Se encontraban haciendo las compras mensuales en el supermercado, arreglaron sus tiempos tanto como en el estudio y el trabajo para evitar los momentos de estrés.
También regresaron los viernes de películas, un momento de diversión y relajo para ambos.
JiHoon ya estaba en su cuarto año solo uno más y terminaría su carrera.
Ya no habían discusiones entre ellos, JiHoon tenía paciencia cuando SeungCheol le preguntaba por alguna cosa supuestamente "perdida" en la casa.
—Este cepillo se puede pegar en la pared —JiHoon agitó el producto en su mano sonriendo.
SeungCheol se acercó con el carrito de supermercado —¿Hay alguna pasta de dientes que haga lo mismo?
—No lo creo, nunca he visto algo así.
—¿Y si la pegamos con algo? —Sugirió el mayor.
—Esta bien, veremos en la casa.
—En la casa —Repitió con una sonrisa —En la casa —JiHoon reía al escucharlo decir tanto lo mismo.
—¿Qué tienes?
—Primera vez que dices solo "en la casa" siempre has dicho "en tu casa".
—¿No es mi casa también? —Preguntó con una sonrisa —Nuestra casa.
—Lo es pero primera vez que lo dices así de cómodo.
JiHoon rodó sus ojos —¿Qué más falta?
—Las verduras y frutas.
—Cierto.
SeungCheol llevaba el carrito mientras JiHoon iba a su lado mirando la larga lista que tenia en sus manos, tachando cada vez que encontraban algo.
—Cheol ¿puedes traer las manzanas? mientras yo veo las verduras.
—Sí.
—Recuerdas como se escogían ¿verdad? —SeungCheol asintió y se alejó del lugar.
A los minutos volvió con una bolsa de manzanas y un paquete de palomitas.
—¿Cómo es que apareces con palomitas cuando fuiste solo por manzanas?
—Hoy veremos una película —Dejo el paquete dentro del carrito fijándose en la barra gigante de chocolate que estaba allí —¿Y eso?
—Tengo ganas de comer chocolate —Contestó JiHoon revisando la lista de compras.
—Luego me das.
—Si quieres uno tu, vamos a buscar otro porque ese lo comeré todo.
—¿Tanto chocolate quieres? —JiHoon asintió —Bien, solo quiero uno pequeño para mí pero ¿no te hará mal comer tanto?
—Es que tengo ganas de comerlo desde el otro día pero me aguante hasta venir hoy al supermercado.
—Pequeño hambriento —Rodeó los hombros de JiHoon con su brazo mientras empujaba el carrito en dirección al pasillo de los dulces.
—Amor —JiHoon lo llamó mientras guardaban las bolsas del supermercado en el auto —¿Podemos pasar a comprar comida italiana? tengo ganas de comer lasaña.
—Claro, pasamos ahora.
JiHoon sonrió sacando un pedazo de chocolate llevándoselo a la boca al subir al auto.
Llegaron a la casa preparando todo para ver una película en la habitación, SeungCheol estaba sobre la cama viendo las películas disponibles y JiHoon subía con las palomitas.
Se acomodaron ambos en la cama, JiHoon de colocó de espalda hacia el mayor apoyado su cabeza en el pecho de su esposo mientras tenía el envase de las palomitas en sus piernas, SeungCheol pasaba sus brazos por la cintura del pequeño juntando sus manos en su abdomen.
—JiHoonie —Lo llamó con su mirada fija en la televisión —¿Estás comiendo de más?
—Lo mismo de siempre —Respondió el pequeño.
SeungCheol tocó el abdomen del menor, dándose cuenta que estaba más levantado.
—¿Estás seguro? —Insistió el pelinegro.
—Sí.
—Pero...
—¡Shh! Cheol déjame escuchar, mira ya lo van a matar —JiHoon miraba atento la película.
SeungCheol acarició nuevamente el abdomen del menor, sí, no era igual que siempre, miró a JiHoon sacando una palomita tras otra como si no hubiera un mañana.
Sus dedos comenzaron a deslizar la camisa del menor levantándola un poco, pero fue interrumpido por la mano de JiHoon bajándola bruscamente.
—Cheol ahora no quiero.
SeungCheol espero unos minutos para repetir la acción, subiendo lentamente la camisa.
—Cheol basta, a la noche si quieres pero ahora déjame ver la película.
—Ah bueno —Se quedó tranquilo mirando la película, no era lo que estaba buscando pero tampoco rechazaría esa oferta —Amor.
—¿Hmm?
—¿Te has pesado? —No pudo evitar soltar una risita ante su pregunta.
JiHoon giró lentamente su cabeza entrecerrando sus ojos —¿Me estás diciendo gordo?
—No amor, solo que... No sé como decirlo ¿tienes pancita? —El miedo en sus palabras era evidente.
—¿Qué? —Se bajó bruscamente de la cama levantando su camisa —Claro que no —Se quedó en silencio al ver su abdomen, el cual no reconocía —Dejaré de comer los chocolates, es más los botare ahora —Bajó corriendo las escaleras llegando a la cocina y comenzó a botar los chocolates que tenía.
SeungCheol llegó a su lado mirando como sacaba chocolates que ni siquiera él sabía que estaban ahí.
—Amor no te preocupes por eso, puedes seguir comiendo —Trató de tranquilizarlo.
—No, no, tienes razón.
—Si tienes ganas de comer solo hazlo.
—¿Dónde esta la pesa? —JiHoon lo ignoró subiendo las escaleras rápidamente.
SeungCheol entró a la habitación mirando como el menor se sacaba sus zapatillas subiendo a la pesa de vidrio.
—¡Como pude subir dos kilos tan rápido! —Se bajó de la pesa sentándose en la cama.
—Ni se notan amor —Se sentó al lado del castaño.
—Dijiste que tenia pancita —Dijo con un puchero.
—Sí pero no importa eso, me gustas así... gordito —SeungCheol le sonrió.
—¡Cheol!
—Está bien, no te enojes. Pero no debes preocuparte del peso, esta pancita es linda —Hizo que el menor se recostara para colocarse encima de él.
—Ya me dijiste gordo.
—Bueno tendrás pancita cuando tengamos hijos.
—Falta para eso.
—¿No puede ser ahora? un bebé parecido a ti.
JiHoon sonrió —Mejor a ti, uno con orejas y ojos enormes —Jugaba tomando las orejas del mayor estirándolas un poco.
—Un bebé como tú, ojitos pequeños y con esos hoyuelos bonitos —Repartía besos con cuidado en el rostro de JiHoon.
—Con tu cabello oscuro y que sea revoltoso igual a ti.
SeungCheol sonrió feliz al escucharlo.
JiHoon se levantó empujando al mayor a un lado —¿Qué estoy diciendo? No, debo terminar de estudiar.
—Pero podemos buscarlo —Sugirió SeungCheol.
—¿Buscarlo?
—Sí, ya sabes. Practicando.
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