Capítulo 8 El segundo sueño de mi vida

Así el tiempo pasó, cumplimos un año de que nos conocimos y concretamos lo que era la felicidad.

Europe había arrasado en lo que son los conciertos; su nuevo disco "Prisoners in Paradise" fue todo un icono internacional. Hacía un par de días habían llegado de una gira en España, con la que conquistaron a todo el público.

Nunca más supe de ellos, de mis padres, ni de Simón y de pronto los recordé...

_ Es como si se los hubiese tragado la tierra

_ No pienses en eso pequeña. Tus padres nunca sabrán que estás aquí conmigo en Londres

_ ¿Tú crees? - notó mi preocupación -

_ Si mi hermosa. No te preocupes, conmigo no te pasará nada, yo no lo permitiré

_ Te amo Joey

_ Y yo a ti hermosa

Estábamos de lo mejor en la gran arboleda, que estaba detrás de su casa. Nunca desde el tiempo que había llegado a vivir ahí, había podido ir sola hasta aquella arboleda.

Tomados de la mano, ambos miramos los enormes árboles verdes a nuestro alrededor. Miramos uno en especial y Joey corrió hacia él y yo lo seguí. Como dos adolescentes, tachamos las iníciales de nuestros nombres en una de sus ramas y ambos nos sonreímos perdidamente.

Marilyn buscaba impaciente a Joey y aún sin tener un motivo, quedó sin habla al vernos besarnos junto al árbol y se le destrozó el corazón.

Sus ojos se le llenaron de lágrimas y apretando los puños, deseó deshacerse de mí a como fuera y se fue indignada a la casa.

Lunes 15 de septiembre

Debido a su nuevo disco, los integrantes se tomaron vacaciones, todos salieron del país a excepción de nosotros.

Joey me llevaría al centro de Londres, para pasar la tarde juntos paseando y recorriendo más lugares.

Llegamos a una tienda y Joey me miró.

_ Espera aquí un momento, preciosa. Iré a consultar algo y vuelvo

_ Ok, ve tranquilo...

Me sonrió, besó mi cabeza y fue corriendo hacia aquella tienda...

Mientras tanto, me fui a esperarlo a un asiento, que estaba al frente. Corría un fresco viento de invierno. Hacía frío y entre crujiendo los dientes, sentí de pronto que todo me dio vueltas.

Asustada, apoyé la cabeza en el respaldo y traté que aquel mareo se me pasara.

Joey feliz, corrió a sentarse conmigo y mirándome, notó que yo no me sentía bien y se preocupó.

_ ¿Qué pasa hermosa? Estás pálida

_... No lo sé. Estoy muy mareada. Todo me da vuelta

_ ¿Mareada? Es mejor que nos vayamos a la casa para que descanses

En su auto me fui abrazada a su hombro, hasta llegar a la casa. Joey me miró y yo aún débil, yo no entendía que era lo que me estaba pasando. Nunca me había sentido así.

Se sentó junto a mi lado en la cama y acarició mi rostro aún pálido y yo tomé sus manos.

_ No te preocupes mi amor. Quizás fue lo que comí en el almuerzo, ya se me pasará

Él me sonrió y ambos a punto de besarnos, Marilyn entró como si nada a nuestro dormitorio y él desfigurado, la echó.

_ Esa mujer ya me tiene harta. No sé qué rayos le pasó que cambió tanto, pero si sigue así, no tendré contemplación en despedirla...

Martes 16 de septiembre

Al despertar, vi que Joey no estaba a mi lado y vi una pequeña nota encima de uno de los muebles.

"Linda, salí por unas horas al centro. Espérame para que almorcemos Te adoro mucho.

Espero que cuando llegue, me estés esperando lo más bella posible, ya que te llevaré a un bonito lugar. Es una sorpresa...

Te ama tu fiel vocalista.

Joey"

Al terminar de leerla me llené de suspiros y sospeche el porqué de mis extraños malestares y decidí confirmarlo.

Sonreí de felicidad y solo pensando en él, hice lo que me había escrito en su nota. Me puse bonita y me coloqué un dulce vestido café.

Me miré frente al espejo y no cabía de felicidad.

<< Oh mi amado Joey. Ahora sí que nuestra felicidad estará completa >>

Contaba los minutos para que Joey llegara y le contara la noticia. Me sentía plena, viva, pero también sentí nervios y susto.

Comencé a pasearme por todo el dormitorio. Estaba urgida y solo pensé en Joey.

<< Tal vez a Joey no le agrade >>

<< No lo va aceptar >>

<< ¡Cielos! No pensé en el futuro de su carrera >>

Pensamientos tan negativos me rondaron y de pronto sentí que todo me dio vueltas otra vez y luego tuve que ir corriendo al baño a vomitarlo todo.

No pude más y me tendí sobre la cama. Me sentía fatal.

Sentí que tocaron unas cuantas veces a la puerta y yo casi sin poder levantarme, Marilyn frunció el ceño y trató de abrirla, pero fue en vano.

_ Maldita mujer. Ya me tiene harta, pero en menos que se lo espere me desharé de ella...

Joey llegó a la casa y llevaba con él una pequeña caja, envuelta en un dorado papel. Solo anhelaba verme y a punto de subir a nuestro dormitorio, Marilyn lo interrumpió.

_ ¿Qué pasa ahora Marilyn?

_ Qué bueno que ya regresó, porque su dizque mujer ha estado casi todo el día encerrada ahí en su dormitorio. No sé que estará haciendo realmente, pero no me dejó entrar y yo no pude asearle su cuarto - la miró más que serio -

_ ¿Algo más? ¿Para eso solo me querías?

_... Eh si... creo que esa mujer se ha tomado muchas atribuciones que no le corresponden

_ Tú eres la que se está tomando atribuciones que no son de tu incumbencia

_ Señor...

_ Si no cambias de aquí a una semana tu estúpida actitud con mi mujer, no tendré consideración y te echaré de mi casa

Se quebrantó por completo y lo miró desecha.

_...

_ ¿Te queda claro?

_... Si... si joven... ahora si me disculpa, debo seguir con mis quehaceres, con permiso...

Joey la miró más que molesto y aún sin comprender su inesperado cambio, corrió a verme a nuestro dormitorio...

Joey escondió rápidamente la caja en el bolsillo de su jeans y abrió la puerta. Al verme en aquel estado, tan pálida y cansada, me miró tierno y fue a acostarse junto a mí.

Yo lo miré y él acarició mi mejilla.

_ ¿Qué ocurre hermosa?, ¿Aún sigues con esos malestares?

_... - tenía las palabras en mi boca, pero no podía articularlas -

_ Amor, sé que algo te pasa y que yo debo saber

_... Es que... no sé como decírtelo. La verdad, no sé cómo vas a tomar esto que debo decirte Joey

_ Tranquila, solo dímelo y ya. No creo que sea una mala noticia - me miró fijo a los ojos -

_ ...

_ Presiento que es una muy dulce y grata noticia, la que me fascinará. Ya lo sé... - lo miré nerviosa y di un suspiro -

_... Pasa que...

Sentí de pronto deseos de vomitar otra vez y me recosté de lado en la cama y él ya sabiéndolo, se aferró a mí.

Me miró perdidamente y yo con el corazón todo acelerado, él colocó su mano en mi vientre y yo me llené de dicha por dentro.

_ Es algo maravilloso ¿No es así hermosa? Algo que nos cambiará nuestras vidas para siempre y hará que yo te amé mucho más de lo que ya te estoy amando en estos momentos

Lo miré perdidamente y él asechándome con su intensa mirada, se lo dije.

_ Estoy embarazada Joey. voy a tener un hijo tuyo

Me sonrió perdidamente y me abrazó fuerte y besó mi frente.

_ Lo sabía, sabía que estabas esperando un hijo mío mi vida. Un hijo Stephanie. Vamos a ser papas

_ ¡Sí!

Emocionada, él acarició mi rostro y yo lo abrasé fuerte y él más que feliz, me aferró con todo su amor a sus brazos.

_ Me haces tan feliz hermosa mía. Te amo tanto mi amada Stephanie

_ Y yo a ti Joey. Siempre...

Joey me llevó a un lujoso restaurante para celebrar nuestra dulce unión y yo pensando en aquello sonreí y él me miró.

_ ¿De qué te ríes hermosa?

_ De nada cariño. es que estoy tan feliz

_ Jejeje, por eso hay que celebrar. Hoy tenemos muchos motivos por que celebrar. Además hay otra cosa

_ ¿Qué cosa? - sonrió -

_ Ya lo verás. Es una sorpresa

Ambos sonriéndonos, estábamos de lo mejor comiendo cuando sentí deseos de vomitar. Traté de contenerme pero Joey lo advirtió.

Aquella comida estaba excelente, pero el olor de la carne me producía un revoltijo total en el estomago y me puse pálida.

_ ¿Te sientes mal cariño?

_... Tengo asco...

No pude más y salí casi corriendo al baño a vomitar y él preocupado, esperó a que yo volviera y mientras tanto sacó la pequeña caja que llevaba en el bolsillo de sus jeans.

Al verme regresar del baño, yo ya me sentía un poco mejor y me encontré con sus anhelantes ojos celestes esperando por mí. Le sonreí y me senté nuevamente frente a él.

Joey tomó mi mano y yo me perdí en su perdura sonrisa y destellantes ojos fijos en los míos.

_ Desde que te soñé, mi vida cambió rápidamente. Siempre estabas ahí en mi mente y corazón. El sentir que te amo ha sido lo más maravilloso que me ha sucedido. Has sido mi orgullo y mi fortaleza y ahora que llevas algo mío dentro de ti, siento que te amo mucho más que antes

_ Mi Joey. Contigo también he sido y soy inmensamente feliz.

Me sonrió perdidamente y apretó con más cariño mi mano y yo sin imaginármelo, abrió aquella pequeña caja, la que tenía un precioso anillo de oro y quedé más que anonadada.

_ Mi niña ¿Deseas ser mi esposa? - le sonreí con emoción -

_ ¡Sí! acepto ser tu esposa mi Joey

Colocó aquel fino anillo en mi dedo y sonriéndome perdidamente, yo lo abrasé con todo mi amor y le grité a los cuatro vientos que lo amaba y que si quería casarme con él.

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