「 Play Caché 」#5 - Sadismo (MAFIA)
Jimmy Crystal x Buster Moon
______________________________________
[Investigador Google]
" El sadismo es: Conducta o comportamiento sexual que consiste en infligir sufrimiento físico o psíquico a otra persona para experimentar excitación y satisfacción sexual.
¿Qué es una persona sádica?
Alguien que disfruta lastimando o humillando a otros es un sádico. Los sádicos sienten el dolor de otras personas más de lo normal. Y lo disfrutan. Al menos, lo hacen hasta que termina, cuando pueden sentirse mal."
🅶🅾🅾🅳 🅱🅾🆈
Buster Moon era un MAFIOSO muy conocido en el país y uno de los más buscado junto a Jimmy Crystal pero lo que nadie sabes es que son unos sádicos, la pareja más perfecta y más peligrosa.
⚠️ ADVERTENCIA:
📍NO ME HAGO RESPONSABLE POR QUEJAS O DISGUSTO.
📍 LEER BAJO TU PROPIO RIESGO.
📍EVITA COMENTAR SI NO TE AGRADA.
📍CON FINES DE ENTRETENER A LOS LECTORES.
.
.
.
Jimmy respiró hondo, ansioso y deseoso por saber cuales serían los siguientes movimientos de su presa que estaba frente a él, lamía sus labios, salivando de más debido a la excitación y las ganas que tenía de ser tocado.
Miraba deseoso las piernas pequeñas del chico, con su camisa de manga larga blanca por la que se le miraban los pezones, su pantalón negro de látex que parecía reventar debido a la erección muy notoria dentro de él. Deseaba ser pateado con aquellos botines de tacón que tanto adoraba.
Mierda, solo quería que lo torturaran y lo insultaran hasta hacerlo explotar.
Ese era la fantasía más exquisita para el.
—Así que...— Empezó a susurrar cerca de su oído—Haz dicho que te gusta que te torturen ¿eh?— No respondió—Respondeme, mierda— Exigió y golpeó con fuerza el pecho del otro, dejando un poco rojo en el lugar.
—Sí—Respondió con fuerza, sin dejar de lado esa manera tan característica y agresiva de hablar.
—Pequeña zorra, ¿quién diría que al jefe de mafia le encanta ser una perrita? Que se lo follen todas las noches—se burló— Te gusta poner el culo hacía arriba y que te la metan hasta el fondo, ¿no es así?—Volvió a quedarse callado—¡Responde, Buster Moon!—El cuero macizo de la fusta cayó en su espalda baja—¿Te gusta ser una zorra?— Preguntó, tomando el cabello del pequeño estirando su cabeza hacía atrás.
—Si—respondió.
—¿Si qué?— Preguntó el de voz gangosa acercándose con su corbata entre sus manos.
—Si soy una zorra, me gusta que tú me tortures— Respondió con tranquilidad, sintiendo la tela posarse sobre sus ojos y ser apretada por detrás de su cabeza. Sus brazos empezaban a doler y cansarse de estar por encima de su cabeza atados por algunos minutos, sin embargo, aquello apenas empezaba.
Las manos de Jimmy manoseaban el cuerpo de Moon haciéndolo sentir tan sucio, como si de una puta se tratara, con caricias agresivas, pellizcos y algunos azotes por todo su cuerpo. Los azotes que recibía por parte de Crysral eran más fuertes solía no tener piedad con el cuerpo de su novio, le importaba una mierda, Buster amaba ser torturado y también amaba complacer a su hombre. Golpeando una y otra vez con el fuerte cuero negro sobre el pecho, estómago, brazos, piernas e incluso el pene de su pareja. Le encantaba escucharle gritar, gemir y quejarse.
El era una verdadera zorra a los ojos de los otros hombres, a pesar de ser el mayor jefe de la mafia más poderosa de la ciudad de Redshore City no podía evitar no ser un sumiso que le encantaba la tortura sexual y que le penetraran sin piedad.
Le encantaba sentirse sucio, que le llamaran de mil maneras humillantes, que le golpearan hasta sangrar, le encantaba ser la perra que era, adoraba los apodos denigrantes de su novio, amaba sentir su piel arder y picar, adoraba las marcas que quedaban en su cuerpo e incluso las tiras de sangre que algunas veces emanaban de él.
Apretó las cadenas con fuerza, echando su cabeza hacía atrás, el azote que cayó en su estómago por parte de su novio había sido estupendo, doloroso pero armonioso y con un dolor placentero, su excitación aumento de sobremanera y eso podía notarse en su pene goteante, llorando y pidiendo a gritos por atención.
Jimmy manoseo el trasero del menor, dando golpes fuertes con sus manos, haciendo pequeñas cortadas debido a los anillos gruesos, con picos y figuras de calaveras en ellos, arrastraba sus dedos con delicadeza por su suave pelaje, trazando figuras y líneas imaginarias, creyendo que aquel culo era digno de ser fotografiado y puesto en un museo, aunque Buster en general era digno de estar en un museo. Para sus ojos su hermoso mafioso era el hombre más tierno, adorable y suave...así como era digno de estar allí era digno que sí amigo estuviera dentro de él.
El era un completo sucio cuando de este tipo de prácticas sexuales se trataba. Escupía constantemente en el cuerpo del menor para después ser él quién volviese a tomar aquella saliva y tragarla o incluso dándosela de tragar a su novio a la fuerza, no le importaba meter sus dedos hasta la garganta del el con tal de que tragara la saliva que antes le había escupido. Le encantaba ver a su novio lleno de aquel líquido baboso.
Tanto a Jimmy no se les dificultaba gritarle barbaridades, vulgaridades y alguna que otra amenaza, a pesar de todo lo que pudiese gritarle, le quería, de diferente manera pero le querían, le querían tanto que cumplían hasta sus fantasías más enfermas.
El cuerpo del koala dolía y ardía en demencia, justo como a él le gustaba, la sangre corría por su pecho, brazos y piernas, aquel líquido rojo metálico pero tragaba con felicidad, abrazando el cuerpo del mayor con sus lenguas.
Moon se tiró de rodillas frente al miembro jugoso de su novio, lamiendo sus labios antes de empezar con la felación, lamió toda la longitud, quitando algunas pequeñas gotas de sangre que emanaban de ese trozo de carne, mordió un poco y después lo metió entero a su boca, ahogándose un poco sin embargo disfrutando del ligero dolor que se hizo presente en su garganta.
Mientras tanto, Jimmy azotaba constantemente el cuero negro contra el cuerpo del jefe, escuchando la tierna piel resonar, mientras los quejidos mezclados con los gemidos enredaban los oídos de los dos. El koala con dificultad daba sus chupadas para Crystal...apesar de ser torturado estaba llegado al clímax de su novio.
Pocos minutos después de tantos sonidos vulgares y sucios, Jimmy decidió quitarle las cadenas de las muñecas, lo tomó del cabello, estirándoselo un poco y empujándolo hasta la cama de la habitación, Moon consciente de lo que seguía, se recostó en la cama casi al instante.
El lobo, juguetón, rosó su miembro con la entrada de su novio, introduciéndose muy poco y volviendo a salir para escuchar sus quejas, por el otro lado se puso encima de su rostro, le pellizcaba los pezones con fuerza, riendo ante algunas quejas y gruñidos.
Un grito entremezclado con un gran gemido salió de la boca de Buster en cuanto su pareja se introdujo en él de golpe, haciéndolo sentir un dolor delicioso dentro de él, queriendo más de aquello pero que sabía solo tendría una vez, se removió un poco, buscando más. Porque, no le importaba si todo su interior quedaba desgarrado, si perforaba hasta sus pulmones, él solo quería dolor, tortura y mucho sexo, mucho placer dentro de aquella habitación. Quería que lo llenara de aquel lobo.
Los gemidos de Moon no paraban de resonar en la habitación, atragantándose un poco por el miembro en su entrada. Jimmy se retiró de su rostro, sentándose ahora sobre su pecho, con el ceño fruncido pero con una sonrisa, tomó su cabello con fuerza, haciendo que elevara un poco su cabeza y, con fuerza y brusquedad volvió a introducir su miembro, haciendo que soltara algunas arcadas y un ardor en su garganta.
—Eres un bastardo de mierda, siquiera sabes seguir el ritmo— Le reprochó, sin dejar de mover sus caderas.
Los ojos de Moon empezaban a aguarse debido a las arcadas, el ardor en su interior y el dolor de su pene pidiendo atención, pidiendo ayuda pero lo único que recibía eran ligeras bofetadas y el dedo pulgar de su novio presionando en su glande. Y las lágrimas no tardaron en salir, sin embargo eran lágrimas cargadas de placer y gozo, aquellas lágrimas que su lobo amaba derramar.
Moon se recargo en sus codos, levantándose un poco, sintiendo cada vez más las embestidas rudas de su novio, cada vez parecieran estar más profundas en él, cada vez rosaban más y aquello le encantaba. Crystal aprisionó el cuello del mayor, acercándose a su boca y besándolo con vulgaridad, escupiendo en su cara segundos después de separarse.
—Eres una perra, ¿entendido?—El koala asintió con rapidez, sin poder hablar ante los gemidos y jadeos que no podía evitar gracias a la fuerza que su novio estaba ejerciendo sobre él— Responde, puta de mierda— Ordenó, apretando con un poco más de fuerza su cuello.
-—S-sí, ¡Ah! Soy una maldita, si~— Repitió, atragantándose y arrastrando un poco las palabras, sintiendo su saliva derramarse por la comisura de sus labios.
—Pero que sucia— Dijo el lobo recogiendo con su lengua la saliva que caía por la barbilla del mayor— Una ramera de las más sucias—Repitió dejando algunas mordidas por todo el cuerpo del mayor—quién diría que este será el mafioso más temido de todo el país....y justamente le estoy haciendo el amor—
El látigo cayó sobre el pecho del jefe, haciéndolo arquearse un poco, con una queja salida de sus labios. Aquella queja tan dolorosa, ronca y brusca, pero al mismo tiempo reflejaba el placer y euforia que sentía.
Moon ya no aguantaba mucho el cuerpo, prefería quedarse recostado gimiendo y sintiendo el placer sin hacer mucho esfuerzo. Los brazos con marcas y sangre le ardían al igual que su torso y piernas, las cicatrices que aquello dejaría serían bellísimas sin duda. Creía no resistir mucho más gracias al dolor, pero prefería hacer su mayor esfuerzo por no desmayarse y poder seguir disfrutando del pene que le propiciaban aquel gozo que él tanto amaba.
Crystal, al notar el cierto estado de malestar de su novio, dejó el látigo y fusta a un lado, decidido a llenarlo de amor por unos minutos mientras el seguía embistiéndolo. Comenzó dejándole besos por todo su rostro, para después ir bajando poco a poco a su cuello y poco tiempo más a su torso, ensuciando sus labios y mejillas con las gotas de sangre que emanaban de las cortadas que antes le habían causado.
Moon gemía gracias a la cálida boca del hombre, sintiendo aquello que tanto adoraba en su vientre, no solo por la excitación espectacular que le estaban proporcionando, sino también debido a los fuertes y bruscos besos que su novio le daba, y el ardor que sentía.
—Tu eres solo mi—Murmuró el mayor sobre los labios del lobo, volviendo a besarlo con brusquedad, dejando algunas palmaditas en sus mejillas.
—¿Y tu no?— Respondió con suavidad, regresándole el beso mientras tomaba su mandíbula con fuerza. Crystal se alejó de él,cubriéndolo con las sabanas, dejando que descansara un poco.
—Buenas noches, cariño— Susurró en el oído del mayor, dejando un casto beso en sus labios y alejándose de él para que su hermoso koala descansara.
.
.
—En muy poco tiempo tu también te quebraras... —
🅶🅾🅾🅳 🅱🅾🆈
—Soy la manzana Prohibida la cual Adán y Eva fueron tentado a pecar.
Jimmy Crystal.
______________________________________
Imágen alta mente relacionada al capítulo.
(Tengamos una idea que así termino Moon después de su locura con el Jimmy Vidrios.)
Derechos de imagen a: ©Karmony San
.
.
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top