¿¡Por que lo hiciste imbécil!?

(Hace 3 años…)

Ryoken ya tenía moretones en fase inicial, el labio partido y manchas de tierra en todo su cuerpo y ropa, Yusaku tenía sangre seca cayendo por su cara, cerca de su oreja, raspones, moretones también iniciándose como círculos irregulares algo rojizos y las mismas manchas de tierra en su ser, ambos intentaban recuperar el aire mientras se observaban con enojo

Spectre se había llevado a Takeru lejos de aquella pelea.

Pelea que ninguno recuerda porque inició, pero la sangre en la cara de Yusaku les daba una leve idea…

— ¿Por... que…?

— ¿Por que… que…?

— Porque… ¿¡Por que lo hiciste imbécil!?

(Actualidad…)

Cuando Yusaku abrió sus ojos no reconoció el lugar donde estaba… tal vez porque todo estaba a oscuras, reconoció una lámpara a su lado, así que estiró su mano buscando el interruptor para prenderla.

Yusaku parpadeo varias veces cuando logró su cometido, la luz repentina le había encandilado.

Paseo su vista por toda la habitación, ésta estaba pintada de azul oscuro, había un estante con unas figuras de colección, un escritorio con una pequeña laptop portátil que tenía muchos stickers de chibis monstruos de duelo, una repisa donde había un gran acuario con...

Ah… era su cuarto. Y estaba sentado en su cama, con el cobertor tapandole las piernas.

Se levantó lentamente y sólo entonces notó que aún llevaba puesta la polera negra con detalles azules, su chaqueta negra y los jeans ajustados, aún tenía puesta la ropa con la que salió esa tarde…

Fue entonces que se asomó por la ventana que había encima de su escritorio y observó el oscuro cielo nocturno.

Muy bien… no entendía nada.

Lo último su recordaba era haber estado en la mansión Kogami, en el cuarto de Ryoken, donde tuvo una discusión con el mismo por una idiotez que resultó en una pelea que terminó cuando… cuando… cuando Ryoken comenzó a sangrar…

Salió de su cuarto lo más rápido que pudo, por alguna razón se sentía muy mareado, pero a mitad de las escaleras se encontró a su madre, que lo detuvo casi de inmediato.

— ¡Yusaku!

— ¡M-mamá! ¡Yo… !

— Quieres ir a ver a Kog!mi-kun ¿cierto? —Serena, observando un poco molesta a su hijo, se cruzó de brazos.

Yusaku no le contesto, sólo desvió su mirada con algo de culpa, la omega sólo suspiro ante esa acción y obligó a su hijo a volver a subir hasta su cuarto, aún se le veía bastante alterado...

— Mamá… ¿Qué fue lo que…?

— Primero cambiate de ropa ¿Sí? Después baja a comer y entonces te contaré todo...

El menor asintió desanimado y volvió a su cuarto para obedecer la orden de su madre.

Serena volvió a bajar al primer piso y se encontró a su esposo, Ai, hablando por teléfono por su expresión lo más probable es que se tratará de Earth o Flame.

— ¿Entonces está fuera de peligro?... Ah, ok… ¿En serio?... ¿Y ya saben que provocó el sangrado?

— Ai… —El alfa de ojos ámbar volteó a verla extrañado— Yusaku ya…

— Un momento, Sere… —Ai le mostró el teléfono para indicar su punto— Pero… ¿Fue algo ambiental, genético o que?... ah… no lo saben… está bien, de acuerdo. Gracias hermano…

Ai colgó el teléfono antes de suspirar pesadamente y restregar sus manos en su cara con un gesto de cansancio.

— ¿Qué ocurrió?

— Era Earth. Kogami-kun sigue inconsciente pero está estable y fuera de peligro, aunque se quedará en observación unas semanas…  

— ¿Y ya descubrieron que ocurrió? —Serena siguió a su esposo que se sentaba en el sofá de cuero en la sala con algo de cansancio— Porque Yusaku ya despertó y no parece recordar lo que pasó…

— Bueno… según Earth el sangrado y el dolor pasaron por el riesgo de aborto. Que de haber llegado unos pocos segundos después tal vez habría pasado a mayores…

— Eso significa… que…

— No. De hecho parece que llegaron a tiempo, porque más allá de riesgo no pasó a más —Ai volteó a ver a su esposa, que le estaba dando un masaje en los hombros, parecía más tranquila después de escuchar eso—. Pero no saben aún del todo porque paso...

— Pero... ambos están bien ¿Verdad?

— Sí, pero según la hermana del chico es bastante probable que se repita, así que prefieren tenerlo en cama, probablemente atado con correas, durante todo su primer trimestre… si es que decide quedarse con el bebé...

— ¿Acaso Yusaku no tiene derecho a opinar sobre eso? —Serena presionó la espalda de Ai con tanta fuerza que éste lanzó un leve quejido de dolor— … perdón, es que…

— De hecho, hablaré con Kogami sobre eso la próxima semana… pero antes necesito la opinión de Yusaku para-

— ¿Mi opinión… sobre que? —Los dos adultos voltearon sorprendidos y entonces vieron a su hijo entrando a la sala, ahora usando su pijama, se le veía algo decaído.

— Ven Yuku… siéntate, tenemos que hablar seriamente.

El menor no opuso resistencia y obedeció, de nuevo, a su madre y tomó asiento en el sillón que había a un lado de donde sus padres estaban sentados.

Tanto Serena como Ai fueron bastantes precavidos en la conversación, al parecer luego de que Spectre y Takeru los encontrarán, Spectre se llevó a Ryoken hasta donde estaban los mayores que al parecer trataban de separar a Kiyoshi y a Ai, o al menos los betas y las omegas lo intentaban, ya que su discusión inicial terminó en ambos golpeándose sobre la mesa de centro, apenas todos vieron al omega semi-inconsciente y sangrando Kiyoshi soltó a Ai para acercarse a recibir a su hijo, ni siquiera dudó cuando le ordenó a su esposa tomar las llaves del auto para irse rápidamente al hospital con Kyoko dándole apoyo en el camino.

Fueron minutos después de eso que Spectre recordó a Yusaku y Takeru, Serena obviamente no perdió tiempo y fue, junto a Steph, a ver al otro par…

Yusaku estaba llorando en estado de shock, en los brazos de Takeru, repitiendo un montón de cosas intangibles en el momento. Las mujeres, junto al omega de lentes, ayudaron a Yusaku a bajar, ya era momento de que se fueran.

— Y… perdiste el conocimiento en el auto, te cargue hasta tu cuarto y ahí estuviste el resto del día.

— Ya… veo…

— Yusaku… —Serena se acercó a su hijo, tenía la mirada baja y parecía que volvería a llorar en cualquier momento— Kogami-kun está estable, el… bebé también lo está.

— Pero Kogami, y su esposa, decidieron que su hijo tomaría la decisión de seguir o no su embarazo.

— ¿E-en serio…? —Ai asintió.

Yusaku volvió a bajar la cabeza.

Lo más probable, conociendo a Ryoken, él aceptaría la opción de terminar su embarazo… pero Yusaku ya no quería eso.

La verdad es que… Yusaku no quería que Ryoken abortara, aceptaba que lo había amenazado con tal de que lo hiciera en un inicio, pero no creyó que realmente iba a hacerlo, de hecho cada vez que amenazaba a Ryoken esté hacia totalmente lo contrario a la amenaza… pero ya en la clínica, confío en que el omega perdería ante sus instintos y se arrepentiría en el último momento, que todo se saldría de control con sus tíos no fue algo que tenía planeado. Pero ahora… casi pierde al omega que quería y a su cachorro...

— Papá… mamá… puedo… —Finas lágrimas descendían de los ojos esmeralda del menor— puedo… ¿Hacerles una pregunta?

— Yusaku… —A Serena le rompía el corazón ver a su hijo así de triste, con sus pulgares limpiaba la mayor cantidad de lágrimas que podía del rostro de su único hijo.

— Claro, dinos… —Ai estaba en las mismas que su esposa, por eso no dudo en imitarla y acercarse a su hijo que parecía desmoronarse en cualquier momento.

— ¿E-estaría… mal si… quiero... quedarme con… ese niño…?

Tanto Serena como Ai abrieron los ojos sorprendidos, se observaron mutuamente unos segundos antes de sonreír y abrazar a su hijo.

— No, no está mal que lo quieras…

Fue la respuesta de Serena mientras fortalecía el abrazo sobre su niño. Ai estuvo de acuerdo con ella.

La decisión ya la habían tomado. El lunes en la tarde, Ai junto a Serena irían a hablar con Kiyoshi y Kiara sobre que le dieran la custodia de ese niño nonato.

(Hace 3 años…)

— ¿¡Y bien!? ¿¡No vas a responder!?

— ¡Es que no se que responderte!

— ¿¡Como diablos no sabes que responderme!?

— ¡¡Porque no entiendo nada!! ¡Lo único que entiendo es que…! es que…

— Te lo voy a volver a preguntar… ¿Por qué lo hiciste…?

— Porque… porque quería hacerlo…

(Actualidad…)

Ryoken abrió lentamente los ojos antes de parpadear un par de veces para acostumbrar su vista a la luz de la habitación, lo primero que vio fue el pulcro y blanco techo, no se parecía al color crema que tenía su cuarto.

Fue entonces que noto que estaba en una camilla, esposado en manos y pies, tenía una intravenosa en su brazo y su ropa ahora era una bata de dos piezas para enfermos.

Además su madre estaba dormida, en una posición bastante incómoda, en uno de los sillones para las visitas.

— Ma… má… mamá… —Su voz estaba ronca, tal vez por el cansancio residual de recién despertar o algo así. Un fino hilo de saliva caía de la boca de la mujer por su barbilla, eso le indicaba lo profundo que era el sueño de su madre— Mamá… mamá...

Ryoken comenzó a hacer ruido con las esposas, el ruido de los metales hizo reaccionar a la mujer que se estiró antes de abrir sus ojos de forma perezosa y bostezar.

— ¿Eh…? ¿Que…? ¿Ryoken…? ¡Ryoken! —La alfa albina limpió la saliva que tenía en su cara y se acercó aliviada a su hijo, que aún parecía algo atontado— Me alegro tanto que estés bien…

— ¿Qué... pasó? ¿Dónde estamos…?

Kiara dudó un poco en responder, pero al final sólo suspiro antes de sonreír de forma melancólica y ordenar un par de mechones de la frente de su hijo.

— Entraste en riesgo de aborto… Spectre, tu primo, se apareció contigo en sus brazos totalmente desesperado, estabas sangrando y parecía que te desmayarias en cualquier momento.

— ¿Ah… sí?

— Sí… —La alfa no quitó su sonrisa y siguió jugando con el cabello de su hijo— Tu padre, hermana y yo no esperamos ni un segundo más y te trajimos de inmediato al hospital…

— Ya veo… ¿Y el…?

— Llegamos a tiempo, por suerte —La melancolía se disipó un segundo en el rostro de la mujer— Tú y el bebé están bien…

Ryoken pareció suspirar algo aliviado al escuchar eso.

Kiara cambio el pelo de su hijo menor por la mano de éste, su instinto de madre, y supervivencia, le indicaban que debía calmar al omega antes de darle la otra noticia…

— Mamá… ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Eh? Claro que puedes, Ryoken…

— Estaría bien… que fuera egoísta y…—Ryoken desvío su mirada con algo de duda.

— ¿Y…?

— Y… ¿Me quedará con el bebé?

Aquello le cayó como un balde de agua a Kogami Kiara, en realidad... no se esperaba esa pregunta.

La verdad es que Ryoken se había cansado de pelear con sus instintos y su corazón.

Al principio si, maldijo a medio mundo por aquel positivo que comprobaba lo que venía sospechando desde antes, pero entonces entró en conflicto consigo mismo.

Por un lado estaba su sentido común, aquel que le decía que era muy joven para criar de un niño él sólo, que sus padres lo regañarian por ser tan irresponsable, que su familia completa iría a cazar tanto alfa hubiera en la escuela con tal de encontrar al que tuvo el descaro, y valor, de deshonrarlo… claro después de alabarlo por haberlo hecho y salir con vida, que Yusaku se alejaría aún más por eso y ni en broma se haría cargo del niño… y por el otro… estaba su instinto de omega y su corazón, que desgraciadamente tenían razón.

Ryoken quería a ese niño. Lo quería más que nada en su vida… era una prueba del segundo acto más íntimo que tuvo con ese idiota que tanto amaba… era tal vez la mayor evidencia de cuánto era su amor por Yusaku.

Y ahora que casi lo perdía realmente… sintió miedo, no quería dejarlo ir. No quería perder a su futuro cachorro…

— Dime mamá… —Ryoken ni siquiera noto cuando comenzó a llorar— ¿Puedo ser egoísta y... quedarme con mi cachorro?

— Cariño… por supuesto, se tan egoísta como quieras…

En el rostro de Kiara se mostraba una sonrisa de felicidad y calma junto a un par de lágrimas. Ella no dudo en abrazar a su hijo en un acto de consuelo y protección.

Ya no importaba la otra noticia, Ryoken había decidido por su propia cuenta lo que quería...











Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top