Capitulo 4

"Lunes 05 de octubre"

Aquel nuevo día era muy importante para ambos, por eso iríamos a un lugar muy bonito e inolvidable a festejar.

La noche era de nosotros, con centenares de estrellas y una luna, que era irresistible no contemplar su belleza.

Joey había arrendado un restaurante para celebrar nuestro primer mes de que estábamos juntos. Era un estupendo lugar. Lo había alquilado solo para los dos esa noche.

También se había dado el lujo de escoger los asientos que se encontraban justamente en la gran ventana de aquel restaurante, donde se podía ver la mágica noche que nos acompañaba.

Sin duda Joey era un hombre muy romántico y muy preocupado, pero una de las cosas que más me llamó la atención de esa noche, aparte del hermoso lugar, la noche y otras cosas más, la inimaginable manera de vestir suya. Lucía un traje de dos piezas color negro, con una corbata color azul y su largo cabello, ahora alisado.

Me agradaba demasiado como lucía. Aunque para él no fuera una de sus costumbres vestirse así tan formal.

Sonriéndonos, se acercó el mesero a servirnos el plato de entrada y Joey acalorado y algo incomodo con la corbata, no lo aguantó más y se la sacó, lo que a mí me causó risa.

Terminamos de cenar y solo quedaban nuestras copas con un poco de vino. Él me miró con destellos y quiso cumplirme un deseo que yo le había pedido, el de verlo cantar y solo esta vez para mí.

Se colocó de pie, tomó mi mano, me miró a los ojos y comenzó a cantarme aquella dulce y tierna balada, la que yo adoraba con todo mi corazón. La balada "Carrie", uno de mis temas preferidos.

Sin soltarme la mano, Joey me cantaba con todo su cariño y demostración y yo ansié que ese mágico momento no se terminara jamás.

Al cabo de terminar, él tomó mi rostro con cariño y me besó apasionadamente, lo que hizo que yo lo amara aún más.

Los chef y camareros estaban conmovidos por nosotros y felicitándonos, nos dieron un gran aplauso.

Joey tierno me miró y sacó un pequeño presente de su pantalón y lo escondió.

_ Quiero que ahora cierres tus ojos pequeña

_ De acuerdo jejeje, los cerraré...

Él tierno me colocó una dulce y preciosa cadena en mi cuello y yo al sentir sus cálidas manos en el, mi corazón latió alborotado y él me susurró que ya podía abrir los ojos.

Vi el bello corazón, que él me había obsequiado en mi cuello, y lo tomé con todo mi amor.

_ ¿Te gusta amor?

_ Es precioso Joey. Muchas gracias

_ Me alegro que te gustara. Te amo

_ Y yo a ti

Joey me llevó a una disco y aunque a mí no me gustaba frecuentar esos sitios, al entrar, cambié de parecido.

Nunca antes había entrado a esos lugares, tanta gente, las luces y toda la música que era de mi gusto.

Joey me tomó de la mano y me condujo hacia donde todas las parejas bailaban, pero yo no quería y me puse nerviosa.

_... Joey, es que yo no sé bailar...

_ No te preocupes mi linda, yo te enseño. Verás que dentro de poco serás toda una experta

_ Se nota que tú si conoces de estos lugares

_ ¿Yo? Jejeje, sí es que con los chicos de la banda siempre íbamos allá en Londres

_ De acuerdo, tú eres el maestro

Mis piernas temblaron, Joey me tomó de la cintura y yo lo miré con el corazón subiéndoseme a la garganta.

_ Tenemos que acercarnos más

Nos miramos a los ojos y yo sin evitarlo apoyé la cabeza en su hombro. Él sonrió y disfrutó aquello.

Todo fue mágico por un momento, pero fue corto ya que nos habíamos percatado que todos bailaban con un ritmo más rápido; éramos los únicos bailando lento. Todos nos miraron y nosotros nos sonreímos con vergüenza.

Todos bailando el tema "Rock and roll" de "Led Zeppelin", Joey sabía bailarlo y yo miré a la chica de junto e imité sus pasos.

Bailamos sin parar, hasta que el DJ colocó una balada de los "Bee Gees" "How deep is your love" y a mí me fascinó, pero a los demás no mucho.

Joey me sonrió y yo me perdí en su tierna sonrisa, mientras sonaba la perfecta melodía.

_ ¿Me acompañarías en esta pieza mi bella dama? - me acerqué a su oído -

_ Por supuesto mi vida

Volvió a sonreírme y abrazándonos, nos pusimos a bailar, así pegados esa dulce balada de amor.

Era tan hermoso bailar pegados sin parar. Sentí los rápidos latidos de su corazón, era como si su corazón hubiese estado dentro de mí por un minuto.

Las luces de colores hacían que su cabello cambiara de tono, sus dientes brillaran como blancas perlas y sus ojos me destellaran con su inmenso amor.

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