One Way or Another - Parte 3

—Está cosa comienza a pesar de más, ¿no lo cree?

Joe cargaba con la cantimplora de Juan Gabriel mientras que Redbone apenas podía mover los brazos por las cantimploras que cargaba sobre su cuerpo, pero de repente sintió que los objetos pesaban más que antes.

—¿Hay alguien detrás de nosotros? —preguntó. Joe revisó y, al no ver a nadie, meneó la cabeza—. Entonces nuestros cuerpos están agotados.

Estaba a punto de dar un paso pero su pie no lograba llegar al suelo. Su cuerpo cayó de espaldas, provocándole dolor por las cantimploras que cargaba.

—¡Señor Redbone! —exclamó Joe tratando de ayudar a Redbone, pero también cayó de lado.

—¿También sientes mareo?

—S-Sí, señor Redbone. Es como si hubiera dado mil vueltas y frenado de repente.

Nada más alejado de la realidad. Joe veía al mundo irse de un lado a otro, como si estuviera borracho, aunque Joe nunca había estado ebrio. Su mente estaba desorientada y no sabía dónde era arriba o abajo.

—¡Señor Redbone! —el grito desesperado de Joe salió de su boca cuando su cuerpo comenzó a resbalar por el suelo llano hacia la dirección por donde estaban viniendo.

Redbone cogió la mano de Joe, pero él también sufrió lo mismo. De repente, la aceleración de la caída aumentó, como si estuvieran cayendo por un precipicio.

Su cuerpo estaba repleto de pedazos de hierbas y césped, como de ramas que aguijoneaban sus cuerpos. Al llegar a los árboles, se sostuvieron de ellos para no seguir "cayendo".

—¿Qué pasa, señor Redbone? ¿Es un stand, verdad?

Redbone cerró los ojos y su nariz comenzó a menearse, olfateando la zona. Cuando abrió los ojos, vio al mundo de manera diferente.

El bosque que estaba a su lado era un precipicio. Le daba vértigo de solo verlo. Se puso de pie sobre el tronco del árbol.

—¡Aahh! —exclamó Joe al ver a Redbone de pie en un tronco vertical.

—¡JoJo, ponte de pie como yo! ¡Sino caerás!

Redbone le dio la mano y Joe hizo lo que le pidió. Sentían una sensación extraña, pero al menos podían estar en una forma estable para ver al usuario del stand causante de ese desastre.

—¿Acaso será la anciana? —intuyó Joe.

—A estas alturas, no lo dudo. Tenemos que encontrar la manera de llegar a ella y detener su habilidad.

—Creo que tengo la solución —dijo Joe con Dark Latin Groove sobre su hombro.

Mientras Joe y Redbone buscaban una solución, Blondie masticaba su cabello por la ansiedad, haciendo que las puntas de cada cabello se abran.

—¡Ay, no de nuevo! —exclamó Blondie. Sacó un peine de su bolsillo y comenzó a acicalar su cabello rápidamente—. Owww, ahora sí está hermoso —dijo oliendo su cabello recién peinado.

Miró a todos lados esperando a que Joe y Redbone "cayeran" hacia ella pero no llegaban. Seguía impaciente y de manera involuntaria, su boca atrapó su cabello.

—No queda de otra que intentar desde otro ángulo... ¡One Way or Another!

Cogió las flechas del tablero y las dio vueltas. Estas giraron y giraron hasta que se detuvieron en un ángulo de 270°.

—¡Esto es perfecto, perfecto, perfecto! —dio pequeños aplausos cerca de su oreja y puso su vista en el cielo sobre el bosque.

Una rama golpeó la nariz de Joe mientras "descendía" entre los árboles. Cualquier otra persona que pasara por ahí, vería a Joe flotando en una posición algo extraña. La cola de Dark Latin Groove estaba atado a su cintura y a sus hombros, para darle mayor estabilidad a su cuerpo.

—¿Qué ves, Joe?

—Aún no veo nada. Creo que debe bajarme más.

Dark Latin Groove y Redbone se miraron para después dejar correr la soga. Joe bajó de manera sorpresiva hasta que sintió mareo nuevamente y esta vez ascendía hacia el cielo.

—¡Aaaahhh! —mientras "caía" al cielo, trataba de agarrarse de las ramas de los árboles pero dichos árboles eran de hojas muy delicadas por lo que ninguna rama podía soportar su peso—. ¡Señor Redbone!

Aunque gritaba por ayuda, Redbone no podía hacer nada ya que también estaba en la misma situación. Estaba por salir del bosque y, una vez que lo haga, no habría nada de que sostenerse por lo que acabaría entre las nubes y más allá.

—¿Puedes escucharme, criatura pequeña? —se refirió a Dark Latin Groove que lo veía con sus enormes ojos—. Tu cola está extendida, si tienes control sobre ella, enrédala en un árbol para que dejemos de caer, ¿entendiste?

El stand de Joe entendió y recorrió el pecho desnudo de Redbone, enredando su cola tal como lo había hecho con Joe. Acto seguido, se concentró para mover la parte media de su cola, la cual consiguió para enredarla alrededor de un árbol.

Cuando ambos cuerpos frenaron, el dolor producido por el jalón y el roce en la cola de Dark Latin Groove fue sentido por Joe quien no podía creer que iba a caer al cielo. Tanto Joe como Redbone estaban por encima del bosque y solo la cola del stand de Joe los ataba a un árbol.

—Ahí están —dijo Blondie emocionada—. El maldito bosque ayudó a que no vinieran a mí. Pero ahora que sé dónde están, podré matarlos... ¡Y EL SEÑOR KIRA SE ENAMORARÁ DE MÍ, ME PEDIRÁ MATRIMONIO, BOTARÁ A ESA SUCIA JAPONESA, NOS CASAREMOS, ME EMBARAZARÁ, TENDRÉ SUS 50 HIJOS Y MORIREMOS DE VIEJITOS AGARRADOS DE LA MANO INCLUSO EN LA TUMBA! ¡Qué emoción!

Descendió sus manos sobre el tablero y comenzó a girar las flechas otra vez.

Joe se percató de los emocionados movimientos de Blondie, avisando a Redbone.

—Creo que ahí está el usuario. Es una chica la que nos está atacando —sacó sus binoculares, viendo que Blondie estaba jugando con el tablero—. ¡El tablero de la anciana! ¿Se lo habrá quitado? Es una desgraciada.

—Joe —dijo Redbone—. Sube por la cola y sostente de un árbol. Ya voy entendiendo cómo funciona su habilidad. Está girando el sentido de aquella fuerza que nos mantiene sobre el suelo. Aquello que llaman gravedad.

Joe pasó saliva pues esa palabra sonaba muy grave. Sin dudar, el apache y JoJo "subieron" con la ayuda de la cola de Dark Latin Groove que se contraía para llevarlos hasta el árbol más próximo.

Los ojos de la rubia Blondie giraban al ritmo de las flechas. Su ojo izquierdo se detuvo cuando una flecha se detuvo en 0° mientras que su otro ojo seguía a la segunda flecha que disminuía su giro hasta detenerse en los 30°.

—¡Es hora de que vengan! —grito Blondie.

Los cuerpos de Joe y Redbone sintieron el cambio de sentido por lo que ambos se agarraron del tronco de su árbol. La fuerza era la que normalmente hay en la tierra, pero esta tiraba hacia un ángulo diagonal, con dirección hacia Blondie.

Joe se agarro fuertemente, pero no contó con que el árbol en el que estaba agarrado tenía un espacio vació por dentro, producto de unas hormigas comedoras de madera.

El sonido del tronco partiéndose no pasó desapercibido por Redbone quien saltó desde su árbol, haciendo lo posible para que Joe no caiga.

Mientras que Joe se aferraba al carcomido árbol, vio como una serpiente descendía sin problemas pegada a otro árbol.

—«¿Cómo es que no se cae?» —se preguntó Joe en su mente—. ¿También puedo hacerlo?

—¡Protege a tu usuario! —exclamó Redbone a Dark Latin Groove. El pequeño stand corrió por el brazo del apache y saltó en sus dedos para llegar hasta una rama.

El stand de Blondie también lo afectaba pero era más ágil ya que se columpiaba usando su versátil cola. Sin embargo, cuando llegó, no pudo coger a Joe por lo que saltó hacia su hombro y lo envolvió con su cola. Cuando quiso enredar su cola en un árbol, ya estaba muy lejos para hacerlo.

—¡Toma mi mano, Joe Arroyo! —exclamó Redbone. Usó la corteza de un árbol y activó su stand—. ¡Come and get your love!

Su cuerpo entero se transformó en madera, pudiendo fusionar parte de su mano en un árbol cercano.

Debido al materia que estaba hecho su cuerpo, Redbone no podía hablar, pero si movía sus ojos. Con los cuales indicó a Joe que subiera por su hombro hasta ponerse a salvo. Joe entendió que mirará hacia otro árbol.

—¿Qué hay allá? ¿Viste algo? ¿Se está acercando?

Los ojos de Redbone giraron de la incredulidad. No podía moverse pues con el menor movimiento, su unión se rompería y ambos caerían. Fue Dark Latin Groove quien comprendió y jalaba a Joe de su mano. A Joe no se le había ocurrido usar a Redbone como puente pues, aunque estaba hecho de madera, no quería hacerle daño.

—D-a-t-e-p-r-i-s-a —titubeó Redbone.

Ese fue el momento en que Joe comprendió lo que debía hacer.

—Disculpe, señor Redbone.

Se agarró de los hombros del apache y avanzó hasta el árbol más cercano. Al agarrar una raíz gruesa que salía de la tierra, sintió un tirón que lo llevaba al suelo. Y luego rodó hacia el punto en donde estaba Blondie.

Todo fue tan apresurado que no pudo cogerse de ningún árbol, incluso, recibía el daño por los choques.

—¡Dark Latin Groove!

Su stand lanzó su cola a una rama pero fue en vano, pues estaban demasiado lejos para que puedan sostenerse.

—¡Ahh, sííí! ¡Mi siguiente víctima!

El rostro de Blondie parecía la de una bruja hambrienta que pronto se comería a un pequeño niño. Una idea que Joe volvió a tener sobre su mente.

La letrina estaba llena de moscas que zumbaban alrededor de su cabeza. Había pasado más de una hora sentado, tiempo suficiente para descargar lo malo que tenía su cuerpo luego de comer un aperitivo poco usual para su estómago.

Aún así, pasaron diez minutos para que pueda sentirse satisfecho. Abrió la puerta, pero aún tenía los pantalones a la altura de la rodilla. Estaría tranquilo, sino fuera por la mujer que estaba apoyada en el marco de la puerta. Su presencia sobresaltó a Emmanuel quien volvió a caer sentado en el asiento de la letrina.

—Hooola, niño —susurró Sha-Kira.

Próximo capítulo: One Way or Another - Parte 4

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