Capítulo 27
Las vacaciones de verano ya estaban finalizando y pronto comenzarían su vida universitaria, en otra ciudad, con nuevos compañeros.
Y compartiendo un departamento.
Ya estaba decidido, los padres de JiHoon y SeungCheol se encargaron de buscar un departamento adecuado para dos estudiantes, lo único que les preocupaba era que ninguno de los dos sabía cocinar, por lo mismo la señora Choi se estaba encargando de enseñarle algunas cosas a su hijo, hasta el momento iban bien con las ensaladas. Por otra parte JiHoon era un desastre en la cocina y eso no cambiaba a pesar de los intentos de su madre por enseñarle.
SeungCheol recibió una charla muy larga de SeokMin, hasta llamadas antes de ir a dormir repitiéndole que si no cuidaba a JiHoon no volvería a ver la luz del sol, demasiado exagerado pero por una parte hablaba en serio.
Los demás chicos, SeungKwan, Hansol, WonWoo, MinGyu y Joshua se matricularon en la misma universidad por lo que sus familias también estaban viendo dónde y con quién se quedarían sus hijos.
WonWoo y MinGyu se mudarían juntos en un departamento cerca de la universidad. Lo único diferente en la pareja es que MinGyu era un experto en la cocina y a WonWoo le gustaba demasiado el orden, no tendrían problemas.
SeungKwan estaría con su abuela materna y Hansol con un tío. El pelirrojo hizo un berrinche digno de un niño de cinco años cuando sus papás le dijeron que no se mudaría con su novio, no había sido porque tuvieran problemas con Hansol o no lo aceptaran, sino porque los departamentos cercanos a la universidad, en realidad a cualquiera de ellas, eran demasiado caros.
Mientras tanto, Joshua tenía un departamento solo para él.
—A JiHoon no le gusta dormir con la luz apagada —Dijo SeokMin por la línea telefónica —Odia la oscuridad.
—Sí, lo sé —Respondió SeungCheol sentado en su cama.
Hace una hora que SeokMin le estaba informando todo lo que debía saber de JiHoon, cosas que él ya sabía pero aún así lo escuchó por si algo se le escapaba.
—Sí lo tocas sin su consentimiento, estás muerto Cheol —Advirtió nuevamente.
—¿Es qué piensas que soy un violador?
SeokMin suspiró cerrando los ojos, cubrió su cuerpo con las mantas y se acomodó en la cama —Por una parte estoy tranquilo de que éste contigo pero por otra lo detesto, no estaré cerca de él, no podré saber si la está pasando mal allá, ni lo cuidaré si lo molestan. Quizás discuta contigo y no tenga a dónde ir, te odiaré con mi vida si le haces daño.
—Quédate tranquilo por favor, entiendo que te preocupes pero te aseguro que no le haré nada malo, no lo tocaré si él no quiere —Dijo SeungCheol tratando de tranquilizarlo.
—Y aunque él lo quiera tampoco lo hagas.
—SeokMin —Lo regañó en un tono suave.
—Para mí sigue siendo un niño pequeño —Se defendió el mayor.
—Y es por esa razón que te he escuchado durante una hora y por la que respondo tus llamadas a pesar de que ya sepa para qué son.
—Siento que eres amable y compresivo conmigo para ganarte a JiHoon.
SeungCheol soltó una carcajada —Soy amable contigo porque me caes bien y te entiendo, es normal que te preocupes por JiHoon ahora que estarán lejos, lo has estado cuidado por años.
—No le rompas el corazón SeungCheol, solo eso te pido —Dijo seriamente —Si en algún momento te gusta otro chico, termina con él sin hacerle daño, tampoco lo engañes porque será peor, no le mientas. Te digo todo esto porque lo conozco y sé que él no te haría algo así.
—Estoy enamorado de tu hermano —SeungCheol se recostó en su cama —Completamente enamorado y si por mí fuera, no me separaría nunca de él.
—Escucharte decir eso es lo único que me deja tranquilo.
—JiHoon es mi mundo, no haría algo para dañarlo, quiero cuidarlo, protegerlo y amarlo como se merece.
—Tampoco me digas esas cursilerías a mi Cheol, está bien dejarme tranquilo pero eso va para JiHoon.
SeungCheol comenzó a reírse y SeokMin se unió a su risa. Se quedaron un rato en silencio y SeungCheol miró el calendario arriba de su escritorio, solo faltaba una semana para irse de casa.
—No come los bordes del pan —Dijo de pronto SeokMin haciendo sonreír a SeungCheol.
—Bien, ¿Qué otra cosa no le gusta comer?
A las doce de la noche SeokMin se quedó dormido con el celular en la oreja, SeungCheol cortó la llamada cuando lo escuchó roncar. Dejó el celular en su mesita de noche y se levantó para cambiarse.
El celular comenzó a vibrar y sonrió al leer de quién se trataba.
—Hola precioso —Dijo SeungCheol sacando su ropa de dormir.
—¿Con quién hablabas tanto rato? Te estaba tratando de llamar pero me salía ocupado.
—Con tu hermano —Respondió quitándose la chaqueta.
—¿Te estaba molestando?
—No, me ayudaba con algunas cosas —En realidad lo hacía, con los regaños incluidos.
—¿Y qué estabas haciendo antes de que te llamara?
—Guardando mis cosas en las cajas —Miró su habitación, solo estaba su escritorio, la cama junto a la mesita de noche y alguna ropa que dejó afuera —¿Tú ya empacaste todo?
—La mayoría —Contestó JiHoon mirando a su alrededor, sentía algo de tristeza ver su habitación tan vacía.
—¿Qué te falta?
—Una caja para guardar mis peluches —Respondió JiHoon —Aunque no estoy seguro si llevarlos.
—¿Cuáles tienes en mente llevar?
—Los que me has regalado tú, el cachorro con su gorro de lana celeste, el de gato que ganaste en la feria, el oso que me regalaste después, le puse la cinta que te colocaste en el cabello cuando me pediste que fuéramos novios, y el cachorro tiene las orejas de conejo que cambie con los tickets.
SeungCheol sonrió al escucharlo —Llévalos, precioso.
—Me hace falta una caja.
—A mí me sobró una hoy, puedo llevártela ahora —Dejó sus pantalones tranquilos al considerar tener que salir de casa.
—¿No es muy tarde para salir?
—No te he visto hace cinco días.
—¿Es demasiado tiempo?
—¿Tú no me extrañas? Si dices que no quiero que sepas que mi corazón se romperá en miles de pedacitos.
—Necesito esa caja —Dijo JiHoon sonriendo.
—Me has partido el corazón en millones de pedazos.
—Te quiero ver —Confesó mirando sus zapatos.
—¿Tus papás ya están durmiendo?
—Sí pero puedo bajar.
—Bien, en diez minutos estoy ahí.
—Llámame cuando estes en la puerta.
SeungCheol cortó la llamada, sacó un suéter y tomó la caja, sus papás también ya estaban durmiendo por lo que tuvo que caminar con extremo cuidado por el pasillo y al bajar las escaleras, no quería despertarlos porque seguramente lo regañarían por estar saliendo tan tarde.
Cuando llegó a la casa de JiHoon, sacó el celular de su bolsillo para avisarle que estaba fuera pero la puerta se abrió y JiHoon saltó para abrazarlo.
—Te he extrañado mucho —Dijo el menor rodeándolo con sus brazos.
—¿Seguro?
JiHoon levantó su rostro del pecho del mayor —Claro que sí, no lo pongas en duda, nunca.
—Me dijiste lo contrario al teléfono —Acercó aún más el cuerpo de JiHoon para poder juntar la puerta principal.
—Era para que vinieras.
—¿Esa es mi sudadera? —Lo miró detenidamente cuando JiHoon se separó de él, tenía la capucha puesta y sus pantalones de pijama.
El castaño se miró la ropa y alzó la vista hacia el pelinegro —Es que te extrañé mucho estos días.
Sin esperar más, SeungCheol tomó los extremos de la capucha inclinando a JiHoon hacia él, el menor levantó sus talones y lo besó.
JiHoon cerró los ojos y dejó sus manos abajo, quietas, mientras SeungCheol lo sujetaba para que no se alejara, movía sus labios lentamente, al ritmo del mayor quién succionaba su labio inferior buscando el permiso para profundizar el beso, JiHoon abrió la boca y SeungCheol lo tomó de la cintura, podía sentir como sus piernas se debilitaban con el paso de los segundos.
—Te amo precioso —Murmuró SeungCheol besando la frente del bajito.
JiHoon lo rodeó con sus brazos apoyando la cabeza en su pecho —Te amo Cheol.
Y se quedaron allí, abrazados a la mitad en la noche en la puerta de la casa de JiHoon, escuchando el canto de los grillos y el viendo fresco del verano.
—Viviremos juntos —Comentó SeungCheol y JiHoon se alejó para mirarlo a los ojos, él tomó sus manos antes de que se alejara más.
—Lo sé.
—¿Estás nervioso por eso?
—La cocina será un desastre —JiHoon rió enseñando sus hoyuelos.
—No respondiste a mi pregunta.
—No estoy nervioso por vivir contigo, será algo nuevo —Contestó el menor —Demasiado nuevo, vivir fuera de casa, en otra ciudad y con mi novio.
—Mientras este a tu lado no te pasará nada malo —Dijo SeungCheol acariciando la mejilla del menor —Es una promesa.
—¿Tú estás nervioso?
—Ansioso —Respondió inmediatamente —Es muy posible que tengamos diferentes costumbres.
—Sé lavar la ropa y hacer el aseo —Dijo JiHoon formando una tímida sonrisa.
—Está semana mi mamá estuvo enseñándome a cocinar —Hizo una mueca con sus labios dando a entender que odiaba las clases.
—¿Cómo fue eso?
—Ya sé como calentar el agua.
JiHoon soltó una risa —Al menos podremos tomar café.
—Seguiré practicando esta semana, al menos para poder prepararnos un almuerzo decente —Llevo las manos de JiHoon hacia sus mejillas para después besarlas.
—Gracias por estar aprendiendo a cocinar.
—No puedo dejar que adelgaces demasiado por mi culpa.
JiHoon se acercó a SeungCheol apoyando sus brazos en los anchos hombros del mayor —No cambiara nada con este viaje, ¿Verdad?
—¿A qué te refieres?
—Habrán un montón de chicos —Dijo haciendo un puchero y frunciendo el ceño.
—No cambiará nada entre nosotros —Aseguró SeungCheol.
—Quizás no pasemos tanto tiempo juntos como en la escuela y en este verano.
—Buscaremos tiempo en nuestros horarios, además tendremos que vernos si o si en la mañana y en la noche antes de dormir —Esos tiempos con JiHoon nadie se los quitaría.
—Compraron un departamento con dos habitaciones —Comentó el pequeño afirmándose en el cuello de su novio para mirarlo a los ojos.
—Lo sé, mi mamá me contó que SeokMin fue el que más insistió en ello.
—¿A ti te molesta?
—Claro que no, precioso —Lo miró con ternura —Esta bien que tengas tu habitación pero si en algún momento quieres a tu almohada personal sabes que puedes buscarme.
—Eso quería escuchar.
Ambos sintieron un ruido y se miraron entre sí.
—Ve a seguir guardando tus cosas —SeungCheol levantó la caja pasándosela a JiHoon —Mañana vendré a verte un momento en la tarde.
—¿No quieres entrar un ratito? —JiHoon lo tomó de la mano abriendo la puerta.
—No creo que sea una buena idea considerando que tus padres y hermano están en casa.
—Será solo un minuto —Insistió JiHoon.
—Mañana vendré a verte —SeungCheol besó la mejilla de su chico y le sonrió. No quería que los padres de JiHoon pensaran mal de él por entrar a la mitad de la noche a su habitación, menos ahora cuando le tenían tanta confianza depositada.
Si cometía algún error, quizás todo los planes de la universidad y de vivir juntos se acabarían.
Espero a que JiHoon entrara y regresó a casa, miró la hora y se durmió apenas se cambió de ropa.
A las cuatro de la mañana el celular comenzó a sonar, sin abrir los ojos lo tomó y contestó.
—Sí te aprovechas de JiHoon te mato.
Escuchó la voz adormilada de SeokMin, soltó una risita y lanzó el celular lejos de él para seguir durmiendo.
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