Capítulo 4

"Sería un logro robarte una sonrisa y admirar como ilumina el mundo.

¿He dicho que adoro tus hoyuelos?"

JiHoon retiró la nota pegada en su casillero y se sacó la mochila para guardarla en alguno de sus cuadernos.

Mientras SeungCheol caminaba por los pasillos después de escuchar el regaño de sus amigos apenas había llegado en la mañana, dobló en una esquina viendo a lo lejos a JiHoon, no encontró mejor lugar para hablar que ese, además Hansol y MinGyu lo iban persiguiendo —¿Otra vez? —Preguntó acercándose al pequeño.

—¿Quieres leerla frente a todos de nuevo? He traído un megáfono por si quieres subirte en alguna mesa —Dijo sin mirarlo, sacando los libros de su casillero —¿Y te has dado cuenta que llegue hace cinco minutos? No pude habérmela enviado a mí mismo.

—Sé que no la has escrito tú, tranquilo, por lo del otro día, sé que no debí decir todo eso —Se disculpó.

—¿Sabes por dónde te puedes meter tus disculpas? —Dijo enojado recogiendo el libro que se le había caído al suelo.

—No seas grosero y perdóname —Exigió el mayor.

—Vete a la mierda SeungCheol.

—Bien, me he disculpado, cumplí con lo que debía hacer, que tú no las aceptes no es mi problema.

—Así es —Lo que menos le importaba era una falsa disculpa y falsa porque sabía que lo volvería a hacer.

El mayor miró al pasillo, Hansol con MinGyu lo miraban fijamente, esperaban las disculpas y ver al menos una sonrisa en JiHoon.

Eso le habían pedido, más bien exigido.

SeungCheol aún no sabía cómo iba a hacerlo sonreír, recordaba aún la última vez que lo hizo, había sido hace más de tres años por lo que las posibilidades de lograrlo ahora eran casi nulas.

Aún así había buscado chistes por una página de internet como su último recurso.

—Perdóname —Rodó sus ojos ya que JiHoon no lo miraba.

—Vete de aquí.

SeungCheol se afirmó contra uno de los casilleros —Sé que muchos chicos se han fijado en ti ¿sí? Y si he hecho algo con ellos, tiene justificación.

—¿Justificación? —JiHoon cerró su casillero de golpe —Escucho, qué estupidez inventaras.

—No es ninguna estupidez —Alzó ambas cejas —Lo he hecho para protegerte.

—¿Se podría saber de qué? —Acomodó la mochila en sus hombros y se cruzó de brazos.

—Tú no tienes experiencia alguna —Dijo tranquilamente mirando al pequeño.

—Si no tengo experiencia es por tu culpa, idiota.

—Y los chicos de hoy en día solo te buscan para una cosa —Arqueó una ceja.

—¿Para tener sexo? —Preguntó JiHoon frunciendo su ceño —No todos son como tú, Cheol.

—¿Eso debería dolerme? —Preguntó algo enojado.

—Problema tuyo, es tu vida —Las relaciones amorosas y fugaces que tenía SeungCheol no era algo que le quitara el sueño —Además es mi problema si quiero que me busquen para eso.

—Tu no estarías con cualquiera y menos para meterte en su cama —Apretó sus puños y Hansol desde lejos se fijó en ese detalle.

—¿Tú que sabes? —Preguntó enojado.

SeungCheol sonrió de lado —Te conozco demasiado, sé lo romántico y odiosamente cursi que eres, recuerda que he leído todas tus cartas de amor en la secundaria junto a Hansol —Habló y JiHoon bufó, sabía que no iba por buen camino —Por eso lo he hecho.

—Está bien, supongamos que en un mundo paralelo, te creo, supongamos.

Para SeungCheol parecía ir todo bien encaminado a un perdón —Ajá.

—Nadie te lo pidió —Relajó completamente su rostro mirando a SeungCheol directamente a los ojos.

—Sin querer tú me lo pediste, inconscientemente.

—¿Qué? —No entendía cómo es que SeungCheol podía tener tanta imaginación y respuesta para todo —¿Estuve en coma y te lo pedí acaso?

—No exactamente, tus acciones me lo pidieron a gritos.

—¿De qué hablas ahora?

—Me refiero a lo nervioso que te colocabas con los idiotas que te llamaban la atención, no eran para ti, no si te comportas de esa forma.

—Es obvio que me ponga nervioso si alguien me gusta.

—Es que yo los conocía y sabía que no eran buenos para alguien como tú.

—¿Alguien como yo? —Preguntó el pequeño, se estaba comenzando a enojar por esta conversación.

—Tranquilo, hasta aburrido —Dijo sin pensar y JiHoon cerró sus ojos aguantándose las ganas de golpearlo o de llorar —Perdón.

—¿Sabes que de veinte palabras que salen de tu boca, dieciocho son para joderla y dos para pedir perdón?

—¿Puedo comenzar de nuevo?

Se miraban fijamente a los ojos pero de pronto JiHoon desvió la mirada a algo, más bien, a alguien que aparecía por la espalda de SeungCheol, inmediatamente una sonrisa adorno su rostro haciendo aparecer sus hoyuelos.

—Hola JiHoon —Saludó SeokMin pasando por su lado.

—Hola.

Y JiHoon se hubiera volteado por completo para mirar a SeokMin hasta que desapareciera del pasillo si no fuera porque una mano en su muñeca se lo impidió.

—Suéltame —Liberó su muñeca de la mano de SeungCheol y su rostro de enojo volvió en un segundo.

—¿Qué ha sido eso? —SeungCheol frunció el ceño mirando al castaño.

—¿Qué ha sido qué?

—Tu cara, la cara que tenias hace tres segundos antes de volver a mirarme.

—No sé a qué te refieres —Debía restarle importancia o SeungCheol haría todo lo posible por alejar a SeokMin de él.

Cuando JiHoon miró su celular, SeungCheol se volteó mirando a los chicos, Hansol llevó dos dedos a su muñeca dónde estaba su reloj, apurándolo.

—Me gusta como te queda esa camisa —Elogió SeungCheol de pronto, esperanzado de que JiHoon sonriera ante el cumplido.

—Gracias —Dijo tocándose su camisa para luego alzar la mirada y fruncir el ceño —¿Qué quieres?

—¿Es que no puedo solo decirte un cumplido?

JiHoon hizo una mueca extrañaba ante tal actitud, SeungCheol no era así —Debo irme a clases —Caminó por el lado del mayor pero éste lo detuvo antes de que se alejara demasiado.

—¿Qué le dijo un cable a otro cable? —Recordó el primer chiste que vio en internet.

—¿Qué? —Preguntó confundido.

—¿Qué le dijo un cable a otro cable? —Repitió SeungCheol.

JiHoon rodó los ojos —¿Qué le dijo?

—Somos los intocables —Respondió esperando que JiHoon sonriera.

Pero el rostro de JiHoon ni siquiera se inmutó por aquel chiste.

—¿Cuál es el colmo de un enano? —Preguntó y JiHoon se cruzó de brazos arqueando una ceja —Que un policía le diga alto.

—¿Te has dado cuenta que aquí no están los chicos para salvarte? —En realidad lo estaban, atentos para evitar cualquier ataque del pequeño.

—¿Qué hace una vaca en un camino? —Intentó nuevamente.

—¿Qué hace?

—Vaca-minando —Dijo divertido y JiHoon se le quedo mirando confundido —¿Lo entiendes? Camina, la vaca camina por el camino.

—Yo me largo de aquí —Dijo JiHoon negando con la cabeza.

—Espera, espera, uno más —Lo detuvo colocándolo de espaldas contra uno de los casilleros y subió sus brazos a los costados del pequeño para que no pudiera escapar —Qué le dice un pollo policía a otro pollo policía.

—¿Qué le dice?

—Necesitamos apollo —Soltó una pequeña risita pero el rostro de JiHoon seguía serio —Te juro por mi vida que tengo uno mejor.

JiHoon se agachó pasando por debajo del brazo de SeungCheol, escapándose de allí.

—Adiós —Caminó lejos del mayor.

—¡Había un tomate en la discoteca y dijo póngame una salsa y lo aplastaron! —Exclamó el pelinegro haciendo que varias personas se voltearan a mirarlo pero eso era lo que menos le interesaba.

No si era para salvar su vida.

Y tal vez para verlo sonreír.

—¡Idiota! —Gritó JiHoon sin voltearse con una sonrisa en sus labios que SeungCheol no pudo ver, pero si los chicos.

Cuando JiHoon dobló hacía otro pasillo, Hansol y MinGyu salieron de su escondite, SeungCheol los miró con algo de miedo, preparado para correr.

—¡A clases Cheol! —Gritó Hansol del otro extremo.

—¿Sonrió? —Preguntó y MinGyu asintió.

Hubiera pagado para ver esa sonrisa, pero no iba a ser la última vez que intentaría acercarse al pequeño.

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