[03]

Jungkook salió de su cuarto con mucho sueño, soltó un bostezo notando a su hermano menor que había terminado de hacer el desayuno junto con Sunmi, su madre le sonrió y dio suaves palmaditas dando a entender que se sentara para darle la comida, El menor lo hizo, siguiendo con su vista al mayor, el cual se metió un pedazo de pan en la boca.

—¿Estás nervioso? ¡Debes estarlo! hoy es la selección del líder—afirmó el menor con un suave meneo de cabeza.

—No lo estoy—comentó Jin para sentarse y dejar su café caliente sobre la mesa—¿No tienes que ir a trabajar hoy?

—No, tengo un día de descanso ¿No es maravilloso? ¡Podré holgazanear todo el día!

—Nada de Holgazanear, ya que tu hermano se estará preparando para la competencia, irás a recoger leña—le ordenó su madre con tono serio.

—¡Pero-...

—¿Pero?—preguntó su madre con una ceja enarcada.

Una sonrisa forzada se formó en el rostro del menor. Sunmi dejó el desayuno a su hijo, quien suspiró viendo aquel plato con desgano ante la orden de la mujer, odiaba cortar leña, era bastante dificil para él.

—Está bien—comentó con un puchero para empezar a desayunar—¡Pero quiero ver la pelea de mi hermano! obviamente que si yo peleara, ganaría.

—Es bueno soñar—Jin dijo, con una sonrisa divertida en su rostro ante aquel comentario ajeno.

Al terminar el desayuno, Jungkook ya se había cambiado y arreglado, dado que tenía que recoger la leña lo más rápido que podía. Abrió la puerta, quedando en el marco, vio a los demás alfas que iban a competir, conversando entre ellos y parecían bastante tranquilos respecto a la situación. El menor los contempló por leves segundos hasta que la mirada de aquellos grupos se enfocaron sobre él, soltando suaves gruñidos amenazantes al joven Jeon.

Otra vez, ese desprecio hacía él: "¿Por qué se comportaban de esa forma con él?" se preguntaba siempre, era un alfa como esos lobos.

—Muévete—le ordenó su hermano dado que el cachorro le estaba interrumpiendo el paso. El menor se hizo a un lado, notando a su hermano terminar de ponerse la camisa, el mayor se acercó al grupo, siendo muy bien recibido mientras algunas chicas le contemplaron con una sonrisa en el rostro.

Jungkook infló sus mejillas y se dirigió al bosque tomando su hacha.

—Miviti—rezongó el cachorro, haciendo una mueca mientras apretaba el mango de la hacha.

Al llegar al bosque donde siempre solía cortar la leña, suspiró contemplando un enorme árbol, perfecto, ese era adecuado para la leña. Debía terminar rápido ya que en la tarde empezaría la selección y no se perdería de apreciar las peleas de los tipos más fuerte de la manada, donde claro, participaba su hermano Seokjin. Ademas quería ver si lograba ayudar a su madre que le tocaría hacer la cena de celebración en la noche.

<<—Kookie, ven—le llamó su madre mientras doblaba una pequeña manta.

El pequeño de ocho años se giró a ver a la mujer y sonrió, corriendo muy emocionado hacia ella, dando saltos y moviendo su cola de un lado a otro, al tirarse sobre su mamá empezó a frotarse con su gran sonrisa. Era un domingo y la joven Sunmi había decidido irse de picnic con los dos niños. Jin se encontraba a lo lejos tratando de arrancar una enorme rama de árbol.

—¡Mami, juguemos, juguemos!—pidió aquel niño.

Su madre sonrió para acariciar su mejilla. El niño tomó una flor y la arrancó de su tallo empezando a quitar los pétalos, su madre se la quitó de las pequeñas manos.

—No arranques las flores, debes respetar todo tipo de vida.

—Pero no sienten—dijo quejoso el pequeño.

—No hablan nuestro idioma; pero forma parte de nuestra coexistencia. Cuando ves una flor ¿No es hermosa?

—Si.

—Ahora cuando la arrancas de su lugar, de la tierra donde ha nacido, le quitas todo sus nutrientes y la flor dejará de ser bonita, se marchitará a las horas, su tallo se doblará—pronunció su madre dejando aquella flor ya arruinada sobre el pasto—, y morirá. Para tí habrá sido un momento corto en el que le hiciste daño, seguirás con tu vida; pero para la flor habrá sido su muerte.

El pequeño al escuchar aquello, sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas que asomaron su esquina.

—¡Florcita, lo siento mucho!—susurró tratando de juntar los pétalos de aquella flor.

Su madre tomó con cuidado la mano de su hijo.

—Con un perdón o un lo siento, no podrás curar el daño que ya causaste. Ahora...vamos a enterrar la flor, ella volverá a la tierra y de seguro servirá como abono.

Jin apareció en su forma animal con aquella enorme rama que logró arrancar, tenía un rostro de orgullo total al conseguir la vara con la que jugaría, se quedó quieto viendo a su madre limpiando las lágrimas del más pequeño.

—Eres muy débil—dijo el mayor con una ceja enarcada.

—Jin—dijo Sunmi seria—. No eres más ni menos fuerte cuando lloras.

—¡Los niños no deben llorar,lo que lo hacen son débiles!—exclamó sentándose en su patas traseras y dejando la rama en el suelo.

Sunmi suspiró al escuchar aquello y los ojos del más pequeño se abrieron más queriendo llorar al sentirse lastimado por las palabras del mayor.

—¿Qué pues, vas a llorar? ¡A ver, llora!—exclamó al ver que el más pequeño ya tenía los labios curvos.

Sunmi tomó de la oreja a Jin y se la jaló molesta, viendo como el cachorro Jungkook se echó a llorar con fuerza. El hermano mayor frunció el ceño y gruñó.

—¡Jin! eres el mayor, debes aprender a cuidar, respetar y amar a Jungkook. Se están criando juntos, son una familia.

—No dije nada malo, no es mi culpa que sea un llorón.

—Es cierto, no es tu culpa; pero Jungkook es más sensible que tú, puede que a tí algunas cosas no te afecten y a él sí; pero no por eso te vas a burlar—Sunmi puso al más pequeño frente al otro. Jin desvió la mirada a estar cerca del menor, quien se limpiaba sus ojitos, el mayor enfocó su rostro sobre el otro cachorro, viendo la naricita rosada de haber llorado y sus ojos también—. Pídele perdón, debes disculparte, hiciste mal.

—¡Pero solo dije la verdad!

—¿Y solo por qué dices tu verdad, crees qué estás en lo correcto? discúlpate, o te quedarás sin tu postre favorito por un mes.

Jin al escuchar aquello contempló a su madre con los ojos bien abiertos y horrorizados, viendo de nuevo al más pequeño que tenía su rostro agachado.

—L-lo siento, hice mal.

—Es cierto—dijo el más pequeño—soy muy llorón, por eso nadie juega conmigo mami—exclamó con sumo pesar—,a pesar que tengo el mismo color de pelaje, dicen que no soy como ellos, porque soy débil.

—¿Ves que tengo la razón?—exclamó el mayor y pegó un chillido cuando su madre le jaló la oreja más fuerte.

—¡Jeon SeokJin! basta. Si eres el más fuerte, entonces debes proteger a Jungkook. Cuando yo no esté, solo se tendrán a ustedes mismos.

—¡Me convertiré en el futuro líder de la manada y no dejaré que nadie te moleste! pero me debes prometer que ya no llorarás tanto ¿Entendido?—dijo haciendo un puchero y desviando la mirada.

Los ojos de Jungkook brillaron al escuchar aquello y tomó las mejillas del mayor para ofrecerle un beso en la punta de la nariz, exclamando un gran: ¡Sí!>>

Jungkook suspiró, es cierto, ahora Jin pelearía para convertirse en el líder y él en cambio, no es como si haya sobresalido mucho entre todo aquellos lobos negros. Todos iban de caza juntos, jugaban a pelearse y competían para ver quien cazaba más liebres o una presa grande como un venado. Él trataba también; pero solo con Jin, dado que los demás lobos al no verlo tan fuerte como ellos, lo solían excluir, así que pasaba trabajando en aquella cantina para no sentirse fuera de lugar.

Apretó con fuerza el hacha entre sus manos y cuando iba a cortar, un joven rostro apareció por su campo de visualización, el menor frunció el ceño y se quedó con las manos alzadas sosteniendo aquella arma.

—Sigue—prosiguió el chico para sentarse sobre una piedra—¿Quieres?—preguntó extendiendo una manzana—la encontré allá abajo—Jungkook se quedó perplejo por aquel bello rostro del chico. Su piel era clara como la de él; pero alto, mucho más alto y rasgos bastante varoniles—. La acabo de arrancar, está en buen estado—comentó ofreciendo una sonrisa agradable.

Jungkook miró la manzana con un poco de desconfianza y luego contempló aquel chico de cabellos cafés, recordaba la historia que su madre le contaba de niños, donde una anciana le entregó una manzana a una joven bonita como la nieve y la engañó, haciendo que se durmiera y que despertara con el beso verdadero, miró con suma sospecha al chico.

—No está envenenada, lo juro—afirmó aquel tipo con una ceja enarcada.

El menor suspiró para tomar aquella manzana, la olío y el nuevo al notar que no confiaba en él, se acercó a unos centimetros, dando una mordida sin dejar de ver directo a los ojos del más joven, mastico con una media sonrisa. Jungkook se alejó un poco sorprendido por aquel accionar.


Jin se encontraba conversando con unos compañeros, platicaban sobre quien podía ser el posible ganador para ser el próximo líder, además de eso de una futura caza que se haría en una semana, pensaban en cuanto grupos se iban a dividir y que sería la presa un venado macho que recíen llegaba a esos lugares. El alfa escuchó unas risas y se giró, notando a su hermano menor conversando con un tipo muy apuesto, que lo ayudaba a cargar parte de la leña, Seokjin sin ninguna razón aparente, se inquietó.

—¿Y ese quién es?—preguntó a uno de los compañeros viendo a lo lejos.

—Oh...¿No es ese el alfa Kang Joon?—interrumpió Ken al grupo de amigos, quienes se callaron al escuchar aquel nombre.

—¿Kang Joon?—preguntó extrañado Jin al ver aquel nuevo rostro.

—Es un lobo solitario–exclamó Ken haciendo una mueca de leve importancia—. Vive en lo profundo del bosque, junto a su madre.

—Es un lobo negro ¿Por qué está lejos de esta manada, no debería ser parte de esta?—preguntó Jin siguiendo con la vista aquel par.

—Es un tipo muy raro, tiene 28 años, no es alguien sociable que se diga, como son nuestros territorios, le pidió permiso al jefe para asentarse en lo bajo, están por estos lares hace 4 meses. Solo lo habíamos visto cazar en el bosque y cuando nos veía, solo desaparecía.

Jungkook al ver a Jin a lo lejos extendió su mano para saludarlo con una sonrisa, el mayor frunció mas el ceño al notar como la mirada del otro tipo estaba puesto de forma intensa sobre el menor, soltando un gruñido de molestia, la sonrisa de su hermano disminuyó al ver aquel gesto de malhumor.

—¿Es omega o alfa?—preguntó de un solo Jin.

—Es un alfa, Jin. Es un lobo negro— rió Ken, agudizó su olfato tratando de descubrir un poco más el rango de lobo que era aquel joven y luego enarcó ambas cejas—. Estoy en lo correcto—contestó Ken extrañado ante aquella pregunta—.Bueno no me sorprende que quiera entablar una amistad con Jungkook, es alguien fácil de llevar.

—Entre raros se entiende—interrumpió uno burlón.

—O demasiado confiado—sentenció Jin para desviar la mirada.

—¿No eres muy sobreprotector con tu hermano? déjalo, es tiempo de que haga amigos, además ese chico no parece alguien peligroso.

Jungkook abrió una pequeña casita, que se encontraba afuera de la cabaña donde solían guardar la leña, mientras la guardaba el otro lobo le ayudaba a pasar la madera. El menor se giró a ver a su hermano Jin que seguía conversando con sus amigos. Kang Joon se giró a ver a los demás, volviendo por último su vista en el más joven.

—No pareces muy cercano a ellos—comentó el lobo.

—Uno de ellos es mi hermano, es solo que ellos son alfas muy dominantes y yo, resulta que soy un poco más débil—comentó algo apenado—. Desde pequeño sentí que era diferente a los demás lobos negros.

—¿Diferente en qué sentido? ¿No eres un alfa tú también?

—Aún...no me he presentado—comentó frunciendo el ceño.

—¿Eh?—dijo sorprendido el lobo café—Pero tienes casi 19 años ¿No?

—Mi madre dijo que había casos en que el lobo solía despertar muy tarde,, así que solo estoy esperando; pero es seguro que soy alfa, mira mi cabello—rió divertido—y puedo convertirme en mi forma animal.

—¿Y qué pasaría si...resulta que eres un omega?

Jungkook soltó una carcajada al escuchar aquello, tomando lo último de la leña, lo metió y cerró la puerta bajo llave.

—Que tontería son esas, tienes mucha imaginación. Soy un lobo negro, todos nacemos alfas—cerró la puerta y la puso bajo llave— Gracias por ayudarme a traer la leña y cortarla, me hubiera tardado más yo solo.

Se escucharon unos gritos de emoción, Jungkook miró a los lados notando a las jóvenes salir emocionadas de sus casas y a las madres por igual, el menor sonrió al darse cuenta que ya empezaría la peleas entre los alfas, tomó al nuevo conocido de la muñeca de la mano y sin decir más lo jaloneó hacia el centro donde se daría la competencia.

Al llegar al centro, contemplaron como había un enorme circulo hecho por piedras y pintadas de un color rojo, la chamán alzó su vara que tenían pequeñas castañas que al agitarlas hacían ruido y unas maracas por igual, sus ojos se pusieron completamente blancos pronunciando algunas palabras. Sunmi notó a su hijo llegar y lo tomó del hombro para acercarlo a ella, notó al extraño y le saludo con respeto un poco sorprendida de ver ese rostro.

—¿Dónde está mi hermano? quiero presentale mi nuevo amigo.

Kang Joon contempló al menor y alzó su mirada al frente, notando como unos ojos amarillos lo miraban a él con suma intensidad y amenazante, su ceño se frunció: "¿Qué estaba mal con ese tipo?" se preguntó para volver su mirada al joven cachorro de 18 años.

Jungkook buscó desesperado a Jin entre los concursantes, viendo a los alfas empezar a desprender sus camisas y dejarlas al suelo, al final encontró a su Hyung, quien tenía el ceño fruncido y por un momento contempló varios segundos a Jungkook—¡Allí está mi hermano, mira!—señaló el menor a lo lejos.

El mayor buscó con su mirada donde el chico señalaba, encontrándose de nuevo con el tipo de ojos amarillos: "Oh, ahora comprendía".

—¡Hyung, Hyung!—gritó Jungkook alzando la mano—¡Aquí estoy, suerte!

Los de la manada enfocaron su mirada sobre el cachorro que al sentir la mirada sobre él tragó duro y bajó rápido la mano con algo de vergüenza. La chamán suspiró al sentirse interrumpida, un escalofrío recorrió por su cuerpo tratando de llenarse de paciencia con ese chico, ese joven jamás cambiaba.


Jungkook recostó su quijada sobre el hombro de su madre, viendo como una joven chica un año menor que él, le entregaba una pulsera a Seokjin. Se sabía que cuando una joven le daba una pulsera a un chico, era una declaración de amor. Kangjoon solo mantenía su mirada en aquellos concursantes que competían por el puesto. El podría participar pero no formaba parte de esa manada y no estaba interesado en ser un lider.

—Mami, se le acaban declarar a mi hermano—afirmó sorprendido—, le entregaron una alianza de amor.

Cierto, Jin ya estaba en esa etapa de contraer una esposa, además ya parecía que se estaba tardando en encontrar una pareja.

—Ya está en edad de tener una esposa, es lo normal—afirmó su madre acariciando con dulzura los cabellos de su hijo.

Jungkook recorrió su mirada sobre el cuerpo de Jin, desde su cabello desordenado y seco hasta pasar por sus ojos, boca, su cuello y ancha espalda, depositando su mirar al final por la delgada cintura del mayor y cuando sus profundos ojos se enfocaron entre las piernas del chico, frunció el ceño bajando su mirada al suelo recordando ese lugar: "Esperen, nunca lo había pensado ¿Pero por qué el miembro de su hermano era más grande que el suyo? ¡Hasta en eso le ganaba!"

Volvió su vista viendo ese lugar intimo e hizo una mueca: "Era injusto".

Jin sintió un repelús que no supo descifrar y se sacudió extrañado.

— ¿Está bien, alfa Jin?—preguntó la joven que le estaba poniendo la pulsera.Jin solo afirmó con un: Ujum.

La chamán se giró y sus ojos volvieron a la normalidad.

Eran 15 jóvenes que pelearían por el puesto del líder de la manada, quien ganaba combatía con el sub-jefe y si ganaba iría por el puesto final,, quien derrotaría al jefe, sería quien tomaría la posición ,aunque primero debían disminuir de número, debían competir entre ellos y el más fuerte iría contra el líder.

La posibilidad de morir en el proceso eran altas o quedar muy heridos, así que Sunmi estaba con las manos juntas, orando a sus dioses para que protegieran a su hijo.


La competencía dio inicio y Jungkook trataba de no perderse ningún movimiento por si en el futuro le tocaba a él, el chico soñaba en ganar una pelea de puños, pero siempre Jin terminó por ganarle en los combates de cuerpo a cuerpo, aunque fuera de juego. Se sorprendió demasiado en la fuerza que Jin poseía, había derrumbado a todos muy rápido, unos habían decidido retirarse al darse cuenta que perderían contra aquel lobo negro, incluso el líder de la manada parecía muy complacido por la competencia.

—Oh...me tengo que ir, es tarde—comentó KangJoon viendo el interior del bosque..

—¿Tan rápido?—miró al frente dudoso—, bueno, falta que termine, te acompañaré a tu casa.

—No te preocupes, ya conozco el camino y tienes que apoyar a tu hermano.

—De todos modos aún no termina la competencia, regresaré para ver el final, llegaré a tiempo cuando compite él.

Jin se giró viendo al menor salir entre las personas junto aquel lobo, sus ojos se volvieron amarillos soltando un gruñido de suma molestia, incomprensible ante aquel arranque de celos, un chico que iba hacía él, no tuvo tiempo de atacarlo cuando el alfa estiró su pierna y con el pie le dio un golpe en la nariz, nockeandolo al instante.



Cayendo la noche, Jungkook se había distraído hablando con su nuevo amigo, en la verdad que lograron congeniar bastante al respecto y le dijo que lo fuera a visitar otro día.

Llegando de nuevo a la manada notó el lugar de la pelea que estaba vacío, se extrañó demasiado y miró a los lados buscando a alguien, se encontró con la chamán.

—¿Dónde se metieron todos, qué pasó la pelea?

—Ya terminó.

—¿Cómo qué ya terminó? ¡Si apenas me fui una hora!—dijo muy impactado y soltando un chillido de frustración.

—Tu hermano venció a todos y derrumbó al lider de un solo golpe. Por alguna extraña razón en un momento se puso muy furioso y no tuvo piedad con sus demás compañeros, incluso costó detenerlo a la hora que enfrentó al lider ya que iba a matarlo...su lobo se volvió loco. Tu madre tuvo que sedarlo.

—¡Todo lo que me perdí por que me fui!—el joven puso sus manos sobre los cabellos de forma dramática y frustrado—¡Ah, dioses!

Jungkook corrió rápido a su casa y abrió de un golpe, asustando a su madre, la cual se giró con un vaso de chocolate caliente.

—Has regresado, la peleas terminaron rápido, tu hermanó ganó, ve a felicitarlo—comentó la mujer con sumo orgullo—ahora es el lider de la manada.

—¿En serio ganó?

—Acaba de despertar así que no vayas-...—Jungkook salió disparado emocionado al cuarto, abriendo la puerta de un golpe y su madre suspiró— a ser ruidoso...

Jin se estaba poniendo su camisa cuando vio al cachorro cerrar la puerta y mover su cola de un lado a otro de la emoción al no poder controlarla por el hecho de que su hermano era el nuevo líder.

—¿Es cierto qué te volviste loco y ganaste de un solo? ¡Ah, lo que me perdí!

—¿Dónde estabas?—preguntó de un solo con un tono seco y corto.

—Salí con mi nuevo amigo y-...

—¿Amigo? es un lobo ajeno a la manada. Si quiere pertenecer tiene que ingresar como las reglas lo dictan.

—¡Ay no seas así Jin, Kangjoon se nota que es un buen chico, hablamos de muchas cosas y-...

—¿No te dijo madre que no puedes hablar con los extraños? no puedes decir que alguien es buena persona solo por hablarle una vez.—el alfa se acercó al menor y lo olfateó—Y báñate que apestas.

Jungkook se olió extrañado, viendo a Jin salir de aquel cuarto y cerrando de un portazo.

—Pero si no apesto—susurró el más joven y salió detrás del mayor—¿A dónde vas? ¡vamos juntos! ¿Puedo acompañarte? estoy aburrido y terminé mi tarea de recoger la leña, más noche será la fiesta, podemos divertirnos juntos.

—Estaré ocupado—comentó con suma seriedad.

—¿Es respecto a la manada? ¡Quiero escuchar, estaré sentado y quieto e incluso no notarás mi-...—Jin abrió la puerta, apareciendo la joven que le había entregado la pulsera ese día, la sonrisa del menor se borró con lentitud—prescencia...

La señora Sunmi notó aquello y enarcó una ceja, se fue acercando a su hijo Jungkook, acomodando su manos sobre los hombros del cachorro.

—Vendré noche, no me esperen.

—¿Por qué tan noche?—cuestionó el joven Jungkook—¿Qué harás con ella todo ese tiempo, iran a cazar mariposas? ¡O, tal vez una liebre! yo también quiero ir de caza.

—Si se me antoja, haré un bebé—exclamó el mayor enarcando una ceja.

—¿Un bebé?—Jungkook miró a su madre sin comprender—¿Cómo harán un bebé? Si lo dioses son quienes lo traen, tú no puedes hacer un bebé.

La chica se rió un poco al escuchar aquel comentario y enarcó una ceja viendo con un poco de desprecio al cachorro. Jin se sintió superado al escuchar ese comentario, cierto, había olvidado que el menor no sabía nada respecto al tema de la reproducción sexual y era ignorante al respecto. Su madre tampoco le había hablado dado que no era un tema que se hablara muy abierto de madre a hijo, de eso se encargaba el padre alfa; pero no tenían ningún padre y Jin tuvo que aprender por parte de sus amigos y si no se equivocaba sería a él quien le tocara explicar a Jeon Jungkook.

—Solo bromeaba hijo—afirmó Sunmi.

—¿Ya puedo pedir yo también un bebé? si hubiera sabido que era tan fácil, tendría ya uno.

Jin son solo imaginar, se avergonzó demasiado. Sintiéndose muy culpable al destruir la inocencia del menor: ¡Por todos los malditos dioses!

—¿Nos vamos ya?—preguntó la chica con una ceja enarcada y enrolló sus manos alrededor de los de Jin.

Jin contempló a su madre haciendo un gesto para que ella fuera que le explicara a Jungkook ese tema; pero ella desvió rápido la mirada y le dio la espalda.

—Si vas a tener un bebé, entonces iré contigo—el menor se dirigió al sofá tomando su bufanda y enrollando aquella prenda en su cuello, sonrió—. De todos modos algún día haré mi familia ¡Puedo aprender y me explicas mejor!

La chica y Jin se miraron de un solo ante aquello.

—¡Jungkook!—interrumpió su madre, su tono de voz fue alto, sobresaltando al menor—, estaba pensando ir donde una amiga, quería que me acompañaras ya que se encuentra enferma y necesito tu ayuda para llevar las medicinas.

—Pero-...Jin irá hacer un bebé y quiero aprender.

—¡Jungkook!—alzó la voz aquel alfa—no me avergüences, compórtate. No pasaré siempre a tu lado, debes aprender a independizarte ¿No puedes ser normal como los demás lobos?

El menor al escuchar aquella voz fuerte y demandante sintió su corazón oprimirse, de la esquina de sus ojos salieron lágrimas, pasó al lado de su madre y empujó a Seokjin, el cual se golpeó con el marco de la puerta y la chica cayó al suelo.

—¡Eres el peor Jin, te odio!—gritó corriendo con todas sus fuerzas hasta que sus pies pasaron a ser patas traseras de lobo y su cuerpo cambió por completo al lado animal.

Jin suspiró al darse cuenta que le había hecho daño a su hermano con el comentario y lo hizo llorar, su madre le miró molesta, mientras la chica se levantaba con cuidado.

Unos ojos rojos se asomaron entre el espeso bosque, viendo a un lobo negro más pequeño correr sin rumbo, un suave gruñido salió de su interior, siguiendo al joven en la oscuridad.

Lun-30-mayo-2022:

Gracias. todos aquellos que me apoyan en este fanfic, quienes comentan UvU y me dan energía, besitos en sus mejillitas ¡Mua, mua!

¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!

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