Capítulo 21

Como SeungCheol dijo, comenzó a buscar psicólogos con la ayuda de los padres de JiHoon.

Ya habían intentado con uno, JiHoon se resistió en ir en la segunda terapia porque no le daba la suficiente confianza para decirle algo tan personal, así que tuvo que ser descartado.

Con el segundo psicólogo JiHoon apenas lo vio, un hombre grande y tosco se negó rotundamente a ir.

Con el tercer psicólogo las primeras terapias fueron llenas de lágrimas, SeungCheol iba por él cuando terminaban y pudo darse cuenta de ello, tuvo que quedarse en más de una oportunidad abrazándolo por largos minutos para que se tranquilizara. Pensó en decirle que si acaso quería buscar a otro psicólogo.

Pero como JiHoon seguía asistiendo sin decir nada, pensó que las cosas iban bien.

Hoy era día viernes donde JiHoon y SeungCheol se juntarían a ver una película en el cine antes de ir a la terapia.

SeungCheol lo vio a lo lejos y corrió hacia el menor.

—Hola precioso —Lo saludó con un beso en los labios —¿Quién te ha traído?

—Me asuste pensando que habías venido solo —Dijo acariciando la mejilla de JiHoon.

—Claro —SeungCheol le iba a tomar la mano pero JiHoon se apegó a él en un abrazo así que solamente rodeó sus hombros con un brazo mientras entraban al cine.

Eligieron una película y compraron palomitas de maíz con gaseosas para cada uno, por ser tan temprano no habían muchas personas en la sala.

Y JiHoon sonrió mientras todas las piezas del puzzle se unían, había visto lo que los chicos hacían en los cines; era la típica cita donde ir al cine era una excusa para poder besarse en la oscuridad.

Sería su primera vez haciendo algo así y la idea le gustaba.

Apenas tuvo el paquete de palomitas en las manos comenzó a sacar y apuntó dónde quería sentarse, inició la película y ya había pasado más de media hora.

¿Por qué SeungCheol no intentaba besarlo y parecía más interesado en la película que en él?

Hizo un puchero mientras observaba a SeungCheol, tiró de la chaqueta del mayor llamando su atención.

—¿Pasa algo? —Preguntó SeungCheol masticando una palomita de maíz.

JiHoon negó con la cabeza y SeungCheol se inclinó hacia él dejando un beso en su frente para luego mirar a la pantalla gigante.

La película continuó y JiHoon apoyó su cabeza en el hombro de SeungCheol, sacando más palomitas y llevándolas a la boca. Pasó su brazo por la cintura del mayor abrazándolo y movió su nariz en el cuello de SeungCheol tratando de que lo mirara.

—¿JiHoonie? —SeungCheol bajó su cabeza buscando al menor y sintió una mano en su nuca guiándolo a los labios de su novio.

El beso era lento, sin prisas, ambos sintiendo y amando las texturas de sus labios, combinando sus sabores junto al dulce sabor de las palomitas de maíz. SeungCheol acarició el rostro de JiHoon con ternura antes de alejarse.

JiHoon era muy expresivo con la mirada y pudo ver que algo tramaba entre manos —¿No quieres ver la película?

Las mejillas de JiHoon enrojecieron y negó tímidamente.

SeungCheol sonrió y se acercó a él robándole un beso, no se preocuparon por las pocas personas a su alrededor, sino más bien de sus labios.

—Te amo precioso —Susurró SeungCheol repartiendo besos en las mejillas y nariz del menor, JiHoon como respuesta lo acercó a él comenzando una tranquila y apasionada guerra de lenguas.

JiHoon sintió la mano de SeungCheol en su mejilla acariciándola con delicadeza.

—¿Te he dicho lo mucho que me gustan tus besos? —SeungCheol acarició con su dedo pulgar los labios del menor. Podía ver los brillosos ojos de JiHoon, ese brillo de enamorado que seguramente también tenía él.

JiHoon iba a sacar su libreta para responder pero SeungCheol lo detuvo.

—No necesito que me escribas lo que quieres decir —Reconocía muy bien las expresiones fáciles de su chico —Puedo verlas.

SeungCheol se inclinó hacia adelante tomando los labios de JiHoon por milésima vez, se habían hecho expertos besadores, nada comparado al primer beso torpe, lo mejor era que habían aprendido juntos.

La película siguió entre besos tranquilos, palabras dulces y miradas llenas de amor hasta que llegó la hora de irse a la terapia y SeungCheol fue a dejarlo.

—¿Tienes frío? —Preguntó SeungCheol tomando las manos de JiHoon.

El menor hizo un puchero y asintió.

—¿Quieres mi chaqueta? —Le sonrió y cuando JiHoon asintió de nuevo, se sacó su chaqueta pasándosela al menor.

Verlo con su ropa era una de las cosas más adorables del mundo porque JiHoon se veía aún más pequeño y era como si vivieran juntos, lo imaginaba. JiHoon tomando su ropa en vez de la propia para salir a la calle.

—¿Estarás bien? —Acarició sus brazos dándole un poco de calor.

De pronto la puerta de la sala se abrió y salió el psicólogo de JiHoon, el menor se despidió de su novio y se alejó de él.

Desafortunadamente para SeungCheol el psicólogo no era tan mayor como le gustaría que fuera, era joven, seguramente había terminado hace dos o tres años la universidad.

Pero lo importante aquí era JiHoon y no sus celos que querían salir cada vez que veía a su novio encerrarse en una habitación junto a otro chico por largas horas.

—Hola JiHoon —Lo saludó el mayor haciéndolo pasar.

SeungCheol observó cada movimiento, el chico le sonrió y cerró la puerta. Ahora tendría que ver qué haría durante las próximas dos horas.

—¿Qué tal si seguimos con lo de ayer? —Preguntó el psicólogo hablándole a JiHoon quien estaba sentado frente a él.

Y el castaño asintió lentamente juntando sus manos en su regazo.

Ya había pasado más de dos horas. SeungCheol salió un momento para comprar algo de comer y cuando volvió a la consulta vio la puerta donde estaba JiHoon abrirse.

—Este será nuestro secreto, ¿Está bien? —El psicólogo preguntó mirando a JiHoon y SeungCheol se quedó en la entrada observando y escuchando todo.

JiHoon asintió.

—Muy bien —El mayor pasó su mano por el cabello de JiHoon desordenándolo —Mira, te vinieron a buscar —Dijo mirando a SeungCheol. El pelinegro se acercó y abrazó a JiHoon por los hombros notando algunas lágrimas queriendo salir de su lugar.

—¿Todo bien? —Susurró mirando a JiHoon, el pequeño asintió.

—¿Nos vemos mañana, JiHoon?

El menor se hizo a un lado para darle una sonrisa al psicólogo y asentir. SeungCheol notó esto y frunció levemente el ceño.

Había algo extraño entre ellos dos y él no lo sabía.

—¿Cómo va lo del psicólogo? —Preguntó SeungCheol después de quince minutos caminando a la casa de JiHoon.

El castaño sacó su libreta para responderle.

—¿Te gusta el psicólogo o te gustan las terapias? —Preguntó casi en un susurro sintiéndose mal luego de hacerlo.

—No me hagas colocarme celoso —Bromeó aunque sentía una espinita clavando su corazón, imaginándose a JiHoon enamorado de alguien más.

SeungCheol lo abrazó mientras caminaban y llegaron a la casa del castaño. JiHoon lo tomó de la mano arrastrándolo para entrar pero SeungCheol se resistió.

—Debo irme, le dije a mis papás que me esperaran para cenar —Dijo SeungCheol bajando los escalones de la entrada de la casa.

Lo vio con su chaqueta y sonrió.

JiHoon no podía estar enamorándose de su psicólogo, solo con él tenía esas miradas dulces y traviesas a la vez, solo él podía besarlo y tomar su mano.

Pero la imagen de la consulta, con un secreto juntos, lo molestaba.

JiHoon demoraba en confiar en las personas desconocidas, en hablarles sobre su pasado y con este psicólogo las cosas iban tan rápido que le daba miedo.

JiHoon colocó el papel frente a los ojos de SeungCheol.

—Eso debería preguntarlo yo, ¿Todo bien? —JiHoon parecía confundido con la pregunta.

SeungCheol dio un paso hacia atrás mirando a su alrededor para luego fijar sus ojos en JiHoon —Escuché algo sobre un secreto entre tú y el psicólogo.

JiHoon asintió tranquilamente.

—¿Y qué es? —Preguntó sonriendo tratando de que JiHoon no se diera cuenta de lo celoso que estaba por eso.

—¿Yo no puedo saberlo? —Levantó ambas cejas.

—¿Por qué no? —Frunció el ceño.

JiHoon parecía no darse cuenta de lo mal que había colocado esa respuesta a SeungCheol.

—Ya debo irme a casa, entra, hace frío aquí afuera —Lo miró por unos segundos y se dio la media vuelta para regresar a su casa.

A lo más habrá caminado seis pasos y sintió a alguien abrazándolo por la espalda. Pasó sus manos por los delgados brazos que reconoció de inmediato, se volteó para mirarlo.

Y se repitió más mil veces que JiHoon estaba enamorado de él.

JiHoon enseñó el papel y SeungCheol se lo quitó de las manos arrugándolo.

—No te disculpes, no tienes por qué hacerlo —Bajó la mirada —Ve a casa.

—No precioso, no estoy enojado —Le sonrió mirándolo a los ojos —Pero ve a casa, aquí hace frío y te enfermarás.

—Pero me preocupas tú, quiero que tú estés bien —Murmuró SeungCheol.

SeungCheol no dijo nada, solo cerró por unos segundos.

—Solo dime que estás bien —No aguantó más y sus ojos se humedecieron cuando miró a JiHoon —Dime que esa persona no te está haciendo daño y que estás feliz con la terapias.

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