ú n i c o ♡

—Te pagaré el próximo mes, lo prometo.

—¿Todo? —Preguntó SeungKwan.

—S-Sí —Tartamudeó y el pelirrojo desconfiado arqueó una ceja, aclaró su garganta y volvió a hablar con más seguridad —Lo haré.

SeungKwan guardó el cambio y lo miró sin decir nada antes de volver a su habitación.

JiHoon sabía que debía buscar otro empleo, uno con el que pudiera cubrir todas sus necesidades, hace cuatro años se había mudado a la capital con uno de sus mejores amigos para ingresar a la universidad y juntos alquilaron un piso que quedaba cerca del metro, nunca tuvo problemas con el dinero, gracias a sus buenas calificaciones obtuvo becas que lo ayudaban con las mensualidades, además tenía un trabajo de medio tiempo como mesero en una cafetería para la renta y otros gastos necesarios.

Pero todo se complicó cuando bajó las calificaciones y le quitaron las becas, hace tres meses SeungKwan estaba pagando toda la renta del piso y él utilizaba el dinero que ganaba como mesero para la universidad.

No podía seguir así.

Tampoco quería pedirles dinero a sus padres, ellos ya habían hecho suficiente por él, tenía veintitrés años, era un omega que debía y podía valerse por sí mismo y dejar de chuparles la sangre como si fuese un vampiro.

Lamentablemente para su mala suerte era difícil encontrar un empleo en que le pagaran lo que necesitaba sin tener un título universitario o experiencia.

¿Cómo demonios había empresas que pedían a gente joven con experiencia?

¿De dónde debía sacar esa experiencia?

¿De un huevo de chocolate con sorpresa?

Dispuesto a realizar todas las entrevistas que fuesen necesarias, hablar con quien fuera e incluso llorar para obtener el empleo, ya que había llevado en su bolsillo gotitas para los ojos, salió del edificio esperanzado de que regresaría con una sonrisa.

Iba a obtener un buen empleo, uno que le pagara lo suficiente para seguir sobreviviendo en la ciudad.

Entró a tiendas de mascotas, de flores, librerías, a las cafeterías más concurridas, hasta tomó el valor de probar suerte en agencias publicitarias, empresas de ventas, oficinas y la noche cayó sobre él sin que se diera cuenta, el omega arrastraba los pies por el centro de la ciudad con el periódico en sus manos hasta que se detuvo frente a un anuncio que estaba afuera de un club nocturno.

"Se necesita personal"

Interesado se acercó a leer y aunque no habían colocado cuánto era lo que estaban pagando, no podía ser menos de lo que recibía en la cafetería, el lugar era enorme, elegante, sus paredes de color negro con luces rojas, había un guardia de seguridad en la puerta que asustaba a cualquiera y una larga fila que esperaba entrar, gran parte de las personas eran adultos, alfas y algunos omegas que los acompañaban, hombres con trajes formales, podía oler el dinero de la tela desde allí, seguramente estaban buscando ayuda en la barra, hasta los meseros debían tener un sueldo decente, arregló su cabello y mostró su identificación para poder ingresar.

Era increíble que pensaran que aún iba en el instituto.

La música no era ruidosa ni molestosa como pensaba, era lenta, llegando a lo erótico y cómo no, había un omega con facciones bastante bonitas, de cabello largo y rubio en el escenario, con lencería, moviéndose con sensualidad, dando un espectáculo que lo dejó congelado, nunca antes había estado en un lugar así, aquel chico caminó hasta el borde del escenario y fue doblando lentamente sus rodillas para que los alfas que estaban sentados en sofás de terciopelo color rojo dejaran dinero en su ropa interior.

La cantidad de billetes dejó a JiHoon con la boca abierta.

El chico de cabellos rubios les guiñó un ojo y continuó bailando.

—¿Te sirvo un trago? —Preguntaron sobresaltando a JiHoon, se giró y sus ojos fueron inmediatamente a la identificación del chico, WonWoo era su nombre, un chico de cabello oscuro y rizado.

—No, gracias —Respondió el castaño —He entrado por lo del anuncio para contratar nuevo personal.

—Oh —Asintió con la cabeza —¿Tienes experiencia?

—Sí —Respondió no muy seguro, si necesitaban meseros podría hacerlo bien, era un ambiente diferente al que estaba acostumbrado pero podría adaptarse, en la barra podría aprender, no bebía alcohol pero aprendería a preparar tragos, no podía ser tan difícil.

—Le diré al jefe —Le regaló una ligera sonrisa —Puedes disfrutar del espectáculo mientras esperas.

—Sí, gracias —Apenas el chico desapareció de su vista se dio la media vuelta admirando con detención el lugar, tenía un aspecto misterioso y antiguo que era llamativo, como si allí viviese un vampiro pero entendía que fuese tan conocido entre alfas con una buena situación económica, la decoración parecía haber sido escogida cuidadosamente para que todo concordara, se notaba que habían invertido dinero en el club y mucho tiempo.

Desde el segundo piso WonWoo le hizo una señal para que subiera por las escaleras de madera, miró los cuadros de las paredes quedándose anonadado con los conocidos artistas que los habían firmado, llegó al final del pasillo junto al azabache el cual abrió una elegante puerta regalándole una sonrisa invitándolo a entrar.

Era una oficina, una con la misma decoración de abajo pero con un poco más de sofisticación, había un escritorio, muebles llenos de libros que no logró conocer, un sofá de terciopelo, un poco más grande que los que eran para los clientes en la primera planta, frente a él había una mesa con velas y revistas.

—Buenas noches —Saludó JiHoon mirando la silla del escritorio que estaba girada hacia los ventanales.

Un hombre se levantó de ella, un Alfa mucho más grande que él, de hombros anchos al igual que sus muslos, su cabello era oscuro, estaba peinado hacia atrás, probablemente tendría cerca de 34 años pero era jodidamente atractivo y caliente, poseía una mirada seductora, profunda y misteriosa, vestía una camisa color negro con los primeros botones abiertos enseñando su pálida piel y su cuello era rodeado por un collar de oro, rodeó el escritorio y se apoyó en él cruzando los brazos mirándolo de pies a cabeza.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de JiHoon, se sentía desnudo, ansioso, mordió su labio inferior sintiendo como un líquido pegajoso ensuciaba su ropa interior.

Maldición, no podía ponerse caliente en ese momento.

Estaba buscando empleo, no sexo.

—WonWoo me ha dicho que estás interesado en trabajar aquí —Habló con voz rasposa y JiHoon apretó sus puños al escucharlo, ese hombre no podía ser tan sensual pero sus labios, sus facciones, su estatura, la forma en que estaba parado, como lo miraba.

Cómo le hablaba, Dios, su maldita voz.

Quería lanzarse encima de él y pedirle que lo follara.

—Así es —Logró hablar —Puedo trabajar en lo que sea.

—¿Lo que sea? —Preguntó arqueando una ceja y una sonrisa se dibujó en su rostro obteniendo toda la atención del omega en ellos, intencionalmente los humedeció con la lengua y agrandó su sonrisa al ver cómo JiHoon desvió la mirada —¿Cuál es tu nombre?

—Lee JiHoon —Contestó el omega —Antes he trabajado como mesero en una cafetería.

—Estoy buscando a un nuevo bailarín para la barra de pole dance —Interrumpió el Alfa.

—¿Cómo?

—Pero primero debes pasar por una prueba —Agregó el pelinegro caminando hacia el sofá de terciopelo donde tomó asiento cómodamente hacia atrás, con las piernas abiertas, JiHoon se giró y desde allí lo miró —Bailándome a mí, ahora. Muéstrame lo que puedes hacer y si me convences el trabajo es tuyo.

¿Acaso quería que bailara con lencería frente a tantos alfas como el chico que estaba abajo?

¿En la barra?

¿Y además quería que hiciera una prueba bailándole a él?

¿Acaso estaba loco?

Y no, no era que fuese malo bailando, todo lo contrario, le gustaba hacerlo pero simplemente no podía y no quiso buscar una razón coherente para negarse.

—Gracias pero no creo poder hacerlo —Habló el omega.

—Es una verdadera lástima —Acarició sus muslos, deseando que JiHoon estuviese sentado en ellos —Te estuve mirando desde aquí y tienes un lindo cuerpo.

Las mejillas de JiHoon se tiñeron de un rojo intenso, intentó formular una respuesta a lo que había escuchado pero no pudo, cruzó sus piernas y SeungCheol rápidamente bajó la mirada a ellas, se sentía caliente y el delicioso aroma del Alfa no ayudaba en nada.

SeungCheol podía oler su lubricación, incluso saborearla, quería y necesitaba probarla pero después de tantos años en el negocio había logrado un control superior al de los otros alfas.

Con lo cual no quería decir que no deseaba levantarse, apoyar el torso de JiHoon contra el escritorio y bajarle los pantalones para penetrarlo.

—Son mil dólares por noche aparte del dinero que te entreguen los clientes que fácilmente podrían duplicarlo o triplicarlo, todo dependerá de ti —Habló el pelinegro.

La tentación era demasiada.

Era mucho dinero, más del que imaginaba.

—Incluso te puedes ganar un adelanto ahora —Agregó elevando una de las comisuras de sus labios, se veía tan sereno que JiHoon quería golpearlo por pensar en que aceptaría solamente por el dinero, lo necesitaba con urgencia pero no le bailaría, no, porque sabía que terminaría pidiéndole algo más —¿Quieres que ponga algo de música?

El omega guardó silencio.

—¿Qué traes de ropa interior? —Preguntó mirándolo a los ojos, un peculiar brillo estaba hipnotizando al menor, podía ver en ellos su lado animal —¿Quieres que se siga ensuciando con tu lubricación o quieres que yo me encargue de eso?

Lo único que pudo hacer JiHoon fue darse la media vuelta y salió lo más rápido de allí, hasta golpeó el brazo WonWoo en el camino y no alcanzó a pedirle disculpa, caminó unas pocas calles antes de detenerse.

No se iba a acostar con ese hombre.

Simplemente le iba a bailar.

Volvió a la oficina sin pensarlo otra vez porque estaba seguro que si se ponía a ver las ventajas y desventajas no hubiese regresado, abrió la puerta de la oficina y chocó contra el pecho del pelinegro quien iba saliendo, sin decir nada colocó las manos en sus hombros, cerró la puerta y lo hizo retroceder hasta que se sentara en el sofá.

Inspiró profundo antes de comenzar el espectáculo privado que estaba a punto de dar, escuchando la suave música de afuera cerró los ojos y movió sus caderas con sensualidad, dejándose llevar por la adrenalina que recorría por su cuerpo, levantó sus brazos llevándolos a su cabello, desordenándolo, abrió los ojos y se acercó al alfa, doblando sus piernas para colocar las rodillas a los costados de su cuerpo sin llegar a tocarlo, mordió su labio inferior y apoyó sus manos en los hombros del pelinegro, pronto una de ellas levantó ligeramente su camisa, dejando a SeungCheol con ganas de más pero no lo hizo, no lo tocó, simplemente lo mirara, hambriento de devorarlo.

El cuerpo de JiHoon era tan delicado y fino que estaba seguro que podría probar miles de posiciones con él, moverlo a su antojo, robándole sus más profundos gemidos, esos que nadie más podría provocarlos, con los que en secreto soñaba.

Podría desgarrarle la garganta.

Y algo más.

Su miembro estaba duro, apretaba su pantalón, el cual estallaría si no lograba liberarse, hasta podía sentir el pre-semen escurriendo llamando a gritos a JiHoon.

Solo a él.

—Siéntate sobre mí —Habló con voz grave, tomando las caderas del omega con sutileza, sin llegar a obligarlo, quería que lo hiciera por él mismo.

JiHoon soltó un suave jadeo al sentir un bulto en su trasero, cambió paulatinamente el ritmo de sus caderas, de adelante hacia atrás, no estaba pesando con claridad, quería frotarse, necesitaba hacerlo y bastó con que SeungCheol colocara sus grandes manos sobre sus nalgas para rodear su cuello y soltar suaves gemidos en su oído.

—Hueles muy bien —Susurró el Alfa, acariciando y amasando las nalgas de JiHoon, con la punta de su lengua tocó el lóbulo de su oreja provocándole escalofríos, lo atrapó entre sus labios y lo acercó a su entrepierna —Muévete más rápido o tendré que guiarte yo y no me haré cargo de lo que te haré después.

—¿Qué me hará, señor? —Preguntó con inocencia.

En ese punto el omega sentía como su lubricación natural traspasaba su pantalón pero no le importó, menos cuando escuchó un gruñido de SeungCheol y agarró el cabello de su nuca haciéndolo gemir aún más alto.

La ropa estorbaba pero ninguno tomaba la iniciativa para quitarla, tampoco para besarse, solo tocarse y frotarse con necesidad, para SeungCheol era una prueba para el empleo a pesar de que nunca antes había hecho tal petición a otro trabajador, Joshua era quien se encargaba de contratar a los bailarines.

Al sentir su cuerpo hirviendo y ver a JiHoon en un viaje sin retorno, moviéndose con rapidez contra su miembro, gimiendo cada vez más alto y estando a punto de arrancarse la ropa con los dientes, lo tomó por la cintura haciéndolo a un lado y se levantó del sofá dirigiéndose hacia el escritorio donde ordenó su camisa y volvió a esa actitud tan tranquila que JiHoon detestaba ver.

—El trabajo es tuyo, me gusta como te mueves —Habló devolviéndole los sentidos al omega, JiHoon se reincorporó con las mejillas sonrojadas y la respiración agitada.

Ni siquiera habían tenido sexo, sin embargo fueron los minutos más excitantes de toda su vida.

—Pero deberás hacer horas extras —Agregó y JiHoon frunció el ceño al sentirse confundido.

—¿Horas extras?

—Así es —Afirmó sacando un contrato de uno de los cajones y tomó un bolígrafo —Quiero un servicio exclusivo para mí, como supongo has visto afuera, JeongHan no se acerca mucho a los clientes, ninguno de los bailarines lo hace por seguridad.

—¿Pero?

—Quiero que vengas a mi oficina a bailarme como lo hiciste ahora —Respondió con voz firme, sin titubear, tan descarado que las piernas de JiHoon temblaron —Todas las noches, sin excepción.

—Estudio por las mañanas y tardes.

—Entonces tendré que esperar cinco días para tenerte encima de mí —Lo miró a los ojos y sonrió ligeramente —Bien, serán los fines de semana pero si no tienes exámenes o algo importante que hacer, y tienes tiempo, puedes venir solo a mi oficina y te pagaré lo mismo que te darían los clientes afuera.

—¿Cómo debo venir vestido?

—Aquí te entregaremos la ropa de trabajo —Contestó el Alfa moviendo el bolígrafo entre sus dedos —Lencería, faldas, tacones, medias, plugs, muñequeras, todo te lo entregaré yo.

—¿Entonces debo venir aquí el día sábado?

—Sí, te ayudaré a escoger la ropa indicada para ti.

Lencería, tacones, plug, jamás había usado nada de eso, el chico que había visto afuera, el cual al parecer se llamaba JeongHan estaba con una especie de camisón de encaje casi transparente, enseñando unas lindas bragas color blanco.

Él no se imaginaba así por más que lo intentara.

—Entonces... —Alargó la palabra hasta tener la mirada del omega sobre él —¿Aceptas el empleo con todas las condiciones que te he dicho?

—Sí, acepto.

El tiempo fue pasando y pudo pagar el año completo en la universidad, también devolverle el dinero a su compañero de piso, no se avergonzaba de lo que hacía, el empleo en el club era como cualquier otro, no se estaba prostituyendo, simplemente bailaba y SeungCheol tenía una gran seguridad en todo el lugar por si algún Alfa intentaba propasarse.

Utilizaba faldas pequeñas, todo tipo de lencería, botas, aprendió a caminar con tacones aunque prefería salir descalzo pero le gustaba ir jugando con su vestuario porque después de varias semanas SeungCheol lo había dejado en sus manos, los plugs con colitas de gato eran sus favoritos, también los chokers, portaligas, incluso un día salió usando un tutu.

JeongHan lo ayudó cuando más lo necesitó, aprender diferentes piruetas y sensuales bailes en la barra de pole dance no fue nada fácil y jamás hubiese pensando que le terminaría gustando tanto.

Respecto a los bailes con su jefe los cumplía, bailaba para él cada noche, cada uno era más intenso que el anterior, llevaban más tiempo y dedicación en satisfacerse, incluso cuando no debía ir y tenía tiempo libre en la universidad prefería ir al club que dormir en casa, pero ya no eran simplemente con su ropa diaria, utilizaba lencería de encaje para él.

Se vestía para que lo mirara con lujuria, se estaba controlando y le gustaba llevarlo al límite.

En algún momento lo cruzaría y él estaría dispuesto a entregarse.

Esa noche decidió bailar descalzo, con lencería de encaje color negro, medias del mismo color que se unían al portaligas que era una pequeña falda que rodeaba su cadera, tenía lindos y adorables listones en él.

Se había vuelto uno de los bailarines favoritos entre los millonarios alfas, sus movimientos eran delicados pero seguros. Mientras bailaba su temperatura corporal fue elevándose cuando cerró los ojos y se movió con sensualidad utilizando la barra pensando en su jefe, en uno de los más grandes mafiosos de la ciudad.

Esa hambre de ser dominado y llenado por SeungCheol se volvió más intensa.

Su cuerpo desprendió un suave y adictivo aroma que provocó que uno de los alfas se levantara y se acercara al escenario, JiHoon bailó frente a él, dobló sus rodillas y el mayor en lugar de poner dinero en su ropa interior lo tomó de las caderas, sentándolo de golpe, dejando que sus piernas colgaran por el borde, sus fosas fanales fueron invadidas por el exquisito aroma del omega y besó su cuello con desesperación.

Los guardias no tardaron en llegar y sacar al hombre, el cual estaba como un loco pues había entrado en celo.

Al igual que JiHoon.

El castaño subió las escaleras corriendo, con la respiración agitada y aún asustado por lo que había pasado entró sin pedir permiso a la oficina de SeungCheol.

—¿JiHoon? —El Alfa se levantó del escritorio y caminó hacia la puerta donde estaba el menor.

—Señor, debo irme a casa —Logró hablar controlarlo los enormes deseos de tomar la corbata de su jefe y besarlo —No puedo continuar trabajando.

—¿Qué ha pasado? —Preguntó sin entender su actitud —¿Algún cliente se atrevió a tocarte? —Apenas vio la mirada culpable del omega su sangre hirvió y quiso salir de la oficina pero unas manos en su pecho impidieron que lo hiciera.

—No alcanzó a hacerlo —Habló JiHoon —Debo irme o terminaré pidiéndole a usted que... —La cercanía con SeungCheol lo estaba volviendo loco, deseaba probar esos rojizos labios —Nada, no le pediré nada.

El Alfa inspiró profundamente dándose cuenta de lo que estaba pasando, el aroma dulce de JiHoon era tan fuerte que se relamió los labios y tragó saliva con dificultad al observar su cuerpo.

Se veía odiosamente sexy.

—¿Sabes? —Se dio la media vuelta y caminó hacia el sofá —He visto que últimamente tu baile ha mejorado bastante.

—Intento hacerlo lo mejor que puedo.

—¿Me puedes enseñar un poco? —Preguntó mirándolo fijamente, sin pensarlo dos veces JiHoon comenzó a caminar con cautela, SeungCheol lo miraba como si fuese un lobo y él un trozo de carne del mejor corte, para el Alfa lo era.

Bailó sin importarle que se diera cuenta de lo desesperado que estaba porque lo tomara, la lubricación recorrió sus muslos y SeungCheol lo sentó en él, robándole un jadeo al colocar las manos sobre sus nalgas.

—Estás tan caliente, pequeño omega —Susurró SeungCheol, su aliento caliente chocó contra el cuello de JiHoon y por primera vez se atrevió a besarlo —Y yo podría hacerte sentir mejor, follo muy bien.

—N-No —Quería hacerlo, quería que SeungCheol lo follara sin compasión.

—¿No tienes curiosidad de cómo se sentiría que estuviese dentro de ti? —Agarró las caderas del menor y se restregó contra él —Tu garganta se romperá con los gemidos, me necesitas.

No lo podía negar y tampoco tenía las fuerzas suficientes para salir corriendo de allí, le quitó el saco al Alfa y aflojó su corbata mientras se besaba lamer, morder y besar el cuello y clavículas.

Los besos de SeungCheol eran húmedos, suaves y excitantes cuando terminaba deslizando la lengua por su blanquecina piel.

JiHoon ladeó la cabeza para que tuviese un mayor acceso sacándole la camisa en el proceso, tocó el firme abdomen y sus firmes pectorales.

—Hazlo en círculos —Ordenó SeungCheol.

—Señor —Gimió obedeciendo.

—¿Qué necesitas, JiHoonie?

—Que me toque, que me bese y que me folle hasta que no recuerde mi nombre —Respondió sumergido en el placer —Sólo el suyo.

—Sigue frotándote.

—Señor Choi, mi cuerpo lo necesita —Jadeó con los ojos cerrados, aferrándose a los muslos del pelinegro, dando pequeños saltos sobre su entrepierna, SeungCheol estaba duro, podía sentirlo —Dios, por favor tómeme.

El Alfa lo tomó por la cintura y lo llevó hasta el escritorio para cumplir una de sus más grandes fantasías desde que lo vio entrando a su oficina, lo volteó y JiHoon apoyó sus manos en la fría madera.

SeungCheol deslizó el cinturón hasta sacarlo de su pantalón, JiHoon miró hacia atrás y él le propinó un fuerte golpe esperando escuchar un grito, las nalgas del omega se sacudieron pero mordió su labio inferior negándose a gemir.

Otro golpe dejó su trasero levemente rojo.

Y hasta el tercer golpe no aguanto más y su torso desnudó cayó sobre la madera, alzando su trasero y soltando un grito de placer combinado con dolor.

Al obtener lo que deseaba, SeungCheol se inclinó hacia adelante llevando sus labios hasta los glúteos del menor donde dejó suaves besos y después una pequeña mordida que hizo gemir suavemente a JiHoon.

Soltó los portaligas e hizo a un lado las bragas de encaje del omega para empujar un dedo en su interior, JiHoon gimió inmediatamente sintiendo como se deslizaba con facilidad gracias al lubricante natural.

—Hmm, muy mojado y listo para recibirme —Gruñó el Alfa, apretando los dientes, su cuerpo estaba caliente, iba a entrar en celo, sacaría su lado animal y no podría dejar a JiHoon.

Lo haría suyo toda la noche.

JiHoon se quejó cuando SeungCheol retiró su dedo, sintiéndose vacío y frustrado, escuchó el sonido de una cremallera y movió sus caderas para provocar al Alfa, recibió una fuerte nalgada que lo hizo gritar.

—No, por favor —Habló al verlo abrir un preservativo —Quiero sentirlo por completo, señor.

—He estado esperando mucho por este momento y no lo arruinaré dejándote embarazado —Debía aprovechar la poca cordura que aún tenía antes de perderla por completa y no pensar en otra cosa que no fuese follar —Debes acabar de estudiar y luego te daré todos los hijos que quieras.

—P-Por favor.

—Son ultra delgados, podrás sentirme sin problemas —Lo colocó en la punta de su miembro y lo deslizó por toda su extensión —Y yo sentir como me aprietas.

La cabeza del pene del alfa presionó contra el húmedo agujero de JiHoon porque a pesar de lo mojado que estaba el gran tamaño del mayor lo hizo jadear.

—Joder, estás muy estrecho —Rompió las bragas del omega y empujó las caderas lentamente hacia adelante.

JiHoon gimió y mordió su labio inferior, sintiendo un ligero dolor al ser estirado, como pulgada a pulgada su jefe lo iba llenando. Cerró los ojos dejándose llevar por el placer de que un hombre mayor lo tomara y dominara —Está muy grande.

—¿Te gusta? —Preguntó con una sonrisa amando que JiHoon arqueara la espalda dejándolo apreciar su fina espalda junto a todas sus curvas, su cuerpo era precioso.

—S-Sí, señor —Contestó enderezándose, colocó una mano en la nuca de SeungCheol y giró el rostro hacia un lado para poder besarlo.

Pudo notar una extraña ternura en ese beso y duró lo suficiente antes de que el Alfa se alejara y lo empujara hacia adelante, dejándolo en su posición anterior para embestirlo.

SeungCheol tomó las caderas del omega, apretándolo, tan duro que sus dedos crearían hematomas, mientras estrellaba su longitud en JiHoon.

Los testículos golpeaban contra el trasero del omega con cada fuerte golpe, el sonido obsceno lo incitaba a continuar despertando por completo su lado animal.

El Omega arqueó la espalda, estremeciéndose de placer mientras obtenía la jodida de su vida que siempre había anhelado, nunca imaginó que estar con un Alfa podía ser tan increíble, ser tomado por alguien que sabía cómo hacerlo sentir bien, que le daba lo que su cuerpo pedía.

JiHoon echó la cabeza hacia atrás disfrutando de las rudas embestidas que estaba recibiendo, eso era lo que necesitaba, un hombre como su jefe, un Alfa que supiera lo que debía hacer, donde debía tocar y cómo se debía mover, dominante y rudo.

SeungCheol salió de su interior para voltearlo, tomó las piernas de JiHoon separándolas de golpe y lo embistió, sus ojos se habían oscurecido, ese brillo animal dejó encantado al omega, sumiso, dispuesto a satisfacerlo, lo haría, tomó los labios del omega en un fogoso y caliente beso.

La oficina se llenó de gemidos y gruñidos por parte de ambos cuando SeungCheol aumentó el ritmo, profundidad y fuerza de las embestidas.

—M-Más rápido, p-por favor —Pidió JiHoon entre gemidos, se encontraba con el rostro escondido en el cuello del Alfa, el aroma a tierra húmeda le hacía sentir sorprendentemente cómodo, como si perteneciera a ese lugar.

Y soltó un grito cuando SeungCheol golpeó su próstata, sus piernas y su cuerpo completo tembló de placer, el Alfa reafirmó el agarre que tenía en la diminuta cintura de JiHoon, embistiendo en repetidas veces en la misma dirección volviéndolo loco.

—Córrete para mí, JiHoonie —Gruñó el Alfa succionando el cuello del omega con la clara intención de marcarlo como suyo, tomó el miembro del menor masturbándolo sin piedad —Córrete y te seguiré jodiendo toda la noche pero en la siguiente te amarraré las muñecas y te daré en el sofá, también dejaré que me montes, quiero verte saltando y sudando pidiendo por más. ¿Quieres más de esto?

—S-Sí —Respondió con la respiración entrecortada —Quiero todo, lo quiero a usted, todo, todo.

La mezcla de sensaciones fue demasiado, su calor junto al calor de su jefe lo estaba haciendo delirar. Unas duras y certeras embestidas fue lo que necesitó para correrse en la mano de SeungCheol quien alargó su orgasmo presionando en la punta de su pene, provocando que la corriente eléctrica se hiciera más intensa y duradera.

Por otra parte SeungCheol soltó un jadeo ronco de satisfacción, el interior del pequeño era asombroso, caliente y húmedo, sus paredes anales lo cubrían por completo, entregándole esa necesidad desesperante y alucinante de embestirlo con rudeza y aquellas sensaciones se intensificaron cuando el interior del omega estrujó su miembro, obligándolo a correrse, el nudo creció en el interior pero su esencia quedó dentro del preservativo.

Apoyó las manos a los costados del menor, dejando caer la cabeza en su hombro para recuperarse del mejor sexo de toda su vida, acarició los muslos de JiHoon por encima de las medias y besó su cuello, al darse cuenta del cansancio del pequeño lo tomó de las piernas y lo llevó hasta el sofá a la espera de que su nudo se desinflamara.

—¿Qué va a hacer? —Preguntó JiHoon abriendo los ojos, no sabía cuánto tiempo estuvo durmiendo pero había sido el suficiente para que SeungCheol pudiese vestirse y terminar una llamada mientras que él estaba con la ropa interior y las bragas rotas. Sus piernas estaban limpias, no había rastro de semen lo cual le indicaba que su jefe se encargó cuidadosamente de ello.

Se sentía algo avergonzado, no se arrepentía pero ahora no sabía cómo actuar.

No quería perder el empleo.

Tampoco a SeungCheol.

—Llamé a Joshua para que se encargara del club esta noche —Contestó tranquilamente tomando el abrigo de la silla para ir a donde estaba JiHoon —Y durante algunos días más.

Cuando estuvo frente al omega estiró el brazo ofreciendo su mano, JiHoon lo miró y dudando la cogió, se levantó del sofá y SeungCheol colocó el abrigo sobre los hombros.

—Te llevaré a mi casa y estarás conmigo, yo me encargaré de aliviarte durante el celo —Habló levantándole el mentón con su mano, eso era lo que quería JiHoon, dejó un beso en la frente del pequeño y le regaló una sonrisa —La noche recién comienza para nosotros.

Ambos sabían en el fondo que desde ahora en adelante tendrían mucho más que unas horas extras.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top