Su nombre es Sasha
— Su nombre es Sasha.
— ¿Por que Sasha?
— Porque es una muñeca rusa, así se llama la colección —Serena sacó de un viejo baúl unos cuantos vestidos de encaje y seda para después dejarlos junto a Sasha—. Aceptaré lavar su ropa, porque tu eres capaz de arruinarlos sólo porque sí y ya, en el resto te vas a encargar tu.
Yusaku observó a su madre entre horrorizado y molestó ¿acaso ella quería que desarrollará pediofobia o que demonios?
No negaba que la muñeca era linda, su pelo era negro como como el carbón atado con un par de listones negros, su piel de porcelana era tan blanca y suave que parecía marfil pintado con seda blanca, ahora mismo llevaba un vestido negro de encaje blanco al estilo victoriano, además tenía unos hermosos ojos azules como el cielo, claro que no tan hermosos como los de Ryoken pero ese era tema aparte.
— Y… ¿que tengo que hacer con “Sasa”?
— “Sasha”. Y ya que vas a tener un cachorro, vas a cuidar a Sasha.
— ¿Ah? —Yusaku volteó casi horrorizado a ver la muñeca que reposaba horizontalmente en su cama— Dime que es una broma, mamá…
— Eres hijo de Ai ¿Quieres ser igual que el fue contigo?
— … no llamaré a mi cachorro, si es niña, Sasha; quiero dejarlo bien en claro.
Serena sonrió al tiempo que veía a su hijo tomar entre sus brazos a la muñeca, aunque de forma incorrecta, la omega suspiro antes de corregirlo y enseñarle el verdadero modo de tomar a un bebé.
La idea de Serena es que Yusaku cuide de la muñeca un par de semanas, para que tuviera mínimo una leve idea de qué hacer en unos meses cuando naciera su hijo o hija… a diferencia de su esposo que fue un idiota hasta para alimentar a su hijo en sus primeros días… ¡Lo peor es que no ha cambiado en nada!
— Yusaku… por favor… te lo ruego…
— ¿Qué cosa mamá?
— No seas como tu padre —Correcto, eso no se lo esperaba.
— Ni siquiera lo planeaba…
(...)
Yusaku cuidó de la muñeca como su madre le indicaba que debía hacerlo.
Desde bañarla, vestirla y “arrullarla”; Serena no negaría que su hijo lo hacía bien, al menos mucho mejor que Ai, que la primera vez que cuido de Yusaku, cuando era bebé, intento darle de comer pollo frito.
… ¿Cómo fue que terminó casada con semejante imbécil?
— Tía, tía~, tía Serena~.
— ¿Eh? ¿Que? —La omega de ojos verdes parpadeo de forma repetida mientras enderezaba su postura.
Takeru la observaba con cierta confusión, pero cuando la mayor sonrió de forma tranquila su expresión cambió también a una de alegría.
— ¿Que me decías, Takeru?
— Te preguntaba porque Yusaku juega tanto con una muñeca…
— ¿Muñeca? —Takeru asintió.
— Si… una muñeca de pelo negro y ojos azules. El otro día, cuando vine para estudiar, lo encontré bañando con mucho cuidado a la muñeca, me dijo que era su “Sacha”.
— Ahh~ si, ya me acordé —Serena volvió a sonreír antes de apoyar su cabeza sobre la palma de su mano—. Es “Sasha” y Yusaku no juega del todo con ella, la verdad, lo tengo practicando…
— ¿Practicando…? ¿Cómo es eso?
— Ai es un desastre como padre, desde siempre. No quiero que Yusaku sea igual con su bebé en el futuro y… se lo quiten...
El de lentes parpadeo un poco confundido mientras asentía, pasaron unos minutos para que entendiera a lo que su tía de ojos verdes y mirada cansada se refería.
No quería que Yusaku la arruinara cuidando de su hijo y le diera motivos a los Kogami de que negarle completamente la custodia, que tanto les costó convencer de compartir.
Claro que ese acuerdo fue entre su tía Serena y la madre de Ryoken, Kogami Kiara, porque tenía entendido que su tío Ai y Kogami Kiyoshi, padre de Ryoken, se habían agarrado a golpes en medio del acuerdo…
De todos modos Takeru no quería ilusionarse con un futuro sobrino o sobrina… una vez se presenta el riesgo este permanecerá hasta el final… por ejemplo Akako, todos creían que el riesgo ya había pasado en su momento…
Realmente le hubiera gustado conocerla.
(Hace 5 años…)
Entraron de forma repentina al hospital, Yusaku aún se le veía medio dormido, bueno, Serena técnicamente no confiaba en nadie a la hora de dejar sólo a su primo…
Su tío Ai se le acercó rápidamente a penas lo vio.
— Takeru-kun… ¿Dónde están tus-?
— ¡Ai!
— ¡Flame!
Su padre apareció por un pasillo, se veía muy mal… sus ojos estaban irritados, su ropa desarreglada y aún podía oler la sal de sus lágrimas.
Los adultos se fueron y dejaron solos a los dos niños, con la advertencia de que si se movían se llevarían un castigo.
Al rato aparecieron sus otros tíos, incluyendo a su tía Steph, que tenía una expresión bastante aterradora con unas enormes ojeras, no vio a Spectre o a sus otros dos primos, Shoichi y Jiin, en el montón familiar…
Ai y Flame se acercaron a sus hermanos… Takeru no entendió en el momento porque su padre lloraba o porque sus tíos parecían tratar de consolarlo, sólo entendía el enojo de Yusaku hacia la mujer de cabellos plateados que parecía alegrarse ante la situación.
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