Capítulo 30
Aunque tenían planeado ir a la casa de JiHoon primero, al llegar vieron a los padres de SeungCheol entrando a su casa asi que aprovecharon para ir a hablar con ellos antes.
SeungCheol abrió la puerta silenciosamente dejando las llaves sobre una mesa, sus papás se encontraban en la sala y JiHoon se había quedado detras de una pared donde solo lo podía ver SeungCheol.
—SeungCheol ya llegaste —Saludó su papá.
—Sí —Estaba nervioso y no sabía cómo empezar, nunca había llevado a nadie a su casa para presentarlo como su novio. JiHoon había ido miles de veces a su casa pero solo como un amigo y la única vez que dijo que salían había salido todo mal.
—¿Qué ocurre hijo? —A su mamá se le hizo extraño verlo parado sin moverse, ni decir nada.
—Mmm les quería presentar a alguien —JiHoon lo miraba tratando de no reirse, era divertido ver a SeungCheol tan nervioso por esto —A alguien que ya conocen, pero ahora es distinto —Se enrredaba en sus propias palabras.
—¿Tú entendiste? —Habló el señor preguntandole a su esposa.
—No, ¿cómo que nos presentarás a alguien que ya conocemos?
SeungCheol la escuchó y se dio cuenta de lo estúpido que había sonado —Es alguien con quien estoy salie... Mi novio —Soltó sin más, su padre bajo el periódico que sujetaba en sus manos y su madre se volteó, ambos lo miraron fijamente con un enorme signo de interrogación sobre ellos.
—¿Novio?
—Sí, es alguien que ya conocen —Dijo nervioso —JiHoon.
Su mamá frunció el ceño —¿De nuevo?
—SeungCheol sabemos que te gusta pero tambien sabemos que ese amor... Bueno no es mutuo —Dijo su papá volviendo a leer el periódico.
—¡Es verdad! —SeungCheol miró a su lado donde estaba JiHoon tapándose la boca para no reír, le hizo señales con la cabeza para que saliera.
—Tengo que ir de compras al supermercado ¿Encargarás algo? —Sus papás lo estaban ignorando hablando entre ellos.
JiHoon caminó hacía SeungCheol colocándose adelante de éste, quien le puso sus manos en sus hombros.
—Hola —Saludó el castaño con voz tímida —SeungCheol y yo si estamos saliendo.
Sus papás lo vieron y se quedaron en silencio, de pronto a la señora Choi se le formó una sonrisa en sus labios —¿Es en serio? —JiHoon asintió y se acerco a él para abrazarlo, se detuvo unos segundos antes —SeungCheol no te esta obligando o algo así ¿verdad?
—¡Mamá!
—No, no, no me esta obligando. Es verdad estamos saliendo —Recibio el abrazo de la señora, no podía estar más feliz en ese momento.
—Me alegro por ustedes y sabes lo que te queremos JiHoonie, siempre has sido parte de nuestra familia —Dijo el papá de SeungCheol.
—Muchas gracias.
—SeungCheol —Su mamá se dirigió a su hijo —Más te vale que lo cuides.
—Sí mamá —SeungCheol abrazo al menor por la espalda. Sabia que esto sería asi, su familia siempre le tuvo cariño a JiHoon.
Pero no sabía si sería así mismo en la casa de su novio.
—Vamos, tenemos que ir a tu casa ahora —Dijo SeungCheol tomando la mano de JiHoon. Llegaron así, juntos de la mano.
Fueron hasta la cocina, que era donde estaba la familia reunida.
—Mamá, papá, Chan... SeungCheol es mi novio —Soltó todo de una sin ni siquiera saludar, SeungCheol quedó helado mirando a las personas que tenían sus ojos fijos en ellos.
—Y-yo... —Maldita sea como les soltó asi a lo rápido sin prepararlos, de los nervios SeungCheol apretaba la mano de JiHoon.
—¡Oh! ¿es en serio? —Chan de levantó de la silla emocionado dando pequeños saltitos.
—Sí, estamos saliendo y bueno les tenía que avisar a ustedes —Su mirada estaba fija en sus padres.
—A mi me gusta —Habló el papá de JiHoon sonriendo —Me gusta como se ven.
—¿Entonces serás de mi familia? —Chan parecia el más emocionado con la noticia. SeungCheol asintió —¿Podremos jugar entonces mucho más?
—Claro que sí Chan —Respondió desordenando el cabello del pequeño.
—A mí no me gusta —Finalmente habló la mamá de JiHoon volviendo el ambiente tenso —JiHoon sabes que te he apoyado en todo, en tus estudios, en irte de la casa, en todo. Pero en esto no lo haré.
—Es SeungCheol, cariño, no es como si fuera un desconocido —Le habló su esposo tomando su mano.
—Lo sé y por eso mismo lo digo. SeungCheol sabes el aprecio que te tenemos pero no creo que seas el indicado para mi hijo. ¿JiHoon estás seguro de esto?
SeungCheol bajó la mirada, era algo que esperaba pero no pensaba que en realidad pasaría.
—Si mamá y necesito que me apoyes en esto —Pidió el castaño.
—No lo haré, JiHoon.
—Pero ¿Por qué no?
—Saldrás herido JiHoonie, ambos sabemos que... Bueno, hemos visto como llegan chicos a la casa de SeungCheol cuando no estan sus padres.
SeungCheol cerró sus ojos apretandolos.
Parecía que siempre iba a tener que cargar su pasado.
—Lo sé mamá...
—Señora —Interrumpió a JiHoon —Entiendo lo que dice, pero esta vez es distinto y-
—¿Qué será distinto? —Preguntó ella.
—A JiHoon lo amo, no lo haría sufrir. Lo juro. Se lo demostraré pero necesito su oportunidad de hacerlo, quiero estar junto a él.
—Lo siento SeungCheol, sé que seguirán juntos a pesar de lo que yo les pueda decir, aunque no me guste nada. Pero no cambiaré de parecer.
. . .
SeungCheol conducía en dirección al departamento de JiHoon quien lo miraba sin decir nada. Después de salir de la casa del menor ninguno de los dos había dicho alguna palabra.
El rostro de SeungCheol había cambiado, estaba triste. Y como no iba a estarlo, una de las personas más importantes para JiHoon no aprobaba su relación, no lo aprobaba a él.
Estacionó el auto afuera y apagó el motor del auto.
—¿Estás bien? —Preguntó JiHoon mirando el rostro de SeungCheol.
—Me odia.
—Claro que no, escuchaste que te tiene aprecio y siempre lo ha tenido.
—Pero me odia para ti.
—¿Quieres entrar un momento?
—No JiHoon —Se volteó un poco para mirarlo —Iré a mi casa.
—No quiero que te vayas así.
—Estoy bien —Le regaló una pequeña sonrisa al menor, JiHoon lo conocía desde que tenía ocho años y sabía que estaba mintiendo.
—Bájate —Dijo el menor abriendo su puerta dando la vuelta al auto para llegar a la puerta de SeungCheol —Anda bájate —Abrió la puerta del mayor sacándolo del brazo. Cuando estuvo abajo, abrió sus brazos rodeando a su novio dandole un cálido abrazo, SeungCheol lo correspondió sintiendo las pequeñas manos del menor en su espalda —Estará todo bien, no te preocupes por lo que paso. Estamos juntos y eso es lo que importa.
—Ya te dije que estoy bien —Se separaron tomándose de las manos.
—A mí no me puedes mentir, te conozco demasiado bien. Sé cuando estas triste o feliz y cuando mientes.
SeungCheol sonrió —Ella es tu mamá, es importante para ti. No es cualquier persona.
—No te preocupes por ella.
—Dios, es mi suegra y me odia.
JiHoon sonrió.
—No es justo, a ti mi familia siempre te ha querido.
—A ti mi familia también, pero entiéndela un poco. Piensa igual como yo pensaba, hasta que me demostraste lo contrario. Hace lo mismo con ella amor.
A pesar de lo triste y desanimado que estaba no pudo evitar sonreír por el hecho que JiHoon lo llamara así, pero prefirió no decir nada al respecto.
—Te ves mejor así, sonriendo —JiHoon acarició su mejilla.
—Me ganaré a tu mamá cueste lo que cueste, aunque tenga que preparar postres y llevárselos.
—No por favor, no. Con eso conseguirás que te odie —Rió el castaño.
—¡Oye! vale el esfuerzo —SeungCheol atrajo al menor apoyándose él de espaldas en el auto.
—¿Estás seguro que no te quieres quedar? —Preguntó nuevamente JiHoon.
—Seguro.
—¿Ni siquiera un ratito?
—Es que debo hacer tare... —Se interrumpió a sí mismo al darse cuenta de lo que JiHoon estaba tratando de decir —Me siento como tu juguete sexual.
JiHoon rodó sus ojos —Bobo.
—Aunque ahora si quiero entrar —Dijo coqueto.
—No, no. Ve a hacer tu tarea, nos veremos mañana.
—¿Quieres que pase por ti? —SeungCheol jugaba moviendo el pequeño cuerpo del castaño de un lado hacia otro.
—No, entro en la tercera hora así que me iré más tarde —Respondió el bajito.
—Podría venir a buscarte igual.
—No te preocupes, me iré solo.
—Puedo venir en mi descanso.
—No dejarás de insistir ¿verdad?
—No —Dijo sonriente —Eres mi novio y debo cuidarte.
—Está bien, pero ya ve a tu casa y me mandas un mensaje cuando llegues.
SeungCheol sonrió, no podía parecer más bobo enamorado. Le gustaba la atención que JiHoon tenía con él, ya no las sentía como las preocupaciones que tenía cuando eran solo amigos.
Sabía que había amor en sus palabras.
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