«Only one»
Amaba besar los labios de JiHoon, disfrutaba de su sabor, de lo dulce que era al besarle, el pequeño acariciaba su cabello, suaves masajes que lo estaban haciendo volar.
Profundizó el beso y JiHoon se estremeció cuando sintió la lengua del mayor entrar a su cavidad bucal, acariciando y recorriendo cada rincón, volviéndose adicto a sus besos. De pronto sintió que el menor levantó un poco sus caderas haciendo rozar sus miembros y él gruñó terminando el beso.
—Sé que este tema es importante para ti, que no es cualquier cosa pero JiHoon, soy un chico... al que le gustas y que te encuentra atractivo físicamente pero no me ayudas mucho para controlarme —Mantenía sus ojos cerrados haciendo chocar su agitada respiración en los labios del menor.
—No te controles, Cheol... quiero estar contigo —Su suave voz apenas podía ser oída.
SeungCheol sonrió —Yo también JiHonnie pero no tiene por qué pasar si no estás seguro, te dije que cuando llegara el indicado todo saldría bien.
—¿Puedes ser tú el indicado? —Siguió acariciando el cabello de SeungCheol.
—Puedo y quiero serlo.
JiHoon se acercó para besarle, SeungCheol nuevamente empujó su lengua hacia la boca del menor, disfrutando de la pelea de lenguas que apenas comenzaba. Se fue acomodando de a poco sobre él repartiendo húmedos besos en su mandíbula y en el cuello. Mientras JiHoon soltaba pequeños suspiros que cada vez se hacían más pesados.
Sentía las manos de SeungCheol tocando su cuerpo, sus calientes manos dando pequeños toques que erizaban su piel, eran lentos y desesperantes.
SeungCheol logró sacar la camisa del pequeño deleitando su vista con su delgado cuerpo.
JiHoon se sonrojó.
—No soy muy... —El pequeño parecía algo apenado.
—Eres hermoso —Lo interrumpió acostándolo nuevamente sobre la cama, hizo un camino besos por su abdomen llegando al borde de sus jeans. Desabrochó y los deslizó junto a bóxers del pequeño dejando a la vista su erección, comenzó a dejar algunos besos alrededor de su miembro, podía escuchaba los suaves suspiros y gemidos de JiHoon.
De pronto JiHoon recordó dónde estaban.
—E-espera tu papá —Dijo JiHoon con dificultad.
Subió besando los labios del menor —No está en casa.
Los besos y leves gemidos siguieron por unos minutos más. El castaño torpemente lo tocaba levantando solo un poco la parte superior de su pijama, pero era algo que le gustaba a SeungCheol, le encantaba saber que era la primera vez que lo hacía y por algún motivo eso lo excitaba aún más.
—¿Quieres quitarla? —Preguntó refiriéndose a su camisa de pijama.
—S-sí.
SeungCheol se alejó sentándose sobre la cama, levantó sus brazos y dejó que JiHoon se la sacara completamente.
—No es mucho pero... —SeungCheol le sonrió.
Y JiHoon rió.
Su idea era sacar todos esos nervios de JiHoon, borrar completamente toda mala experiencia, quería sentirse bien pero principalmente quería hacerlo sentir bien a él, que lo disfrutara, que se sintiera amado, cuidado y sobretodo especial y único.
SeungCheol tomó las manos del pequeño llevándolas a su pecho, deslizándolas lentamente hacia abajo, miraba atentamente como JiHoon seguía con sus ojos el camino que recorrían sus manos conociendo cada centímetro de la piel ajena.
El castaño estaba hipnotizado con su piel, era firme y cálida, le encantaba.
Sus manos llegaron al borde del pantalón.
Se miraron, JiHoon desabrochó sus jeans, jalándolo un poco hacia abajo. Fijó su vista en su entrepierna y volvió la mirada a los ojos de SeungCheol, sonrojado.
El mayor tomó nuevamente su mano llevándola a su miembro, tocando por encima de la delgada tela del bóxer, JiHoon tragó en seco mirando lo que hacía.
Pero SeungCheol necesitaba hacerlo, necesitaba que JiHoon sintiera confianza tocando su cuerpo, que lo conociera completo.
Era de JiHoon, completamente y el pequeño debía saberlo.
Gruñó al sentir que JiHoon era el que movía su mano, sin su ayuda. Besó su cuello, mordiendo y lamiendo haciéndose adicto a su piel.
Se levantó terminando de sacar sus jeans al igual que sus bóxers.
Volvió a la cama besando a JiHoon acostándolo y posicionándose entre sus piernas.
—Esto no será solo sexo JiHoon —Besó sus labios —Haremos el amor tal cual lo mereces.
JiHoon gimió en respuesta, apretando sus piernas haciendo rozar sus miembros, sintiendo más cerca el cuerpo del mayor.
Aferrándose como si no lo quisiera soltar, como si lo fuese a perder.
Era especial, lo hacía sentir especial, como si fuese lo mejor del mundo y eso le encantaba. La manera de tocarlo, de besarle, de hablarle, aumentaban su confianza en que nada malo le pasaría si estaba a su lado.
Sentir los gruesos labios de SeungCheol sobre su cuello, una de las áreas más sensibles se podría convertir en su pasatiempo favorito. No imaginaba que los besos ahí podían provocar tantas sensaciones.
—Te amo —Esas palabras simplemente salieron de sus labios, como algo natural que dijera en cada momento, lo sentía así.
Estaba irremediablemente enamorado.
Y esa idea no lo asustaba.
—Te amo —Sonrió SeungCheol, sus ojos eran cálidos.
Cálidos como los recordaba hace años, no como el SeungCheol que se encontró hace meses, el perdido, el que no sabía en qué dirección iba su vida.
Este era el SeungCheol del cual se había enamorado, el de sonrisa cálida, con mirada dulce de niño, con el que se podía sentir protegido.
—JiHoonie, te dolerá un poco, trataré de ser lo más cuidadoso que pueda aunque dime si quieres parar ¿está bien?
El pequeño solo asintió.
Observó como SeungCheol parecía dudar sobre qué hacer —Pareces más nervioso que yo —Le sonrió —Dijiste que habías estado con más chicos.
—No con uno que realmente me interesara como tú.
Introdujo el dedo lubricado con su propia saliva en la entrada del castaño con el mayor cuidado posible mientras lo besaba, suaves quejidos de dolor salían de la boca de JiHoon.
Quería decirle que lo sacara, que le dolía pero no se quería separar de los labios de SeungCheol. Hasta que sintió un dedo más en su entrada.
—¡Mmgh, Cheol ah!
Estuvo un momento preparándolo lo suficiente para que después no le doliera tanto, supo que estaba listo cuando sus quejidos se volvieron más sensuales y placenteros. Retiró sus dedos y lo besó nuevamente, buscó una posición más cómoda tomando su miembro, lo lúbrico esparciendo con su mano el pre-semen que tenía fuera y acercó el glande a la entrada del menor moviendo sus caderas presionando suavemente contra la entrada.
Los gemidos y suspiros de JiHoon eran ahogados en el beso, le susurró un "te amo" antes de mover sus caderas abriéndose paso dentro del castaño, gimió al sentir las paredes cálidas que apretaban su miembro que palpitaba en el interior. JiHoon soltó un pequeño grito de dolor al sentirse completamente lleno.
—Tranquilo bebé —Susurró en su cuello. Tenía que controlar las enormes ganas de comenzar las embestidas, lo mejor era quedarse un momento así, al menos hasta que JiHoon se acostumbrara a la intromisión —¿Estás bien?
El menor soltó finalmente su labio inferior —Debes saber que ahora no voy a dejarte ir, nunca.
—Estoy bien con eso.
JiHoon rodeó con sus brazos el cuello del mayor acercándolo a sus labios.
Mientras sus lenguas jugaban y JiHoon se aferraba a él como si su vida dependiera de ello, movió sus caderas saliendo del cuerpo del menor y entrando nuevamente, comenzó con embestidas lentas que fueron siendo cada vez más rápidas, no bruscas, ni fuertes, certeras buscando el punto dulce de JiHoon.
Ese punto que lo haría ver estrellas, pero mientras disfrutaba la sensación al buscarlo.
Movía sus caderas a un ritmo cómodo y continuó; dentro y fuera, disfrutando cada segundo, memorizando cada sonido de la habitación que incluía los deliciosos gemidos de JiHoon, esos sin duda los grabaría para siempre.
—A-ahh Cheol —Gimió el castaño y SeungCheol atacó sus labios, balbuceando en medio del beso, pudo distinguir los "te amo" que decía.
La mayoría del tiempo había mantenido sus ojos cerrados, el dolor que estaba en un principio fue disminuyendo al pasar los minutos, se sentía bien a pesar del pequeño ardor que sentía. Abrió sus ojos mirando al chico que estaba encima de él, presionando sus caderas contra su cuerpo volviéndolo completamente loco, apretó sus firmes brazos, una delgada capa de sudor cubría su cuerpo, SeungCheol era sexy y su voz más ronca de lo normal era fascinante.
El pequeño no tardo mucho para correrse, manchando su abdomen de semen.
—Oh —Gruñó SeungCheol con voz ronca al llegar finalmente al tan preciado orgasmo, llenando el interior de JiHoon. Su cuerpo descanso sobre el pequeño, trataba de afirmarse con sus brazos para no aplastarlo.
Pero no espero que JiHoon con sus brazos envolviera su cintura haciéndolo caer completamente.
Su respiración caliente y agitada chocaba contra el cuello de JiHoon —Estuve en el cielo, tú me llevaste ahí.
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