Another One Bites The Dust - Parte 2
[12:29 m.]
Un grupo de turistas fotografiaba las ruinas conformadas por enormes piedras colocadas de forma perfecta. Los contornos eran sumamente finos, como si hubiera sido pulidas por muchos años.
—Estos muros pertenecían al castillo del monarca inca. Antes de la llegada de los españoles estaba bañada en oro, pero ahora ya no queda ni un gramo de ese metal.
La presencia de un hombre entrando a las ruinas alertó al guía turístico.
—Oiga, señor. Por favor, mantenga su distan...
Blades sacó una pistola y disparó en medio de la cabeza del guía. Los turistas gritaron y huyeron horrorizados.
Sin ningún obstáculo, Blades subió a lo alto del castillo en ruinas, encontrándose con una formación rocosa que parecía estar hecha para recibir una pieza.
—Este es el centro del sello y esto debe ser la puerta para romperlo —dijo Blades palpando el espacio que había en la roca. Supo perfectamente qué era lo que faltaba.
Surfin Bird había demorado demasiado en traerlo, por lo que no dudó más. Sacó un mechero de su bolsillo y lo lanzó a un recipiente lleno de aceite natural.
El fuego se extendió hasta salir de la vasija. Blades sonrió y a su tras se formó una sombra alargada que se desprendió del suelo hasta estar a su lado.
—Men at Work... ¡Mata a quien tenga la moharra y trae esa pieza!
Los ojos de Men at Work brillaron y este se difuminó hasta desaparecer como una ráfaga de oscuridad.
[12:30 m.]
Emmanuel estaba en medio de la calle. Tenía la respiración agitada y su corazón latía como si tuviera un estampida en su pecho.
—E-Ellos no me vieron y aún así estallaron —pasó saliva—. Además... siempre regreso a este mismo lugar.
Contempló las casas que lo rodeaban. No había duda. Estaba en el mismo lugar, pero no entendía el porqué.
—¿Estaré en un bucle? Si es así...
Se acercó a una casa, pudiendo ver por la ventana un reloj de péndulo. Dicho reloj marcaba las 12 con 31 minutos.
—Apenas son las 12 y 31, esa habilidad me regresa a las 12 y 30 minutos.
Espero a que el segundero llegue al número 12 y corrió calle abajo hacia el restaurante.
—«Uno, dos, tres, cuatro...»
Estuvo corriendo sin detenerse, a pesar de su notorio cansancio hasta que llegó a la calle que colindaba con la calle del restaurante. Por la esquina estaba asomándose Yoshikage Kira.
Emmanuel estaba en una distancia lejana por lo que no pudo ser divisado por Kira. Detrás de él, llegaba Chayanne y los demás.
—¡Tercera bomba de Killer Queen activada: Bites The Dust!
No pudieron dar un paso porque sus cuerpos se resquebrajaron y estallaron inmediatamente, sin darles tiempo para reaccionar.
—¡Doce y treinta y tres! —exclamó Emmanuel—. Aunque no me ven, ellos morirán a las 12 y 33 minutos.
Empezó a moverse, dándose cuenta que estaba en medio de la calle.
—He vuelto —dijo preocupado—. Aún tengo tiempo... ellos no deben morir.
Corrió hacia una ventana y entró, hallando una navaja la cual apoyó sobre su cuello.
—¡El señor Chayanne, JoJo y los demás no merecen morir! Si muero, la habilidad desaparecerá y no morirán.
El filo de la navaja rozó su cuello, pero una fuerza alejaba el arma. Emmanuel forzó su mano, sintiendo que Killer Queen: Bites The Dust impedía que se lastime.
—¡Déjame morir!
El filo de la navaja atravesó la yugular de Emmanuel, provocando una abundante hemorragia.
—¡Tercera bomba de Killer Queen activada: Bites The Dust!
Al ver que estaba nuevamente en medio de la calle, rascó su cabeza y soltó un grito de desesperación. Cayó de rodillas al suelo mientras lloraba por su situación.
—M-Mi madre tenía razón, soy un monstruo —sus lágrimas mojaban el suelo.
Sentía que estaba en un agujero sin salida y las únicas personas que podían salvarlo estaban a punto de morir nuevamente.
—Si es el stand de Kira... ¡es a él a quien debo matarlo! —exclamó Emmanuel.
En lugar de ir hacia la calle del restaurante, desvió su camino en búsqueda de algo útil. Encontró lo que buscaba en un caballo atado a un mástil de madera.
—Ahora que ya sé donde está el caballo, podré llegar antes y matar a Kira.
Mientras desataba al caballo, Killer Queen: Bites The Dust salió de su boca.
—¡Tercera bomba de Killer Queen activada: Bites The Dust!
Esta vez Emmanuel no mostró preocupación cuando volvió a estar en medio de la calle, en lugar de eso se apresuró hasta llegar al caballo. Desató la cuerda que lo unía al mástil y cabalgó directamente hacia la calle donde estaba Chayanne y el resto del club.
Kira sentía un deja vu mientras corría, pudo esquivar los ataques de Chayanne y Joe, pero igualmente cayó al suelo, sintiendo varios golpes sobre su cuerpo.
Emmanuel corrió a toda velocidad para pasar por encima de Kira y matarlo con el peso del caballo. Estando tan cerca, recordó que si es visto por Chayanne y los demás, morirán, por lo que se detuvo a unos metros de Kira.
—¡Mocoso!
—¡Mátenlo ahora! ¡Deben matarlo! —gritó con todas sus fuerzas detrás del caballo para no ser visto—. ¡Les queda poco tiempo! ¡Acaben con Yoshikage Kira!
—¿Quién dijo eso? —dijo Chayanne.
El cuerpo de Chayanne, como el de Joe, Dolton, Juan Gabriel y Redbone comenzó a resquebrajarse. En un segundo, sus cuerpos estallaron en medio de fuego y polvo hasta que no quedó ningún resto de ellos.
—¡Nooooooo!
Kira estaba confundido.
—Explotaron como si Killer Queen lo hubiera provocado.
Wham, Archie y Fort estaban sorprendidos por lo que vieron ante sus ojos.
—¡No se acerquen demasiado! —dijo Wham—. Yoshikage Kira debe tener un stand capaz de explotar a la gente a distancia.
Emmanuel cerró tan fuerte sus ojos que al abrirlos vio lucecitas.
—¿Por qué... por qué no estoy en medio de la calle?
Asomó su cabeza por el lomo del caballo, viendo a Kira acercarse a él. Aunque estaba lastimado, mantenía el aplomo amenazante.
—M-Mocoso...
Intentaba manifestar a Killer Queen pero sentía que no estaba a su lado. De igual forma, mataría a Emmanuel con sus propias manos.
—Desconozco si tu padre tiene un stand, pero al menos lo dejaré sin heredero.
Estando a menos de un metro de Emmanuel, estiró sus manos para ahorcar al asustado chico quien temblaba y sudaba.
—¡Careless Whisper!
El stand de Wham manifestó la constelación de la Osa Mayor. El animal corrió hacia Kira, a su lado, estaba Wham y su stand.
—¡Tercera bomba de Killer Queen activada: Bites The Dust!
Killer Queen: Bites The Dust sobresalió del cabello rubio de Emmanuel, reflejando su imagen en los ojos de Wham.
En cuestión de segundos, tanto Wham como Careless Whisper se resquebrajaron y estallaron. Kira se sorprendió al ver a su stand en forma diminuta sobre Emmanuel.
Antes que pueda tocar al chico, estaba nuevamente corriendo, huyendo de Chayanne y Joe.
Emmanuel sentía una angustia que lo dejaba sin aire.
—¡Baaaahhhhh! No entiendo nada —se echó a llorar.
Luego de botar tantas lágrimas para formar un charco en el suelo, llegó a su mente una idea.
—¿Y si solo retrocede el tiempo cuando alguien más explota? Aunque aquella vez... los cinco murieron. ¡Por eso repitió cinco veces!
Buscó una ventana y al encontrar una, entró como si fuera suya. La mujer que habitaba la casa se asustó y pegó un fuerte grito.
—Ahora que recuerdo... este stand no me dejó morir.
Contempló el cuchillo por unos segundos. La mujer huyó al ver que Emmanuel manipulaba un peligroso cuchillo. Tomó una decisión y se acostó, lanzando el cuchillo al aire sobre él.
Como no había forma de detener el filoso cuchillo, Killer Queen: Bites The Dust apareció nuevamente.
—¡Tercera bomba de Killer Queen activada: Bites The Dust!
—«¡Esta cosa no me deja morir por eso repetirá el tiempo»
Concluyó la idea cuando estaba nuevamente en medio de la calle.
Pero esta vez estaba decidido, se armó de valor y fue por el caballo. Recorrió las calles hasta llegar a la avenida en donde se encontraría con Kira.
—«No importa si me ven, debo matar a Kira. Es la única manera en que su stand no repita el tiempo. Debo impedir que ellos mueran. Debo impedir que los únicos amigos que tuve mueran. Tal vez si los salvo puedan perdonarme»
Divisó la esquina a lo lejos, aún no veía a Kira pero sabía que cuando lo viera, tendría escasos segundos para matarlo.
Agitó fuertemente las riendas haciendo que el caballo suelte relinchos por el dolor.
—¡Date prisa! —gritó Emmanuel. Aquella protuberancia de su brazo volvió a latir. Sentía como si jalara sus tendones y nervios de su brazo.
Kira estaba arrastrándose en la esquina. Emmanuel estaba a pocos metros de alcanzarlo. Se sujetó fuertemente de las riendas y las agitó.
—¡Muere, Yoshikage Kira!
Próximo capítulo: Another One Bites The Dust - Parte 3
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