¿Debería cantarte una nana?
— ¿Debería cantarte una nana?
“Canta. Canta para mi… Cántame una última vez, Kanojo. El hombre que la estaba volviendo un ángel, le rogó. Le rogó observarle, que sus brillantes ojos violetas volvieran a reflejar su rostro. Le rogó cantarle, porque era su muñeca, su juguete personal. Eso era Kanojo.”
Takeru acarició suavemente toda la zona de su plano vientre, quería sentirlo… quería sentir la vida que crecía dentro suyo.
No sabía, o entendía, de dónde salió esa nueva vida, pero la quería y amaba sin importarle nada… aún si eso significaba que debía dejar la escuela y libertad por el alto riesgo que tenía su embarazo.
Los doctores confirmaron la probabilidad de una pérdida por el historial de su familia, su madre que había sufrido un aborto antes de estar embarazada de él y su hermanita, Akako, que fue una mortinato.
Desde entonces sus padres no han intentado tener otro hijo, según su padre perder otro niño haría que su madre se transformará en su abuela, Rio, y eso no iba a permitirlo.
Pero ahora él, tal vez, iba a morir.
Por ese mismo miedo… Takeru no era capaz de acabar con un ser tan indefenso como lo era su bebé, era un pequeño ser que no tenía la culpa de los errores que cometió.
Le dieron la opción, él la rechazó, más para molestia de su padre, que comenzó a gritar diciendo que descubriría quién era el padre de su hijo y lo quemaría vivo, su madre, por otro lado, estaba de acuerdo en su decisión.
Le confesó entre lágrimas que no quería perderlo, era su único hijo, pero si él deseaba tener ese bebé, cuyo misterioso padre probablemente conocería el mismo infierno, entonces no iba a oponerse.
“Kanojo se volvió la obsesión de su profesor. El largo y atrayente cabello negro como las plumas de un cuervo que poseía destacaba más que su uniforme escolar, sus ojos morados vibraban en esencia y control cuando escribía. Pero por dentro, era una muñeca rota.”
Yusaku prometió a su tío ayudarle a descubrir al imbécil que embarazo a Takeru, si no pudo protegerlo… mínimo haría pagar seriamente al que lo lastimó.
Sus sospechas recaian en alguno de los profesores, ya Ryoken le había informado que un profesor abusaba de un alumno y también estaba la noticia “controversial” que investigaba el club de periodismo, por eso necesitaba ayuda y quien mejor que Zarc que era el líder del club de periodistas chismosos que eran capaces de descubrir hasta el color de la ropa interior del comité escolar en 30 segundos.
La noticia de que Takeru estaba embarazado no fue publicada como tal, ni siquiera Zarc o su equipo la dieron a conocer, mientras ellos sospecharan que era igual que con Sakaki Yuya, hermano menor de Zarc, no tocarían el tema por más exclusivo o tentador que fuera.
Ellos tenían algo de moral y no tocaban temas así de sensibles como lo era el embarazo adolescente de un omega, fuera cual fuera la razón.
Ellos sabían que eso no era su asunto, no sabían si alguno fue abusado y por eso terminó así o simplemente fue a causa de un efecto ignorado por sus supresores… no lo sabían y no querían saberlo.
Kaito Tenjo, segundo año e investigador del club, escuchaba a su padre lamentarse por los omegas que llegaban a su consultorio pidiendo un aborto por orden de sus parejas o por la incapacidad de cuidar del bebé; Sapphire Bird, investigadora del club, era muy apegada a su medio-hermano que era un omega y para la chica de ojos azules imaginarse que la pareja de este se pasara de listo y lo dejara en ese estado la ponía iracunda; Yuzu Hiragi había sido la niñera de Yuya en su infancia… enterarse de lo que este paso también la destruyó.
También estaba el hecho de que Ruby, Yukine y Nagisa, también eran parte del club, eran omegas.
Por eso ninguno dudó en dejar sus demás historias para ayudar a su líder a cambio de nada.
En especial si iban contra su supremacista director alfa, Isamu Kogami.
Porque Yusaku creía lo mismo que Ryoken y Zarc ¿Cómo es posible que ese hombre no supiera del abuso si estos pasaban en sus dominios? Fácil, los encubria.
“Todos sospechaban de la ruptura entre la realidad y Kanojo. Todos menos sus padres. Su padre trabajaba demasiado, su madre estaba siempre de mal humor.
Eso es muy lamentable, no te guardes ningún detalle. Eso le dijo él ¿Pero quién era él? Era el hombre que la volvería un bello ángel, su profesor.”
— ¿Debería cantarle una nana?
— No te va a escuchar hasta el cuarto o quinto mes, pero si tu quieres, nadie te lo impide, Homura.
Takeru observó sorprendido a Ryoken, era la primera vez, desde que recordaba, que este le llamaba por su nombre y no por el cruel apodo que casi todos lo hacían.
— ¿Que pasa? ¿Tengo algo en la cara o qué diablos, qué me miras tanto?
— No… es sólo que… —El de cabellos blancos ladeo confundido su cabeza, el de lentes sonrió apenado— Es la primera vez… que no me llamas llorón...
— Es que ya no puedes llorar.
— ¿Ah?
— Llorar lastima al bebé —Ryoken acarició su hinchado vientre mientras veía la pared como a fuera lo más interesante del mundo—. Según se dice, lo que sientas tú lo sentirá él o ella. Por eso se dice que cuando te embarazas debes tratar de estar lo más alegre posible.
— Oh… —Takeru asintió antes de que el contrario se levantará de la cama y se fuera— ¿Y tú cómo te sientes, Kogami-san?
El de ojos azul estelar volteó a ver al de lentes, su expresión era tan neutral que a Takeru le era complicado encontrar alguna emoción en el omega mayor de cabellos blancos.
— Me siento atrapado en una jaula de plantas, aplazando mi destino lo más posible…
— ¿Tu… destino?
— Morir después de que nazca mi hijo.
Ryoken salió de la habitación después de decir aquello, dejando en shock a Takeru.
El rey demonio lo encontró.
Lo despedazo al ver la pequeña flor que trataba de proteger.
Estaba desangrándose.
Las bellas enredaderas trataron de proteger a la flor, incluso el árbol con olor a cítricos había sido cortado por ese oscuro ser, tratando de salvarle.
Los demás demonios, sus súbditos, agonizaban.
La demonio con apariencia humana descansaba despedazada en todo el lugar.
La pequeña hada que brotó de la flor fue capturada por el rey demonio. Esté se rió antes de irse con la pobre hada.
Intento alcanzarla, realmente trato… pero no pudo.
— P3rdøn4me… —Fue todo lo que alcanzó a decir antes de la oscuridad.
Despertó alterado y sin voz después de eso.
(Hace 5 años…)
— ¿No se supone que estaba de siete meses?
Estaba cansado. Tenía mucho sueño al igual que su primo, Yusaku.
Los adultos hablaban entre sí, ninguno podía entender del todo lo que hablaban, pero sí entendían que su madre, Ray, estaba muy mal…
— Nació prematuramente… dijeron que lo intentaron todo, Ai, pero que era tarde… se había… se había…
Su padre volvió a llorar, su tío intentó consolarle.
¿Que había pasado con su madre y hermana?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top