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Pero no estaba muy convencido, o mejor dicho, se rehusaba a hacer algo como eso aunque en realidad nada de lo que le hiciera le iba a hacer efecto a aquel chico.

Ben: Olvídalo, no pienso hacer algo así.

Charlie: ¡¿Ah!? ¿Me diste una paliza a mi y no vas a darle un palazo a alguien que ni siquiera lo va a sentir? Y me dices a mi sádico...

Ben: ¡Es totalmente diferente! Para empezar no te pedí que me sacarás de mi cuerpo hasta donde yo sé.

Le soltó una mirada asesina a Charlie, que era ahora él que fruncía el ceño... No duró mucho puesto que se echó a reír de repente, que rarito.

Charlie: Solo es una probadita, vamos, no le va a pasar nada, inténtalo, yo que tú lo probaría, no es difícil tan solo-

Comenzó a hablar de más, era totalmente persistente, diciendo una y otra y otra vez que lo intentara. Ben perdía la paciencia y se podía notar en como su agarre se apretaba en la pala, claro que Charlie se había dado cuenta de ello por lo que no paró de insistirle está vez sus palabras salían más rápidas y más fastidiosas.

Ahora bien, no supo cuando o como pero al perder por completo su paciencia creyó haberle dado el palazo a Charlie pero en realidad había sido al chico de antes, dandole repetidas veces con la pala en la cara hasta dejarlo si quiera reconocible... Al darse cuenta de ésto dejó soltar la pala, lo más lejos posible, había dejado que su enojo e impaciencia lo volviera a consumir.

Charlie había visto toda esa escena, y tal como niño cuando su obra favorita terminaba, aplaudía sin cesar con una sonrisa muy aterradora en su rostro.

Charlie: ¡Vaya! ¡Que gran espectáculo! ¿Ves, que tan difícil era tan solo darle en la cara con la pala? Míralo, ahora volvió a como era antes.

El muchacho que ahora estaba ileso, se levantó del suelo llevando su pista al bolsillo y dejando la basura que había recogido antes en su lugar, luego de eso se marchó hacia Witch's Wish otra vez. Ben estaba confundido... ¿Realmente era él, el que lo había golpeado? No tenía idea de que llegara a ese extremo.

Charlie: Ven, vámonos.

La presencia de Charlie junto a la sensación de su brazo colocándose en todo su hombro hizo que saliera de su trance.

Ben: ¿Ah? ¿Irnos? ¿A dónde?

Charlie: ¡A cualquier parte! Ahora que tú cuerpo está en mejores manos de las que tú tienes, podemos hacer lo que queramos, igualmente ya no estás en este mundo.

Ben: ¿Ah no?

Charlie: Nop, ahora estás en el mío... ¡Vamos, no te quedes tieso allí! Andando.

Obligó a Ben a caminar lejos del restaurante, quien sabe hasta donde lo iba a llevar, no quería seguirle la corriente pero de todas formas no tenía nada más que hacer. Por algo la cosa de los "mil nombres" estaba en este lugar ¿no es así?.

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No supo a dónde lo había traído, su sentido de orientación se había perdido en un momento repentino cuando Charlie había jugado con la cabeza de Ben, más bien con su paciencia, fue entonces que cuando finalmente lo había dejado en paz se había perdido. Estaban entre matas y árboles, y el olor a humedad le hacia recordar Silentrees pero no creía del todo que en tan solo en unos pasos se habían ido de Goaway hasta llegar a ese dormitorio, quizás todavía estaban en el mismo lugar pero eso tampoco era muy seguro.

Si no hubiera perdido de vista el restaurante, quizás podía calcular en que zona del dormitorio estaban, si es que todavía se encontraban allí. Ahora que lo recordaba, no se había puesto a detallar a la única persona que lo acompañaba, la desesperación tan solo había hecho que no le interesaba o no le prestara atención a su alrededor, tan solo hacer acción por acción.

Charlie caminaba casi a la misma distancia que él, aunque llevaba un ritmo más despreocupado que llegaba a veces a tambalearlo y balanceaba sus manos de un lado a otro como un infante, no había notado hasta ahora lo pálido que era, casi como un pote de leche y menos su cabello que era de un tono café pero con reflejos naranjas. Dejando de lado la sangre seca de su rostro, se podía ver qué tenía espirales dibujados en sus mejillas, ya sea de nacimiento o por algo que se lo haya causado y por último, sus ojos, de un llamativo e intimidante color rojo.

Quien diría que una "persona" con ese tipo de aspecto sería un total demente... Charlie finalmente había notado que Ben la estaba mirando, por lo que sonrió.

Charlie: ¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso ya empecé a gustarte?

Ben: ¿¡Ah!? ¿Yo a ti? ¡No me hagas reír!

Inmediatamente aparto la mirada, fastidiado.

Ben: Cómo diría un amigo: ni aunque el trono de hierro caiga junto a sus abanderados voy a poner mi atención en un tremendo sádico desgraciado.

Charlie: ¡Jaja! Lo de sádico desgraciado sobraba.

Eso fue lo último que dejó soltar...

Ahora, en un raro momento de silencio por parte de ambos, Ben se había encontrado con la mirada con un pequeño ciervo que en silencio observaba a Charlie, se le había olvidado por completo que podían haber animales en los dormitorios, no recordaba el por qué pero en Janerivier era normal que de repente llegarán aves al dormitorio... Más de las que ya habían que básicamente eran estudiantes.

Llamó la atención de Charlie jalando de la manga de su suéter, volteó para saber por qué lo llamaba hasta que vió al pequeño ciervo, sus ojos brillaron...

Charlie: Aaw, pero mira que cosita.

Chilla él, hasta acercarse al ciervo que ahora parecía mirar a Ben.

Charlie: ¡Hola amiguito! ¿Estás perdido? ¿En dónde están tus padres?

Agachado, pegúnta como si el animal fuera a responder, que sería el total colmo. El ciervo estornuda y luego deja que Charlie acaricie su cuerpo con total ánimo, Ben en parte, aguanta la respiración esperando que una masacre comience pero no sucede nada. Charlie comienza a jugar con el ciervo, haciéndolo levantarse en dos patas, riendo de lo tranquilo que se queda el animal pero sin embargo detiene su juego.

Charlie: Ya tengo que irme, pequeñín. Quizás en otra vida podamos volver a encontrarnos.

Charlie levanta una de sus manos y con ella hace una seña para que Ben se acercara, al principio duda en hacerlo, pero supuso que nada malo iba a ocurrir por lo tranquilo que se estaba viendo... Quizás fue una mala decisión pensar algo así.

El imita a Charlie, agachándose hasta tener una altura adecuada, su compañero toma una de sus manos y deja mostrar unos pequeños colmillos que rápidamente se incrustan de forma violenta entre los nudillos de Ben, el trata de no pegar un grito por el dolor y observa al ciervo que ahora había retrocedido, aterrado quizás.

Cuando Charlie deja la mano de Ben, esta humedece sus dedos con la sangre y dibuja en el ciervo líneas que daban la impresión que fueran marcas de algún llanto. Luego de eso, el pequeño ciervo huye lejos de donde estaban.

Ben: No es por nada pero... ¡¿De verdad hacia falta tener que morderme?! ¿Si quiera sabes lo doloroso que es?.

Charlie: Seguramente el dolor es más leve comparado con el agujero de tu estómago... Por cierto, ¿cómo está?

Hasta ahora no recordaba que tenía un hoyo justo en el estómago, inconscientemente lleva su mano no herida a su abdomen, ya casi ni se siente que allí hubo un agujero y tampoco dolía, no como antes, pero aunque eso lo deje tranquilo ahora tenía una mano herida que empezaba a arder de manera fastidiosa. Ben trata de no hacerle mucho caso a eso.

Ben: Bueno... Supongo que ya está mejor. ¿Me curaste acaso?

Charlie niega con su cabeza sin decir nada, se levanta y sigue con su camino al mismo ritmo despreocupado, Ben trata de seguirle el paso.

Ben: Ejem-... ¿Quien se supone que eres? Sé que te lo pregunté antes, pero aún no estoy del todo seguro que seas la parca, sinceramente te verías mejor.

Charlie: La parca la han dibujado por milenios como un esqueleto solitario que cubre su supuesto cuerpo con una bata, desde entonces creen que verdaderamente se ve así pero... La muerte puede venir de distintos aspectos, tal como el Solitario del Bosque, entonces, ¿por qué no tener la apariencia de un inocente niño?.

Su pregunta tenía lógica, pero se alejaba de la respuesta que quería Ben.

Ben: Entiendo tu punto, aún así, no me has dicho exactamente quien eres tan solo te ríes y dejas todo a mi imaginación.

Charlie hace silencio por un momento, luego sonríe.

Charlie: Te lo pondré de esta manera; soy todo, en resumen. Soy esa ira inexplicable que te lleva a hacer cosas que ni tú mismo creías llegar a hacer, soy esa malicia que, espera con paciencia el momento exacto para traicionar... Soy ese pensamiento que te empuja a mandar todo al caño, aquel que te anima a sacar tu lado más oscuro y que te tranquiliza en momentos terribles.

Charlie: Ahora, la pregunta aquí es... ¿Quien eres tú? Quizás pienses que es una pregunta simple, pero no todo el mundo sabe a lo que se refiere esa pregunta.

Charlie gira a ver a su compañero encontrándose con una expresión que combinaba el asco con la confusión, el deja escapar una risa.

Charlie: ¡Jajajaja! ¿Ahora te comió la lengua el gato, Ben?

Ben: Creo que me arrepentí de haberte preguntado...

Charlie: Jaja, la curiosidad es casi igual que la ira, te impulsa a cosas que al principio no piensas en las consecuencias. Y hablando de eso, quería enseñarte algo.

Nuevamente, rodea a Ben con su brazo y lo obliga a marcharse a quien sabe dónde.

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Ahora estaba confirmado que no habían abandonado Goaway, puesto que habían llegado a otro de los edificios que habitaban los estudiantes, la cosa era en que zona estaban.

Charlie logró abrir una de las ventanas de una habitación y entro en ella, Ben se sorprendió por lo silencioso que fue aunque haya sido por pocos segundos, después lo imitó, entrando también por la ventana.

La habitación estaba a oscuras por obvias razones, él que se haya quedado en la habitación la había dejado impecable antes de marcharse. Su compañero observaba todo, curioso, hasta que vió un espejo que había sido colocado cerca de un closet.

Charlie: ¿Alguna vez has podido entrar a un espejo?

Ben: Eeh, no. Tampoco es que pueda hacerlo de todas formas.

Charlie río y se paró frente al espejo, no mostraba su reflejo tal como lo había visto en el baño. Justo entonces, Charlie entra al espejo con facilidad dejando solo por un momento a Ben que estaba confundido, este día seguramente lo iba a recordar como el más extraño de todos.

La mano de su compañero emergió del espejo, esperando la de él, no le quedó de otra que tomarla y entonces fue empujado dentro al espejo. Un calor horrible lo recibió al igual de un olor nauseabundo, quiso taparse la nariz enseguida pero era tarde, el olor había quedado impregnado en vía respiratoria, su alrededor indicaba que era un largo pasillo iluminado únicamente por luces rojas que parpadeaban y te daban una sensación de mareo.

Charlie avanza por el pasillo y Ben se obliga también a seguirlo.

Ben: ¿¡Esto es lo que se supone que hay dentro de un espejo?!

Charlie: En mi mundo, si.

Ben: ¡No es momento de juegos! ¿A dónde me trajiste?

Charlie: ¿Sabías que los únicos testigos que podrás encontrar en asesinatos son los espejos? Muchas veces, cuando se comete este tipo de crimen, se hace frente a uno y básicamente serían los primeros testigos de la tragedia. Ahora, también son testigos de lo que hace la humanidad a diario y por si fuera poco también son llamados "los ojos humanos"

Ben: ¿A qué quieres llegar con eso?

Charlie: Bueno, en pocas palabras, tenemos a nuestra disposición este tipo de ventana.

Ben: ¿Entonces que? ¿Veremos a gente al azar atraves del espejo?

A Charlie se le escapó una carcajada.

Charlie: ¡Jajajajajaja! ¡Claro que no! Veremos la recreación de tus más profundos y retorcidos pensamientos.

Eso no le gustó para nada.

Ben: ¡¿Cómo!? Espera- ¡Un espejo no presencia mis pensamientos!

Charlie: Si, pero... ¿Acaso los ojos no son los que reflejan nuestros verdaderos sentimientos?

Ben: ¡E-Esas son las ventanas! A los ojos se les dice "ventanas a nuestra alma"

Charlie: Hmm, creo que te estás confundiendo...

Una puerta aparece en un costado de la pared, era alta, delgada y su diseño la hacia parecer elegante pero no podía distinguir la pintura de esta gracias a la intensidad de las luces rojas. Teniendo en cuenta lo que había dicho Charlie, estaban en un lugar que recrearía y revelaría cualquiera de sus secretos, la puerta significaba uno que estaban frente a uno de ellos.

Charlie: Últimamente haz tenido mucho estrés ¿No es así, Ben?

Ben: Eeh...

Charlie: ¿Por que no le echamos un vistazo a tus pensamientos de estás últimas semanas?

Ben: ¡NO!

Detuvo a Charlie cuando semiabrió la puerta, no estaba seguro que si le gustaría dejar que su compañero los viera, no quería dejarle hacer eso en realidad.

Charlie: ¿Por qué me detienes?

Ben: No quiero que tu-

Charlie: ¡Ay, por favor, Ben! Calma un poco, yo ya conozco todo esto... No debes de sentir pena, de todas formas es solo una recreación de uno de tus pensamientos, no te va a pasar nada tampoco es para tanto.

Alzó sus brazos y rodeó a Ben, dándole pequeñas palmaditas en su espalda como si estuviera consolandolo por algo.

Charlie: De todas formas tu cuerpo está descansando en las manos correctas.

Ben: Ugh...

Charlie: Tch, vamos.

Toma del brazo a Ben y lo jala con él hacía el otro lado de la puerta. Tuvo que esperar un poco, acostumbrandose al cambio de luz, cuando pudo ver con claridad notó que estaba en una oficina pintada de colores claros y decorada con muebles oscuros dándole un toque extraño. En casi al final estaba un gran escritorio de madera oscura y una silla también de un tono oscuro, pero está estaba volteada por lo que no se podía ver quién estaba sentado allí, pronto lo descubriría puesto que el tarareo de alguien llegó a sus oídos.

Pudo reconocer de quién se trataba y digamos que no quería seguir en aquella oficina.

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¿Que tal todo, que tal te trata la vida? :D