«Butterflies»
Un mes después.
JiHoon estaba escuchando atentamente la clase escribiendo lo más importante cuando SeungKwan llegó repentinamente sentándose a su lado, lo ignoró hasta que sintió un golpe en el brazo que lo hizo rayar su cuaderno.
—¿Qué quieres? —JiHoon preguntó en voz baja para no ser descubiertos por su profesor.
—Nada ¿No puedo solo golpearte?
—No.
Se quedaron en silencio hasta que sintió otro golpe haciendo una línea más grande sobre la hoja.
—Quiero algo —Dijo SeungKwan.
—¿Qué?
—Ya sabes, detalles —Explicó el pelirrojo.
—¿De qué hablas?
—Detalles de SeungCheol.
—¿Qué quieres saber?
—Qué tal es, cómo estuvo, fue amable o rudo, estuviste arriba o abajo, etcétera. Ya sabes detalles sucios.
JiHoon giró un poco su cabeza, con el ceño fruncido —¿De qué demonios hablas?
—No ocultes información importante para ti y compártela.
—No hay información de nada bobo, no hay nada entre nosotros, te he repetido como mil veces que no quería terminar con SeokMin por SeungCheol.
—¿No son novios? ¿Cómo puedes ser tan lento para todo JiHoon?
—Cállate.
—Entonces de verdad no te gustaba —Susurró SeungKwan hablando con él mismo.
—Me gusta —Confesó JiHoon.
De eso estaba seguro, era fácil enamorarse de SeungCheol y pasó tan rápido que apenas se dio cuenta de sus sentimientos cuando no podía dejar de pensar en él y de extrañarlo en cada momento.
Tanto que inventaba tontas excusas para verlo.
SeungKwan soltó un grito algo agudo de felicidad cubriendo su boca luego de hacerlo.
—¡Lo dijiste, te gusta!
—¿Quieres publicarlo en el periódico ahora? baja la voz, ya te dije que sí, ahora ve a tu asiento.
—Espera, espera ¿SeungCheol lo sabe?
—No, no se lo he dicho y no ha intentado volver a besarme.
—¡Se besaron! —SeungKwan se levantó del asiento llamando la atención de todos, incluyendo la del profesor.
—Boo SeungKwan retírese —El profesor indicó la puerta.
—Pero profesor... —Trató de hablar.
—Retírese ahora.
SeungKwan bajó los escalones llegando al lado del profesor —Antes de irme diré algo, él —Apuntó con su dedo a JiHoon —Finalmente admitió que le gusta el chico correcto y eso me hace feliz, me voy feliz. Nos vemos en la segunda clase estúpidos —Los chicos comenzaron a reír, alzó su mano despidiéndose y salió de la sala.
. . .
SeungCheol terminó su día en el centro de rehabilitación, ya se sentía un poco más cómodo allí aunque era difícil, pero tenía a JiHoon a su lado, el cual lo estaba esperando afuera.
Apenas lo vio, con su camisa blanca, shorts negros, sentado en esa banca donde sus pies quedaban en el aire balanceándose lentamente mientras los miraba y con la mochila sosteniéndola en sus brazos, era imposible no enamorarse cada día más.
JiHoon era adorable.
Todo este tiempo lo trato con amor y cuidado, con pequeños detalles que esperaba que lo enamoraran. Al principio era muy discreto pero JiHoon parecía no darse cuenta de lo que trataba de hacer.
Tenía paciencia, quería que JiHoon se enamorara tanto o más que él.
Se acercó con cuidado sin hacer mucho ruido, dio la vuelta acercándose por detrás cubriendo los ojos de JiHoon con sus manos. Soltó una pequeña risa cuando el castaño se sobresaltó y él tocó sus manos tratando de quitarlas.
Tan suaves y delicadas.
—Cheol vamos, sé que eres tú —Dijo el pequeño.
—Oh JiHonnie debes hacerlo más divertido —Retiró sus manos pasando por encima de la banca para sentarse al lado del pequeño.
—Pareces muy feliz —Le sonrió JiHoon.
—Lo estoy.
—¿Por qué?
—Tenía muchas ganas de verte.
Sus mejillas se sonrojaron —Vamos —JiHoon se levantó colocándose la mochila.
—¿A dónde? —Preguntó SeungCheol cuando lo vio voltearse en otra dirección, diferente a la casa del bajito.
—Bueno... ¿No irás a tu casa?
—Yo tenía otra cosa en mente, ir a comer algo o caminar.
—Me parece bien.
SeungCheol se levantó y acercó para quitar la mochila que estaba en los hombros del pequeño haciéndolo sonreír.
—Esto parece una cita —Antes de que JiHoon dijera algo, siguió —Y no me puedes decir ahora que no puedes por tu novio —Lo miró divertido.
—Cheol...
—Tranquilo, sé que no es una cita —Deslizó su mano por la de JiHoon entrelazando sus dedos —Ahora lo es.
JiHoon sonrió negando con su cabeza pero no quitó su mano.
—¿Qué podemos comer? —Preguntó SeungCheol.
—Una hamburguesa, me gustaría eso.
—Una hamburguesa será entonces.
Comieron, hablaron y disfrutaron de la agradable tarde. Sus manos estuvieron cerca todo el tiempo pero al parecer ninguno de los dos se atrevía a tomarla de nuevo sobre la mesa.
—Debo decirte algo importante —JiHoon lo miró atento —Me encanta como te ves hoy.
Era hermoso el sentimiento que crecía en su interior cada vez que veía a JiHoon sonrojarse por él.
Lo nervioso, tímido y completamente adorable que se colocaba al decirle algo bonito.
Salieron del local y apenas se habían parado de la mesa juntaron nuevamente sus manos, pero esta vez fue JiHoon quien lo hizo.
SeungCheol lo notó y aunque le gustaba estar así y su felicidad aumento al ver que el menor tomó la iniciativa, no quería hacerlo sentir incómodo.
—JiHoonie —Lo llamó.
—¿Hmm?
—Sé que no somos novios y quizás no quieres andar así conmigo. Si lo deseas podemos soltarnos de las manos.
—Lo sé pero no quiero soltarte.
—¿Piensas que me escaparé? —Preguntó divertido.
—Algo así —Mintió, era agradable caminar así. Sentía que protegía a SeungCheol de alguna forma y se sentía protegido.
—¿Podemos comprar una gaseosa?
—¿De dónde estás sacando tanto estómago? —SeungCheol rió y caminaron a comprar.
Llegaron a un paseo, cerca de la playa donde podrían estar más tranquilos junto a la brisa marina de la noche, era un lugar bonito alumbrado por faroles el camino que debían seguir, familias paseando y lugares para comer por si JiHoon se le ocurría comprar otra cosa.
SeungCheol pensó que sería el lugar más romántico para una perfecta cita. Se sentaron en una banca un rato para descansar. Miraba de reojo al pequeño castaño, sonriendo como enamorado, quería besarle, como antes ya lo había hecho, solo que ya no estaba su novio, por lo que si se repetía lo mismo de que JiHoon se levantaba y se iba, era porque no sentía lo mismo que él.
—Necesito... —SeungCheol comenzó a mirar hacia los lados colocando nervioso a JiHoon.
—¿Qué necesitas?
—Un beso —JiHoon levantó sus cejas —Pero debe ser tuyo.
El pelinegro rió nervioso al ver la expresión de JiHoon y bebió un sorbo de su gaseosa.
Se sentó derecho. No lo iba a intentar de nuevo, él no era para JiHoon y seguramente el menor lo pensaba.
—Pensé que querías besarme —Dijo JiHoon luego de un rato.
SeungCheol lo miró, el pequeño le dio una tímida sonrisa junto a sus mejillas sonrojadas y ahí supo que hablaba en serio.
Apartó la gaseosa y llevó sus manos hacia sus mejillas levantando un poco su rostro, colocándolo en la inclinación perfecta para acercarse, JiHoon deslizó tímidamente sus manos por la cintura del pelinegro.
Se fue acercando su rostro, quedando solo unos centímetros separados y se detuvo.
—Si quieres puedo detenerme y no besarte —Susurró haciendo chocar su aliento en el menor.
—¿Y qué pasa si no quiero que te detengas?
—Entonces sería perfecto.
Comenzó a jugar con la nariz de JiHoon, moviéndola juguetonamente mientras tenía sus tentadores labios frente a él.
—¿Por qué estás dudando? —Susurró JiHoon.
—No estoy dudando, es imposible. Es solo que... me siento muy bien, siento que el corazón se me saldrá por la boca. Se llaman mariposas ¿no?
El castaño sentía exactamente lo mismo, quería inclinar su cuerpo hacia adelante y besarle pero el estar así le encantaba, la sensación del cosquilleo en su estómago anticipando el beso.
JiHoon sonrió —Eso es cuando te enamoras.
—Podría estarlo y tú ni siquiera te darías cuenta, no te has dado cuenta de todas las insinuaciones que he estado haciendo.
—¿Qué insinuaciones?
SeungCheol sonrió y terminó acortando la distancia entre sus labios fundiéndose en un lento beso, sin prisas, no tenían nada que se los impidiera.
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