Esta vez fue JiHoon quien se inclinó hacia el pelinegro para juntar sus labios, SeungCheol llevó sus manos a la cintura del pequeño atrayéndolo a su cuerpo fallando en el intento por la molestosa palanca de cambios.

—Cheol —Gimió en medio del beso cuando sintió una mano caliente colándose por su camisa apretando su piel.

Y ese fue el límite de SeungCheol cuando lo agarró de la cintura para sentarlo en su regazo. JiHoon con algo de dificultad pasó las piernas para luego doblarlas posicionándolas a los costados de SeungCheol mientras sus lenguas seguían jugando, las manos del mayor fueron a sus caderas deslizándose luego por sus muslos.

Los labios del mayor bajaron por la mandíbula de JiHoon cuando éste extendió su cuello hacia atrás dándole permiso para que jugara con uno de sus puntos más sensibles, los besos siguieron luego en su cuello, lamiendo y besando todo a su paso —Cheol te necesito, ahora.

—Yo también bebé —Gruñó cerca del oído del menor.

—Pero estar así es un poco incómodo —Hablo refiriéndose a la ropa más que a la posición en la que estaban.

—Déjame ayudarte —Hizo que JiHoon se volteara mirando hacia adelante y llevó sus manos al borde del pantalón del pequeño desabrochando su cinturón mientras sus labios estaban entretenidos en la nuca de JiHoon.

Cuando los desabrochó tiró de ellos hacia abajo, JiHoon se levantó unos segundos para quitárselos junto a los bóxers, ya que no había mucho espacio para hacerlo de nuevo.

—¿Mejor? —Preguntó dejando un beso húmedo en la nuca del bajito.

—Faltas tú —Le sonrió.

—Deja lo arreglo —JiHoon levantó sus caderas al igual que SeungCheol quien deslizó su pantalón hasta las rodillas y JiHoon bajo lentamente haciendo chocar sus miembros.

El menor retiró su camisa tirándola a los asientos traseros e hizo lo mismo con la camisa de SeungCheol.

JiHoon apretó los ojos cuando sintió el dedo entrometido de SeungCheol jugando y tentándolo en su entrada, a pesar de que lo necesitaba sabía que debía ser preparado si es que quería volver a caminar con normalidad el lunes por la mañana.

A los minutos dos dedos de SeungCheol desaparecían en la entrada del castaño deslizándose con facilidad, agregando un tercero y último. El mayor podía saber lo mucho que lo necesitaba JiHoon, su respiración entrecortada que chocaba directamente en su cuello, sus manos inquietas tocándolo con desesperación y retorciéndose en su regazo poniendo aún más duro su miembro.

Y todo empeoró cuando JiHoon llevo una de sus manos hacia abajo, entre ellos tomando ambos miembros y los comenzó a mover con una lentitud torturadora. Sabía que lo hacía para que se diera prisa.

—Oh, Cheol, por favor —Gimió el castaño llevando su mano nuevamente a los hombros del mayor.

—Levántate un poco bebé.

JiHoon obedeció levantando sus caderas, SeungCheol tomó su miembro en una mano alineándolo mientras con la otra mano sostenía la cintura del menor, JiHoon comenzó a bajar sentándose con el miembro del pelinegro en su interior.

Cuando se sentó completamente las manos de SeungCheol fueron a su espalda y espalda baja tocando su trasero y muslos.

JiHoon sostenía el rostro del mayor en las palmas de sus manos delineando sus labios con su dedo pulgar antes de besarle. Sus manos se fundieron en el cabello oscuro y sedoso que tenía su novio.

Sintió la lengua de SeungCheol jugar con la suya tratando de entrar posesivamente en su boca, existía una sola saliva que tenía un sabor dulce. SeungCheol dejó que le mordiera los labios, un dolor que no era malo sino excitante. JiHoon por primera vez estaba dominando un poco la situación y esa sensación le agradaba.

JiHoon lloriqueó en medio del beso cuando levantó su cadera dejándose caer con rapidez. Las manos de SeungCheol fueron a su espalda sujetándolo cuando JiHoon comenzó a saltar sin detenerse un solo segundo.

Su miembro estaba siendo succionado por la entrada del castaño, estrujándolo, sintiendo sus paredes húmedas y calientes que lo envolvían perfectamente. Sus manos recorrían el pequeño cuerpo que conocía a la perfección, cada borde y cada curva, sabía exactamente en qué lugares habían lunares y cuáles eran los puntos sensibles del menor.

JiHoon por su parte, gemía sin parar sintiendo como el glande del miembro de SeungCheol tocaba su punto dulce aumentando sus ganas de ir más rápido para alcanzar el orgasmo. SeungCheol pellizcaba sus muslos y lo sujetaba con fuerza de las caderas levantando él también las suyas tratando de llegar aún más profundo en su cuerpo.

—Eres precioso —Dijo SeungCheol metiendo su cabeza en el cuello del castaño succionando la piel de allí —Y eres mío.

No podía negar que amaba esa faceta posesiva de SeungCheol que estaba saliendo las últimas veces que hicieron el amor. Sus brazos fuertes sujetándolo sin dejarlo caer, abrazándolo con fuerza, sus grandes manos paseándose por su cuerpo, le encantaba.

Una capa de sudor apareció en ellos, logrando que las ventanas del auto terminaran empañadas. Dentro sólo se escuchaban los gemidos de JiHoon que se mezclaban con los gruñidos y jadeos de SeungCheol, y el sonido de sus pieles chocando.

SeungCheol empujó sus caderas hacia arriba conectándose con los empujes hacia abajo de JiHoon, tomó el miembro del menor en una mano para masturbarlo y aumentar su placer.

Sujetó la cadera del menor apretando la piel de allí haciendo los empujes más firmes y certeros, cada vez fuertes. JiHoon arqueó su espalda estirando su cuerpo y explotando sobre sus abdómenes con un gemido especialmente más alto que los demás.

SeungCheol lo sujetó por la espalda para evitar que cayera corriéndose en el interior del menor mientras su rostro estaba en el pecho del pequeño cerrando sus ojos con fuerza soltando un grave gemido cuando sus músculos se tensaron completamente. Sacó su miembro del interior de JiHoon para que pudiera estar más cómodo aunque termino manchando parte de sus piernas cuando el semen salió.

El cuerpo de JiHoon descanso sobre el suyo, recuperándose y luchando por no quedarse dormido. Sus manos estaban en los hombros del mayor y escondía el rostro en su cuello.

No quería quedarse dormido pero las yemas de los dedos de SeungCheol marcaban su columna vertebral suavemente, era tan relajante.

—Vas a aprovecharte de mí una vez más estando dormido —Dijo JiHoon con una sonrisa cerrando sus ojos.

SeungCheol soltó una risa —No necesito hacer eso pero podría hacerte firmar un papel.

—¿Un papel?

—De matrimonio —Siguió acariciando su espalda con movimientos suaves.

—Si claro —JiHoon levantó su rostro besándolo tiernamente antes de volver a alejarse y darle una sonrisa cansada.

—¿Tienes frío? —Sus manos se apoyaban cómodamente en los muslos del pequeño.

—Un poco —Se encogió de hombros pasando las manos por sus brazos.

—Entonces será mejor que nos coloquemos la ropa.

SeungCheol comenzó a moverse pero JiHoon lo detuvo —Espera, espera, no quiero regresar a casa aún.

—No, nos iremos. Pero es mejor que nos cambiemos.

Ambos se la arreglaron para colocarse la ropa dentro del auto luego de limpiarse, también limpiaron el auto y ordenaron las cosas que se habían caído o que se movieron de su lugar.

Pasaron al asiento trasero, SeungCheol recargaba su espalda en el sillón y JiHoon estaba acurrucado en su pecho como un niño pequeño llamando al sueño pasando sus piernas por encima de las del mayor mientras éste lo afirmaba de la cintura acercándolo a su pecho.

—JiHoonie —Lo llamó suavemente acariciando su cabello.

—¿Mmm?

—Te amo.

El menor se removió en su pecho levantando su rostro con los ojos cerrados y besó su mandíbula —Te amo más —Dijo y volvió a acomodarse.

—JiHoon —Lo llamó nuevamente más decidido que antes.

—¿Mmm? —Está vez el sonido apenas se escuchó.

—Quizás te suene un poco raro o apresurado, una completa locura pero me gustaría algún día casarme contigo y tenerte así todos los días, que te apoyes en mí y que te refugies en mis brazos como ahora. Luego de todo, finalmente creo que te puedo proteger como te lo mereces y hacerte feliz —Besó la cabeza del menor —Me ayudaste a ser una mejor persona y eso te lo puedo retribuir con todo el amor que siento por ti.

Se sintió un poco avergonzado cuando terminó de hablar y JiHoon no respondió nada, espero unos segundos más y bajó su cabeza mirando al menor completamente dormido.

Él sonrió y besó sus labios —En los peores momentos JiHoon, en los peores.