Killer Queen - Parte 1

Chayanne permanecía apoyado en la pared. Sus ojos estaban agotados por la mala noche que tuvo por lo que quería salir de esa ciudad y descansar unas horas.

Nada le previno sobre el peligro que estaba acechándolo muy cerca. Emmanuel terminó de posicionar el espejo para que la flecha de Shinobu atraviese la cabeza de Chayanne, asegurando una muerte inmediata, pero si aún así, no daba en el blanco, un solo roce con la saeta le aseguraba una muerte dolorosa gracias a la habilidad de Killer Queen.

La mano del stand de Yoshikage Kira había tocado la saeta, colocando la primera bomba de su stand, la cual hacía explotar a la víctima cuando tenía contacto con aquella bomba.

Esa es la razón por la que Kira se encontraba tranquilo y bebiendo una copa de vino.

—Tensa bien ese arco —dijo Kira a Shinobu—. Aunque esté cerca, Chayanne puede esquivarlo. Esa técnica llamada Hertz es muy útil, pero no creo que sirva para objetos que vuelen.

—De acuerdo, Yoshi-Yoshi —dijo Shinobu muy animada.

Estaba así desde que se enteró que Blondie no había regresado de la misión que le encomendaron. Por eso, esa noche preparó una cena deliciosa pues creía que finalmente había muerto.

—«¡Ya se murió esa perra!» —exclamó mentalmente toda la noche.

—Dispara —dijo Kira tranquilamente.

La mano de Shinobu soltó la cuerda y esta impulsó la flecha, atravesando el pequeño espejo que llevaba Emmanuel.

El humo que salía del establo llegó hasta la calle principal. La nariz de Chayanne detectó el olor de la madera quemada y giró para ver qué ocurría.

Gracias a ese giro, la flecha pasó muy cerca de su oreja, sin rozarlo. La saeta se incrustó en un pequeño letrero que estaba encima de Chayanne.

—¿Qué demonios?

Volteó a ver y encontró a Emmanuel, sudando y temblando con una especie de agujero en su mano por donde se apreciaba a una mujer con un arco.

—¡El maldito lo esquivó!

Pese a la situación, Kira estaba sereno. Sacó una boca y una oreja de su bolsillo para acercarlo a su rostro.

—Shakira, procede con el plan de contingencia.

A unas casas más allá, Shakira estaba sobre la azotea acompañada por un muchacho rubio con un abrigo de piel de tigre. Ella movió las manos y el chico entendió la orden. Untó las saetas de dos flechas sobre un veneno depositado en una vasija de plata y los colocó en su arco. Tensó la flecha, apuntando la espalda de Chayanne y disparó.

Mientras las flechas volaban por la retaguardia, Chayanne se abalanzó sobre Emmanuel, atacando sus muslos con Hertz para que se entumezcan y caigan al suelo.

—¿Qué pretendes, Emmanuel? ¿Por que lo hiciste?

Las lágrimas de Emmanuel mojaron el suelo.

—N-N-No era mi intención...

Chayanne le arrebató el objeto que estaba en su mano, pudiendo ver a Kira y a Shinobu al otro lado del umbral. Estos estaban tan tranquilos que incluso saludaron con sus manos.

—¿Acaso tu eres...? ¡Aaahhh!

Las dos flechas atravesaron su brazo. Retrocedió unos pasos, consiguiendo sacar las dos flechas pero una sensación extraña se dispersaba en su brazo.

El espejo resbaló de sus dedos, rompiéndose en el suelo.

Shinobu cogió el espejo que tenía delante suyo, tratando de reconectar con el espejo que estaba cerca a Chayanne.

—Se ha roto por completo, Doja Cat no puede recuperar la conexión.

—Ya tenemos lo que necesitamos —dijo Kira bebiendo el último sorbo de su vino—. Ese veneno recorrerá las arterias de la víctima hasta llegar al corazón para hacerlo reventar.

El fuego del establo se extendía por el área circundante. Los vecinos salían de sus casas pues el material de las construcciones era sumamente inflamable.

Pero eso no amedrentó a Juan Gabriel y Redbone.

—Este sujeto no es Dolton —dijo Redbone.

—¿Qué dices?

—Joe mencionó a un usuario que podía copiar la apariencia de una persona. Creo que él es el usuario de Rock DJ.

Dolton sonrió.

—Se equivocan, soy realmente Dolton Bryce.

—¿En serio? —dijo Juan Gabriel—. Porque a Dolton le gustan los aguacates con sal. ¿A tí te gustan los aguacates con sal?

—«¿Esa verdura de nuevo? ¿Acaso cree que soy estúpido? ¡Joe Arroyo ya me hizo esa jugada!» —extendió los brazos muy convencido—. ¡Claro que sí! ¡Adoro los aguacates con sal!

Permanecieron en silencio. Rob se sintió ganador, finalmente convenció a ambos de que era Dolton, disminuyéndoles la voluntad al ser traicionados.

Era una práctica usual de Rob William, un hombre de 30 años proveniente de las costas de Sudáfrica. Al nacer, le detectaron una mutación en la piel que le haría perderla cuanto más crezca. Es por ello que a la edad de 14 años, su piel había desaparecido y era la burla de sus compañeros de escuela.

En una noche, trató de invitar a la chica más bonita de la escuela. Robó el maquillaje de su madre y se echó sobre la piel. Salió con la esperanza de que sea una linda tarde de amorío adolescente, y sí lo fue. Pero tarde o temprano, las nubes grises aparecieron sobre su ciudad, haciendo que el maquillaje se corra de su rostro, mostrando la carne roja de su cuerpo.

—¡Aaahhhh! —exclamó la chica.

Ella huyó y corrió lo más lejos posible. Rob la siguió para darle explicaciones. Estaba tan cerca de alcanzarla, que no vio la zona en la que estaban corriendo.

Al cogerla del brazo, la chica resbaló y cayó por un acantilado. Rob pudo ver como el cuello de la chica se rompió, quedando como un muñeco de trapo descosido.

De pronto, escuchó los caballos de la guardia de la ciudad. Rob, asustado, descendió y cavó rápidamente colocando a la chica en el agujero.

Alrededor de su cuerpo apareció un brillo y de sus manos le salieron masas que se adhirieron a su rostro y piel descubierta.

Cuando la guardia llegó, encontró a una dulce señorita con la ropa sucia debajo del acantilado. Con ayuda de sogas, consiguieron sacar a la chica, sin saber que era Rob William.

Al llegar a su casa, vio el potencial de su nuevo poder. Huyó de casa y logró robar muchos bancos, tomando la apariencia de los dueños o de hombres de negocios.

Luego de unos años, fue atrapado por unos sheriffs en Virginia. Estaba siendo arrastrado con una soga por el suelo, cuando un hombre con sombrero apareció e hizo desvanecer a los dos sheriffs.

—¿Quién eres tú?

—Soy quien se aprovechará de tu habilidad —dijo Kira.

—No te daré las gracias por salvarme —dijo Rob.

—Si no quieres que te atrapen de nuevo, ven conmigo. Estoy seguro que te divertirás.

Fue así como Rob conoció a Kira y su banda. Al conocer el tipo de trabajo que tenían, se unió a ellos.

Ahora, varios años después, estaba frente a un par de tipos que se oponían a los planes del cliente que les pagaría el suficiente dinero para no volver a trabajar nunca jamás.

—¡Sabía que eras tú, Dolton! —exclamó Juan Gabriel.

—«Sí se lo creyeron. Son más estúpidos de lo que... ¡Aaahhh!»

El puño de Café Tacuba impactó en la mejilla derecha de Rob, lanzándolo contra la pared que estaba quemándose.

—¡Ja, ja, ja, ja! ¡Eres un idiota! Dolton se lavaría la boca con heces de caballo antes de decir aguacate.

—Otra vez esa maldita verdura —renegó Rob. Se puso de pie y se quitó la chaqueta que estaba comenzando a quemarse.

Rápidamente, salieron las chicas que los atendieron la noche anterior. Apuntaban a Redbone y a Juan Gabriel con revólveres y escopetas.

—¿Las recuerdas, Juan Gabriel? —dijo Dolton, chasqueando con los dedos.

La masa se desvaneció de los rostros de las chicas, mostrando las narices y orejas enormes de los hombres que se escondían tras la bella apariencia que hipnotizó a Juan Gabriel.

—¡Aahh! —exclamó Juan Gabriel—. ¡Eran hombres! Y me tocaron el cuerpo.

Juan Gabriel sintió cosquilleos incómodos en todo su cuerpo, algo que le hizo mucha gracia a Rob.

—¡Mátenlos!

Redbone levantó el brazo.

Antes de disparar, los hombres se sorprendieron al ver que el torso del apache era de concreto.

—¿Y eso qué, estúpido indio?

—Si un edificio tiene cimientos débiles, nada soportará estar de pie.

Apuntó a la viga que estaba sobre ellos, la cual temblaba como gelatina.

—¿Cimientos?

La vista de Rob fue rápidamente a las columnas de madera, viendo que la base de concreto era en realidad de carne humana.

—¡Hijo de perraaa!

El edificio completo cayó sobre ellos. El polvo y el viento que provocó la caída apagó el incendio, además, los escombros rompieron la pared del establo por donde los caballos lograron escapar hasta dirigirse hacia otra calle.

—¿Qué pasó? Escuché algo derrumbarse —dijo Kira.

—El hotel que eligió Rob para su plan se ha caído.

—¿Qué hay de Chayanne?

—Las flechas cayeron en su espalda, pero no puedo seguir viendo por el polvo que levantó el derrumbe.

Las uñas de Kira crecieron unos cuantos centímetros, lo que le sirvieron para rasguñar la mesa de caoba que tenía a lado.

Muchas cosas se estaban saliendo de control en tan poco tiempo.

Pero de pronto, las suaves y cálidas manos de Shinobu se posaron sobre las mejillas de Kira.

—Calma, esto mejorará para bien. Al final, venceremos.

Kira agarró las suaves manos de Shinobu y metió lo que pudo en su boca, comenzando a sentir una sensación agradable mientras su lengua pasaba entre los dedos de la delicada chica.

—Hmm...

Las manos. Las suaves manos de Shinobu servían como desestresante en situaciones parecidas. Eran suaves, igual de suaves que el pan o que una burbuja. Nada se comparaba con la textura de esas milagrosas manos.

Luego de unos minutos, Shakira pudo vislumbrar la figura de Chayanne.

Este se contorsionaba, tratando de estirar sus brazos.

—«¿Qué hace?» —dijo Shakira.

Movió las manos y el muchacho rubio, llamado Mack, entendió la orden. Tomó una flecha y untó veneno en la saeta.

Pero Chayanne ya había detectado la dirección de las anteriores flechas, por lo que estaba tratando de girar pese a que sus nervios estaban congelándose debido al veneno.

—Ahora sí morirás, Chayanne —dijo Mack.

Soltó la flecha y esta voló directamente hasta la cabeza de Chayanne. Ante tal peligro, Chayanne esforzó sus manos hasta llegar a tocar sus hombros. Un aura dorada brilló alrededor de sus manos y creó dos ondas Hertz que colocó en su hombro y en su piernas.

—¡Repulsión!

Las ondas vibraron en su cuerpo e hicieron que el veneno sea repelido hasta salir con una gran cantidad de sangre a través de los agujeros provocados por las dos anteriores flechas.

Fue así que Chayanne recuperó una parte de su flexibilidad y pudo atrapar la flecha, teniendo la saeta a dos centímetros de su ojo.

—Por poco lo consiguen, un minuto más y ese veneno me hubiera matado —dijo Chayanne sonriendo y girando la flecha entre sus dedos.

—S-Señor Chayanne... —murmuró Emmanuel con algunos escombros encima—. Evite tocar alguna de esas flechas. Kira tiene un stand muy l-l-letal.

—Hablaré contigo después, debo ir por Juan Gabriel, Redbone y Dolton.

Algunas llamas quedaron encendidas en unos cuantos escombros, pero se apagaron con la llegada de una fina lluvia que roció la ciudad de Loja.

En medio del hotel destruido, se levantó un vigoroso Redbone, cargando a Juan Gabriel entre los brazos.

También lo hizo Rob, con el rostro de Dolton deshaciéndose en su cara. Llevaba una escopeta, la cual disparó hacia Redbone.

—¡Muere, indígenaaaa!

Las balas se dirigieron hacia Redbone. Este lanzó a Juan Gabriel a un lado, evitando que sea herido por los proyectiles. Su stand se manifestó, posándose sobre una barra de metal y convirtiendo su brazo en metal, el cual usó para repeler la bala.

—¿Piensas que me ganaste?

Un proyectil atravesó su hombro, haciendo que tropiece hacia atrás.

—Caíste muy fácil —dijo Rob acercándose a Redbone para rematarlo—. Coloqué una masa de Rock DJ en otra pistola y disparé. Gracias al ángulo de tu visión, esta pudo verse como una parte de los escombros, lo que hizo que te concentrarás en la bala de la escopeta y recibieras la bala de la pistola. ¡Soy el señor de los engaños!

Pero el señor de los engaños recibió tremendo susto cuando sintió dos manos rodeando sus tobillos. Vio hacia abajo. Estaba sobre unos escombros que se movían hasta que salió la cabeza de Dolton.

—¡Dolton! —exclamó Juan Gabriel adolorido.

—Infeliz —dijo Dolton con la frente sangrando—. Caí sobre mis nalgas... ¡y me dolió!

Danza Invisible se manifestó, lanzando los escombros que estaban encima de Dolton, y arremetió contra Rob con una lluvia de puñetazos que quebraron su quijada.

Redbone le hizo una señal a Juan Gabriel y este supo lo que tenía que hacer.

Los golpes de Danza Invisible no eran tan potentes, por lo que debían de acabar con Rob cuanto antes. Café Tacuba se manifestó y activó su habilidad en su usuario. Juan Gabriel comenzó a comprimir su cuerpo resortizado. Sentía una presión acumularse en su abdomen, lo cual era bueno ya que esa fuerza desembocaría en una fulminante patada.

—¡Ahora! —exclamó Redbone.

Danza Invisible lanzó un derechazo en el pecho de Rob. Este resbaló y cayó de espaldas sobre Juan Gabriel, pero este lo esperaba con las piernas recogidas, listas para lanzar a Rob hacia el cielo.

—¡Al infinito y más allá!

Las piernas de Juan Gabriel se descomprimieron y lanzaron a Rob hacia las nubes grises del cielo, desapareciendo de sus vidas para siempre.

—¡Aaaahhhhhh! —su gritó se desvaneció lentamente.

Chayanne se apresuró a ayudar a Redbone sacando la bala de su brazo y ayudando a cicatrizar con el Hertz.

—¿Qué pasó? ¿Por qué no nos ayudaste? —preguntó Juan Gabriel—. Se supone que estabas vigilando por si venía alguien.

—Estuve ocupado —dijo Chayanne fríamente—. Emmanuel es un traidor. La banda de Kira tiene información sobre nosotros gracias a ese niño. Vayamos por Joe y larguémonos de aquí. Tengo una idea para que Blades deje de amenazar nuestras vidas.

—¿Y cuál es? —preguntó Dolton.

Stop! Primero hay que ir por Joe.

A lo lejos, Shakira veía la escena, comentándole a Kira sobre el desenlace de Rob y la situación de Chayanne y sus amigos.

Mientras escuchaba las palabras de Shakira, este buscaba consuelo con el tacto de las manos de Shinobu en su rostro.

—Es increíble la suerte de ese sujeto, pero ya que Emmanuel Blades nos ha traicionado, seguramente su padre pedirá un castigo severo. Si decide acabar con su hijo, podré activar la segunda bomba de Killer Queen y nada podrá detener la muerte de Chayanne.

—Así es, Yoshi-Yoshi —dijo Shinobu sonriente.

—Shakira, tú y Mack retírense de esa azotea. Debemos reorganizarnos con los otros tres.

—Okis —dijo Shakira. Kira guardó la boca y oreja de su media hermana en su bolsillo. Cogió su sombrero y su gabardina para salir de la habitación.

La lluvia se hizo más intensa y el cielo se oscureció un poco más.

Mientras que sus amigos se enfrentaban a los ataques de la banda de Kira, Joe había estado buscando un lugar idóneo para descargar la orina contenida desde el castillo del Pastor. Evitó orinarse en los pantalones para no avergonzar a Christine así que decidió contenerse hasta encontrar una pared vieja y descuidada.

Cuando lo encontró, se aseguró de que nadie lo vea y miccionó abundante orina. Sintió una sensación relajante a la altura del abdomen, comparable a la sensación de tronarse un hueso acalambrado.

Luego de varios minutos, sintió un vacío en su vejiga así que se acomodó el miembro dentro del pantalón. En eso, una puerta se abrió.

Joe se sobresaltó al darse cuenta que era la puerta de la casa en donde estaba orinando. Su vergüenza se hizo notar en su rostro así que pidió disculpa.

—Perdone señor, no era mi intención ensuciar su pared.

El hombre rubio con sombrero y gabardina hizo una señal a su acompañante quien se encontraba dentro de la vivienda.

—«Este mocoso es Joe Arroyo» —pensó Kira— «Su stand es una pequeña estupidez que puede estirar y encoger su cola»

—No te preocupes, muchacho. Demoleré esta casa muy pronto. Debo agradecerte por ayudar a arruinar más la pared.

Por el tono, Joe no supo si estaba enojado o contento, por lo que decidió acabar con la conversación asintiendo la cabeza.

—Con su permiso —dijo y se retiró hacia la izquierda.

Killer Queen se manifestó al lado de Kira.

—«Con un solo toque, podré deshacerme de Joe Arroyo. No hay forma de fallar esta vez. Chayanne tendrá un hombre menos en sus filas» —Killer Queen preparó su puño para atravesar la espalda de Joe de un solo tirón— «Nada podrá salvar a Joe. Si decide repeler el ataque con su stand, tendrá contacto con Killer Queen y morirá. Hay un nulas probabilidades de sobrevivir a este ataque. ¡Un solo toque de Killer Queen hará que estalle y muera!»

Próximo capítulo: Killer Queen - Parte 2

1. Killer Queen: el nombre del stand es una referencia a la canción Killer Queen de la banda británica Queen.

https://youtu.be/2ZBtPf7FOoM

2. Doja Cat: el nombre del stand hace referencia a la cantante y rapera estadounidense Doja Cat.

https://youtu.be/Amsbv8GlEBk

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