No te creo... en serio...

— No te creo… en serio…

— Es la verdad, Zarc…

— Me estas jodiendo… no puede ser que el mito de que… —Zarc peleaba por no desmayarse de la impresión— de que…

— ¿Los chismes que ustedes cuentan son reales? Pues… ahora tienes la prueba.

— … ¿Puedo preguntar el cómo lo sab-?

— Sólo te diré que fue un acuerdo mutuo el decirte esto… —Yusaku paso por al lado de su amigo alfa de ojos amarillos encaminandose a algún lugar del establecimiento escolar— Nos vemos en el aula.

Zarc se quedó quieto en su sitio en completo estado de shock… había conseguido una exclusiva de primera clase.

(...)

— Tiempo. Entreguen sus exámenes.

— ¡Pero profesor~! —La mayoría de los presentes se quejaron al unísono.

— No aceptaré quejas, tuvieron casi dos horas para completar el examen, se les acabó el tiempo y pronto tocarán para que se vayan a sus casas… así que entreguen sus exámenes y el resto de la hora hagan lo que quieran.

Después de aquello nadie pudo decir o reclamar algo, era inútil.

Cuando el alfa profesor de Historia y Geografía, Kengo Dojun, daba una orden era imposible hacerle cambiar de opinión.

Los pobres alumnos que no habían estudiado para la prueba de ese día rogaban para que algunas de las respuestas que pusieron fueran correctas, otros estaban relajados porque habían comprado las respuestas en el mercado negro estudiantil y unos pocos habían estudiado genuinamente.

Takeru entregó su examen con su usual sonrisa de alegría y confianza ¿Y como no tenerla? Si historia y geografía era una de sus materias favoritas, despues de literatura e idiomas, era muy normal que él fuera de los pocos que sacara buenas notas en esas materias, en especial en las clases de Kengo Dojun donde hasta Ryoken y Yusaku se complicaban la vida por aprobar.

Poco tenía que ver “las clases extras” que recibía después de clases los Lunes y Miércoles, o el proyecto en que lo ayudaba cada viernes sin excepciones.

Cuando sonó el timbre todos guardaron sus libros y cuadernos para retirarse e irse a sus casa, el omega con lentes observó a su primo irse refunfuñando y maldiciendo al alfa de cabellos plateados que también era su primo, esa actitud no le extrañó para nada.

Specter había golpeado a Yusaku en la cara esa tarde, debido a que en los chismes escolares se “confirmó” que él y Takeru tenían una atracción mutua aún siendo primos… la verdad es que Takeru se avergonzó bastante al leer aquella noticia mientras que Spectre fue a atacar a Yusaku, quien se atribuyó ser uno de los informantes del -falso- club de periodismo.

— Parece que eres “famoso”, Homura-kun.

— ¿Usted cree profesor? —Kengo asintió sin desviar su  mirada de Takeru, quien sólo bajo su cabeza avergonzado.

— Una vez me confesaste que quien te atraía era un alfa que tal vez nunca te vería como su pareja ¿Acaso ese alfa es Kamishi-?

— ¡No siga, profesor! —Un fuerte sonrojo en la cara del menor apareció tan repentinamente al escuchar el apellido de su primo que eso fue lo necesario para delatarse.

Kengo uso aquello a su favor, la verdad es que Takeru era tan fácil de manipular que daba risa.

Takeru Homura era su muñeca en un jardín de miniatura, cuyas alas no habían florecido, pero para eso estaba él, para ayudar a su juguete a florecer.

El omega era tan inocente en tantos temas, tales como el celo, amor, límite, sexo y otros tanto que no suelen enseñar del todo en las escuelas y son los padres los encargados de explicar… y es ahí donde los padres de Takeru fallaban.

Flame no quería que su hijo conociera esos temas siendo tan “joven”, él aún veía al pequeño bebé que había sido su hijo que nació a finales de Enero, mientras que Ray se dejaba convencer por su esposo sobre que aún no era tiempo de explicarle del todo a su hijo ese tipo de cosas… eran tan idiotas.

Le habían inculcado, inconscientemente, el miedo a la libertad.

Y eso Kengo lo sabía, su padrastro también, por eso debía hacer lo necesario para corromper al pequeño e inocente omega que tenía en frente suyo dispuesto a dejar de ser la inútil carga de puta omega que era… sin importar el costo.

Las primeras semanas de sus “clases extras”, el alfa con prótesis se había encargado de convencer a Takeru que una de las cosas que lo hacía inútil era su celo, no era una sorpresa que el omega supiera solamente lo básico de éste, era irónico que ese omega fuera el mismo que deformó a su padrastro y algo efímero la dificultad de su tarea.

— Muy bien, Homura-kun, durante tu celo muchos de tus sentidos se nublan.

— ¿Para eso es la venda…?

— Exactamente, si logras mantenerte estable y sin pánico con un sentido menos, entonces habremos dado por avanzada esta lección.

El omega asintió algo inseguro, Kengo sonrió para sus adentros, debía mantenerse tranquilo en todo momento, que el omega fuera algo inocente no lo hacía del todo idiota.

— ¡Ah! P-profesor… —Takeru comenzó a temblar al sentir la prótesis robótica de su profesor acariciar su torso por debajo de su camisa.

— Tranquilo Homura-kun, confia en mi, es todo parte de la lección… —El omega asintió un poco inseguro y permitió al alfa mayor siguiera acariciando su cuerpo— Realmente tengo altas expectativas en ti Homura-kun… y tu no quieres traicionar mis grandes expectativas ¿Verdad?

— N-no… profesor…

— Entonces relájate y trata de mantener la compostura —El omega volvió a asentir inseguro.

Realmente Takeru Homura era ingenuo.

(...)

Isamu observaba aquella escena de un profesor manoseando indebidamente a un alumno por el monitor de la computadora que tenía en su despacho.

Hace años mandó a instalar, en secreto, cámaras de seguridad en todos cada salón de clases, pasillos y aulas especiales, excepto en los baños, sabía que en el último era que los alumnos manejaban su propio mercado negro… pero no le importaba lo que estos manejaran en el mientras el líder y director actual de este le diera una parte de sus ganancias. Era un trato justo.

Suspiró antes de eliminar la grabación y apagar las cámaras.

Tal parece que su hijastro estaba haciendo bien su trabajo.

(Hace 3 años…)

— ¿Que significa que sea omega?

— ¡Significa que debo celebrar! ¡Las cazas de brujas están prohibidas para ti por siempre!

Takeru estaba muy confundido, esa no era una respuesta que entendiera.

— Flame… no creo que sea adecuado que le digas eso a Takeru.

— ¡Pero si es la verdad! —Flame se levantó bastante eufórico del sillón donde su esposa e hijo también estaban— Podré mantener a mi bebé a salvo de esas matanzas.

— ¿Que es matanza?

— Eres muy joven para entenderlo ahora, Takeru… pero no para que te hablemos de lo que es ser ome-

— ¡Ray! —Flame interrumpió a su esposa quien lo miraba extrañada— No puedes decirle esas cosas a Takeru… ¿No ves que si lo haces entonces lo corromperas?

— No te entiendo Flame…

— ¿Que es corromper?

— Takeru aún es muy pequeño para que sepa de esas cosas… le explicaremos cuando sea más grande.

La omega observó un poco molesta a su esposo, su hijo alternaba la vista entre ambos con curiosidad, fue que ella entendió que… era cierto.

Su hijo aún era muy inocente para comprender lo que le esperaba a futuro como omega… tal vez, esperar un poco más para explicarle sería lo mejor.

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