«Special ♡ Lunch»

[♡]

6 años después.

Había sido un día agotador, estar promocionando una obra de teatro con presentaciones seguidas lo dejaba exhausto. Pero era lo le gustaba hacer y para lo que había estudiado.

—¿Cómo está Minnie? —Preguntó JeongHan cuando llegó al lado de JiHoon.

—Bien, hoy fue su primer día e... —Un portazo lo hizo callarse.

—JeongHan bebé, vamos, dejé el auto en marcha —Joshua entró en los vestidores interrumpiéndolos para llevarse al pelilargo —Oh, Hola JiHoon.

—¡Nos vemos el miércoles JiHoonie! —Se despidieron para dejarlo solo allí.

Eso era lo bueno, trabajar día por medio.

Sacó el celular de su bolsillo cuando sonó y contestó sin ver el nombre a la vez que luchaba tratando de colocarse el suéter con una mano ya que con la otra sujetaba el móvil —¿Aló?

Buenas tardes... —Hubo un pequeño silencio —Sí, buenas tardes ya que son las 13:00 hrs. Llamo para invitarle a almorzar en nuestro restaurante, hemos preparado unas nuevas salsas para nuestras pastas y necesitamos su aprobación.

JiHoon reconoció su voz inmediatamente aunque sonaba un poco más grave que lo normal, tratando de fingir —¿Es no debería verlo el chef?

Probablemente pero quiere dejarle esa decisión a usted, el almuerzo va por cuenta de la casa.

—¿Cómo sé si esto no es una falsa publicidad y luego termino pagando todo mi sueldo allí? —Sujetó el celular con su hombro mientras guardaba la ropa del trabajo.

Si nuestro chef lo espera en la puerta y lo acompaña a la mesa quizás pueda hacerlo más creíble ¿lo cree usted?

—No me convence.

Escuchó una risita del otro lado que pronto fue escondida —¿Y si se sienta a su lado durante todo el almuerzo?

—Me está gustando la idea pero ¿qué tengo que ver yo con su restaurante y con probar sus salsas?

Necesitamos ponerle un nombre antes de ponerla en la carta, estuvimos jugando con los demás trabajadores lanzando un dado y salió JiHoon, busqué en mi celular y no me creerá que encontré ese mismo nombre, así que llame y aquí estoy hablando con el dueño del bonito nombre.

—¿Escrito así de esa manera? ¿JiHoon? ¿así de seco?

Sí, bueno no, salía "mi amor" pero es lo mismo.

—¿JiHoon suena igual a "mi amor"?

Para mi sí y no me desvie del tema por favor ¿Nos dará el honor de venir a almorzar?

—¿El chef estará allí?

Sí.

—¿Y almorzará conmigo?

Así es.

—Mmm ¿luego puede ir a dejarme a casa?

—Eso debo preguntarlo —JiHoon sonrió y espero unos segundos —Dijo que sí.

—¿Y aceptará si lo hago pasar a mi casa también? —Su voz sonó coqueta.

Espere un momento —Cubrió el teléfono con su mano —Dijo que es un hombre casado, así que no tenga dobles intenciones con él, esto es estrictamente profesional. No se tome del brazo cuando le dan la mano.

JiHoon abrió sus ojos y luego sonrió —Pero...

Lo sé, lo sé, es un hombre guapo, tierno, cariñoso, atento, dueño de un restaurante de pastas ¿a quién no le gustan las pastas? Es un buen partido pero sólo tienes ojos para su familia, trabaja y vive por ellos. Aparte que su esposo está...

—¿Está?

Es un bombón, tiene carita de ángel, unos labios preciosos y sus ojos lo son aún más, cintura pequeña, baja estatura, manos bonitas y unas piernas... Que te hacen fantasear.

—Cheol ¿Estás hablando desde la cocina?

—Sí ¿por qué? —Su voz volvió a la completa normalidad, de hecho sonaba como la de un niño pequeño que iba a ser regañado sin motivo alguno.

—Cheol ¿Sabes lo pervertido que te has escuchado?

—¿Mucho?

—Sí —Soltó una risita.

Amor saben que hablo contigo y no podrían decirme nada ya que soy su jefe. Como sea... ¿Vienes? Quiero estar contigo —Aunque JiHoon ya iba en camino, su trabajo quedaba cerca del restaurante lo que le permitía ir seguido a comer allí.

—Llamaré a mi mamá para que almorcemos los tres.

Está bien, los espero. Te amo precioso.

—Te amo más, te llamo cuando esté afuera. Lo del chef recibiéndome en la puerta aún va —Escuchó una risa antes de colgar la llamada.

Muchas cosas habían cambiado en sus vidas, ambos terminaron la universidad. JiHoon trabajaba en obras de teatro que era algo que amaba hacer aunque le quitara tiempo para estar en casa, afortunadamente era por temporadas donde las promocionaban y luego tomaba semanas de descanso.

SeungCheol seguía igual de meloso y travieso que siempre, cuando termino su carrera se esforzó en colocar su propio restaurante. JiHoon era el gran pilar en su vida, el cual le insistió y ánimo para hacerlo a pesar de las dudas que surgieron al comienzo.

Era un restaurante italiano y aunque él no lo quisiera en sus cartas debían ofrecer alcohol; vinos específicamente.

Y pasó lo mismo en la universidad, debía saber de ellos cuando él no quería probarlos. Algunos examenes eran practicos catando vinos para saber con que plato de comida venían mejor asi que tuvo que aprender con el olfato y el color.

Hace más de siete años que ni una gota de alcohol entraba en su cuerpo.

Y se sentía orgulloso con ello, era muy cierto lo de que JiHoon se volvió su nueva adicción y a él si que no lo dejaba tranquilo un solo segundo.

Ocupaba su tiempo preparando e inventando nuevos platos, en su esposo JiHoon y en la persona que llegó a unirlos aún más hace seis años.

—Tienes una cara de estúpido cuando te pegas al teléfono —Comentó Jun sonriéndole divertido mientras terminaba una entrada.

—¿Y qué cara quieres que ponga si hablo con mi esposo? —Preguntó en lo que preparaba el almuerzo para su familia.

—Una normal, claro esta.

—¿Tiene buenas piernas? Eso quiero verlo ¿vendrá al restaurante? —Dijo otro chico lavando los platos. SeungCheol tomó un mantel y se lo lanzó a la cara.

—Vendrá pero no aquí donde están ustedes malditos degenerados, ni por ser su jefe me respetan —Lanzó varios manteles a los demás chicos que lo veían divertido.

—Yo lo he visto —Dijo MinGyu entrando con una bandeja en las manos —Cabello castaño, bajito, piel blanca. Lo admito, tiene lindas piernas aunque pareciera que SeungCheol le pasa su ropa para que ande con su olor marcando territorio, por Dios tu ropa le queda gigante.

—Le gusta la ropa así aunque algunas veces ocupa la mía, pero ¿Cómo sabes eso? Que yo sepa no te lo he presentado, tan solo llevas una semana aquí.

—Está afuera, pregunto por ti. Mencionó que tenías apagado el celular.

SeungCheol sacó el celular de su bolsillo —Oh, cierto.

—¿Almorzarán aquí? ¿les llevo algo? —Preguntó MinGyu.

—Tengo la comida preparada, yo lo atenderé.

Cuando salió de la cocina llevando la comida en la bandeja, vio una cabecita castaña sentada en la mesa que solo era para ellos. SeungCheol había dejado la mejor mesa, con la mejor vista para la familia. Siempre tenía el papel de "Reservada" para que nadie más la ocupara.

Al llegar a su lado dejo los cubiertos, vasos y comida en la mesa para tres personas.

—Sabía que esto era una estafa, el Chef jamás fue a recibirme.

SeungCheol le sonrió y plantó un beso en los labios de su pequeño —Lo lamento, mi celular no avisó que no tenía carga —Se sentó frente a JiHoon tomando su mano por encima de la mesa.

JiHoon lo inspeccionó con la mirada, su chaqueta de chef y el gorro que se había olvidado quitar, se había olvidado de limpiar unas gotas de sudor.

—¿Pasa algo? —Preguntó SeungCheol.

JiHoon tomó una servilleta y la pasó por una parte de la frente del pelinegro limpiando el sudor y luego quitó su gorro dejándolo a un lado de su silla —Nada.

—¿Qué pasa? te conozco demasiado bien.

JiHoon tomó su vaso bebiendo agua —Me gusta verte aquí, feliz haciendo lo que te gusta.

El pelinegro le sonrió apretando tiernamente su mano y cuando se iba a inclinar para besar sus labios escucharon una voz aguda y algo chillona que les robó toda su atención haciéndolos girar su cabeza hacia la puerta.

—¡Adiós nana! —Una pequeña mano se agitó despidiendose de la mamá de JiHoon, la cual le había dicho a su hijo que pasaría a dejarlo y se tendría que ir de inmediato para seguir con su mudanza.

Un niño castaño de seis años corrió hacia la mesa donde estaban ellos, una mochila se agitaba con fuerza en su espalda mientras reía y estiraba sus bracitos.

En ese momento MinGyu, el nuevo empleado, iba saliendo de la cocina con una bandeja en sus manos. Un pequeño niño le llamó la atención y miró hacia donde corría entusiasmado, lo colocaba nervioso que un pequeño se encontrara allí ya que los niños eran buenos jugando con las cosas que no debían.

Pero algo le llamo la atención.

Tal vez era el hecho de que era tan pálido como JiHoon y tenía su mismo color de cabello.

O tal vez era porque tenía la misma sonrisa y ojos de SeungCheol.

Pero todas sus dudas fueron resueltas cuando escuchó al menor gritar "Papi JiHoon y Papi Teol"

Sonrío al ver al talentoso y estricto chef SeungCheol que conocía en la cocina abriendo sus brazos para atrapar al pequeño dulcemente.

Sin duda alguna era su hijo.

«3/4»

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top