— ¿Que demonios te pasó?

— Primero fue Kogami… salí vivo y con el moretón en el ojo, después fue tu madre por, según ella, idiota.

— Porque lo fuiste, Ai —La omega de ojos verdes colocó unas cuantas gasas en el la clavícula de su esposo antes de comenzar a vendarle el cuerpo— ¿Cómo diablos se te ocurrió pelearte con Kogami-san apenas comenzamos a dialogar?

— ¡Él me insultó primero! ¿¡Qué querías que hiciera, Sere!? ¿Dejar que me insulte a mi y a mi hijo así como así- ¡Ay!

Serena dejó de vendar a su esposo para presionar suavemente el moretón que tenía en el brazo izquierdo.

Yusaku, de nuevo, no entendía nada...

Primero, después de que Takeru lo dejara a solas con Spectre, el de ojos esmeralda preguntó por la decisión de Ryoken, para irse preparando por la noticia de sus padres sobre que no consiguieron nada con los mayores…

— ¿Decisión? ¿De que habla Fujiki-san?

— Me enteré que los padres del axolote le darán la opción de tenerlo o abortar-

— ¡Oh! De esa decisión habla —Spectre parecía estarse burlando de él por la expresión en su rostro. Yusaku ya estaba por golpearlo cuando siguió hablando— Ryoken-sama decidió seguir el embarazo.

… ¿Ah?

— ¿Qué cosa?

— Ryoken-sama decidió continuar su embarazo, no entiendo porqué, ni tampoco mis tíos, pero dice que quiere quedarse con el bebé. —Spectre habló como si no fuera nada importante.

Yusaku se quedó en shock por aquello, realmente no lo esperaba…

También el impacto por aquello fue de tal grado que de forma automática camino hasta el salón y prosiguió como si fuera un día normal, mandando al demonio su plan original.

Ni siquiera notó que había estado todo el día en la escuela hasta que a mitad del camino a su casa encontró una revista playboy en su maletín escolar, probablemente cortesía de Haou y Zarc para evitar un castigo de parte de sus padres.

El mejor indicativo que estuvo todo el día, definitivamente.

La respuesta de Spectre rondó su cabeza casi todo el día hasta que llegó a su casa y encontró a su padre en la sala sin camisa, con muchas heridas frescas y moretones en el torso y rostro, su madre estaba a su lado con un botiquín curando las heridas.

Ahora, nuevamente, no entendía nada.

— Correcto… y… ¿Como les fue hablando con los Kogami?

— Mientras tu padre y Kogami-san se peleaban en el piso, como un par de alfas en una cacería de brujas; Kiara-san y yo llegamos a un acuerdo de tratar de compartir custodia.

— Al parecer el chico continu-

— Continuará su embarazo, lo se —Yusaku interrumpió a su padre mientras se sentaba en uno de los sillones— Spectre me lo contó.

— Oh… ok. Bueno, Kiara-san dijo que trataría de convencer a su hijo de que compartamos la custodia cuando el bebé nazca —Serena amarró un trozo de la venda en otro para poder afirmarlo, dando por terminado su trabajo de tratar las heridas de su esposo.

— Bien… y una cosa más —Yusaku se levantó de su asiento— ¿Ya descubrieron lo que casi causa el aborto en Kogami?

Los mayores se miraron unos segundos antes de negar, aún no lo sabían. Ni nadie lo sabía, los doctores estaban seguros que había sido por algo ambiental, pero aún corría el peligro así que Ryoken estaría en observación un tiempo.

Yusaku gruño ante esa respuesta y después se fue a su cuarto algo enojado.

Al alfa menor le molestaba que Ryoken le estuviera encubriendo.

(...)

— … ¿Tengo que preguntar que mierda te pasó papá o puedo ignorarlo?

— Fujiki Ai y tu madre, es todo lo que debes saber Ryoken. Ahora, ¿como están tú y mi nieto?

El omega alzó una ceja algo incrédulo, antes de dirigir su vista a su madre, que revisaba muy concentrada una revista de cosas para bebés.

— Estamos bien… la camilla es incómoda pero bueno —Su padre pareció sonreír ante esa respuesta—; sería más cómodo si no tuviera esposas en mis manos…

— Lo siento Ryoken, pero dado tu historial de escapes, e intentos de homicidio, no te soltaremos hasta que comprobemos que no atacaras a nadie para escapar.

— ¿¡Que!? ¡Mamá~! —La alfa despegó su vista del catálogo y observó a su hijo… la devolvió a la revista a los segundos mientras parecía hundir su cabeza en ella, como si hacerlo el otro par no notaría su presencia— ¡¡Mamá!! ¡No te hagas la estúpida!

— ¡Ryoken! ¡No insultes a tu-

— ¡Callate anciano! —Ryoken rugió bastante molesto— ¡Ya sueltenme, maldita sea!

Kiyoshi no negaría que retrocedió algo asustado, parecía que Ryoken se libraría en cualquier momento de las esposas y se lanzaría a matar a sus progenitores en cualquier momento… y el hecho de tener vendas en el brazo izquierdo y muchos moretones en el cuerpo no le ayudarían a defenderse del demonio que era su hijo.

(Hace 3 años…)

Kyoko suspiró con cierta tristeza mientras limpiaba y desinfectaba las heridas de su madre, su padre estaba siendo asistido por su tía Steph que parecía igual de confundida que ella.

Ese día había salido de la universidad y como no tenía trabajo se reunió con su tía para ir de compras. Su alegría se transformó en horror y preocupación al ver la sangre en el recibidor, el salón hecho un desastre y a sus padres, aturdidos por el desangramiento, intentando curar sus propias heridas.

Su tía se contactó con sus hermanos para avisarles de lo ocurrido, todos llegaron cuando ellas ya habían tratado por completo las heridas en los líderes familiares.

— ¡Kiyoshi! ¿¡Que diablos paso aquí!?

— Acaso… ¿Alguien los atacó?

Esas y mas preguntas se le hicieron a la pareja que apenas y parecía recordar sus propios nombres. Habían perdido mucha sangre, pero por la profundidad de sus heridas era algo lógico.  

Kiyoshi tenía cortes muy serios en los brazos y torso, golpes en la espalda y la nariz rota, por otro lado su esposa tenía un largo y profundo corte en casi todo su antebrazo derecho, heridas superficiales en el cuello y la cara además de moretones que recién parecían formarse; era muy obvio que alguien los había atacado con mucho enojo y aparentemente ese alguien debía ser muy fuerte como para dejar a “La nívea cazadora” y a “El creador sangriento” en ese estado…

— ¿... ah…? ¿... que…? ¿Donde…?

Kiyoshi pareció reaccionar un poco más lúcido y fue entonces que se escuchó un fuerte golpe, muchas cosas rompiéndose y varios gritos de alguna habitación.

— ¿Que diablos…? —Kyoko, junto a su tío Jack y su tío Akio, fueron directo a revisar de dónde venían esos ruidos.

Fue cuando llegaron al cuarto de Ryoken que descubrieron sangre por afuera del marco y la puerta cerrada con llave.

— ¿Pero que-? —Jack no pudo terminar la frase cuando de repente la puerta comenzó a sacudirse de forma violenta unos segundos.

— ¡Déjenme salir! ¡Esto es injusto! ¡¡Mamá!! —Ryoken gritaba desde el interior de su cuarto y justo cuando el trío de alfas iban a contestarle al menor, se escucharon más objetos romperse— ¡¡Ahhh!! ¡¡MAMÁ!! ¡¡Déjame salir!!

Por algún motivo los tres alfas se fueron de ahí con cierto miedo…

Cuando volvieron a la sala el matrimonio parecía estar un poco más lúcido ya que ahora reconocían a todos a su alrededor.

— Mamá, papá… ¿Por que Ryoken esta…?

— ¿Encerrado? —Kiara habló mientras se esforzaba por ponerse de pie, iba a agregar otro comentario cuando de nuevo el ruido de objetos rompiéndose se escuchó— Por eso mismo…

— Tú hermano nos atacó… cuando le dio un ataque de histeria.

— ¿¡Que cosa!? ¿Y por que a Ryoken le daría un ataque de histeria? ¿O mejor aún, cómo es que Ryoken los dejo así?

— Rompió una botella y a mi me atacó primero —Kiara volvió a sentarse por el cansancio—, mientras me desangraba por la herida en mi brazo…

— Me atacó a mi con un cuchillo para pelar fruta...

— … Pero… ¿Por qué? —Steph pregunto algo incrédula. Su hermano y su cuñada se observaron preocupados antes de responder.

— Hoy día entregaron los resultados de los exámenes de jerarquía…

— Y Ryoken es alfa. Como su hermana y la mayoría de aquí ¿Por qué los atacó?

— En realidad, Isumi, te equivocas —Kiyoshi suspiro— Ryoken está furioso porque no es alfa…

— ¿Es un beta? Vaya… pero eso no significa que-

— Tampoco lo es, Kyoko… tu hermano es… —Kiara imitó a su esposo y suspiro derrotada— un… omega.