Domingo 26 de noviembre de 2017.

20:07 No escribo un "diario" desde la secundaria. Durante estos dos años he ignorado por completo las sugerencias que mi psicóloga me hacía a modo de preguntas: "¿Por qué no retomas la escritura? Eres buena y te hace bien, siempre llegabas a conclusiones muy valiosas cuando sacabas tiempo para tus escritos personales". Ya no tengo que ir donde ella y sí escribo, pero solo para el blog de los Sliders. No es que a Marta le faltase razón; sí me gusta escribir para mí, solo que no tengo tiempo. Nunca tengo tiempo para nada. Para ir de fiesta por supuesto que sí, pero no me queda tiempo para nada; puedo pasar horas tomando cerveza y platicando con los Sliders en el parque de patín, pero nunca tengo tiempo para nada; para maratonear todas las temporadas de Orange Is The New Black en un par de días por supuesto que sí, pero no me queda tiempo para nada. No tengo tiempo de escribir, ni de tomar clases de inglés para ir a vivir con mi papá a Estados Unidos el próximo año, ni de dormir apropiadamente. Esta tarde desperté adolorida, dormí entre Jose y Male en el piso de la casa de Leo y lo único que recordé de la noche anterior fue la escena de Fernando metiéndole la lengua a Susana hasta la garganta. Estoy segura de que él me vio y no le importó, y a mí tampoco debería importarme, pero me duele verlo con alguien más. Claramente no volvería a intentar una relación con él, ya bastante tuve con los dos años y medio de drama que estuvimos juntos, pero me pongo verde de celos cada que lo veo o pienso con otra mujer. Aparte del recuerdo del beso de esos dos no tenía nada más en la cabeza. A lo lejos vi el trofeo de la Roda Fest y recordé que ganamos la competencia. ¿Ahora qué se supone que haga? Bien, ganamos, ajá, excelente, lo único que falta es saber qué sigue en mi vida. Ahora se vienen horas de discursos de mi mamá por no estar haciendo nada productivo con mi vida, ese trofeo no me va a dar de comer toda la vida; si acaso me alcanza para un par de patines con la parte que me toca del premio, casi nada. Por una vez me gustaría sentir que tomé la decisión correcta cuando me negué a entrar a la universidad. ¿Para qué me las tenía que dar de rebelde? Ahora me arrepiento todos los días. Condenada vida.

Martes 28 de noviembre de 2017.

Ya volví a CDMX y me recibió el discurso habitual. Así es, señoras y señores: ha empezado oficialmente la temporada de reproches de mi madre. Adelante, pasen a ver las más variadas fórmulas de humillación para hijas vagas.

Miércoles 29 de noviembre de 2017.

21:02 Me siento en una serie adolescente de Disney donde mágicamente llega de la nada la solución a todos tus problemas; ni a la Cenicienta le habría pasado. Esta tarde me escribió nada más y nada menos que Ámbar Smith. Esa chica siempre trae con ella algo entre manos. Me pidió hablar por teléfono y me llamó sin esperar a que yo le dijera si estaba disponible o no. Sin muchos rodeos me dijo que el nuevo dueño del Roller me estaba ofreciendo algo así como un puesto honorífico en el nuevo equipo de patín que está conformando. Una propuesta bellísima, pero lejos de mi alcance: para empezar no puedo llegar a Buenos Aires en camión desde Ciudad de México. Me burlé de la propuesta del dichoso Gary pero a Ámbar no pareció hacerle ni cinco de gracia, más bien sonó irritada. Muy cortante me dijo que me pasaría el contacto de Gary por WhatsApp y me encargara de hablarle si es que me interesaba su propuesta, que por cierto era muy buena e incluía todos los gastos pagos. Ay, por favor, la vida no es así de fácil (o eso creo).

Aun así, no dejé pasar mucho tiempo y le escribí al señor ese, tampoco es que perdiera algo por preguntar. «video llamada Skype, usuario gary.65 8 pm hora CDMX» Eso fue todo lo que respondió. Yo envié un Ok resentido y faltando 5 minutos para las 8 me conecté a Skype; a las 8 en punto envié la invitación para la video llamada, él la respondió inmediatamente. Se notaba que estaba en un aeropuerto. Le dije que Ámbar me había dado su número para hablar de una propuesta y quería escuchar de qué se trataba. Se comportó como don Vito Corleone, por poco me dice "Le haré una oferta que no puede rechazar" con la icónica voz de El Padrino. Efectivamente es una propuesta tentadora, me ofrece pertenecer al equipo de los Red Sharks y recibir mensualmente una cantidad moderada de dinero para mi manutención. Eso sí, me dijo que necesitaba una respuesta para mañana mismo porque va a registrar al equipo a no sé qué organización de patín o algo así y hay plazo hasta pasado mañana. Intenté no mostrarme muy interesada, pero en cuanto colgamos me llevé las manos a la boca para ahogar un grito de emoción. Después me llamé al mundo real y consideré las implicaciones de aceptar la propuesta. No era tan simple como tomar un avión y largarme a Argentina, tengo que asegurarme de tener la garantía de que Gary sí va a cumplir lo que promete y tener la seguridad de que enfrentarme sola a una nueva ciudad no me va a comer viva.

23:15 Acabo de tener una variación de la eterna pelea entre mi mamá y yo desde que me diagnosticaron trastorno depresivo. Le hablé sobre la propuesta de Gary y antes de que terminara de explicarle en qué consistía me detuvo y dijo: "¿Y piensas que vas a poder asumir algo así, Emilia?". ¿Por qué demonios siempre me tortura con eso?. "Recuerda que no asististe a clase el último año de preparatoria porque apenas sí podías levantarte de la cama, y ahora resulta que quieres ir a vivir a otro país donde tendrás que valerte por ti misma. ¿En qué estás pensando?" Ella sabe que me derrota cuando saca ese tema a colación. Antes lo soportaba porque pensaba que lo hacía para protegerme del mundo salvaje, pero ahora no sé si es eso, o encontró en ese discurso una herramienta perfecta para manejarme a su antojo. Detesto tener que buscar nuevos argumentos para defenderme cada día mientras ella gana siempre usando las mismas palabras. Mañana voy a ir donde mi padrino y le voy a pedir que me ayude a revisar el contrato que envió Gary; según yo está en orden, pero no cae mal que un abogado le dé una mirada. Además estoy segura de que él me va a apoyar, y eso es lo que más necesito ahora.

Viernes 1 de diciembre de 2017.

4:36 a.m. Gary López es el rey de la extravagancia. Ayer en la mañana fui donde Juan Carlos y le conté la propuesta que me hizo. Él desconfió de inmediato y casi no quiso escucharme más, me dijo que estaba casi seguro que se trataba de trata de blancas y que le sorprendía que yo fuera tan ingenua. Me hizo dudar. ¿Qué tal que estuviera a punto de ser víctima de trata de personas? De todos modos le pedí que leyera y revisara el contrato y aunque al principio se mostró muy reacio, accedió al fin. Lo leímos juntos y él no dejaba de torcer la boca cada tanto, lo que me estaba poniendo nerviosa. "No sé, Mili, todo parece en orden pero no me da buena espina". Hicimos una búsqueda exhaustiva sobre Gary López y nos dimos cuenta de que no es inusual que otorgue becas o pasantías a "jóvenes talento". Me sorprendió ver que el sujeto tiene toda una línea de ropa y accesorios deportivos y no solo tiene un equipo de surf sino también de voleiplaya y rugby subacuático, es algo así como un magnate del campo deportivo. Apenas ahí atiné a mostrarle a Juanca el correo que me envió Gary con toda la información, había adjunto una especie de plegable genérico con información sobre las ventajas de ser un Red Shark. Poco a poco mi tío lucía más convencido, pero me puso la condición de, si todo resultaba, dejar que me acompañara a Argentina y estar allá conmigo los primeros días. Honestamente agradecí que lo pidiera, estoy nerviosa por empezar esto (lo que sea que sea "esto"). Le pidió a un colega que revisara el contrato con él de nuevo, por si acaso: "Cuatro ojos de abogado ven mejor que dos de padrino", me dijo. Su amigo tampoco le encontró ningún pero, así que Juan Carlos me llevó a almorzar para tener una conversación muy seria conmigo: me preguntó si estaba segura de hacerlo, me hizo prometer que le haría saber si llegaba a necesitar cualquier cosa y por último me dijo que él se iba a encargar de hablar con mi mamá. Con lo comprensivo que es, todavía me cuesta creer que ellos dos sean mellizos.

Nos contactamos con Gary López y él nos agendó una videollamada para las 4 p.m «hora CDMX». Esperamos su llamada puntual y Gary no había empezado a hablar cuando Juan Carlos se presentó con el tono de voz que ponía para asuntos laborales. Sin muchos rodeos le hizo saber sus exigencias y condiciones para que yo fuera a Argentina. Gary no objetó nada, de hecho le agradeció que hiciera acompañamiento en el proceso. Me dejaron totalmente aparte de la conversación, hablaban de mí como si yo no estuviera ahí, pero no me molestó. Entré en estado de alerta cuando Gary dijo que el problema era que tenía que llegar a Argentina mañana mismo. Juan Carlos y yo no podíamos creer lo que estaba diciendo, mas sabíamos que Gary López no iba a estar bromeando sobre algo así, de modo que lo escuchamos en silencio. Nos pidió que encontráramos dos pasajes de avión para viajar esa misma noche u hoy en la mañana y llegar antes de las 2 p.m. Juan Carlos no reaccionó bien a eso, lo sintió como una imposición y eso no le gustaba para nada, esta era una situación en la que necesitaba sentir que tenía el control, así que lo frenó en seco y le dijo que eso lo iba a tener que hablar en privado conmigo. A Gary no pareció importarle, solo pidió que le mandáramos por WhatsApp un número de cuenta en la cual nos pudiera depositar el dinero de los pasajes y colgó la videollamada. Juan Carlos refunfuñó y se levantó del escritorio. "Tenemos que hablar ya con tu mamá", y después dijo algo de unas citas que cancelaría para poder acompañarme, o algo así, yo casi ni presté atención, quedé helada cuando me dijo lo de mi mamá.

Para ahorrar palabras, diré simplemente que fue un desastre. Gritó que yo siempre me comportaba como si Juan Carlos me hubiera parido y no ella, que nunca la tenía en cuenta para nada, que ojalá tuviera que volver con el rabo entre las piernas pidiéndole que me recibiera de nuevo en la casa. Juan Carlos intentó mediar, pero ella le gritó que era un traidor y que no quería saber nada más de él, yo le grité a ella que no le gritara y cuando menos pensé, la vi entrando a mi habitación y empezó a guardar todas mis cosas en una maleta. "Pues si te vas, te vas ya, a mí no me vas a irrespetar en mi propia casa, ¿eh? Después le vas a dar ese ejemplo a David, que ya anda queriendo vestirse como la señorita, todo de luto y con puros metales encima. Aquí no amaneces, Emilia, aquí no amaneces". De pronto tiró los zapatos que tenía en sus manos y salió del cuarto. Yo me puse a llorar, obviamente. Juan Carlos me abrazó y me ayudó a empacar, y compró los tiquetes por un precio altísimo que Gary no tuvo problema en reponer: le dijo a mi tío que ya se los había transferido y en máximo dos días hábiles iba a tener ese dinero en su cuenta. Fuimos a la casa de Juan Carlos a dejar un par de cajas con algo de ropa y objetos personales que él me hará llegar después a Buenos Aires.

En este instante escucho los leves ronquidos de Juanca en el asiento contiguo, estamos a un par de horas aterrizar en Buenos Aires. Tengo mucho miedo de fallar.

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El viernes 1 de diciembre en la tarde:

Jim iba saliendo del baño del Roller y vio a Emilia luchando contra la llave del agua. Se debatía entre decirle que estaba dañada y había que hacerle presión hacia la izquierda para que saliera el agua, o seguir derecho.

«¿Qué me ves?» preguntó Emilia de mal humor.

«¿Eh?» se sobresaltó Jim. Lo último que quería era entrar en un enfrentamiento contra Emilia, sabía que esa chica podría destruirla con un par de frases, y a Jim no se le daba bien defenderse en ese tipo se situaciones.

«¿Y? ¿Qué miras?», insistió Emilia. «¿Te parece muy gracioso?», dijo molesta refiriéndose al ridículo que estaba haciendo tratando de abrir la llave del agua.

«Tiene truco.»

«¿Qué?»

«La llave...» Se acercó a donde Emilia y estando a su lado, ágilmente pasó sus manos por delante de la chica para sujetar la llave, a la que le hizo un poco de presión y haló ligeramente hacia la izquierda, haciendo que saliera el agua. «Lo que tienes que hacer es...

Jim quedó con la palabra en la boca viendo a Emilia irse sin decir nada después de haber metido las manos bajo el agua y frotarlas un poco entre sí. Cerró la llave de nuevo sintiéndose ridícula, a lo mejor Emilia se iba a burlar de ella con Ámbar y Benicio y después hasta la abordarían para hacerle chistes y molestarla. Se mordió el labio nerviosa y decidió irse del Roller para evitar toparse con cualquiera de los tres, pero cuando iba a salir vio que Emilia también se estaba yendo, así que dio un rodeo para regresar al área de los baños de mujeres y esperó ahí hasta que estuvo segura de que ya no se encontraría a Emilia.

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Sábado 2 de diciembre de 2017.

9:26 a.m. Esto está siendo un desastre. Ayer llegamos al hotel en el que Gary nos reservó habitación y alcanzamos a dormir nada más tres horas antes de ir a una reunión para organizar todos los detalles de la conformación del equipo de patín. Yo fui la única que llegó con un adulto. Ámbar y el otro integrante, Benicio (que por cierto la acosa a ella todo el tiempo) estaban cada uno por su cuenta. Al final los tres tuvimos que firmar para que Gary pudiera enviar el registro del equipo a no sé qué cosa nacional o internacional de cosas deportivas, o algo así, y Gary nos dijo que teníamos que llegar al Jam & Roller antes de la una para presentar a los Red Sharks. Ámbar me preguntó si quería ir con ella de una vez y me sentí totalmente ridícula cuando tuve que ir a pedirle permiso a Juan Carlos. A Ámbar le dije que nada más iba a avisarle a mi tío, pero él me hizo tantas preguntas que a menos que ella sea estúpida, era imposible no notar que él estaba al mando y yo le estaba pidiendo que me dejara ir. Ese es el tipo de cosas que no voy a extrañar en absoluto cuando esté sola, pero veo que va a ser una de las pocas. Llevo aquí solo un día y ya deseo no haber aceptado. La experiencia está chida y todo, pero no dejo de pensar en mi mamá y en David. Él todavía no debe saber que no estoy en casa porque está con mi papá estas vacaciones, pero yo tengo la ridícula sensación de que no le importo y por eso no me ha llamado a pedirme que regrese... Y me siento aun peor por mi mamá. No puedo creer que me haya sacado así, me siento súper sola en todo esto, y a la vez desagradecida, pues Juanca se ha portado increíble y me ha mostrado todo su apoyo, y aun así me siento sola. Me prometió que se va a quedar hasta un par de días después de que yo esté establecida en el lugar en el que vaya a vivir.

Ah, eso: no tener ni la más remota idea de dónde voy a vivir hace parte del montón de cosas que me tienen estresada. Esta tarde voy a ir con mi tío a mirar opciones. Por un lado no soporto la incertidumbre, quiero saber ya dónde voy a vivir, con quién, cómo; y por otra, no quiero que se defina nada porque cuando todo eso esté establecido, las horas de Juanca en Argentina van a estar contadas y yo me voy a quedar completamente sola. Ámbar es agradable y todo, pero ella definitivamente no cuenta como compañía, no como el tipo de de compañía al que me refiero. Tal vez ni siquiera como compañía en absoluto. Ella me cae muy bien y hasta el momento nos la hemos llevado de maravilla, pero las circunstancias eran distintas. Antes ella me necesitaba para entrar a la Roda Fest y de paso vengarse de su antiguo equipo, y en México yo era la única persona que ella tenía; ahora estamos en su terreno, no me necesita para nada y en teoría yo tampoco a ella, y personas como nosotras no nos asociamos tan fácilmente por simple simpatía. De hecho no sé qué podría motivarme a acercarme a alguien en plan amistoso, hace mucho tiempo no tengo necesidad de hacerlo, los Sliders ya éramos un grupo bien conformado y ahí tengo un par de buenos amigos, con eso era suficiente. Ahora quién sabe qué pase, porque cuando escribí en el chat grupal contándoles que me iba a Argentina a un nuevo equipo me gané algunos insultos.

De las personas del Jam & Roller no tengo nada bueno qué decir, empezando por un italiano idéntico a Fernando que abordó a Ámbar después de que nos presentaran como Red Sharks. Ella notó que me llamó la atención, piensa que me gusta y me asusta que tenga razón... Ese tal Matteo es una versión fresa de Fernando: camina igual, sonríe igual, se cruza de brazos igual, se peina igual y quién sabe qué otras similitudes. Me reñiría a mí misma por ver a Fernando en todos lados, pero el mismo Lío me había mencionado su parecido en la final de la Roda Fest, así que no son solo ideas mías. En cuanto a los demás, todos deben tenerme en pésimo concepto, y con razón. Me gustaría no haber empezado con el pie izquierdo con todos ellos; de haber imaginado que tendríamos que convivir en algún punto, habría sido menos venenosa. Eso habría sido más fácil si yo no estuviera todo el tiempo a la defensiva y lo primero que se me viniera a la cabeza cada que alguien me dirige la mirada fuera algo distinto a "¿Qué me ves?", como si estuviera siempre a punto de pelear. Sea como sea, por mucho que me fastidie sentir que no le soy grata a nadie, me tengo que acostumbrar. Hoy estaba intentando abrir la llave del agua del baño y tanto Yam como Delfina me vieron, pero lo único que hicieron fue hacerme mala cara y seguir de largo; la única que tuvo la amabilidad de decirme que la llave "tiene truco" y hay que saber abrirla fue Jim, una española chaparrita que no me mira con desprecio pero (no sé si es mejor o peor) lo hace como si me tuviera miedo. ¿Así de mierda aparento ser?

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El sábado 2 de diciembre entrando la noche:

Jim iba escuchando música camino a su casa desde el Jam & Roller. Le parecio ver a Emilia en una esquina cercana, pero volteó la mirada sin comprobar si era ella y se dijo que eran solo sus nervios jugándole una mala pasada.

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22:30. Pasamos toda la tarde buscando un buen lugar que se ajustara al presupuesto de Gary. Al final elegimos un apartaestudio en un barrio que queda a unos 20 minutos del Roller caminando. Firmamos el contrato de la renta y de vuelta al hotel vi a Jim escuchando música de sus audífonos y siguiendo la letra de forma adorable. No estoy segura de si me vio, pero si lo hizo, decidió ignorarme. Es la única chica que parece estar un poco dispuesta a ser lo suficientemente amable como para al menos brindarme ayuda con la llave del agua, y me mira con terror. Ahí iba mi esperanza de establecer lazos normales, ahí iba ignorándome sin pudor.

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Primer capítulo de la historia Jimilia. Si llegaron hasta aquí, cuéntenme de dónde vienen, cómo se enteraron del fic y por qué decidieron darle una oportunidad. Les animo para que lo añadan a su biblioteca de Wattpad y sigan pendientes de la historia. Yo sé que es un ship que no llama mucho la atención, pero daré lo mejor de mí. Valoro mucho sus opiniones, comentarios, críticas constructivas, preguntas y todo eso.

Atentamente, Andantie