Capítulo 19
➡️ Para: Precioso 😙💕
JiHoon llamé a tu casa y me dijeron que no bajaste a cenar, debes alimentarte.
Enviado a las 21:00 p.m.
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¿Puedo llamarte?
Enviado a las 21:10 p.m.
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JiHoon, discúlpame por lo que hice.
Enviado a las 22:00 p.m.
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Por favor, contesta mis mensajes.
Enviado a las 22:15 p.m.
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Necesito hablar contigo, pedirte disculpas.
Enviado a las 22:30 p.m.
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Lo lamento mucho, estuve mal, no debí hacer nada pero me gustas y aparte de revolucionar a mi corazón, mi cuerpo también reacciona a ti, con tus besos y caricias. No lo pude evitar. 😔
Enviado a las 22:45 p.m.
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Recuerda que te quiero y que prometí cuidarte. No te haría daño, lo sabes, ¿verdad? ❤️
Enviado a las 22:58 p.m.
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Cuando quieras hablar estaré aquí, esperándote. ❤️
Enviado a las 23:05 p.m.
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Te quiero ❤️ por favor no te olvides de eso.
Enviado a las 00:05 a.m.
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Creo que ya debería ir a dormir. ¿Puedo soñar contigo? ❤️
Enviado a las 00:15 a.m.
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Ya te extraño 😔❤️ mi corazón necesita la curita de tu sonrisa.
Enviado a las 02:35 a.m.
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¿Estás despierto?
Enviado a las 02:40 a.m.
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No puedo dormir. 😭
Enviado a las 03:56 a.m.
Pasaron los días y no supo nada más de JiHoon, el menor no respondía a sus mensajes y cuando iba o llamaba a su casa le decían que estaba indispuesto así que no lo podía recibir, la cara de confusión de su familia le hacia saber que no tenían idea de lo que había ocurrido.
Tan solo necesitaba mirarlo y disculparse, decirle y asegurarle una vez mas que jamás le haría daño.
Necesitaba ver esos ojitos que le pedían a gritos que lo protegiera, que le decían que lo amaba más que a nada.
Debía esperar a que JiHoon se sintiera mejor, la espera se estaba haciendo eterna pero estaba seguro de que lo buscaría aunque fuera para decirle que terminaban.
Esperaba que pasara eso, no lo quería pero era una posibilidad.
—¡SeungCheol la pelota! — Gritó Hansol viendo como el equipo contrario, es decir, MinGyu se la robaba pateándola sin problemas.
—¿Qué? —Regresó a la realidad algo confundido.
—¿Qué demonios te pasa? —Se acercó a él con las manos en la cintura cansado de estar jugando hace más de una hora.
SeungCheol cerró los ojos y llevó una mano hacia su cara, frustrado, triste y enojado consigo mismo, se sentó en el suelo con el pensamiento de JiHoon ocupando toda su mente.
No podía estar tranquilo, lo estaba intentando, el haber aceptado salir con los chicos a jugar era para distraerse pero simplemente no lo conseguía.
Necesitaba a su pequeño junto a él.
—¿Qué pasa, Cheol? —Se acercó MinGyu junto a WonWoo.
—No he visto a JiHoon hace más de una semana —Habló cabizbajo.
—¿Terminaron? ¿discutieron? —Preguntó WonWoo.
—No terminamos, al menos no que yo sepa pero...
—¿Pero?
No podía contarles a los chicos, no podía decirles que sus besos subieron de tono y asustaron a JiHoon por un trauma del pasado donde fue abusado por unos idiotas, no podía estar ventilando un tema personal que no le pertenecía.
Debía inventar algo rápido.
—¿Ese no es SeokMin? —Dijo Hansol. SeungCheol levantó la mirada, SeokMin iba camino a la cancha de fútbol con los puños apretados y el ceño fruncido, se podía sentir su enojo a gran distancia.
Apenas alcanzó a levantarse del suelo cuando SeokMin estampó su puño en su rostro botándolo al suelo.
—¡Te dije que no le hicieras daño! —Gruñó SeokMin y los chicos lo sujetaron alejándolo de SeungCheol.
El pelinegro se levantó del suelo pasando su mano derecha por su labio roto, miró la sangre en sus dedos y alzó la mirada.
—¡¿Qué demonios le hiciste SeungCheol?! ¡Confié en ti! —Gritó enojado.
—Chicos déjennos solos —Pidió SeungCheol mirando fijamente a SeokMin.
—Pero SeungCheol... —WonWoo hizo una mueca con sus labios.
—Por favor —Miró a sus amigos —Estaré bien, no se preocupen.
—Yo no me largo, estaré cerca por cualquier cosa —Dijo Hansol mirando con el ceño fruncido a SeokMin, no le importaba pelearse si defendía a su amigo.
—Por favor Hansol, necesito hablar a solas con SeokMin.
Cuando los chicos se alejaron volvió a mirar a SeokMin, quien por primera vez estaba serio y no con la sonrisa que lo caracterizaba.
Pero tenía motivos para estar así.
—¿Qué fue lo que le hiciste? No baja a comer y no sale de su habitación —Habló SeokMin en un tono molesto.
—Puedo explicarte.
—Espero que tengas una buena excusa o no dudaré en romperte la cara SeungCheol, me puedes caer muy bien pero no voy a aguantar que le hagas daño a mi hermano —Se acercó al pelinegro, intimidándolo.
—No sé si sea la mejor excusa del mundo...
En un movimiento rápido SeokMin lo tomó del cuello de la camisa —Entonces prepárate a morir SeungCheol, te dije que no te acercaras si ibas a hacerle daño.
—Te diré la verdad, toda —Tragó saliva con dificultad —Suéltame y te lo diré todo —El agarre se fue soltando lentamente y Seungcheol arregló su camisa.
Se sentaron afirmando su espalda con las rejas de la cancha de fútbol. Le contó exactamente lo que pasó ese día con JiHoon, que ambos estaban durmiendo juntos y que cuando se besaron SeungCheol perdió el control haciendo que el pequeño se asustara y saliera corriendo de su casa.
Le dijo que sabía el por qué, que su madre ya le había contado todo lo que paso con JiHoon. Y también le aseguró que jamás le haría daño.
Estaba enamorado de JiHoon.
No podía lastimarlo, JiHoon se había vuelto lo más importante en su vida. Fue una estupidez lo que hizo y ahora lo estaba pagando de la peor manera.
—¿Cómo demonios eres tan bruto? —Regañó SeokMin luego de escucharlo, estaba más tranquilo que cuando llegó.
—Lo sé, arruiné todo —Inclinó su cabeza hacia adelante cerrando los ojos.
—Mis papás no lo saben —Comentó llamando la atención de SeungCheol —Solo están preocupados por él y encuentran extraño que no vayas a casa como antes.
—¿Qué fue lo que te dijo JiHoon?
—Él no me dijo nada, hoy día entre a su habitación y estaba durmiendo con un peluche pequeño que llevo a la casa cuando salieron a la feria, tenía las mejillas mojadas así que supuse que tú eras el culpable —Dijo en un tono tranquilo.
—Seguro que no quiere ni verme y lo entiendo —Sacó su celular leyendo todos los mensajes que le había enviado.
—Deben hacerlo en algún momento, siguen siendo novios, ¿No?
—Eso creo, yo no he terminado pero él no sé que quiera hacer.
—Dudo que quiera terminar contigo, eres importante para él aunque te hayas comportado como un prehistórico caliente —Rió con lo último que dijo.
SeungCheol sonrió ligeramente —Que lindo apodo tengo de mi cuñado.
—Es la forma de hacerte saber que tienes mi apoyo —Dejó caer su cabeza suavemente contra la pared.
SeungCheol lo miró sorprendido por las palabras —¿De verdad?
—Si hubiera sido cualquier otro estaría muerto en este momento y aunque fuiste un idiota, sé que no fue intencional, bueno, fue de caliente, caliente pero no con la intención de hacerle daño.
—Lo menos que quiero es hacerle daño y si no vuelve a confiar en mi... —Sus ojos se humedecieron de solo pensarlo —¿Puedes venir a matarme? —Forzó una sonrisa mirando a SeokMin mientras una lágrima traicionera se deslizaba por su mejilla.
—No me digas que estas enamorado —Sonrió burlón.
—No sería extraño, por JiHoon siento más que un simple cariño y lo veo más que como un noviazgo de adolescencia. Es la persona más especial que he conocido, por la cual he sentido las más grandes ganas de protegerlo, cuidarlo y amarlo. Quizás necesitaba este tiempo para darme cuenta de que si estoy enamorado de él porque jamás necesite tanto a alguien.
Miró a SeokMin y éste le sonrió.
—Por eso te digo, si JiHoon no quiere estar más conmigo puedes matarme, no me importaría.
—Me alegra demasiado que haya encontrado a alguien como tú —Dijo SeokMin golpeando el brazo de SeungCheol.
—¿Un prehistórico caliente?
SeokMin rió a carcajadas —No, no, a alguien que quiera cuidarlo como yo lo he hecho y aparte de eso lo ame tanto como tú lo haces.
—Tenía pensado ayudarlo para que volviera a hablar pero con esto... retrocedí todo.
—Puedes hacerlo aún, eres una persona especial en su vida y puede que te haga más caso a ti.
—¿Cómo es la voz de JiHoon? —Esa duda nuevamente volvió.
—Suave, dulce aunque cuando se enojaba podía hacer explotar sus pulmones gritando. Extraño escuchar su risa —Respondió SeokMin.
—Me gustaría escucharlo, aunque sea enojado o regañándome, sería la persona más feliz del mundo con un regaño suyo.
—Dile que vaya con un psicólogo, sé que te hará más caso a ti, ademas hace tiempo no vuelve a intentarlo.
—Ni siquiera sé que piensa de mi en este momento o si quiere terminar conmigo —Dijo desanimado. Si su torpeza había hecho retroceder lo poco que JiHoon había superado el trauma, jamás se lo perdonaría.
—Por caliente —Respondió sin más.
—Lo sé, no me lo recuerdes cada minuto.
—Es necesario —Sonrió mirando hacia el frente.
—SeokMin —Llamó SeungCheol.
—Dime.
—Me ha dolido el golpe en la cara —Pasó sus dedos por su labio y sintió lo hinchado que se había colocado. Soltó un quejido de dolor.
—Te pasa por bruto prehistórico caliente con mi hermanito menor, no esperes mis disculpas porque no habrán.
Lo entendía, SeokMin solo protegía a su hermano —Está bien.
—¿Quieres verlo? —Preguntó SeokMin después de un rato de silencio, SeungCheol se giró a mirarlo —Mis padres salieron y él debe estar durmiendo. ¿Quieres?
—Vamos —Respondió sin dudarlo.
En diez minutos llegaron a la casa de JiHoon, SeungCheol estaba nervioso y las manos le sudaban, las imágenes del menor la última vez que lo vio regresaron a su mente, cubriendo su cuerpo, protegiéndose de él, como si fuera alguien malo que le haría daño.
Si pasaba lo mismo esta vez, se le rompería completamente el corazón.
Porque eso significaría que no habría vuelta atrás.
—Sube —Dijo SeokMin —Yo estaré aquí abajo por cualquier cosa, por favor sé paciente y no tan bruto.
Debía admitir que subió las escaleras con miedo. Dudo en abrir la puerta cuando estuvo frente a ella pero en algún momento debían hablar y tenía muchas ganas de verlo.
Quería pensar que JiHoon se sentía igual.
Abrió la puerta y el aroma de JiHoon llenó sus pulmones, ese dulce aroma a frutillas que tanto extrañaba.
SeokMin estaba en lo cierto, cuando entró a la habitación vio a JiHoon dormido en la cama, en posición fetal, junto al peluche que había ganado en la feria. El peluche era pequeño pero lo apretaba con fuerza contra su pecho como si se lo fueran a robar.
Se veía tan tranquilo, tan indefenso, tan perfecto, tan hermoso.
Un nudo se fue formando en su garganta con cada paso que daba acercándose a la cama, temía de su reacción al verlo, miedo a que lo rechazara.
Trataba de pensar en lo que diría, cómo comenzaría pero tenía unas enormes ganas de simplemente abrazarlo y no soltarlo nunca más.
Se pasó los dedos por sus labios cuando sintió un sabor salado en su boca, sus dedos estaban rojos debido a que las lágrimas llegaron mojando la sangre seca del golpe de SeokMin. Se limpió rápidamente con su camisa y dirigió su vista hacia JiHoon.
Con cuidado de no despertarlo, se sentó en la cama, JiHoon se removió pero no abrió los ojos. No podía cometer otra estupidez así que lo único que hizo fue dejarle un beso en la mejilla y se quedó ahí, observándolo y cuidando sus sueños.
—Tu papá tenía razón, estoy enamorado de ti —Susurró mirando al menor durmiendo —No puedo estar lejos de ti, te necesito conmigo y necesito estar en tu vida.
Se inclinó hacia adelante acariciando su mejilla.
—No me saques de tu vida JiHoon.
Vio como los ojos del pequeño lentamente se abrían, alejó su mano y mordió su labio inferior cuando JiHoon comenzó a removerse despertándose y frotando sus ojos.
Se quedo completamente paralizado cuando esos pequeños ojos lo miraron fijamente, JiHoon se sentó en la cama sin quitarle la vista de encima, sostenía aún su peluche contra su pecho.
No sabía qué decir, qué hacer, si debía hablar o salir corriendo pero se quedo ahí, sentado en la cama.
El cuerpo de JiHoon se pegó al respaldo de la cama y dobló sus piernas llevándolas hacia su pecho.
Ese modo de defensa volvía, era como si se protegiera de SeungCheol, el cual le haría daño, era doloroso.
Los ojos de JiHoon estaban hinchados y rojos, seguramente por quedarse dormido mientras lloraba, su cabello estaba desordenado al igual que el cuello de la camisa, tenía ojeras y una mancha de saliva seca en el borde de su labio.
Aun así SeungCheol no encontró imagen más hermosa que esa.
Por su parte, JiHoon miró los ojos confundidos del mayor, su labio estaba roto y no pensó por qué podría estar así, no sabía si estaba soñando o era real.
—JiHoon —Habló suavemente.
Solo eso alcanzó a decir cuando el pequeño se lanzó hacia sus brazos, comenzando a llorar mientras lo abrazaba con fuerza, tal como lo hacía anteriormente con su peluche.
Las lágrimas de SeungCheol salieron sin detenerse, acomodó a JiHoon en su regazo y lloró junto a él hasta que ambos se sintieron liberados del dolor que había sido estar separados, haciéndose daño mutuamente cuando lo único que necesitaban era estar juntos.
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