¿Podemos quedarnos así todo el día?
— ¿Podemos quedarnos así todo el día?
— Me encantaría decirte que sí… —Ryoken sintió como el alfa llevaba su mano a su hinchado vientre para sentir los movimientos de su cachorro— Pero creo que tu hijo tiene hambre…
— Si quieres traigo algo para los tres… es que estar así me relaja bastante…
— A mi igual… pero dudo que tu madre nos deje estar así tanto tiempo.
— Buen punto… —Yusaku se separó de Ryoken para dejar que este se levantará primero.
El omega soltó a la pequeña muñeca de cabello azabache para sentarse con algo de esfuerzo y pararse para caminar al pasillo del segundo piso, el alfa celebraba en silencio la libertad de su brazo, que seguía sin sentir pero bueno, antes de imitar al menor siguiendole.
Ninguno espero que al bajar se encontrarían al alfa mayor sentado en la sala de estar viendo algún programa en la tele junto a sus otros hermanos alfas, Flame, Earth y Lightning, los dos últimos casi se desmayan al ver al de ojos azules usando un pijama holgado que claramente le pertenecía al alfa de mechones rosas.
— ¿Y mamá?
— Vaya, ya desperta-
— ¿Dónde está mamá? —Yusaku se acercó a su padre y tíos mientras que Ryoken se iba en dirección a la cocina, ignorando a los alfas.
— Deberías respetar a tus mayores, Yusaku-kun.
— ¿Dónde está? —El menor de los cinco alfas insistió en su pregunta anterior, ignorando por completo a Earth.
— Tu madre salió, estará con el diablo hasta la tar-
— Bien —El de ojos verdes sonrió, interrumpiendo a su padre, de nuevo, antes de abrir como si nada el estante lleno de licores que su padre tenía cerca de un librero y tomar una botella.
Ai se levantó de su asiento para acercarse a su hijo furioso, Yusaku lo confronto apenas sintió como le sostenía con fuerza el brazo, los otros tres alfas venían como padre e hijo se asesinaban con la mirada.
— Yusaku, devuelve eso.
— ¿Por qué?
— Porque yo lo digo —El menor alzó una ceja de forma incrédula, el mayor pareció enojarse por la sonrisa de burla que a hijo mostraba—. No me mires así y obedece.
— ¿Quien diablos te crees para decirme a mi que hacer?
— Tu padre y el alfa de esta-
— ¿Tu? ¿¡El alfa!? —El menor se largó a reír antes de soltarse del agarre de su progenitor, abrir la botella y dar un gran trago a su contenido— ¡Cualquiera con dos dedos de frente sabe que mamá es la que manda aquí! Tu no tienes autoridad, ni aquí o en tu mísero matrimonio, que apenas si sabes cómo mantener a flote.
— Yusaku, cuida tu-
— Dime que hacer cuando tengas los pantalones en esta casa, algo así como mi tío Lightning.
El de ojos verdes se fue siguiendo al omega, aún con la botella de licor en la mano, dejando a su padre con la palabra en la boca y a sus tíos en un incómodo ambiente.
— Y yo que creía que mis otros sobrinos eran demonios…
— Y yo que la rebeldía de Yusaku sería una fase temporal…
— Ai, con todo respeto ¿Por que no inten-?
— Usar la voz sería peor, Lightning —Flame bebió un poco del licor que tenía en su vaso—, Yusaku es igual que Serena… ¿Y recuerdas que pasó cuando intentaste intimidar a tu ex frente a Serena?
— Insisto, Ai, que tu esposa no es omega…
Después de aquello los cuatro hermanos se pusieron a discutir sobre cualquier tema, claramente tratando de olvidar la escena de Ai y su hijo.
(...)
— No sabía que sembraban maíz, Fujiki...
— ¿Que? No lo hacemos.
— ¿Y esos cuervos? —Ryoken señaló algo a través del ventanal de la cocina.
— ¿Que cosa? —Yusaku se acercó al ventanal donde vio como las negras aves sobrevolaban el jardín mientras graznaban fuertemente— ¡Maldita sea! Los malditos cuervos volvieron…
— ¿O sea es usual que vengan?
— Si… quieren comerse el ave de los vecinos, así que merodean en nuestro jardín y vigilan hasta que ven la oportunidad —El alfa de cabello azul volvió a tomar la botella con licor, que literalmente le quitó a su padre, y servirse un vaso—, suelen comerse las vainas de las glicinas y caen muertos a las horas… lo molesto es recoger sus cadáveres.
Ryoken asintió extrañado mientras comía una bolsa con papas fritas, no negó su sorpresa cuando genuinamente uno de los cuervos cayó abruptamente del cielo al jardín.
— ¿Que te dije? —El mayor bebió de golpe el amargo líquido ámbar oscuro de su vaso antes de tomar una bolsa de basura y dejarla en el mesón donde el menor de cabellos blanquecinos comía— Después iré a recoger el resto de los cadáveres…
Fue en el momento que cayó otro cuervo muerto de forma abrupta que se escuchó como golpeaban la puerta principal, tal vez eran los otros dos hermanos faltantes de Fujiki Ai.
— ¿¡Que las aves que!? ¡Yusaku, ven un momento!
— ¡Estoy ocupado!
— ¡Por favor, ven! —Ai no parecía querer desistir de su pedido, el adolescente de ojos jade suspiro hastiado antes de dejar la botella a un lado de Ryoken y encaminarse hacia su padre.
— ¿Que quieres?
— Esta señorita está diciendo que estamos matando aves ¿Me puedes explicar a qué rayos se refiere? ¿Acaso volviste a matar pájaros porque si?
Yusaku observó a la chica que se refería su padre, era bastante baja, más de metro y medio no le daba, su cabello era largo y celeste recogido en dos coletas que le llegaban hasta las rodillas, llevaba puesto un kimono celeste con aves estampadas; la pequeña chica apenas vio al adolescente sintió como la sangre se iba de golpe a su cara, ese chico lucía tan atractivo...
El alfa arrugó molesto su nariz, el olor a canela que esa omega despedía le era repugnante, demasiado.
— Perdona… ¿Pero quien eres?
— ¡Ah! Lo lamentó —La chica dio una reverencia algo nerviosa— M-mi no-nombre… es S-Sakurai… v-vine p-porque…
— ¿Sakurai? ¿No es el apellido de los vecinos?
— Si… pero yo recuerdo que ellos sólo tenían un par de gemelas y ambas eran de casi ocho años.
— S-si… s-son mis primas… —Yusaku observaba fijamente a la chica, que estaba liberando más feromonas… en serio, su olor era tan repugnante— v-vine… p-or-porque l-las pobres aves e-están cayendo muertas… en su-
Ai observó confundido a la chica… hasta hace unos momentos ella estaba bastante molesta gritándole que estaban matando a las inocentes aves que sobrevolaban su hogar, ahora estaba sonrojada y algo temblorosa e incluso tartamudeaba.
— ¿Hablas de los cuervos?
— ¿Los cuervos volvieron? —El alfa menor asintió desinteresado, el mayor chasqueo la lengua— Diablos… bueno, mira Sakurai-chan, ahora mismo no es un buen momento para discutir esto ¿Que te parece si lo discuto con tus tíos después de año nuevo?
La chica asintió igual de nerviosa y sumisa que antes, dio una reverencia antes de alejarse de la residencia Fujiki, ambos alfas la observaron irse volteando de vez en cuando, a Yusaku realmente le daba asco.
Fueron los sonidos de un montón de platos romperse junto a alguien correr rápidamente por las escaleras lo que los distrajo, el olor de sal marina, menta y agua salada le dieron una pista al alfa menor…
(Hace 10 años…)
— ¡AHHH! ¡Mamááá!!
— ¿¡Yusaku!? ¿¡Que diablos!? ¡Ai, ven rápido!
— ¿¡Que pas-!? ¿¡Que mierda!?
Por alguna razón, que el matrimonio Fujiki deseaba saber, había una parvada de cuervos persiguiendo a su hijo de 6 años en el jardín.
Yusaku lloraba mientras corría intentando salvarse de aquellas aves negras que parecían querer sacarle los ojos, en algún momento Ai tomó una escoba y comenzó a sacudirla entre la parvada tratando de alejarlas de su hijo, que aparentemente se enojaron mucho más por aquello.
— ¡Ya deja eso, Ai y entren a la casa!
El alfa obedeció a su esposa, antes de tomar a su hijo rápidamente y entrar a la vivienda. Las aves los persiguieron, e incluso comenzaron a picotear el vidrio del ventanal y la puerta un buen rato.
Serena abrazaba a su hijo que lloraba aterrado por aquellas aves que lo estaban persiguiendo… ¿Tanto les molestó a los cuervos que les lanzara piedras y destruyera su nido?
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