé. Eso es todo, señor Wham.

—Tienes mucho coraje, Rita. Me recuerdas a mi amigo JoJo.

—Hago lo que haga falta —dijo señalándose y sonriendo.

Luego de unas horas, Rita preparó un té con unas hierbas medicinales que encontró. Dicha bebida caliente se la dio a Wham para que lo beba y se lo dé a Archie.

Al tomar dicho té, Archie abrió los ojos.

—¿Jo-JoJo? —susurró débilmente.

—Despierta, Archie. Seguimos vivos de milagro —dijo Wham sonriendo.

—Q-Que felicidad —dijo Archie al ver a su compañero pero luego su rostro cambió a uno más apenado.

—¿Aún no lo olvidas, verdad? —Wham se apoyó en la pared.

—No —respondió Archie.

Rita había entrado al interior de la cueva para buscar comida por lo que estaban solos.

—Recuerda que JoJo es un hombre casado con una bella hija. Si lo quieres, debes aceptar que su corazón le pertenece a otra persona —recalcó Wham.

Archie suspiró y bebió un sorbo de su té, apoyándose en la pared de la cueva.

—Pensé que nos casaríamos algún día —vio su reflejo en el té—. Crecimos juntos. Mi abuela y su abuelo eran amigos y creí que eso era suficiente para que nosotros...

Wham cogió el vaso de Archie y se lo quitó.

—Vamos, Archie. JoJo no es el único hombre que existe en el mundo. Además, aún estás en la edad para casarte.

—¿Tu crees? —preguntó Archie. Un mechón de su cabello rubio se deslizó por su mejilla.

—Por supuesto —respondió Wham, aunque sabía que lo que decía no serviría de nada, pues el corazón de Archie Pendleton solo latía por Joseph Joestar.

Luego de que Juan Gabriel volvió en sí, continuaron su camino. Aunque su cuerpo se encontraba exhausto, Chayanne usaba el Radar Hertz para ubicar a Joe sin lograr resultados.

—Sé que está por aquí. Puedo sentirlo —dijo Chayanne con la voz agitada.

Redbone lo ayudaba a reincorporarse luego de quedar debilitado.

—Uy, pues como que ya está oscureciendo. Dudo mucho que encontremos a Joe —dijo Juan Gabriel recostándose sobre unos arbustos.

Hall Oates usaba un bastón pues su pierna le dolía como si mil agujas entraran por su nariz. Blondie lo ayudaba a caminar con bastante paciencia.

—Sin caballos, será muy difícil recorrer estas tierras, además, debemos cuidarnos de esos cerros móviles —indicó el apache.

Chayanne asintió.

Redbone improvisó una tienda con ramas, hojas y parte de una tienda que encontró en el camino. Seguramente eran restos de los corredores que estaban días adelantados.

—A este paso jamás lograremos llegar a la meta final —indicó Juan Gabriel mientras tenía una espiga de trigo en su boca.

—Eso no me importa —repuso Chayanne—. Joe y Dolton están fuera, esperando por nosotros.

—¡No podemos parar! —dijo Hall—. Debemos llegar a Puno y contactar a la Fundación Speedwagon o a Wham y JoJo para que resuelvan este problema. Ruben Blades está usando poderes que podrían poner en peligro la estabilidad mundial.

Todos lo escucharon sumamente alterado pero ninguno reaccionó con miedo o pánico.

—¡¿No escucharon lo que dije?!

—Claro que sí, ruco —respondió Juan Gabriel con poca preocupación—. Pero estamos acá por la lana. Ese Blades no nos provocó esto y ahora que Kira ya no tiene hombres y solo huye de nosotros, no representa ningún problema. Además, podemos extorsionar a Blades con revelar su plan a un diario. ¡Santa Virgen de Guadalupe! ¡Esa sí es una buena idea!

Redbone carraspeó la garganta.

—Sinceramente no es algo que nos incumba, pero lo ayudaremos a contactarse con esas personas. No podemos garantizar más ayuda ya que nuestro objetivo es ganar la carrera y reclamar el premio.

—Entiendo eso, todo esto es por el premio. ¡Lo sé! Pero el poder que podría desencadenar Blades llegaría a la escala Korvax. En ese caso, ni JoJo ni Wham podrían con ello, por lo que necesito su ayud...

—Basta —repuso Chayanne incómodo—. Solo lo llevaremos a esa ciudad y luego nos separaremos, ¿está claro?

El semblante de Hall cambió rotundamente.

—Bien. Parece que no son unos estúpidos idealistas —dijo Hall inclinándose y juntando los dedos de sus manos por debajo de su barbilla—. Esto es lo pasará: me llevarán a la ciudad de Puno, me contactaré con la Fundación Speedwagon y con JoJo, junto a él irán para acabar con Blades y arrebatarle la reliquia, a cambio de sus servicios, cada uno recibirá medio millón de dólares libre de impuestos.

Los ojos de Blondie, Redbone y Juan Gabriel se abrieron como platos.

—¡Asusordenes, jeeefeee! —exclamó Juan Gabriel llevando su mano a su frente.

—¡Esperen! —exclamó Chayanne—. Lo haremos luego de encontrar a Joe y Dolton. Además, cada uno de nosotros cinco iba a recibir 20 millones así que su medio millón métaselo por el...

—¡Okey, okey! Ya veo porque estaban viajando juntos —dijo Hall sonriendo—. Encontremos a sus dos amigos y juntos hagamos lo que ya he mencionado. Y recibirán su pago de veinte millones cada uno.

Juan Gabriel hizo la misma pose que hizo Hall.

—Entonces esto es lo que va a pasar —dijo con voz misteriosa—. Buscaremos a Joe y Dolton, los curaremos, iremos hasta la meta, el abogado pelón llamará a sus amigos, ellos vendrán, nos saludaremos con las manos y los pies, iremos por Blades y usaremos nuestros stands para... ¡partirle la madre!

Chayanne y Redbone asintieron. Hall sonrió satisfecho, aunque algo molesto por el comentario de Juan Gabriel, y Blondie casi lloró porque quería irse de los Andes con medio millón.

—Descansemos y mañana iremos a buscar a Joe —dijo Chayanne.

Caminaron varias horas, resistiendo el inclemente frío y las elevadas montañas. Chayanne usaba el Radar Hertz sin éxito. Pero aún así no perdía las esperanzas de encontrar a Joe y Dolton sanos y salvos.

Luego de casi cuatro días de caminata, llegaron a una particular cadena de montañas que tenían los colores del arcoíris.

—¿Crees que haya oro aquí? —preguntó Juan Gabriel a Redbone. Este negó con la cabeza.

Sin embargo, esa respuesta no detuvo a Juan Gabriel quien comenzó a cavar en el color amarillo de un pequeño cerro.

—¿No hay algún rastro de los dos? —preguntó Blondie.

Chayanne negó con la cabeza frustrado.

Hall estaba a punto de preguntar sobre esa habilidad de Chayanne, cuando escuchó el lamento de un hombre a sus espaldas.

Al voltear, dicho hombre lo agarró del cuello, presionándolo con fuerza. Blondie, Chayanne y Redbone se pusieron en pose de ataque al ver de quien se trataba.

—¡Es el secuaz de Kira!

Juan Gabriel salió de su hoyo como un topo.

—¡Ay, cabrón! —exclamó.

Mack presionaba el cuello de Hall con fuerza, presionando la punta de una piedra filosa en la mejilla del abogado.

—Mi nombre es Mack Lemore y estoy a punto de matarlos para ser libre —dijo con la voz agitada. En su espalda se formó una especie de joroba de donde salió aquel ser amarillo.

—¡¿Qué es eso?! —exclamaron todos.

—¡Acaba con ellos Thrift Shop! —exclamó Mack.

Próximo capítulo: Thrift Shop - Parte 2

1. Mack Lemore: referencia al rapero estadounidense Macklemore.

2. Thrift Shop: referencia a la cancion Thrift Shop, interpretada por el rapero Macklemore.

https://youtu.be/QK8mJJJvaes