Capítulo 24
—Mamá ¿No puedes llevarlo contigo? —Preguntó una vez más.
—JiHoon por favor, solo serán dos días ¡Aparte es tu hermano!
Su mamá lo llamó temprano en la mañana para pedirle si Lee Chan se podía quedar en su departamento en lo que ella junto a su papá hacían un viaje de negocios.
El problema no era que tendría que cuidar a su hermano, ya que era un niño tranquilo y no le daría problemas, sino que había cogido un horrible resfriado que lo tenía en cama desde anoche, pero ni eso alcanzo a decirle a su mamá por teléfono.
Como era fin de semana fueron a dejar temprano al pequeño al departamento, JiHoon le abrió la puerta diciéndole que si quería comer algo pidiera una pizza o algo, para irse de nuevo a la cama.
Ni siquiera había ido al supermercado estos días.
Chan pasó la tarde entretenido jugando video juegos en la sala, mientras que JiHoon estaba en su habitación tratando de dormir un momento pero el malestar que sentía no lo dejaba tranquilo.
No quería ir a hospital, y era estúpido por la carrera que estudiaba pero odiaba que lo atendieran a él y mucho más que lo inyectaran. Prefería que el dolor pasara por sí solo.
SeungCheol llegó a su casa en la noche agotado, había tomado un segundo turno en el restaurante, antes le gustaba la idea de salir temprano por si iba a la casa de JiHoon a ver una película o hacer algo más pero ya no podía considerarlo. Era mejor ocupar el tiempo trabajando y así también ahorraba más rápido para tener una casa en el futuro.
Algún día.
Se estaba colocando su pijama cuando su celular sonó.
—SeungCheol ¿Puedes venir?
—¿Chan? —Preguntó confundido.
—¿Puedes venir? JiHoon no se siente bien y esta raro, no sé qué hacer —La voz del pequeño sonaba asustada.
—Tranquilo Chan, voy ahora —Colgó para después sacar ropa del armario.
Manejó hasta llegar a la casa de JiHoon, Chan le abrió la puerta y fue caminando detrás de él en lo que llegaban a la habitación de JiHoon, abrió la puerta y se encontró con el castaño sobre la cama, sus ojos estaban cerrados y solo algunas partes de su cuerpo estaban tapadas con las sábanas. Se acercó un poco más mirando su rostro sudado mientras se movía intranquilo.
Colocó la mano en la frente del menor comprobando que tenía la temperatura alta.
—Chan ¿Me traes un poco de agua y toallas? —Se volteó mirando al pequeño.
—Sí —El menor salió de allí en busca de las cosas, mientras SeungCheol buscaba en la habitación algún termómetro. Si tenía mucha fiebre tendría que llevarlo al hospital.
Encontró uno y lo colocó bajo el brazo de JiHoon mientras se seguía moviendo y susurrando cosas que no lograba entender.
38°C indicó el termómetro cuando lo revisó, no lo llevaría al hospital ya que eso lo podía hacer bajar él, se levantó abriendo un poco la ventana, el ambiente caluroso no ayudaba en nada.
Levantó un poco su cuerpo de la cama tratando de quitarle el suéter que tenía —JiHoon ayúdame.
—Tengo hambre —Susurró JiHoon con sus ojos cerrados levantando débilmente su cuerpo.
Dios, no.
SeungCheol no tenía la mayor idea de como cocinar, ni siquiera podía calentar agua.
Tomó una de las toallas que Chan había llevado colocándola sobre su frente, vio a la puerta y Chan estaba ahí mirándolo algo espantado la escena.
—¿Está bien? —Preguntó el pequeño jugando con sus dedos.
—Sí, esta bien solo es algo de fiebre.
Chan camino acercándose a él mientras miraba a JiHoon —¿Lo podrás sanar? —Su voz era baja y tierna. Era normal que se preocupara de su hermano y Chan siempre fue muy cercano a JiHoon.
—Eso trataremos ¿Puedes afirmar la toalla en su frente? —Le pidió dándole una sonrisa.
—SeungCheol no te vayas —Habló el pequeño —Aún no lo has sanado.
—Iré a comprar medicina y comida, solo quédate aquí cuidándolo. Ese sera tu trabajo ¿sí? Luego yo me encargaré.
Chan asintió y salió de la habitación, tuvo que ir a comprar ingredientes para preparar una sopa. No tenía la mayor idea de que llevaba en la bolsa, la vendedora le había pasado más de diez cosas y no sabia si tenía que ocuparlas todas al mismo tiempo o por separado. Llegó al departamento colocando todo de una vez en una pequeña olla con un poco de agua, mientras todo se cocía fue a la habitación de JiHoon, Chan se había quedado dormido afirmando la toalla en la frente de su hermano.
Tomó en sus brazos al pequeño llevándolo a la sala y lo acostó en un sofá, lo cubrió con una manta y fue a ver la comida, pensó que seguramente estaría lista así que, confiado, la sirvió en un plato. Caminó a la habitación de JiHoon dejando la sopa sobre la mesita de noche, seguía dormido, cambió la toalla que estaba en su frente para refrescarlo con una nueva.
—JiHoon, JiHoonie —Lo movió tratando de despertarlo —JiHoonie debes comer, anda despierta —Lo ayudó a sentarse sobre la cama colocando una almohada en su espalda.
JiHoon tenía sus ojos entrecerrados, acercó el plato bajo su mentón mientras sacaba un poco de comida en la cuchara, la sopló y la llevó a la boca del menor.
Esperaba que no estuviera mala.
JiHoon abrió la boca recibiendo la comida, quedándose quieto y abriendo un poco más sus ojos al sentir el sabor en su boca. SeungCheol esperaba alguna reacción, que masticara o vomitara cualquiera de las dos, pero temía más que pasara la segunda opción.
—¿Está mala? —Preguntó mirando la expresión de JiHoon —Llamaré a mi mamá para que me ayude por teléfono —Iba a levantarse cuando la mano de JiHoon lo detuvo haciéndolo volver a su posición.
—Esta bien, el sabor esta bien —Cerró sus ojos comenzando a masticar con dificultad, algunas verduras aún estaban crudas y no tenía idea que le había puesto para que tuviese un sabor tan raro.
Pero debía hacerlo, después de todo SeungCheol estaba ahí siendo que no tenía ninguna obligación.
No sabía cómo, pero había terminado toda la comida, SeungCheol le entregó una pastilla junto a un vaso de agua, luego lo ayudó a acostarse nuevamente, el sueño rápidamente estaba apoderándose de su cuerpo.
SeungCheol se levantó de la cama para ir a dejar las cosas en la cocina pero sintió un pequeño tirón, se volteó mirando la mano de JiHoon afirmándose de su suéter.
—No te vayas, por favor —Susurró JiHoon apretando su mano con la poca fuerza que tenía.
Se sentó nuevamente en la cama mientras tomando su mano dejando suaves caricias —No me iré, tranquilo. Duerme.
Pasaría la noche ahí, cuidándolo. JiHoon estaba teniendo una noche horrible, despertaba cada media hora quejándose un rato para volver a quedarse dormido.
En toda la noche no había soltado la mano del pelinegro.
SeungCheol limpiaba el sudor de su rostro con cuidado y se le hizo imposible no acercarse más de lo que debía. No se cansaría de verlo, de ver lo bonito que era. Se veía tan indefenso, como un bebé.
Se sentía en completa calma junto a él, había olvidado lo agotado que sentía su cuerpo después del trabajo, olvidó sus preocupaciones en la universidad o cualquier otro problema que tuviese.
Olvidó que JiHoon no lo amaba como él lo hacía, como aún hacia latir locamente su corazón y las ganas inmensas que le daban de besarlo cada vez que lo veía. Como ahora.
Olvidó que JiHoon merecía a alguien mejor, que quizás estaba en lo cierto, tal vez encontraría a alguien mejor que él.
Quería ser egoísta y pensar que JiHoon estaba destinado para él, para estar a su lado.
Dicen que si le dices algo a alguien mientras duerme, esas palabras quedan en su subconsciente —Te amo —Susurró. No perdía nada con intentarlo.
—Te amo SeungCheol —JiHoon habló con sus ojos cerrados asustando a SeungCheol.
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