Chayanne - Parte 2

—¡¿Chayanne?! —exclamó el ladrón.

«¡Así que su nombre es Chayanne!» —Joe estaba asombrado.

La manta roja flameaba con el viento, mientras Chayanne sonreía sin preocupación.

—¿Y eso qué? Nadie me impedirá seguir comiendo —apuntó a Chayanne y antes que dispare, este lanzó el estaquillador hacia la mano del ladrón.

El ladrón apenas pudo moverse y le quebró un par de dedos, haciendo que la pistola caiga al suelo.

—¡Aaahhhh! —cayó de rodillas, lamentando el dolor de su mano.

Chayanne suspiró y recogió la espada y el estaquillador. Vio el revólver y lo pateó hacia Joe.

—Todo tuyo, niño.

Sacó un paño y se limpió las manos. El platillo transparente se desvaneció en un instante.

—¿C-C-Cómo hizo eso? —preguntó Joe con mucho interés.

—¿Hacer qué? —vio de reojo a Joe, pero giró por completo al ver el peligro detrás de él—. ¡Sal de ahí, niño!

Joe no reaccionó a tiempo y el ladrón, con un cuchillo con filo oxidado sostenido por los tres dedos que le quedaban, cogió a Joe del cuello, presionando el filo en su yugular.

—¡Aa-a-aaaah!

—Ni un paso más, torero. Si hago que este cuchillo le haga una herida, morirá dolorosamente por el tétanos. Y eso es algo que tú no puedes combatir, ¿o si?

Chayanne tenía el rostro sombrío debido a su sombrero. Tenía las manos a cada lado, como si estuviera esperando el momento para tomar una pistola y disparar.

La respiración agitada de Joe se podía ver en su pecho y su plano abdomen. Siendo tan delgado, se veía demasiado frágil en esa situación.

—N-No me ha-ha-haga daño, po-po-por favor — imploró Joe pero eso solo animaba al ladrón a ser más amenazante con su cuchillo.

—¿Última respuesta, torero?

Chayanne seguía de pie, con el rostro sombrío y casi inmóvil.

—Vale. Si tanto te gusta comer animales, te daré a mi caballo junto al del niño.

—¡Me parece bien! —exclamó el ladrón con ganas—. Tráelo.

—¡Ven aquí, Runaway Baby!

Antes que se diera cuenta, el ladrón vio de reojo al caballo girando sobre sus patas delanteras y dando una coz en su espalda, empujando a él y a Joe. Aunque esto hizo que Joe escape del agarre del ladrón, el cuchillo hizo una herida en su cuello, provocando que la sangre salga como un manantial.

—¡Aaaghh!

Chayanne se impulsó y cogió a Joe en el aire, en ambas manos tenía los platillos transparentes y colocó una mano en la nuca de Joe, haciendo que el platillo entre en su cuello. Esto hizo que un enorme chorro de sangre salga de la herida, hasta que Chayanne envolvió el cuello de Joe con una venda en una pirueta hipnotizante.

—¡Haz presión sobre la herida! Las plaquetas harán el resto.

De reojo pudo ver una singular forma en el hombro izquierdo de Joe. Se trataba de una estrella de cinco puntas con una tonalidad púrpura que resaltaba en la piel oscura. La marca le resultaba familiar, pero en vez de hacer memoria, se concentró en el ladrón que, a pesar de tener rota la columna, consiguió coger el revólver y recargarla.

—¡Come mis balas, torero hijo de puta!

Chayanne se agachó, flexionando una pierna y estirando su brazo donde estaba el platillo transparente. Cuando el ladrón vio eso, jaló el gatillo, al mismo momento que Chayanne levantaba el brazo, lanzando como una esfera de bolos hacia el ladrón.

Sin embargo, la bala dio de lleno en el brazo de Chayanne.

—¡Esta vez si traspasó! —exclamó el ladrón, pero el platillo transparente hizo que su voz se apague cuando cayó y traspasó hacia su corazón.

Como si fuera un muñeco de trapo, cayó al suelo y no mostraba signos de levantarse de nuevo.

—Aaa-a-a-ahh, ¿q-qué es lo que hizo? —Joe estaba impactado.

Chayanne vio de soslayo al ladrón y luego se dirigió a su caballo.

—¿Q-Qué fue lo que le pasó?

—Es una muerte limpia, niño —hizo aparecer un platillo en su mano derecha para aplicarlo en su brazo lastimado. Esto provocó que un chorro de sangre junto a la bala salgan y caigan al suelo. Rápidamente se cubrió la herida con la venda que le quedaba—. Use el Hertz para detener su corazón. Una muerte sin sufrimiento es una muerte limpia.

—P-P-Pero está prohibido matar en la carrera.

—Primero: el tipo no está concursando. Espero. Segundo: si no lo hubiera hecho, posiblemente tú seas un cadáver y quizás su cena. Te esperaba una muerte espantosa, al menos el tuvo el privilegio de morir sin sufrir.

Joe tembló de miedo al ver al cadáver. No había visto a un muerto y le causó mucho temor que se levante y lo siga.

—Toma tu caballo antes que nos vean con un cadáver y nos descalifiquen.

—¿Y-Y q-q-qué es lo que hizo con mi herida?

—Solo la limpié. ¡Bah! Haces muchas preguntas, niño.

—¡No soy un niño! Me llamo Jo-Jo-Jo...

—Mucho gusto, JoJo —dijo cuando subió sobre Runaway Baby, asintiendo con el sombrero.

—¡Noo! Soy J-Joe.

—Pero pareces un niño indefenso, niño.

Joe estaba nervioso por las palabras de Chayanne.

—¿P-P-Puede ense-se-señarme eso que hace con los platillos?

—¿Cuáles platillos, niño? Oh... ¿te refieres al Hertz? —rápidamente hizo aparecer un pequeño platillo en la punta de su dedo índice.

—¡Q-Quiero aprender!

—En realidad, no son platillos. Son cosas que solo los que lo dominan pueden ver.

—¿Q-Qué son entonces? —Joe estaba intrigado.

—¡Ajá! Decírtelo arruinaría el suspenso —guiñó uno de sus ojos y tomo las riendas de su caballo.

—¡Espere! S-Se lo suplico, se-señor Chayanne.

Chayanne lo vio y se compadeció de él, sin embargo...

—Vale, niño —una sonrisa se formó en el rostro de Joe, hasta que luego se deformó en una mueca de confusión por lo que le dijo Chayanne—. Pero si quieres que te enseñe a dominar el Hertz, deberás llegar a la meta en Pereira antes que yo.

—¡E-Eso es imposible para mí!

—Si crees que es imposible, ni te molestes en aprender —de pronto, su rostro se volvió frío y duro—, demuéstrame que estás hecho para que te enseñe el Hertz. Llega a Pereira antes que yo lo haga, porque si llego antes que tú, no volveré a salvarte otra vez. Y recuérdalo muy bien niño, por más que estés en peligro, si tu vida está en riesgo, si un león está a punto de comerte, no intervendré. Es más, ayudaría sazonando tu cuerpo con condimentos para que el león coma a gusto —sonrió maliciosamente mientras asentía con su sombrero.

—P-P-Pero...

—Te veo en la meta, niño. O tú me ves. Ya sabes. Quien llegue primero —jaló las riendas y el caballo se puso en dos patas mientras relinchaba—. ¡Arre, Runaway Baby!

—P-Pero señor Chayanne... ¡no hay leones en Sudamérica!

El grito de Joe no pudo ser escuchado por Chayanne ya que estaba a cien metros en un parpadeo.

Las manos de Joe estaban temblando por el frío, así que subió sobre Treasure y se vistió con una camisa con franjas de estrellas en los hombros.

—¿Q-Qué debo hacer? Aún puedo regresar a casa desde aquí, pero... —Joe vio el horizonte, por donde el sol subía y bañaba con su luz las montañas verdes y los humedales junto a los miles de jinetes—. Si mamá pudiera verme, tal vez me diría que regrese con ella, pero si regreso, será en vano y no quiero decepcionarla.

Joe cerró los ojos y respiró hondo.

—A-Aprender el Hertz me ayudará a ganar la carrera y tener el dinero para pagar el tratamiento de mamá —tomó las riendas y las presionó fuertemente—. Solo te-te-tengo que ir hacia adelante, sin mirar a los costados. S-Solo eso. No la decepcionaré. P-Prepárate Treasure. ¡Corre!

Treasure comenzó a correr mientras que Joe sostenía las riendas, tenso por la decisión que había tomado.

—¡L-Lo haré por ella!

Próximo capítulo: Danza Invisible - Parte 1

1. Chayanne hace referencia al nombre del cantante Chayanne.

https://youtu.be/GuZzuQvv7uc

2. El nombre del caballo de Chayanne hace referencia al título de la canción de Bruno Mars, Runaway Baby.

https://youtu.be/HIgvP7B3Hg8

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