Capítulo 10

Habían pasado más de tres semanas desde que terminó su relación, SeokMin ni siquiera lo miraba ahora, eran completos desconocidos pero en realidad nunca lo vio como algo serio y eso era lo que más le molestaba a JiHoon.

Pero había otra cosa que le dolía.

Y ese era SeungCheol.

Si bien no eran los mejores amigos, en mayor siempre estaba ahí para él, molestándolo, arruinando su felicidad, haciéndolo reír aunque lo negara pero desde la pelea con SeokMin había dejado de hablarle y supuso que era porque no le creyó cuando le dijo la verdad en los camerinos.

Aún así, para JiHoon estaba siendo demasiado dramático.

Trató de hablar con él más de veinte veces pero se le hacía imposible, llegaba a la universidad con DoYoon, en los recesos comía algo con él y se iban juntos.

Y sí, tenía rabia porque ese chico se la pasaba colgado de su brazo o cuello, no los había visto besándose nuevamente pero si dándose abrazos o caricias. Estaba bien que tuviera novio pero no debía olvidarse de sus amigos, ni siquiera hablaba con los chicos.

—Estoy seguro que me odia —Comentó JiHoon llegando a la universidad viendo cómo SeungCheol se bajaba de su auto junto a DoYoon.

Las heridas habían sanado rápidamente, solo se le notaba en el labio un corte que aún no desaparecía.

—¿Quién? —Preguntó SeungKwan caminando a su lado —¿SeungCheol?

—No, DoYoon —Contestó viendo a la pareja pasar frente a ellos, SeungCheol lo miró por un segundo sin ninguna expresión en su rostro pero DoYoon le corrió la cara para que lo mirara a él.

—A mí me parece un chico agradable.

—Está separando a SeungCheol de sus amigos.

—¿De qué hablas? —SeungKwan dejó de caminar —SeungCheol sigue siendo el mismo de siempre.

—Claro que no, ya ni siquiera se acerca en los recesos —Exclamó enojado, vio la expresión de su amigo y relajó su rostro —No se acerca cuando estoy yo.

SeungKwan se quedó en silencio.

—¿No se acerca por mi? —Preguntó frunciendo el ceño —¡Pero que le pasa a ese idiota! —Entró corriendo por los pasillos, vio la nota pegada en su casillero pero después la leería, debía encontrar a SeungCheol antes de que entrara a clases.

Encontró a DoYoon saliendo del baño y se paró frente a él.

—¿Dónde está SeungCheol? —Preguntó JiHoon.

—¿Para que lo necesitas?

JiHoon apretó sus puños —Dime dónde está.

—Mi novio está ocupado ahora —Contestó cruzándose de brazos —Ya no lo molestes, ha tenido suficiente de ti y tú inmadurez.

JiHoon vio un pie asomándose en el baño y retrocedió cuando escuchó a DoYoon hablar, pasó por su lado y entró cerrando la puerta con seguro.

SeungCheol estaba frente al espejo, mirándose la herida en el labio y con la mochila en el lavamanos.

—¿Ahora me evitas por ese chico? —Lo enfrentó el castaño.

—¿De qué estás hablando? —Se volteó a mirarlo.

—No te hagas el confundido, sabes bien a qué me refiero —JiHoon caminó hacia el pelinegro —Desde la pelea con SeokMin dejaste de hablarme, de mirarme y todo por ese chico de afuera.

—DoYoon no tiene nada que ver con eso, te dije una verdad, tú no me creíste y luego te diste cuenta que no mentía ¿Me has dicho algo acerca de eso?

—¡He querido pedirte disculpas pero te la pasas con ese chico!

—Me la pasó con él porque es mi novio —Contestó tranquilamente SeungCheol —Aún así, pudiste haberte acercado.

—No hablaré contigo mientras ese chico está metido en tu cuello, oliendo como si fuese un perro.

—JiHoon —Lo regañó con voz firme.

Pero JiHoon se cruzó de brazos y miró hacia un costado con el ceño fruncido, solo faltaba que golpeara el suelo con el pie para ver nuevamente las pataletas que le hacía a su mamá cuando no le compraba un helado que tanto quería o cuando Hansol hacía una travesura y lo regañaban a él.

Su pie golpeó el suelo y SeungCheol sonrió.

—Ese chico te está separando de sus amigos y comenzó conmigo —Murmuró JiHoon.

—DoYoon no ha hecho nada.

JiHoon miró al mayor y apretó sus dientes, debía aprovechar que ahora estaban solos —Lo siento mucho, por lo de SeokMin y por no créete en los camerinos.

SeungCheol se quedó callado esperando a que continuara y JiHoon rodó los ojos.

—Lamento que te pelearas a golpes con él por mi culpa.

—No fue por ti, fue porque mentía.

—Lamento que pelearas a golpes con él, no por mi culpa —Corrigió haciendo sonreír a SeungCheol —Tenías razón.

SeungCheol dio un paso más quedando muy cerca de JiHoon, el pequeño alzó la mirada para no mirar el cuello donde DoYoon se colgaba todos los días —Siempre tengo la razón, JiGoon.

—Eres un odioso, SeungYeol —Había regresado el SeungCheol de siempre.

JiHoon miró el rostro del pelinegro con la herida en su labio, estaba tan cerca que podía ver cada detalle, su lunar, sus pestañas, la forma de su boca, cada centímetro.

—Solo queda una —Habló JiHoon refiriéndose a la herida en su labio inferior.

—Ha costado que desaparezca —Susurró SeungCheol mirando al pequeño —Por más cremas y aceites que le ponga DoYoon.

JiHoon frunció levemente el ceño con escuchar su nombre.

—Quizás no ha probado todas las cosas.

—¿Qué falta?

JiHoon no supo cómo, ni por qué cerró sus ojos y levantó sus talones para besar la comisura de los labios de SeungCheol, se quedó ahí segundos que fueron eternos años para él.

Cuando sus pies se cansaron iba a bajarlos y separarse pero SeungCheol deslizó su brazo rápidamente por su cintura, abrazándolo y evitando que terminara aquel momento. Él decidió colocar sus manos en los hombros del mayor para no caer.

En un momento abrió los ojos, SeungCheol estaba con su rostro relajado haciendo descansado sus largas pestañas.

Su corazón en ningún momento se aceleró, en ningún momento sus manos sudaron como ocurría cuando le gustaba un chico.

Y era porque SeungCheol no le gustaba.

Quiso ignorar las palabras de la semana pasada de SeungKwan acerca del verdadero amor, donde explicó que al encontrarlo el corazón no debía estallar, no debían haber nervios, ni nada que acelere tu cuerpo. Cuando se encontraba el verdadero amor la calma invadía cada una de tus células y no importaba nada más qué esa persona que estaba junto a ti.

SeungCheol no le podía gustar por muchas razones, comenzando porque eran completamente diferentes y terminando porque tenía novio.

DoYoon.

Ahora entendía porque se la pasaba como un perro oliéndolo, había olvidado el aroma tan masculino que tenía SeungCheol, conocía su perfume, siempre usó el mismo desde que cumplió dieciocho años.

Y aunque tuviera novio, se sentían tan bien sus labios. JiHoon movió lentamente su cabeza para tener más contacto en los labios ajenos pero comenzaron a golpear la puerta del baño haciendo que se separaran.

JiHoon fue a abrirla y un chico desconocido entró a uno de los cubículos.

—Debo irme a clases —Dijo JiHoon rápidamente saliendo del baño con su cabeza hecha un desastre.

Pasó por su casillero y sacó la nota.

"No te imaginas lo que quiero cuidarte, mimarte, besarte y entregarte todo mi amor.

Quiero ser tú nunca había sentido esto por alguien.

¿Se podrá?"

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