Banda Blanca - Parte 3

[12:16 m.]

Blades se perdió de vista. Hall estaba bastante preocupado por lo que estaba pasando, mientras que Banda Blanca se preparaba para atacar.

—«Un solo roce y le abriré una herida. Solo así podré ganar»

—¿Quién eres? —preguntó Chayanne.

—Te mataré. Me hiciste perder una fortuna.

Chayanne bostezó.

—Aburrido —dijo.

—Di lo que quieras. Nada podrá salvarte —Banda Blanca brincó de derecha a izquierda hasta impulsarse y llegar a la mesa.

—¡Aléjense! —exclamó Chayanne.

Joe retiró a Christine y Chizuru, mientras que Bole, Lou y Clint se apartaron con ayuda de Redbone.

—Vuelvan a sus caballos —les dijo el apache.

Lou y Bole asintieron y se marcharon al igual que Chizuru. Clint fue el único que se quedó.

—Dame un golpe, Chayanne. Estoy seguro que me lastimarás —dijo Banda Blanca lanzando una patada a Chayanne, quien bloqueó el ataque con sus brazos.

Aprovechando su altura, Banda Blanca saltó sobre él, hasta colgarse de su cuello. Estirando su cuerpo hacia abajo, logró girar a Chayanne hasta golpearlo contra la mesa.

Joe se puso al lado de Banda Blanca con una onda Hertz en sus manos. Acercó su brazo a este, pero Banda Blanca lo cogió de las piernas, tumbándolo hacia atrás.

Redbone se acercó rápidamente. Sus brazos eran unos bloques de metal con nudillos, listos para machacar la cabeza del oponente.

Pero Banda Blanca actuó rápido y cogió a Redbone de sus manos para impulsarlo hasta chocar con el muro.

—De niño solía ser golpeado por los demás. Era débil y el resto era muy fuerte, pero luego de quemar mi piel, descubrí que puedo usar la fuerza de los demás en su contra. ¡Atrévanse a retarme! —exclamó Banda Blanca sacando un cuchillo de su pantalón.

Se subió a la mesa y lanzó el ataque hacia la espalda de Chayanne. Este se apartó rápidamente y lanzó una onda Hertz directo a su corazón.

Al ver que la onda se acercaba rápidamente, trató de esquivarlo pero aún así, cayó en sus costillas, provocando que un par de sus huesos se doblen.

—¡Aahhh!

Hall estaba maravillado con lo que veía.

—¿Eso no es obra de un stand, verdad? —preguntó.

—No —dijo Joe sacando ondas de sus dedos—. Es el Hertz. Por favor, retírense o saldrán lastimados.

—«Esos ojos... se me hacen similares» —pensó Hall.

Viendo en el peligro en el que estaba, se dispuso a retirarse.

—Salga de aquí, señor Eastwood —le dijo Hall.

—Cállese —respondió—. Esto es mucho más importante que la carrera.

Luego de escuchar esa agria respuesta, salió del restaurante en dirección al dirigible.

—«Debo alertar a Wham sobre lo que sucede. Debo llamar refuerzos» —pensó agitado.

Banda Blanca se puso en pose de pelea. Hacía tiempo que no se había enfrentado a personas destacables.

—Pensé que eras alguien noble. ¿Acaso es justo cinco contra uno?

—Tampoco es que tu jefe haya sido justo con JoJo.

Banda Blanca sonrió.

—Sabandijas, me parecen muy graciosos —comenzó a reírse.

Esa risa se escuchaba demencial y aterradora.

—¡Joe!

—¡Sí!

Chayanne y Joe se acercaron hacia Banda Blanca con ondas Hertz en sus dedos índices, en dirección al corazón.

El siguiente movimiento de Banda Blanca consistió en soltar las bandas que cubrían sus brazos y atrapar los brazos del dúo.

Cuando los retuvo, jaló con la suficiente fuerza hasta lesionar la piel y hacer pequeñas heridas. Solo eso bastaba para que el vapor púrpura comience a entrar en sus sistemas.

—¡Señor Chayanne! —exclamó Joe cuando vio caracoles surgir dentro de su brazo.

Chayanne estaba en la misma situación.

—No hay tiempo para que se salven, tal vez si meten sal en su carne. Aunque eso les dolerá más de lo que puede hacer Sopa de Caracol —dijo Banda Blanca.

Redbone corrió hacia Banda Blanca con su cuerpo hecho de madera. No había manera de provocarle una herida a dicho material por lo que Banda Blanca tuvo que saltar a una mesa y luego saltar a otra.

—Oye, momia. Aquí estoy —dijo Juan Gabriel lanzando un puño impulsado por su brazo en forma de resorte.

Banda Blanca se inclinó hacia atrás, esquivando el golpe, pero perdió el equilibrio cuando la mesa en la que estaba perdió una pata.

—¿Crees que eres muy fuerte con ese poder, gilipollas?

Con la misma pata que le había quitado a la mesa, Christine asestó un severo golpe en medio del rostro vendado de Banda Blanca.

Mientras eso pasaba, Chayanne usaba el Hertz para evitar que sigan aumentando los caracoles. Del mismo modo que usaba el Hertz para reunir a las plaquetas en una herida, los caracoles actuaron de la misma forma.

—La clave es el agua —mencionó Chayanne quitándose los caracoles a través de la herida.

—¿Agua? ¿Pero por qué está en la sangre? —preguntó Joe.

—Porque la sangre es agua, Joe.

Joe quedó sorprendido.

Banda Blanca se tapó las heridas producidas por la pata con sus vendas, evitando que el vapor entre y llene su cabeza de caracoles.

Antes que Christine pueda asestarle un golpe severo en la nuca, Banda Blanca cogió el palo y empujó a la corredora, pero ella se resistió hasta estirar su pierna, golpeándole la ingle. Dicho golpe fue sentido por todos los que estaban presentes.

—Quería tener un almuerzo tranquilo, pero ahora estoy muy enojada —golpeó la cabeza de Banda Blanca fuertemente hasta romper el palo.

Aquel que comenzó el alboroto estaba desmayado.

Unos pasos apresurados se escucharon alrededor. La guardia civil de la ciudad apuntaba a Joe y los demás con sus mortales fusiles fabricados treinta años antes.

—¡Manos arriba! ¡Nadie se mueva! ¡Salgan de ahí rápido! —dijo el guardia.

No les quedó de otra que levantar sus brazos y salir.

Clint Eastwood también estaba ahí, pero él no levantó sus brazos. Solamente llevó un mondadientes a su boca y caminó lentamente con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡Detente ahí, blanco! —le dijo un guardia.

—Parece ser que la forma en que se obtiene un poder como lo de estos anormales es poniendo tu vida en riesgo —dijo Clint—. Así que no tengo miedo.

—¡Disparen!

Las manos de los guardias estaban a punto de apretar los gatillos cuando un sonido agudo los petrificó. No solo a ellos, sino también a Joe y los demás.

Unos hombres vestidos con gabardinas y sombreros oscuros como sus gafas tenían un pequeño aparato que emitía un sonido de baja frecuencia que inhibía el cuerpo de los afectados.

Eran 3 y el resto de los agentes de Speedwagon estaban detrás de ellos con tapones en los oídos.

—Desactiva tu stand, usuario —exclamó la agente Archie.

A su tras, el agente Bisón sostenía el aparato y el agente Fort se encargaba de desactivar.

La agente Archie sacó un arma de su bolsillo y se acercó al grupo de corredores.

—¿Quién de ustedes me puede dar información sobre lo que ha pasado aquí?

—¿Quién es usted? —preguntó Chayanne tendido en el suelo.

—Nadie —contestó Archie apuntándole a la cabeza—. Si nadie me responde, tendré que ejecutarlos uno por uno.

Los demás agentes estaban nerviosos. Muy pocas veces se podía ver en acción a un agente del nivel de la agente Archie. Pensaron que no sería necesario los métodos severos de control, pero la situación era otra.

—Traigan al agente Wham de inmediato —dijo Bisón a uno de los agentes—. Ustedes cinco, pongan a la gente a salvo, los demás se quedarán como apoyo para contener al usuario. ¡Rápido!

En una esquina cercana, Kira veía lo que estaba pasando. Con ayuda de un binocular pudo ver a Banda Blanca tendido en el piso del restaurante.

—¿Ya desactivó su habilidad? —preguntó Shakira.

—No, está inconsciente —respondió Kira.

Shinobu hizo un jadeo ahogado de espanto.

—Me refiero a que está desmayado.

—Ah.

—Acercarnos a sacarlo sería arriesgado. Y esos sujetos deben ser de la Fundación

Sacó un pedazo de algodón, una vez humedecido por su boca lo colocó en una astilla. Pudo comprobar que el vapor púrpura estaba en el aire cuando el algodón tomó esa coloración.

—Acábalo —le dijo a su media hermana—. Y luego podremos irnos.

Shakira sonrió y sus manos se salieron de sus brazos para escalar por las paredes y llegar al tejado de la casa cercana.

—D-Disculpe —dijo Joe debilitado—. Ese hombre que está en el restaurante. Él hace que crezcan caracoles de nuestro cuerpo.

Archie se acercó a Joe, ayudándole a ponerse de pie. Apuntó con su arma el mentón de Joe. Aunque se sorprendió al ver en sus ojos una mirada familiar.

—«¿JoJo?» —pensó.

—Lo que dice es cierto —agregó Chayanne poniéndose de pie al igual que el resto.

A su tras, los guardias también se ponían de pie. Un poco confundidos por la situación, pero uno de ellos agarró con enojo su arma.

—«Estos malditos gringos creen que pueden hacer lo que quieren en nuestra tierra» —apuntó a la agente Archie.

Joe se dio cuenta de esto y saltó junto a ella. Chayanne lanzó una onda Hertz al guardia, provocándole un calambre en las manos.

—¡Aaahh!

Esto provocó que sus manos se peguen al gatillo y dispare a todos lados. Unas cuantas balas cayeron en sus compañeros. Rápidamente el vapor entró en sus venas hasta rellenarlos de caracoles que escapaban hasta por sus orejas.

—Santo cielo —dijo Christine.

Redbone, con cuerpo de metal, agarró el fusil del guardia para apartarlo y dejarlo noqueado.

—¡Un hombre de metal! —dijeron los agentes.

—¡Son usuarios de stand! —dijeron los tres agentes de mayor rango.

Todos ellos apuntaron con sus armas a Redbone y al resto de sus compañeros. Archie pateó a Joe mientras lo apuntaba.

—Aprovechaste en tocarme mientras fingías salvarme. Eres de lo peor —dijo Archie alejándose de espaldas—. Ahora entiendo porque tienes la misma mirada del canalla de JoJo.

—¿JoJo? —dijo Joe—. A mí también me llaman JoJo.

Archie quedó confusa.

—Bueno, no es como que los Joestars hayan patentado el apodo.

—¡Déjese de chingaderas! —gritó Juan Gabriel haciendo aspavientos con sus brazos—. El malo maloso está en el restaurante.

—Cállate, mexicano —ordenó Archie.

—¡No me va a callar una gringa!

Banda Blanca se puso de pie y saltó hacia el marco de los ventanales rotos con uno de los manteles en su espalda.

—Sus gritos no me dejan dormir, idiotas —tronó sus dedos y su cuello—. Llegó la hora de hacerlos gritar.

Escaló por las paredes como si fuera una lagartija.

—¡Disparen!

Una vez que comenzó el tiroteo, Banda Blanca subió rápidamente hasta llegar al techo del hotel. Extendió el mantel y lo agitó hacia la calle.

Nadie entendía porqué hacia eso, hasta que Chayanne se percató que llovía diminutos fragmentos de vidrio y que se clavaban en su piel.

—¡Aléjense!

El vapor púrpura comenzó a filtrarse en su piel cuando los fragmentos de vidrio abrieron heridas tan pequeñas que era difícil saber donde estaban.

Los agentes principiantes huyeron para ponerse en un lugar seguro. Front y Bisón se protegieron con sus gabardinas al igual que Archie.

Christine corrió hasta colocarse en un poste, al igual que Chizuru.

Chayanne y Joe aún seguían lastimados por el anterior ataque, por lo que tuvieron que entrar al restaurante para ponerse a salvo.

Luego de agitar el mantel, Banda Blanca lo lanzó y comenzó a huir. Fue ahí que se encontró con las manos de Shakira.

—¿Qué haces acá? —preguntó Banda Blanca, pensando un poco la situación—Ah... ¿piensan matarme?

Las manos movieron los dedos de los extremos como si fueran brazos, por lo que los encogieron demostrando ser indiferentes a la situación de Banda Blanca.

—Tarde o temprano esto pasaría, lo bueno es que oculté mi dinero muy bien para que nadie lo encuentre.

En el primer piso, Chayanne y Joe estaban sacándose los caracoles que crecían dentro de sus brazos.

—Acabemos con él para que no crezcan más caracoles —dijo Redbone a Juan Gabriel y Dolton.

Estos asintieron y subieron con ayuda de los resortes de Juan Gabriel.

[12:26 m.]

Hall corrió varias calles hasta conseguir un caballo. Con un par de preguntas llegó hasta el dirigible el cual estaba aparcado en una plaza enorme.

Subió hasta su habitación, activando el videófono para marcar a la línea de emergencia. Una vez que le contestaron, explicó lo sucedido.

—Deben cancelar el evento de una vez. Blades está controlando este caos para un propósito desconocido. Él es un usuario de stand, vi que interactuaba con algo que otros usuarios de stand identificaron como stand.

Un sudor frío pasó por su frente cuando sintió algo circular en su espalda.

—Corta la llamada —susurró Olga Blades.

Hall pasó saliva y dejó la bocina lentamente sobre el videófono.

—Por favor, no me mates. Solo hago mi trabajo.

—Y yo el mío —dijo la mujer.

Le ordenó salir de la habitación hasta sentarse en una de las sillas del lobby. Pasó a atarlo a dicha silla con una soga y le tapó la boca con una media.

—¡Hmmmm! ¡Hmmmm! —Hall soltó un grito ahogado, dándose cuenta que en realidad le había apuntado con un plátano.

La puerta se abrió. Se trataba del conductor del dirigible.

—Bajen, por favor. Tengo órdenes de...

No pudo terminar de hablar ya que un disparo había atravesado su cabeza. Hall quedó helado al ver que el proyectil había salido del plátano que tenía Olga. Incluso salía vapor por el extremo el cual sopló.

—Si no te quedas tranquilo, te pasará lo mismo.

[12:25 m.]

Blades buscó a Kira en el hotel que había comprado, pero no lo encontró en ningún lugar. El edificio estaba tan vacío y silencioso.

Al llegar al último piso encontró un cofre destrozado y unas cadenas rotas a un lado.

—Ese sujeto que encierra a las personas en sus tatuajes suele estar encerrado aquí —dijo Blades al examinar la escena—. Justo ahora escapó. ¡Justo ahora!

Blades golpeó el suelo con tanta fuerza que lo resquebrajó. Surfin Bird aleteó sus alas con miedo.

—Busca a ese imbécil. ¡Qué traiga a ese hombre de los tatuajes!

—S-Sí, señor —dijo Surfin Bird y se fue.

Mientras bajaba por las escaleras, Blades pensó en la situación actual. Era tan caótica que poco a poco perdía el control, hasta de sí mismo. En medio del revuelo que había en su mente, una idea brillante y siniestra pasó por su cabeza.

—«Si la ciudad es el sello, ¿por qué me preocupó por ese hombre? Tengo a las ofrendas listas para ser entregadas»

Sacó el mapa que tenía en el bolsillo y calculó el centro del círculo que había trazado anteriormente.

—Ya sé a dónde tengo que ir.

[12:23 m.]

Wham había estado escuchando rumores de un alboroto con caracoles. Mientras pasaba, veía que aparecían caracoles hasta en cubetas de agua. Corrió hasta el restaurante donde indicaban el origen del problema, encontrándose con el resto de los agentes.

—Archie, Bisón, ¿qué sucede?

Antes que les respondan, uno de los agentes de menor rango se acercó a ellos junto a una anciana.

—Disculpen, señores. He olvidado lo que decía el protocolo con gente de mucha edad. Esta anciana dice que no tiene idea de dónde está su casa.

La anciana asintió y mostró una especie de tablero.

—Miren, miren —Wham y los demás agentes vieron el tablero.

Una sonrisa macabra se formó en el rostro de la anciana, algo que le dio un mal presentimiento a Wham.

—¡Aléjense! —exclamó Wham mientras la anciana saltaba hacia atrás, quitándose el disfraz que llevaba.

¡One Way or Another! —giró las manecillas de su tablero, formando un ángulo de 270°

Dicho ángulo obligó a todos los que vieron el tablero a quedarse pegados al suelo.

—Si elimino a la Fundación Speedwagon, finalmente me casaré con el señor Kira. ¡Wiiiii! —exclamó Blondie emocionada.

Próximo capítulo: Quiet Riot y Artic Monkeys - Parte 1

Nombre de usuario: Banda Blanca

Nombre de stand: Sopa de Caracol

Stats

Poder destructivo: A
Durabilidad: C
Velocidad: B
Precisión: B
Rango: B
Potencial de aprendizaje: E

Habilidades

Sopa de Caracol es un stand sin forma definida. El usuario inocula la habilidad de su stand en una persona para que el cuerpo se pudra y expulse un vapor púrpura. Dicho vapor púrpura puede expandirse hasta un kilómetro y medio a la redonda.

El cuerpo de la víctima se deshace hasta que no queda restos, por lo que el vapor dura en el ambiente unos 30 minutos aproximadamente.

El vapor púrpura convierte el agua encausada en caracoles, incluso puede llenar el cuerpo de una persona de caracoles hasta que sus órganos revienten por la presión.

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