Danza Invisible - Parte 3

—¡Aaahhhh!

El machete seguía descendiendo sobre Joe mientras que Redbone estaba a solo un par de metros de salvarlo.

—¡Hazte a un lado, Joe! —gritó Redbone, pero al ver que Joe estaba paralizado del miedo decidió actuar a distancia—. ¡Come and get your love!

El pequeño stand de Redbone se manifestó desde su sombra y saltó hacia la hoja del machete. Cuando cayó en el pecho de Joe, el arma no le hizo daño, pues la hoja se había convertido en un filamento delgado de piel que se dobló cuando hizo contacto con el pecho de Joe.

—¡Maldición! —gritó el usuario de Danza Invisible, pero sus lamentos no duraron mucho pues una patada voladora por parte de Redbone hizo que sus labios sangren. Aunque Redbone no sabía a qué parte del cuerpo le iba a golpear, pero en lo que estaba seguro era que le iba a hacer daño.

—¡Uummmffff! —se escuchó un quejido en el suelo. Redbone sonrió y sobó la parte de su brazo que estaba metalizado. Come and get your love lo regresó a su composición normal, sin ningún rasguño.

—E-Eso estuvo cerca —dijo Joe. Redbone le tendió la mano para levantarlo del suelo—. G-Gracias, señor Redbone.

—Solo dime Redbone, Joe.

—D-De acuerd-do.

—Adiós, zoquetes.

El usuario de Danza Invisible comenzó a moverse, llevando las dos alforjas sobre sus hombros. Redbone detectó el sonido de sus pisadas por lo que corrió hacia él, sin embargo, el usuario dio un salto sobre una roca cayendo sobre un caballo que estaba detrás de un árbol. La habilidad de su stand se desvaneció, mostrando su apariencia solo para despedirse de manera burlona de Redbone.

—¡Wovoka! —el caballo de Redbone no hizo caso al llamado porque estaba comiendo—. Sube a tu caballo, Joe.

—P-Pero debo continuar la carrera.

—¿Dejarás que te robe tus cosas?

—P-Pero...

—No permitas que te deshonren de esa manera, Joe Arroyo —dijo Redbone sobre Wovoka—. Si no vas a acompañarme, no podré traer tu alforja. Así que necesito de tu ayuda.

—E-Es cierto, tiene mi alforja...

—Ven conmigo y lo atraparemos.

—S-Sí.

Wovoka y Treasure salieron de la zona en donde estaban lo más rápido que podían. Sus jinetes veían por todos lados buscando al usuario de stand. Por debajo de la montaña, encontraron al caballo del usuario entrando por un camino cercado por colinas hasta una quebrada.

—¡Ahí está! —señaló Redbone y Joe lo siguió.

Los caballos corrieron por un camino escarpado pero pudieron llegar sin tropezarse. Al llegar a la quebrada, les esperaba un camino rodeado por árboles. Mientras avanzaban rápidamente, veían por todos lados al usuario. Sin embargo, una soga invisible colgada de extremo a extremo del camino los hizo caer de su caballo.

—¡Ja, ja, ja, ja! —el usuario y su stand se visibilizaron detrás de la soga—. Eso les enseñará a no seguirme.

Pero el usuario no se dio cuenta que la piedra en la que estaba apoyando su pie estaba floja, por lo que cayó y rodó colina abajo, entre los árboles y las rocas. Aproximadamente unos quince metros.

—¡Ay! —jadeó al chocar con un cuerpo—. Qué mierd...

—Muy cómodo, ¿eh? —dijo Chayanne, lanzando un puñetazo en toda la cara.

—¡S-Señor Chayanne! —exclamó Joe, bajando con Redbone con cuidado pues podrían resbalar como el usuario.

—Primero una patada y luego un puñetazo —se quejó el usuario apartándose de Chayanne—. Y el tiempo se me agota, pero esta vez no tendré clemencia contigo, imbécil. ¡Danza Invisible!

—¡Cuidado, señor Chayanne!

El usuario activó la habilidad de su stand y se invisibilizó frente a Chayanne quien no tenía la menor idea de lo que pasaba.

—¿Pero qué mierda significa Danza Invisible? —reclamó Chayanne, recibiendo una patada en la barbilla.

«No dilataré más esto» —el usuario sacó una navaja suiza y se puso detrás de Chayanne. Pero Chayanne se paró con los pies firmes sobre el suelo y con los ojos cerrados.

«¡Se rindió! Ni siquiera abre los ojos por el miedo» —el usuario dio dos pasos silenciosos y se impulsó para atacar con la navaja en la nuca de Chayanne.

Cuando estaba a centímetros de concretar el ataque, Chayanne tomó aire y por un segundo su cuerpo se iluminó con un aura amarilla. Esta se desvaneció y rápidamente giró, agarrando el brazo del usuario de Danza Invisible, a dos centímetros de que la navaja entre en su cuerpo.

—¿C-Cómo me vio? Estaba con los ojos cerrados.

—¿Acaso fue el Hertz? —dijo Joe.

—Si vas a golpear a alguien, por lo menos míralo a los ojos —Chayanne abrió los ojos en el preciso momento en que lanzaba un fuerte puñetazo en el rostro del usuario, haciendo que la navaja caiga al suelo.

—¡Arghh! —el usuario cayó, sobándose el rostro por el dolor—. ¡Ay mi caritaaaa!

Chayanne se limpió los nudillos con su ropa y volteó a ver a Joe y Redbone que acababan de llegar al suelo.

—Eso fue impresionante —observó Redbone—. ¿Acaso tienes un espíritu protector? Aunque ese ladrón lo llamó stand.

—No tengo ni stand, ni espíritus chocarreros o cómo lo llames. Ignoro de lo que están hablando —respondió Chayanne recogiendo las cosas de su pequeño campamento.

—¿Q-Qué hace por a-aquí, señor Chayanne? —preguntó Joe con curiosidad.

—Pues... durmiendo. Y parece que me estabas llevando la delantera. Casi me pasa lo mismo que a la liebre, ja, ja, ja.

Joe rió sin entender lo que decía.

—¿Y tú que haces aquí, JoJo?

—Y-Yo fui robado por ese sujeto, al igual que el señor... perdón, que Redbone.

—Ah... ¿así que este es otro ladrón? Eres un imán para los criminales, JoJo —dio un toque a su sombrero con su dedo mientras sonreía—. Pero este bandido debe pagar las consecuencias de su acto.

—¡Por favor, no me hagan daño! Si me dejan con vida, les daré todo lo que robé.

—Hmmm... eso suena interesante —dijo Chayanne acariciando su barbilla.

Medio kilómetro al este, el usuario de Danza Invisible, que se llamaba Dolton, los llevó a la guarida donde guardaba el botín. Al llegar, encontraron varias alforjas de varios jinetes debajo de unas rocas que simulaban una pequeña cueva.

—¡Son demasiadas cosas! —exclamó Joe.

—Veamos, ¿qué tenemos por aquí —sacaba las cosas que encontraba, dando una observación con un monóculo que sacó de su bolsillo—. Esto es un mapa... no me sirve ya que tengo el mío —fingió su voz mientras que lo lanzaba al aire, cayendo justamente en las manos de Joe.

Recogió algunas cosas como joyas y barajas para ponerlo dentro de una bolsa de tela.

—Listo, ya hice las compras —dijo Chayanne, echando la bolsa sobre su hombro.

—En mi caso, yo solo vine por mi alforja y eso será lo único que llevaré —dijo Redbone recogiendo su alforja y echándosela al hombro.

—¿Tú que vas a escoger, JoJo?

—Y-Yo... —a Joe lo embargo una sensación de incertidumbre al ver tantas cosas de utilidad pero sin saber qué escoger.

—Bueno, para que veas a los ladrones desde lejos, llévate esos binoculares —le lanzó unos binoculares de color azul oscuro.

—¡Hey! Eso es mío —dijo Dolton.

—Silencio —ordenó Chayanne.

—Sí, creo que esto me s-servirá —respondió Joe, metiendo los binoculares en su alforja.

—¿Ahora que harán conmigo? —preguntó Dolton asustado.

—Nada malo, estimado amigo —dijo Chayanne picándolo con su dedo índice mientras sonreía cínicamente—. En realidad, eres muy útil para mí.

—¿Q-Qué?

—Bueno, para nosotros tres —corrigió Chayanne—. Te perdono la vida si continuas robándole a los demás jinetes. Como eres un participante, es seguro que nos volveremos a encontrar. Pero estoy seguro que no volverás a joder a ninguno de nosotros tres, ¿verdad?

Dolton asintió rápidamente.

—Eso no suena justo —intervino Redbone.

—Pues la vida es así. Además, esta es una competencia, cuanto menos jinetes allá en la carrera, habrá más posibilidades de ganar —lanzó un guiño a Joe mientras acomodaba su sombrero—. Por lo menos, ustedes dos serán intocables, ¿verdad, Dolton?

Dolton volvió a asentir rápidamente.

—Entonces, nos vemos en la meta, caballeros. ¡Vamos, Runaway Baby!

Chayanne se alejó con su caballo.

—Espero verte en la meta, Joe Arroyo —dijo Redbone y se despidió, yendo por otra ruta.

—M-Me dejaron solo.

—No estás solo, yo estoy aquí —dijo Dolton.

—P-Pero tú no eres confiable. ¡Nos robaste e intentaste matarme!

—¡Oye, ya! Es mi trabajo asaltar a la gente. Aunque seas un blanco fácil, prometí no atacarlos otra vez y yo cumplo mis promesas.

—B-Bueno... debo irme —antes de irse, Joe hizo una pregunta bastante interesante—. Dolton, ¿qué es exactamente lo que tienes? ¿Qué es eso del stand?

—No lo sé —respondió Dolton—. Danza Invisible apareció un día cuando lo necesitaba. Apareció frente a mí y me ayudó a esconderme de unos mafiosos usando los rayos del sol del mediodía como una cortina que me vuelve invisible. Aunque puedo usar la de cualquier hora del día, la del mediodía es mejor ya que cae perpendicularmente a la tierra, creando la barrera invisible.

—Cielos... —suspiró Joe, llevando sus manos a sus mejillas—, ¡eso es demasiado bizarro para mí!

Treasure relinchó y avanzó con el grito de Joe, pensando que era la señal para avanzar.

—Oye, Treasure. ¡No te dije que avanceeeees!

Próximo capítulo: Rápidos y furiosos - Parte 1

Nombre del usuario: Dolton Bryce

Nombre del Stand: Danza Invisible

Stats

Poder destructivo: Ninguno

Durabilidad: B

Velocidad: B

Precisión: A

Rango: B

Potencial de aprendizaje: C

Habilidades

Danza Invisible crea una especie de barrera que vuelve invisible a su usuario o el área que quiere volver invisible, usando la luz solar. Los usos varían dependiendo del ángulo de inclinación del sol, por lo que para camuflarse, es preferible usar los rayos del sol de mediodía.

1. Dolton: el nombre del personaje hace referencia a la banda de rock peruana Los Doltons

https://youtu.be/QpENPqwdjHA

2. Danza Invisible: hace referencia a la banda española de new wave del mismo nombre.

https://youtu.be/elhT0H70lVA

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