«Copito»
—Buenos días señora Lee —Saludó el pelinegro formando una sonrisa que mostraba sus hoyuelos adorablemente.
—SeungCheol buenos días, entra —Se hizo a un lado dejándolo entrar a la sala —JiHonnie está durmiendo aún.
—Hola SeungCheol.
—Buenos días señor Lee —Saludó al papá de JiHoon.
—Pensé que JiHoon se levantaba temprano hasta los fines de semana —Comentó el pelinegro.
—Lo hace —Confirmó la señora Lee —Pero anoche se quedó estudiando hasta tarde.
—Oh entonces es mejor que venga después.
La señora se acercó a él colocando ambas manos en sus hombros —Porque mejor no desayunas con nosotros ¿te gustaría?
—No quiero incomodarlos.
—Nada de eso SeungCheol cariño.
—Pero...
—Si quieres luego le vas a dejar el desayuno a JiHoon.
Y con eso lo terminó convenciendo. Tenía muchas ganas de verlo, JiHoon había estado con exámenes en la semana y solo habían hablado por mensajes y llamadas en la noche.
—Con una condición —La señora lo miró atenta —Que luego me deje lavar las cosas.
—Eres muy amable SeungCheol —Caminaron juntos hacia la cocina —Es algo que no ha cambiado en ti.
—¿Qué tal van las terapias? —Preguntó el señor Lee sentándose en la mesa.
—Mucho mejor, ya en una semana mi cuerpo estará totalmente desintoxicado —Dijo orgulloso tomando de su café.
—Nos alegramos mucho por ti ¿y qué estás haciendo aparte de las terapias?
Esa pregunta incómodo un poco a SeungCheol, en ese tiempo había trabajado sólo una vez y lo terminaron despidiendo cuando llegó borracho al trabajo, cuando estaba lejos de JiHoon, tampoco es que no pensaba volver a hacerlo pero quería estar bien para no seguir cometiendo más errores.
Pero era normal que preguntara eso, seguramente se habían dado cuenta que tenía una relación más allá de una amistad con su hijo y como padres querían lo mejor para él.
Dolía en el pecho saber que aún no era lo mejor para JiHoon.
Iba en camino a serlo.
No quería sentirse menos por una etapa que estaba tratando de superar en su vida. Si fuera así no existirían las segundas oportunidades.
Aunque no sabía que en realidad el papá de JiHoon quería ayudarlo si es que no sabía por dónde comenzar a retomar su vida.
—He estado mirando algunas cosas...
—Cariño no lo agobies —Habló la señora Lee a su esposo —SeungCheol seguro está haciendo las cosas bien ¿verdad?
—Lo estoy intentando —Le sonrío tímidamente —¿Les puedo hacer una pregunta?
—Adelante.
—¿Les gustan los perros? —Preguntó SeungCheol haciendo que los mayores lo miraran de inmediato.
Había sido un desayuno tranquilo, era bueno sentir que algunas personas no tenían prejuicios hacia él. Todo lo contrario, lo hacían sentir parte de la familia.
SeungCheol insistió en lavar las cosas cuando terminaron de comer a pesar de que la señora Lee le dijera que no se preocupara, era lo minino que podía hacer por sus atenciones. En lo que el pelinegro estaba guardando la loza, ella comenzó a preparar el desayuno de su hijo.
—Muchas gracias —Dijo al ver que SeungCheol terminó —Ve a despertarlo, estará muy feliz de verte aquí —Le dejó una bandeja con comida sobre la mesa.
JiHoon estaba en pijama sentado en la silla del escritorio, apoyando la cabeza en sus brazos y bajo estos los libros y cuadernos con los que se había quedado estudiando en la noche. Su pequeño se veía adorable en esa posición pero no era la mejor para dormir así que tomó uno de los brazos de JiHoon para pasarlo por su cuello y cargarlo en brazos. El pequeño soltó un quejido por el movimiento pero luego se quedó tranquilo.
Y se encontraba parado en medio de la habitación con JiHoon en brazos, acurrucándose a su cuerpo. Jamás había hecho algo así y por alguna razón le gustó.
Lo dejo con cuidado en la cama y a pesar de no querer despertarlo, debía hacerlo. Bajó su cabeza acercándose a JiHoon para comenzar a dejar besos cortos y tiernos en su mejilla. Cuando el pequeño comenzó a removerse, él sonrió.
—Cinco minutos más —Dijo JiHoon adormilado.
SeungCheol soltó una risita —Anda bebé, despierta.
—Tengo sueño —Se quejó tapando su rostro con las mantas —Quiero seguir durmiendo hasta mañana.
—Cuando nos casemos dormirás todo el día.
En el momento que se dio cuenta de lo que dijo agradeció que JiHoon estuviera aún medio dormido que no logró entender del todo lo que salió por su boca. Aún así era cierto, quería estar con JiHoon pero no sabía si él estaba dispuesto a llegar tan lejos.
Si ni siquiera se atrevía a pedirle que fueras novios formalmente.
A pesar de que lo parecían.
Lo movió con la mano en la cintura del menor tratando de despertarlo.
—¿Cheol? —Susurró aún los ojos cerrados volteándose a donde estaba el mayor sentado en la cama destapándose la cara.
El corazón de SeungCheol se agitó de alegría viendo como JiHoon lo reconocía aun sin verlo, también haciéndole saber que los besos y cariños los asociaba a él.
—Sí, bonito —Acarició su cabello desordenado.
—¿Qué haces aquí? —Se fue sentando lentamente en la cama.
—Tu mamá me dejo subir —Colocó la bandeja en las piernas de JiHoon —Así podía traerte el desayuno.
—¿Desayuno? no, no quiero.
—¿No? pero debes hacerlo JiHoon, debes comer algo en la mañana y aún más si estas estudiando.
—Quiero un besayuno —SeungCheol le sonrió y se acercó a él besando sus labios tiernamente —Es el alimento más importante del día.
—Entonces me aseguraré de que lo tengas todos los días. Pero tu mamá se enojara si bajo con la bandeja llena.
—Está bien —Tomó una tostada untándole mermelada y llevándosela a la boca.
—¿Tienes muchos exámenes? —Preguntó el mayor.
—El lunes será el último y luego estaré libre.
—¿Qué tal un poco de distracción? —Sugirió SeungCheol.
—Sería genial.
—Te espero abajo entonces.
—Cheol —Lo llamó antes de salir de la habitación —Te amo.
El mayor lo observó desde la puerta. JiHoon tenía su pijama algo corrido en la parte del cuello mostrando sus pálidas clavículas, su cabello castaño estaba completamente desordenado, marcas oscuras bajo sus ojos por el estudio.
Y aun así se veía hermoso.
—Te amo más.
JiHoon terminó el desayuno y se alistó para salir, iban caminando por un parque cerca de la casa a esas horas de la mañana, ambos chicos estaban abrigados protegiéndose del frío viento del invierno. SeungCheol llevaba la mano derecha del menor en su bolsillo del suéter uniéndola con la suya dándole calor humano.
—Sabes, he estado pensando en lo que dijo SeokMin —Le había dado muchas vueltas los últimos días y terminó decidiéndose con la pregunta del papá de JiHoon.
—Cheol es mejor que nos olvidemos eso —Dijo el menor haciendo una mueca de desagrado.
—No, no, tranquilo. Es otra cosa.
—¿Qué cosa?
—¿Crees que yo podría comenzar estudiar?
JiHoon detuvo el paso y lo miró con una pequeña sonrisa —Claro que sí.
—Aunque debo tomar el examen para entrar a la universidad —Llegaron a una banca del parque y se sentaron.
—Puedo ayudarte, ya que terminaré mis exámenes.
SeungCheol tragó saliva con dificultad, no le molestaba estar en manos de JiHoon con el estudio pero recordó lo que le dijeron los médicos en la clínica. El haber bebido alcohol y el tratamiento no mataría sus neuronas pero si dañaban su función cerebral, hace tiempo no tomaba un cuaderno en sus manos y eso le hacía dudar si podría hacerlo bien.
—¿Serás mi tutor? —Preguntó tratando de formar una sonrisa.
—Claro que sí ¿qué entrarás a estudiar?
—Ya sabes que de pequeño quería...
—Ser un chef —Terminó la oración obteniendo una sonrisa de SeungCheol.
—Tú ya estudias teatro, me atrase un poco en alcanzarte —Dijo algo desanimado.
—No te preocupes por eso, aquí lo importante es otra cosa.
—¿Qué cosa?
—¿Cuándo compraremos un perro?
—Bueno esa es la razón que viniéramos al parque, aparte de estar contigo ¿quieres ir a ver uno ahora?
Los ojos del pequeño se abrieron a tope —¿Ahora?
—Sólo si quieres.
—¡Claro que sí! —Dijo emocionado levantándose, limpió su ropa y tomó la mano de SeungCheol para ayudarle a levantarse rápido —Pero ¿cómo lo haremos?
—¿A qué te refieres?
—¿Quién lo cuidará? ¿hablaste con tu papá sobre esto? ¿quién lo escogerá? ¿qué tipo de perro te gustaría a ti? ¿uno grande? ¿o debe ser pequeño? —Hizo una pausa recordando lo realmente importante —Espera ¿y si mis papás no me dejan tener uno?
El pelinegro lo miró sonriendo a punto de soltar una carcajada por las preguntas seguidas de JiHoon.
—Podemos cuidarlo los dos, unos días en mi casa y otros días en la tuya. Mi papá ya sabe de esto, lo escogeremos ambos, y tus papás están de acuerdo.
—¿Cómo lo sabes?
—Hablé con ellos cuando fui a tu casa.
—Oh...
—Y puede ser uno pequeño o mediano.
—¿Y si no hay?
—Para eso vamos a ver, no te compliques tanto la vida, bonito.
Llegaron a una tienda de mascotas, JiHoon apenas entró junto sus manos emocionado como un niño pequeño acercándose a dónde estaban los perritos pequeños.
—¡Cheol mira ese! —Apuntó un perrito blanco de ojos grandes y oscuros —Se parece a ti.
—No elijas ese, esta feo.
—Claro que no, está muy bonito ¡y mira sus orejitas, son como las tuyas! —Exclamó feliz.
—Buenos días ¿puedo ayudarlos en algo? —Se acercó a ellos un chico de estatura mediana, cabello rubio y anteojos que posó sus ojos directamente en JiHoon. El cual estaba casi saltando de la emoción por un perrito.
Y SeungCheol lo notó.
—Estamos buscando una mascota —Dijo con voz firme.
—¿Te gustó ese? —El chico se dirigió hacia JiHoon.
—¡Sí! —El menor se giró tomando la manga del suéter de SeungCheol —¿Podemos llevar ese?
—Ese es muy tierno y puedes comprar aquí sus cosas como ropa o su alimento —Dijo el chico de la tienda.
¿Por qué demonios le hablaba a JiHoon y a él lo ignoraba? pensó SeungCheol. Le dio una sonrisa al pequeño —¿Quieres ese, bebé? ¿no quieres ver otros?
—No, se parece a ti, por eso lo quiero.
Su pequeño era lo suficiente inocente para no enterarse cuando los chicos lo devoraban con la mirada. Pero ahí estaba él para protegerlo.
—Llevaremos ese —Indicó el perrito que le robo el corazón a su pequeño.
—Está bien, espérenme en el mostrador —Habló el chico.
JiHoon estaba apoyado en la mesa esperando por su nueva mascota, o más bien por la mascota de ambos, movía sus manos, intranquilo y emocionado.
—JiHoonie —SeungCheol se apoyó de espaldas en el mostrador mirando al menor.
—¿Hmm?
—¿Me das un beso? —Pidió mostrando sus hoyuelos.
El menor lo miro confundido al principio, luego levantó sus talones, juntó sus labios por tres segundos y le sonrió al separarse volviendo la vista hacia el mostrador.
—Pero un beso de verdad —Dijo SeungCheol.
—¿El que te di era de mentira?
—No, pero no quiero uno así tan cortito.
—Cheol ya viene el chico con las cosas.
—Anda, dame un beso —Se inclinó hacia adelante formando una trompita con sus labios.
—Que infantil eres.
—Yo no besayune —Hizo un puchero.
—Podemos pasar a comer algo luego —Dijo riendo. Cuando escuchó un quejido de SeungCheol se giró un poco para tomar el rostro del mayor entre sus manos y juntar sus labios en un beso "de verdad" como les decía SeungCheol.
Sintió la mano del mayor en su cintura dando pequeñas caricias con amor. No le negó el permiso a la lengua de SeungCheol para explorar su cavidad bucal robándole algunos suspiros.
¡Dios!
SeungCheol sí que sabía besar bien, sus piernas se transformaban en gelatinas cuando sentía sus labios y esa manera protectora de abrazarlo cuando lo besaba.
Estaban en su burbuja de amor cuando escucharon que alguien comenzó a toser cerca de ellos, el chico de la tienda traía las cosas en sus manos y mantenía cejas levantadas.
SeungCheol sonrió pasándose dos dedos por sus labios.
Y recién JiHoon entendió lo que ocurría.
Terminaron la compra tranquilos y JiHoon llevaba el pequeño perrito con su correa paseando por las calles mientras SeungCheol llevaba las bolsas con las demás cosas que compraron; comida y accesorios.
—¿Qué nombre le pondremos? —Preguntó JiHoon mirando al perrito que iba frente a ellos.
—Déjame verlo —SeungCheol se acercó al perrito y lo tomo en brazos mirando su cara —Puede ser Doki o no sé.
—Me gusta Copito —Sugirió JiHoon.
—¿Copito? me gusta cómo suena y aparte tiene cara de copito.
—¿Seguro?
—Sí.
—Está bien —Se detuvo para tomar a Copito en sus brazos —Entonces Copito cuando encuentres a una perrita que te guste mucho mucho no seas tan celoso como Cheol.
—¿Celoso yo? —Se hizo el ofendido.
—El chico de la tienda —Acusó JiHoon.
—¡Él comenzó! te miraba como un pedazo de carne, claro el mejor corte, pero no puede mirarte así.
—"¿Celoso yo?" —Imitó al mayor —Claro que lo eres. Copito no sigas sus pasos.
—Le hablas más al perro que a mí ahora.
—No le llames "perro" se llama Copito. Copito no le hagas caso a este celoso.
—Copito para acá, Copito para allá —Le arrebató el perro de los brazos con cuidado —Copito se cae al río —Bromeó.
—¡SeungCheol! dámelo —Lo cogió en sus brazos —Debes tener cuidado, es como nuestro hijo.
—¿Cómo nuestro hijo? —Preguntó con una sonrisa.
—Sí, algo así.
—JiHoon —Los ojos del menor lo miraban atento mientras acariciaba al perrito.
—¿Qué pasa?
—¿Has pensando en querer tener hijos algún día?
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