«Available»

Luego de repasar todo de nuevo, el día del examen había llegado. El señor Choi estaba junto a JiHoon esperando que saliera SeungCheol de la sala, pero habían pasado más de dos horas y nada.

Los chicos; Hansol, SeungKwan, JeongHan, Joshua llegaron unos minutos después.

La puerta se abrió y SeungCheol apareció con un papel en su mano derecha, mantenía una expresión neutra que no dejaba hacerles saber qué ocurrió con el examen. Caminó acercándose a su padre, pasó la punta de la lengua por sus labios en un acto nervioso.

—Empiezo la otra semana —Mordió su labio inferior tratando de contener una sonrisa y levantó la hoja de su mano mostrando donde salía que estaba aceptado en la universidad.

—¡Felicidades SeungCheol! —Dijeron los chicos emocionados.

El señor Choi abrazó a su hijo sobando su espalda con cariño —Felicidades Cheollie, me siento muy orgulloso de ti.

—Muchas gracias papá —Recibió más que gustoso el abrazo.

Una parte de SeungCheol sabía que aparte de JiHoon debía agradecerle a él, sin sus cuidados, sus atenciones y su apoyo tampoco habría podido seguir.

El accidente fue algo malo pero sirvió para que se acercaran. Y tener su apoyo fue muy importante.

—Felicidades, te lo mereces Cheol —Habló Hansol golpeando su brazo.

Los chicos parecían igual de contentos que él pero quería ver a su pequeño quien estaba detrás de ellos. Se acercó al castaño mirando la hermosa sonrisa que JiHoon tenía.

—Esto no hubiera sido posible si no fuera por ti —Tomó sus manos balanceándolas junto a las suyas.

—No me des el crédito, tú pasaste el examen.

—Sí pero con tu ayuda —Miró sus pequeños ojitos —¿Puedo abrazar al mejor tutor del mundo?

—Puedes —Le sonrió cálidamente.

SeungCheol se inclinó hacia adelante para colocar su mentón en el hombro del bajito pasando sus brazos por su cintura.

—¿Y puedo besar al mejor tutor del mundo? —Susurró en su oído.

—Cheol está tu papá y los chicos.

—Será uno cortito, no he desayunado, me desperté muy temprano —Sintió como el cuerpo de JiHoon vibró por la pequeña risa que salió de él, deshizo el abrazo colocando las manos en el hombro del menor y lo besó, pero como él dijo, fue un beso rápido agradecido de la ayuda.

—¿Qué tal si nos vamos a celebrar? —Dijo el papá del mayor y los chicos no tardaron en aceptar la invitación.

Llegaron a un restaurante familiar, en el centro en la ciudad, SeungCheol se hizo a un lado para que JiHoon se sentará junto a él.

—¿Les puedo ofrecer algo para beber? —Un chico apareció por el lado de JiHoon sonriéndole al pequeño coquetamente, con una libreta en sus manos listo para tomar el pedido.

El papá de SeungCheol invitó el almuerzo y los chicos comenzaron a pedir la comida animadamente.

—¿Y algo para beber? —Preguntó cuándo terminaron de pedir la comida.

—Yo quiero una gaseosa —Dijo JiHoon mirando al chico.

—No quiero gaseosa —Hansol miró al chico haciendo una mueca de desagrado.

—También tenemos cerveza.

SeungCheol apretó sus labios. Siempre iba a tener tentaciones para beber, pero debía ser fuerte, todo lo que había pasado no podía ser en vano.

—Una gaseosa —Pidió SeungCheol, y por debajo de la mesa sintió la mano del castaño sobre la suya.

Era un ambiente grato, ya no había incomodidades entre SeungCheol y su papá, estaba contento por su examen, había terminado con sus terapias y todo iba bien con JiHoon. Las cosas no podrían ir mejor.

Después de comer estuvieron más de diez minutos esperando que les llevaran la cuenta, JiHoon se levantó y fue por ella. Un chico alto estaba detrás de la caja registradora.

—Queremos pedir la cuenta pero no llega nadie a la mesa —Le dijo JiHoon.

—Ahora te la paso.

JiHoon se afirmó en la mesa esperando, cuando levantó la vista el chico estaba perdido mirando algo o más bien a alguien sin decir nada, JiHoon se volteó para saber que ocurría y SeungCheol estaba levantado, riendo y moviendo sus manos.

El chico lo estaba mirando embobado.

—Si quieres puedo traerte un balde —JiHoon habló mirando al chico.

—¿Un balde? -Preguntó confundido saliendo de su trance.

—Para tu saliva.

—Es bastante guapo no puedo ignorarlo —Le sonrió al castaño apretando los últimos botones para sacar la cuenta.

—Eso lo sé.

—¿Eres su novio? —Preguntó arqueando una ceja, mirándolo fijamente.

Esa pregunta quedó en el aire para el pequeño, aunque a él le gustaban las formalidades y no los términos medios, SeungCheol no era su novio.

—Es mucho más que eso.

Escuchó la voz de SeungCheol a la misma vez que unas manos se colocaron en su cintura —Lo siento pero hace meses no estoy disponible.

—Oh... lo lamento —Habló el chico estirando su brazo para pasarles la cuenta.

—JiHoonie, vamos a la mesa, los chicos se tienen que ir —SeungCheol tomó el papel y la mano del menor caminando hacia la mesa.

—Ya me debo ir al trabajo, Cheol nos vemos en la casa. Adiós JiHoonie —El señor Choi se levantó y abandonó el lugar poco después de que los demás chicos se fueran.

Pidieron una gaseosa más y estuvieron en su burbuja de amor por unos minutos más, SeungCheol se levantó a pagar mientras JiHoon estaba afirmado a su brazo mirando con cierto odio al chico que estaba detrás de la caja registradora, le sonrió triunfante cuando SeungCheol pasó el brazo por su cintura.

Era su chico.

Y quizás podían mirarlo, pero hasta ahí.

Apenas iban saliendo del restaurante escucharon una voz a sus espaldas —¡Oye!

Ambos chicos se voltearon encontrándose con el mesero, quien tenía una botella de agua en la mano. Se acercó a ellos.

—Se te quedó esto —Le pasó la botella a JiHoon.

El castaño iba a decir que se equivocaba, no recordaba haber llegado con una botella de agua pero el chico apenas se la dio volvió al restaurante dejándolo con la palabra en la boca.

—Pequeño distraído —Dijo SeungCheol pasando un brazo por los hombros del menor.

Cuando llegaron a la casa de SeungCheol decidieron ver una película, Seungcheol había preparado las palomitas mientras JiHoon buscaba y acomodaba todo en la sala.

Y ahí estaban después de treinta minutos observando la televisión, perezosos sentados en el sofá de la sala, SeungCheol se entretenía levantando la mano del pequeño y jugando con sus dedos mientras miraba la pantalla.

—Tengo sed —SeungCheol se levantó dirigiéndose a la cocina.

JiHoon se inclinó hacia adelante en busca del control para detener la película en lo que llegaba SeungCheol, al ver la botella de agua en la mesa, su boca se secó así que la tomó.

Jugó con ella en sus manos y de pronto se fijó en un papel que estaba pegado a ella con una cinta, lo sacó y lo abrió. Se sorprendió al leerlo pero su mente trabajo rápido en todo lo que había pasado antes y ahora lo entendía.

"Estaré muy feliz si me llamas
xx-xxxxxxxx"

SeungCheol se sentó a su lado abriendo la lata de gaseosa y él dobló el papel rápidamente tratando de que no lo viera.

—¿Y eso? —Preguntó por lo que JiHoon tenía entre sus manos.

—Un papel —Respondió metiéndolo en su bolsillo del pantalón.

—Eso lo sé pero ¿qué es?

—Nada.

—¿Qué ocultas JiHoonie? —Entrecerró sus ojos tratando de intimidarlo de una manera juguetona y divertida.

—No es nada —Le sonrió nervioso.

—¿Seguro? —Preguntó una vez más.

No tenía por qué ocultarlo, no había hecho nada malo, el que ese chico le pasara su número no significaba que estaba pasando algo entre ellos. Sacó el papel de su bolsillo y lo enseñó.

El error de SeungCheol fue que soltó una risita provocando que JiHoon se molestara.

—¿Te lo dieron a ti? —Preguntó el mayor con una sonrisa.

—¿Piensas que nadie podría darme su número?

—No dije eso, cualquier chico estaría loco si no volteara dos o más veces a verte —Tomó el papel entre sus manos —¿Fue el chico del restaurante?

—Sí, venia en la botella —Respondió esperando ver los celos en el mayor.

—Se la paso mirándote todo el tiempo —Se recostó cómodamente en el sofá, con el papel aún en sus manos —Hasta me fije que tu plato era más grande que el mío, ahora lo entiendo.

JiHoon iba a responderle lo infantil que se escuchó eso pero al separar sus labios vio que SeungCheol rompía el papel.

—¡Cheol! —Estiró sus brazos pero ya era muy tarde para hacer algo.

—Oh, perdón —Se disculpó hasta que se dio cuenta de la situación —¿Querías su número?

—No, o sea, quizás lo quería y ni siquiera me preguntaste si lo podías romper.

SeungCheol lo miró fijamente doblando los pedacitos en sus manos —No entiendo porque querrías su número.

—Tal vez quería salir.

—Si quieres salir sólo debes decirme a mí y podemos ir donde quieras —Estiró sus brazos para relajarse mirando divertido al pequeño quien mantenía el ceño algo fruncido.

La actitud tan relajada de SeungCheol le estaba molestando, si se dio cuenta que el chico se lo había estado comiendo con la mirada y que le dio su número.

¿Entonces por qué no se enojaba?

El mayor colocó nuevamente la película y él se acomodó a su lado, un poco más separado.

—No debiste romperlo sin decirme antes —Reclamó nuevamente mirando el televisor.

—JiHoonie, te dije que si quieres salir a algún lado debes decirme y vamos —Dijo relajado.

—¿Y si quiero un beso? —Preguntó sin pensar.

SeungCheol giró su cabeza para mirarlo y se sentó bien para que su cara quedara frente a la de JiHoon evitando que viera la película.

—Puedes besarme cuando quieras, hasta sin preguntar, así me gustan más —Colocó su mano derecha en la cadera del pequeño para arrastrarlo hacia él —¿Por qué estás tan lejos?

—Cheol —Lo llamó.

—Dime.

—¿No te preocupa que otros chicos se interesen en mí?

—¿Debería preocuparme? —Le besó la punta de la nariz.

—No me respondas con otra pregunta.

—Está bien, ahora ya no tanto.

JiHoon pudo escuchar como una parte de su corazón estaba trizándose con esas palabras —¿Ya no tanto?

—Eres mío y me lo has demostrado muchas veces. No tengo razones para desconfiar de ti.

—¿Y si otra persona trata de enamorarme?

—Puede tratar pero no conseguirá nada. Yo trabajo muy duro para enamorarte todos los días —Sonrió tratando de que JiHoon también lo hiciera —Y sé cuánto te gusta que lo haga ¿verdad?

JiHoon no se contuvo y una sonrisa adorno sus labios. Se sentía protegido por SeungCheol y eso le encantaba.

—¿Verdad? —Insistió el mayor acercándose al rostro de JiHoon besando sus mejillas y nariz provocando cosquillas.

—Me gusta —Confesó retorciéndose bajo el cuerpo del mayor que a estas alturas estaba más encima del suyo buscando sus labios.

Quería entender porque SeungCheol no le daba un nombre a lo que tenían.

¿Quizás no le gustaban las formalidades?

Pero... ¿es que ni siquiera con él?

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