[11]
2 años después.
Jungkook suspiró mientras metía leña en la chimenea, la puerta de su casa fue tocada, el joven miró a su derecha y se dirigió abrir, al hacerlo, Kangjoon le ofreció una sonrisa, el menor tomó la canasta de fruta que el alfa traía consigo.
—¿Cómo está todo?—preguntó el mayor a su amigo.
—Jin me mintió, es un maldito mentiroso. Me dijo que cuando llegara a tener mi propia cabaña, vendrían mujeres por mí...¡No he visto a ninguna asomarse en este tiempo!—se quejó tirando más leña a la chimenea con molestia, su respiración era agitada—. Si no fuera porque es el lider...¡Yo ya lo hubiera ahorcado con estas manos!
—No ganarías—dijo divertido el mayor que miró aquella cabaña.
El líder se la entregó como regalo a Jeon Jungkook cuando cumplió la mayoria de edad y se hizo un adulto, ahora con 20 años, ya estaba en búsqueda de una esposa; pero no corría con suerte ya que eran muy pocas omegas en la manada de Kim Seokjin. Kangjoon se había quedado como un lobo solitario y ajeno a la manada de todas formas, no quería meterse en pelea con Jin, sabía que era muy sobreprotector con su hermano.
—Ti llivirin mijiris—renegó molesto, puso sus manos sobre la cintura—¡No las veo, donde están!
—Por cierto, afuera están celebrando algo-...
—¡Oh!—exclamó poniendo sus manos sobre la cabeza—¡Lo olvidé!
Una joven se giró mientras llevaba un traje de baile árabe y movía sus caderas, los presentes estaban con la boca abierta, sorprendidos por el baile de la sobrina de la chamán. Mientras aquella joven hacía su baile, los hombres sonrieron y empezaron a elevar sus manos, luego pusieron sus manos sobre los hombros de sus compañeros, saltando y bailando, dando giros alrededor de la chica mientras cantaba, ella sonrió y dio más golpes de lado.
Jungkook entró corriendo al baile y quiso mover sus caderas igual que aquella joven, Kim Seokjin que estaba a lo lejos, suspiró con verguenza, lo que le hizo desviar la mirada, fingiendo que no conocía al menor. Pasó sus manos por el rostro hasta poner los ojos en blanco—Diganme, dioses...que hice de mal en una vida pasada, para tener a ese chico a mi lado.Jungkook ahora se giró y movió sus hombros mientras se acercaba a su hermano, se pegó él e hinchósu pecho divertido, golpeando al ajeno por diversión, aunque era como un reto. Jin le dio un suave empujón.
—¡Vamos Jin, tienes que divertirte.
—Eliminenlo...o iluminalo o si no yo lo haré.
Jungkook se acercó al centro muy alegre, bailando con aquella morena de cabellos café. La manada de lobos negros sonrieron felices y se hincaron alzando la mano a la mujer y jefa de los omegas de la manada. Algunas mujeres veían a lo lejos con una divertida sonrisa con unos pequeños cachorros, aplaudiendo y juntándose a la danza.
Los cachorritos saltaban emocionados. Kangjoon solo miró algo nostalgico aquella celebración. Jin rió por último divertido notando como su hermano mayor daba giros y saltos sin importarle lo que aquellas personas dijeran, solo se estaba dejando llevar por la música. El líder se giró a buscar a su madre, sus cejas se enarcaron cuando vio al desconocido que dos años atrás recogieron en medio del bosque, el tipo había despertado de un largo sueño y parecía que ya caería al suelo.
Jin se acercó y lo sostuvo a tiempo, aún sin salir de su sorpresa.
—Has despertado.Bienvenido—le dijo Jin con una sonrisa de lado.
—¿D-dónde estoy?
—Estas en mi aldea, vivimos en lo alto de las montañas, en la punta del bosque...te traje a mi manada—comentó.
—Eres...un lobo negro.
—Si...—señaló a un pequeño grupo—ellos también.
Aquel joven miró a la lejanía con sorpresa, escuchando la música y como las personas se divertian.
—Pensé...que no habían personas como yo, lobos negros.—aquel joven pareció sonreir con cierta amargura. Jin o notó para mirar al frente..
—Escapamos a las montañas, nuestros padres decidieron asentarse, donde podíamos estar a salvo. Vi como mataste tú mismo a ese lobo negro. Es Increíble que siendo un Delta, hayas podido hacer eso.
—¿Son como esa bestia?
—No...por supuesto que no, es más, estábamos tratando de cazarlo hace tiempo, era un peligro incluso para nosotros—extendió su mano—.Por cierto, soy Kim SeokJin.
Taehyung vio la mano extendida; pero fue reacio a saludar al chico.
—Tengo...que regresar, a la manada...la manada—murmuró con debilidad.
—¿Allí? ya no queda nada, solo escombros—comentó—. Tú...estuviste dormido por dos años.
Los ojos de aquel Delta se abrieron en par, cayó inconsciente en los brazos del alfa al no poder con su debilidad, Jin lo cargó entre sus brazos y no pudo evitar visualizar el atractivo rostro del joven: ¿Quién era tan importante para esa persona que quería regresar donde el tiempo barrio con los escombros de lo que una vez fue una pequeña aldea? se preguntó a si mismo con una suave sonrisa..
Jungkoo se giró y al ver a su hermano con el desconocido que por fin despertó, pegó un grito de la emoción y corrió hacía Seokjin dando brincos.
—¡Despertó, despertó!—dijo mostrando una enorme sonrisa el menor.
—¡Por supuesto que despertó, si no, no estuviera sobre mis manos!—dijo quejoso, contempló de nuevo al chico—es muy apuesto ¿No crees?
—¿Qué?—dijo el otro extrañado—¿Te gusta? ¡Si tanto te gusta, entonces cásate con él!—dijo quejoso y cruzó sus brazos con un puchero.
—¿¡Estás celoso?!
—¿¡Por qué voy a estar celoso?!—gruñó molesto el menor haciendo una mueca de disgusto.
Sunmi se acercó a ambos chicos, contempló al joven sobre las manos de su hijo.
—¿Cuándo será que ustedes dos dejarán de pelear?—dijo quejosa—lleven al chico adentro antes de que muera de verdad por culpa de ustedes.
—Si mamá—dijo el mayor, contempló al menor y le sacó la lengua.
La mujer puso los ojos en blanco, viendo a su hijos ingresar a la cabaña, tenía que verificar la salud del joven.
Cuando el desconocido fue dejado sobre el sofá. Sunmi tomó el pulso del joven que estaba durmiendo de nuevo, dirigió su mirada a sus hijos, estudiando la situación. Hace dos años que su hijo mayor llegó con el cuerpo incosciente del joven, a pesar que con la chamán trataron de despertarlo, la sabia terminó por decir que el tipo de seguro estaba en una transmutación, se convirtiria en el nuevo rey lobo y para guardar energias y el cuerpo se acostumbrara, debía mantenerse en calma por largo tiempo hasta que estuviera listo para despertar.
Y aunque le preocupó de que el cuerpo moriria por falta de comida, no fue así, es como si el tiempo se hubiera detenido en aquel joven de sueño profundo.
—¿Sigue vivo?—preguntó Jungkook, recibiendo un manotazo en la frente de su mayor—¡Auch! ¿Por qué me pegas?
—¡Si está respirando, es porque está vivo, idiota!
—¡Mamá, Jin me pegó-...—la señora Jeon le dió un coscorrón en la cabeza al menor y luego al mayor, soltando un gruñido—¡Callense, estoy examinando al chico!
—Si—respondieron ambos en silencio.
La mujer respiró con profundidad, cerró sus ojos para escuchar el latido del corazón del joven, sin darse cuenta que atrás, Jin y Jungkook se estaban agarrando de los cabellos y rodaban por el suelo. Desde que Jungkook se volvió un adulto, se había vuelto más retador, siempre buscaba cualquier hora para atacar a Jin y ver si le ganaba en una pelea, claro. Siempre terminaba perdiendo.
Sunmi al escuchar unos gruñidos se giró, tomó la escoba que estaba cerca y les pegó.
—¡Dije que basta!
El desconocido abrió los ojos, soltando un quejido, llamando la atención de los tres ajenos, que se acercaron con una espléndida sonrisa. La señora Jeon se sentó, ofreciendo una dulce sonrisa al chico.
—Escuché de mis hijos lo que sucedió con tu aldea y manada—susurró.
—¿Ellos...murieron o sobrevivieron?—preguntó el lobo negro.
—Cuando llegamos a tu aldea, ya no quedaba nada, las cabañas ardían en fuego, tampoco encontramos cuerpos, solo el tuyo. Le ganaste a la muerte niño, jugaste contra ella y volviste a la vida—dijo sorprendido el alfa—por cierto...soy el lider de esta manada.
—¿D-dónde estoy?—volvió a preguntar ya que no entendía aún que sucedia.
—En lo alto de la primera montaña, somos una manada conformada por lobos negros que sobrevivimos a las matanzas—comentó Jungkook—. Has dormido por dos años...¡Pensamos que nunca despertarías!
—¿Tanto...tiempo pasó?
Ambos alfas afirmaron.
La puerta se abrió, apareciendo Hwasa que se quitó sus argollas, al ser la sobrina de la chamán, era la sucesora y tenía mucho que aprender aún.
—¡Ah, casi y hago un asco mi baile, pueden creerlo, uno de los alfas me pidió la mano, pero le dije que no! ¿¡Por qué no comprenden que no quiero casarme todavía?! ¡Dicen que ya estoy vieja para encontrar un esposo! ¡¿Vieja?!—dijo quejosa—viejo su pito, desgracia-...
La chica notó la mirada de los cuatro sobre ella, la omega se giró viendo la puerta y luego al frente.
—Creo ....que vine en un mal momento-...¡Ha despertado!—gritó sorprendida.
—¿Por qué todos se sorprenden?—dijo quejoso Jin—. No es tampoco un milagro, algún dia iba despertar.
El joven se cubrió los oídos, esas personas eran muy ruidosas, escuchó los pasos de la joven correr bastante emocionada y sonrió.
—¡Yo he cuidado de tí estos dos años! ¡Por poco pensé que ibas a morir de un infarto en el momento, imaginate, pasé pidiendo a los dioses que no murieras, no quería un muerto en mi cama, que ande rodando tu alma, no es nada placentero!
El joven frunció el ceño, esa chica se le hacía muy familiar a alguien.
—Creo que el chico está cansado, deberíamos dejarlo dormir—susurró la mujer—,te estuvimos dando de comer a la fuerza; pero estás muy delgado, eres puro hueso...creo que ahora despierto, podrás comer mejor y tomar fuerza y engordar mas.
Jungkook hizo un puchero al ver como Jin contemplaba al chico con intensidad, así que le dio un enorme empujón, se levantó molesto y salió de la cabaña.
—¿Y a ese qué le pasa?—preguntó la joven omega—¡Tía, por cierto! el chamán de la manada, dijo que ¡Pronto vendría el gran rey para gobernar sobre los licántropos y traería la paz!
—¿El chamán te dijo eso?
—¡Si!—contempló al joven—.Debes tener hambre, hice una rica carne de venado, de seguro alimentará bien tu estómago ¡Mi casa, tu casa! ¡Pero más mia!—dijo de último extendiendo los brazos la sobrina de la Chamán.
La señora Jeon sonrió con dulzura por lo divertida que era aquella mujer.
—Te dejo en buenas manos, ella es una buena chica, te ayudará a recomponerse.
—Si...—dijo con la voz seca el Delta.
—Cualquier cosa que necesites, puedes pedirselo a mi hijo Jin, es el jefe de la manada—aconsejó Sunmi.
El joven afirmó, la mujer adulta y Jin se alejaron en silencio, cerrando la cabaña consigo. Al estar afuera, Jin siguió con su mirada a Jungkook que se dirigia a la cabaña que le hizo un tiempo atrás, suspiró poniendo los ojos en blanco.
—¿Por qué anda enojado conmigo? no le he hecho nada—se defendió el líder y contempló a Sunmi, la cual limpió sus manos con un pequeño trapo que siempre cargaba consigo misma,
—No lo sé, pero deberías preguntarle la razón del porque esta así, hace ratos estaba feliz bailando.
En eso ambos vieron a Kangjoon salir de la cabaña del más joven y como Jungkook se despidió con una sonrisa; pero al ver a Jin, esta se borró de un solo. Su madre enarcó amba cejas, volviendo su mirada al hijo mayor, acomodó una de sus manos sobre el hombro izquierdo del lider, dando suaves golpes de reconfortació.
—Bueno, algo hiciste—le comentó y se soltó del joven y se dirigió a su cabaña.
Jin se había independizado, haciendo su propia cabaña y terminó haciendo también la de Jungkook como la promesa que hizo, sin embargo, ambos de alguna forma,terminaban desayunando, almorzando y cenando en la casa de sus madre, y no es que Jin fuera mal cocinero, es solo que se quejaba diciendo que su comida no sabía tan buena como la de su madre. Jungkook si iba, porque no podía cocinara. Asi que para Sunmi, no es como si del todo esos dos se haya independizado si volvian al final de cuentas a su cabaña de nacimiento.
Jungkook se mantenía limpiando el comedor, cuando escuchó que la puerta de la cabaña se abrió, sabía que Jin era el único que ingresaba sin pedir permiso o tocar. El mayor se sentó en el sofá, miró a su alrededor con curiosidad, a pesar que ya había estado allí muchas veces. Jungkook se giró y dejó el trapo a un lado de la mesa, se cruzó de brazos y se preguntó que hacía allí el mentiroso de su hermano.
—¿No tienes una cabaña dónde pasar tu tiempo?
—Si; pero paso muy solo y aburrido allí.
—Pues yo veo que entra tu prometida cada dia—exclamó tirando el trapo sobre el rostro de su hermano, el cual no tuvo tiempo de reaccionar y atraparlo, el objeto se deslizó sobre su rostro—. Me mentiste, dijiste que con esta cabaña atraería una hembra ¡Pues no veo entrando a ninguna! En cambio tú...ya tienes incluso una prometida y ya llevan una año—¿Quieres chocolate o café?
—Chocolate porfavor.
En eso, Jungkook reaccionó y se giró a ver a su hermano.
—¡Este no es un maldito restaurante!—exclamó, se acercó a Jin y lo tomó del cuello del saco de oso negro que el mayor cargaba—, siempre vienes para que te haga la comida, tu sabes cocinar ¡Vete y haz tu propia comida o dile a esa tu prometida que te cocine!
—Ye-ji tiene que cocinarle a sus padres, no puedo decirle que venga a cocinarme y-...
—Entonces hazlo por ti mismo—reclamó el menor empezando a jalar al mayor en dirección de la puerta. Cuando el menor estaba a punto de sacar a Jin de su casa, el alfa logró quitar las manos ajenas sobre él y lo arrinconó a la puerta de madera—¡Ah!—exclamó sobresaltado cuando Jin puso ambas manos a los lados laterales.
—Jungkook ¿Te agrada Yeji?
—¿Por qué me preguntas si me agrada tu prometida?—inquirió con tono molesto y quitó una de las manos de su hermano para hacerse espacio, se empezó a dirigir al sofá. Jin le siguió con la vista.
—Porque en el futuro serán familia, me casaré con ella, tendrá a mis hijos, tus sobrinos. Necesito que la futura madre de mis hijos y hermano se lleven bien.
—¿Cuándo me has pedido la opinión en algo? vete, quiero descansar—pidió y se sentó, tomando un libro de su estante para leer.
Jin mordió el interior de su mejilla un tanto malhumorado, abrió la puerta de la casa y salió. Su prometida Ye-ji que iba caminando con sus hermanos, frunció el ceño un tanto extrañada, notando al líder dirigirse a cierto lugar. Apenas habían 2 omegas mujeres jovenes en la manada, Hwasa era una, la cual había rechazado varias propuestas de matrimonio y Yeji, quien era una joven bastante hermosa, algunas omegas provenían del exterior y ya estaban casadas con algunos alfas, otras eran madres que escapaban de que les mataran a sus cachorros y se iban con sus hijos a esa manada, así que la manada había crecido.
Aunque algunas hembras omegas, aún eran muy pequeñas, no pasaban los 15 años y no estaban listas para casarlas, Jin no las consideraba desarolladas fisica y mental para convertirse en esposas y madres, por lo tanto ordenó que solo se podían casar después de los 20 años.
Jin llegó a la cabaña alejada, el pequeño lugar donde solía esconderse muchas veces para pasar sus celos, ingresó al lugar, cerró la puerta consigo. Con el paso del tiempo la había hecho más habitable, puso una cama con sus almohadas y sábanas, una pequeña chimenea para no morir del frio en la epocas de inverno, una mesa redonda solo para dos personas. Lo hizo por si alguna vez Jungkook volvía, ya que al escuchar que era su lugar favorito desde que era pequeño, prefirió convertirlo en un refugio o nido en el que el menor se sintiera seguro.
Pero Jungkook no había vuelto allí hace dos años, no desde la última vez que estuvieron ambos juntos. El alfa se sentó sobre la cama y pasó su mano sobre su rostro, esa noche venía su celo y prefería pasarlo siempre allí, claro que tenía una pareja con el cual apaciguar la epoca de calor; pero consideraba que no estaba listo para empezar a tener sexo con su prometida, si bien había estado con unas mujeres, no fue en sí nada serio.
Bajó su mirada, sintiendo su semi-erección, maldijo en bajo. Se había controlado por completo en la cabaña de Jungkook, incluso en su mente se cruzó montar al menor a la fuerza; pero no iba dejar que su lobo lo controlara por completo. En su mente se vino la imagen de Jungkook, acorralado en la puerta, mientras le miraba con esos ojos grandes de ciervo asustado y brillo en sus ojos—Jeo Jungkook—musitó en bajo y frunció el ceño—¿Por qué me pongo así por ti?—el alfa cubrió su boca y sacó su miembro de su lugar protegido, empezando a masturbarse.
Su prometida abrió los ojos en par y cubrió su boca de un golpe al escuchar aquel nombre y la escena que logró ver por uno de los orificios de la madera, en silencio, salió corriendo sobresaltada por lo que acaba de descubrir.
Dom-28-agosto-2022:
Esperen actualización hasta el otro domingo, gracias a todos lo sque me están apoyando en este ff,
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top