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Y así fueron los siguientes días, cada que Luk terminaba sus quehaceres en el dormitorio se largaba a Silentrees a tratar de reparar a Plushie-Trap, el proceso era muy lento y realmente odiaba tener que mantenerse en un lugar de completa suciedad y oscuridad pero no le quedaba de otra.

Un día, afortunadamente Luk no obtuvo ningún tipo de trabajo que hacer en el dormitorio, le pareció extraño pero aprovecho el momento para irse a seguir con su proceso de arreglar el conejo. Cuando llegó a la zona oeste, notó que las luces del edificio estaban encendidas, que hasta donde tenía entendido aquel dormitorio no poseía electricidad alguno.

Luk: Ea, así está mejor.

Al entrar se topó con el dormitorio ya limpio, se podía ver lo descuidado de estaban las paredes teniendo un color más oscuro del que se supone que debería de tener, pero al menos el piso estaba limpio para poder sentarme. Adentrándose, se encontró con Alene, apenas estaba dejando la escoba a una esquina de la sala, Luk pensó que lo asustaría cuando él se diera cuenta de su presencia sin embargo no resultó como esperaba, volteó a verlo como si supiera en realidad que no estaba solo.

Alene: Oh, aquí estás, pensé que llegarías más tarde.

Luk: Solo llegó tarde si hay algo muy importante antes... Wow, Alene Holzfaller limpiando un dormitorio, quien lo diría.

Alene: Si, si, bromea todo lo que quieras, no me interesa en absoluto lo que digas.

Luk: Ja, claro. ¿Limpiaste nada más la sala? Y quisiera agregar lo de la luz.

Alene: Sala, una habitación y un corredor que conecta está sala con la cocina. En la parte de atrás del dormitorio pude reparar el cableado de electricidad, lo hize por si llegas a reparar el muñeco.

Luk: Aaaw, que considerado de tu parte.

Alene: Más bien no quiero tener el cuerpo de un mono apestoso en este edificio.

Luk: Auch, me duele que digas eso luego de lo que me hiciste pasar. En fin... ¿En dónde dejaste al Plushie-Trap?

Alene: Allí está, ciego.

Manos a la obra, por quinta vez.

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Alene: ¿Nada?

Luk: Ya no sé que más hacerle, cambie los cables que estaban casi pelados a unos más decentes, revisé la conexión de la batería al muñeco.

Dejó a un lado al muñeco y se estiró lo más que pudo hasta que escuchó tronar sus huesos, aliviando el dolor que tenía. Luego se dejó reposar en la pared del dormitorio con pereza, Alene lo acompañó sentandose alado del conejo y tomándolo para detallarlo.

Alene: Está quizás sea la raíz de tus amarguras de ahora en adelante.

Luk: Tal parece que si, ni siquiera la boca le he podido abrir.

Alene: Hay una espátula en una de las habitaciones, quizás puedas abrirlo usando eso ¿Quieres ir a revisar?.

Luk: Hmm, está bien. Pero vas tu adelante

Alene: Miedoso...

Luk: Ejem- me gusta llamarlo más "apreciar tu vida".

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*En alguna habitación del edificio*
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Alene: ¿¡Por qué pateas la puerta de esa manera?! ¡No ves que está de media vida!

Luk: ¡Ni loco iba a tocar esa perilla! ¡¿No viste lo sucia que estaba?!

Alene: Por los siete... ¡Eres un mono! La suciedad es normal en su hábitat.

Una muy mala elección de palabras hizo que Luk quedará completamente indignado, tanto que incluso se podía notar su molestia en su cola ahora enroscada. Ambos entraron a la habitación que supuestamente Alene había dicho que había encontrado la espátula, siguiendo con su discusión.

Luk: ¡Que sea un mono no significa que me tenga que comportar como tal! O es que acaso te gustaría que te digan estereotipo de leñador de personalidad negra alemán de pelo castaño oxigenado.

Alene: .... ¿¡Me estás diciendo emo?!

Luk: ¡Y con mucho gusto te lo digo en otros 4 idiomas más!

Alene: Sei ruhig jetzt... Será mejor que busquemos la espátula antes de que te eche de aquí.

Buscaron por toda la habitación, desde los cajones mugrientos, estantes vacios hasta incluso debajo de la cama. Luk estaba convencido de que la espátula no estaba en la habitación pero Alene insistió en seguir buscando en el mismo sitio, no tuvo de otra que esperar a que Alene se cansará de buscar en el mismo sitio para poder irse.

Mientras que Alene buscaba en un armario de un buen tamaño, Luk se acercó a la única ventana que tenía la habitación, tener una sola ventana y de un tamaño pequeño era deprimente teniendo en cuenta el dormitorio en el que estaba. Comparadolo con el "balcón" que tenía en Janerivier, en el cual podía sentir en todo su cuerpo la brisa y mirar lo que podía de la naturaleza... No es que una ventana no haga eso, bueno no lo hace, simplemente deja que mires los poco que encuentres en su mero espacio pero básicamente el balcón era mil veces mejor que la ventana pequeña.

Arriba los balcones.

Con un mero esfuerzo pudo observar el cielo que ofrecía el dormitorio, desde que pudo dar un paso en Silentrees notó que siempre el dormitorio ofrecía tiempos nublados sin lluvias frecuentes. Está vez, el cielo se decoraba con colores morados grisáceos que se combinaban entre las demás nubes de varios tonos grises.

Luk: Va a llover, se ve muy mal el tiempo.

Alene: ¿Que tan malo?.

Luk: Más o menos de un morado infernal depresivo.

Alene: Bueno, seguramente no llueve, a veces el clima se pone así y no pasa nada al final...

Alene casi metió todo su cuerpo a los espacios que habían en el armario, milagrosamente sólo pudo caber la cabeza la cuál sacó al no encontrar la espátula, su mueca de fastidio hacia que se le hicieran pequeñas arrugas en el puente de la nariz.

Luk: Yo digo que va a llover, "me está empezando a doler la cadera" cómo diría mi abuela.

Alene: No pienso apostar contigo sobre algo obvio.

Luk: Entonces, significa que tienes miedo de que al final tenga razón. Ja, típico de tí...

Alene salió del armario y recibió a su compañero con una mirada severa.

Alene: No voy a caer en ese truco, no soy estúpido.

Luk: ¿Truco? ¡Por favor nada más estaba diciendo! Igualmente, tienes razón... ¿Quien querría ganarse al final un mango para una hacha con piedras amatistas?

Alene: Pffft... ¿Quien tendría algo así?

Luk: Hmm, no lo sé, quizás un chico mono de cabello castaño el cual ha robado toda su vida y es todo un profesional.

Alene: ...... Tengo un Rolex de edición limitada.

Luk: Si va.

Alene: Bien. Salgamos de aquí, busquemos en otra parte

Luk: ¡Hasta que por fin te dignas! ¡Vamos!

Dejaron la habitación de lado para dirigirse al corredor, igual de sucio que el cuarto, aunque su suciedad estaba esparcida en varios lugares cosa que no tenía la habitación anterior. Sus pasos hacían rechinar un poco las tablas del piso, señal de que necesitaban un cambio urgente y Luk aguantaba las fuertes ganas de obligar a Alene a hacerlo, suponiendo su obvio en su dormitorio.

Pero quizás eso no iba a ser un problema por ahora.

En varios minutos después pasaron por varias habitaciones, aún sin encontrar el objeto que necesitaban, casi rendidos siguieron hacia el siguiente cuarto, cómo último intento.

Luk: La próxima vez, tráete lo que encuentres, no pienso pasar por ésto otra vez.

Alene: Si, ya se, fallé en eso, no me lo dejes tan claro. Igualmente si no lo conseguimos en la siguiente, podemos ir a pedir prestado uno.

Un gran trueno se oyó desde afuera, fue tan fuerte que alarmó tanto al chico mono como a su compañero, fue tan repentino. Pero miren el lado bueno, eso era señal de que Luk estaba ganando la apuesta que hicieron.

Él se dió cuenta de eso obviamente, giró a ver a Alene con una sonrisa siendo recibida con un gruñido de parte de su compañero y un insulto dulce y cariñoso, obviamente no fue así pero ya saben a lo que me refiero. Nuevo reloj a la colección, pensó Luk por un momento la victoria que estaba a punto de tener su escuchaba las gotas de la lluvia estrellarse con las estructuras del edificio.

No tardaron en aparecer, casi invocadas.

Alene: ¡Aaagh! ¡No puede ser!

Luk: Las predicciones de la abuela nunca fallan, bendita sea.

Un trueno se aproximó, está vez con más fuerza que el anterior, pareciendo casi un grito proveniente del cielo, y aunque ambos no estuvieran afuera sabían que el cielo pudo haberse iluminado con un extenso relámpago.

La llegada del trueno causó que el edificio se quedará sin electricidad, estando a oscuras, era extraño que un dormitorio se quedará sin luz mayormente porque la electricidad venía de la magia que ofrecía todo el terreno, la única manera de dejar a todo un dormitorio sin luz es desconectando cada dormitorio de la fuente o que una cajuela de un dormitorio se dañara.

Caso del edificio norte.

Luk: Vaya, quien lo diría. Se fue la luz.

Alene: Debió haberse mojado los cables, habrá que arreglarlo luego de que la lluvia acabe.

Luk: ¿Los edificios no tienen reserva de energía?

Alene: Oh, había olvidado eso. Quizás pueda conseguir que arranque con mi-... ¿En dónde dejé mi bolígrafo?

Alene busco por todos los espacios de su uniforme, sin poder sentir lo que necesitaba. Se le puso escuchar gruñir con fastidio.

Alene: No puede ser... Debí dejarlo en mi cuarto antes de salir hacia acá.

Luk: Calma, Holzfaller. Podemos usar el mío.

Se dejó enseñar el bolígrafo mágico que traía en el chaleco de su uniforme, lo tomó y con un pequeño círculo hizo que brillará. Ahora tenían la luz necesaria para ir a buscar la reserva.

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*Último piso del edificio norte - Silentrees*
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Alene: Bien, lo que haremos es que mientras que tú descargas energía de tu bolígrafo al motor, yo trataré de prenderlo.

Luk: Ugh, este lugar huele a humedad.

Alene: Caballero, no es momento de quejarse del lugar, concéntrate.

Alene se colocó a un lado de la máquina que contenía energía reservada, exactamente en dónde se supone que se encendía, por otro lado Luk se mantuvo frente a ella ahora sin su bolígrafo brillando.

Luk: Ok, entonces, solo le apunto a está cosa con luz y tú haces el trabajo de encenderlo.

Alene: Exactamente, te avisaré cuando necesite de tu magia.

Luk: De acuerdo.

El cuarto quedó en silencio por un momento, escuchándose solamente botones siendo presionados y pequeñas palancas creando ligeros sonidos al ser subidos. Con una seña, Alene dió a entender que Luk se fuera preparando para ayudar con su parte.

Hizo caso, en postura recta apuntó con su bolígrafo directo a la máquina. Aunque no estaba haciendo casi nada, en su bolígrafo apareció un leve brillo el cual trato de mantener tal cual.

Alene: Bien, y...... Ahora.

Un rayo de luz se disparó hacia la máquina de forma tan rápida, fue casi a la velocidad de una bala cuando sale del arma. La máquina comenzó a absorber la magia de luz, momento perfecto para que Alene encendiera la reversa.

No pudo recordar que tan rápido había atendido a la señal de Alene, ni cuando las luces de habitación del motor de reserva se habían encendido. Tampoco cuando Alene había podido arrancar el motor.

Estuvo tan perdido en el limbo por esos momentos, que quizás hasta su nombre no podría recordar.

Sin embargo, Alene se había dado cuenta de ello, reaccionando de inmediato.

Alene: ¿Luk? ¡Luk! ¡Hey, responde!

¿Por qué sonaba tan... Preocupado? Habían podido encender la reserva. Debido a la repentina luz, no podía distinguir la silueta de su compañero mucho menos ver la expresión que tenía, se maldijo a si mismo por no haber podido captarlo cuando finalmente pudo distinguirlo.

Alene: Luk, ¿Cuántos dedos ves aquí?.

Luk: Idiota, no voy a poder ver nada si metes tus manos a los bolsillos.

Alene: Ah, ya reaccionas.

Luk: Estoy bien, salgamos de aquí ahora.

Se talló los ojos en busca de despertarse, luego de eso guardó su bolígrafo mágico en el chaleco de su uniforme, de ninguna manera lo dejaría en la cadera ahora que apenas reaccionaba de lo que supuestamente le había pasado.

Ambos salieron de la habitación para poder seguir con su búsqueda.

Alene: Pensé que te habías quedado pegado

Luk: ¿A sí?

Alene: Pensé que te daría un corto circuito en el cerebro.

Luk: Igualmente con eso sería más inteligente que tú...

Alene: ¡Escuché eso!

Luk ignoró las quejas de Alene y entró a una habitación al azar comenzando a buscar lo que se suponía que deberían estar haciendo, sin embargo Alene no entro junto a él, se quedó recargado en la pared fuera de la habitación.

Alene: ¿Y el mechón blanco eléctrico que tenías ahorita?

Luk: ¿¡Tenía!?

Alene: Ah, no, espera. Ese era tu cabello, pero estoy seguro de que en esa parte tus neuronas se quemaron.

Luk: Tú... Malnacido.

¿Alene?: Apaguen las luces.

Juró escuchar a Alene decir tal cosa en un hilo de voz seguido de una pequeña risita, tan seguro estaba que chasqueo la lengua con fastidio mientras abría uno de los cajones que habían en una mesita.

Luk: Tch, apenas encendemos la reserva y ya quieres andar a oscuras... Quien te entiende.

Alene: ¿Eh? ¿De que hablas, mono?

Luk: ¿No acabas de decir algo?

Alene: ¿Decir qué?

Luk: Hey, en serio, no es gracioso.

Alene: ¿Qué no es gracioso?

Alene se asomó a la puerta desde afuera, con una expresión extrañada en su rostro. Luk estaba seguro que había escuchado a Alene decir que se apagarán las luces, muy seguro, pero cuando vió su expresión supo que tal vez estaba escuchando cosas o quizás la fuerte lluvia hizo que escuchará algo que no es.

Justo en ese momento un fuerte trueno hizo su aparición en el cielo, llenando el dormitorio de su fuerte grito.

Luk: No, nada, olvídalo. No importa

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Viendo como se me está llendo esto... Tendré que editarlo luego de que termine de subir todo lo que escribo. Quizás lo reduzca a 3 o 4 partes, cosa que no creo porque estoy escribiendo mucho.